Durante la pelea Clary había recibido varios golpes y algunas cortadas no tan profundas, Simón cuando intento arrancarle la cabeza a uno de los demonios termino con con un brazo dislocado por su cabeza pensaba que Izzy lo iba a matar por tal descuido, no se había percatado que otro demonio se acercó por detrás y como resultado terminó de aquella manera.
Por parte de Alec le atinaba con sus flechas a algunos demonios que querían atacar a su amiga pelirroja por la espalda, al momento que escuchó la voz de Simón gritar que tuviera cuidado sacó su cuchillo serafín y con un movimiento rápido se volteó para clavar este justo en el corazón del demonio. Retiró el cuchillo y corrió donde se encontraba Clary para ayudarla, cuando estaba lo suficientemente cerca escucho el grito de su parabatai.
-Magnus, cui... ¡MAGNUS, NO! MALDITO BRUJO LEVÁNTATE O TE HARÉ TRAGAR TUS FRASCOS DE PURPURINA. -Jace gritaba todo aquello desesperado mientras intentaba quitarse del camino al demonio mayor-
Alexander al perder la concentración recibió un empujón de aquella mounstrocidad de la cual Clary se encargó de matar, sin importar el dolor y entorno levantó su mirada logrando ver a un Magnus Bane tirado en el suelo, sus ojos estaban blancos y su maquillaje corrido debido a las lágrimas que seguramente era de dolor. Alexander soltó un grito de furia y se levantó dispuesto a matar a cada ser que se le cruzara por su camino aunque no logro su cometido ya que en ese mismo instante ya no había demonios, aprovechó a que no había nadie y corrió a tomar a Magnus entre sus brazos mientras sentía el miedo recorrer su cuerpo.
-Hey, amor... Vamos, despierta, Max necesita un cambio de pañal. -Decia aquello en un pedido desesperado de que su otra mitad despertara, sus lágrimas empezaron a caer con desesperación y vio como Jace se acercaba para tomar el pulso del Brujo. Vio como los colores de la cara de su parabatai pasaba a ser pálida y de tristeza y ahí supo que perdió todo-.
Clary junto a Simón se acercaron con sus rostros llenos de lágrimas, Simón pensaba en como Raphael iba a tomar la muerte de Magnus y como seguirían adelante.
-Hay que llevarlo con Lorenzo, lo siento Alec, pero es su deber averiguar la causa de..-Clary no termino de hablar-
-¡No está muerto, no irá con ese tipo, MAGNUS NO CONFIABA EN ÉL Y YO MENOS! No puede estar muerto, se supone que yo moriría primero.-Su voz se quebró al decir aquellas palabras y su mirada se dirigió a Jace-. ¿Cómo pasó? ¿Por qué no se defendió? ¡¿Por qué demonios no lo cuidaste?! -La última pregunta la soltó con irá ya que se culpaba así mismo de no poder haber echo nada para evitarlo-.
-Alec, lo siento...-Aquellas palabras salieron con tristeza, podía sentir todo lo que su parabatai estaba sintiendo-. Estábamos peleando, le dije a Magnus que hiciera algo para retener al demonio. Magnus lo hizo, pero vió algo que intento matarme y lo atacó, el demonio logro romper la magia que lo retenía y fue todo muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos el muy maldito le inyectó algo... Fué la primera vez que lo ví llorar de esa manera, pareciera como si se quemara vivo fue horrible esos segundos que pude verlo de pie.
Todos regresaron al Loft en donde Isabelle junto a Max en sus brazos fueron directo a recibirlos, Izzy recibió a Simón con un beso en los labios e iba a abrazarlo hasta que vio el cuerpo muerto del brujo entre los brazos de Jace y luego a un Alec siendo guiado por Clary hasta el sofá, su rostro estaba lleno de lágrimas y con la mirada perdida. Sin dudar Izzy le pasó a Max a Simón y fue directo a abrazar a su hermano.
Intentaron de todo para traer a Alec a la realidad, habían pasado seis horas en la que el cazador estaba sin parpadear, seis horas de que perdió todo o eso creía él.
Nr. Alexander.
-Daddy... -Aquella voz me hizo volver a la realidad, era Max. Recuerdo como Magnus le había enseñado como debía decirnos a cada uno para diferenciarnos para mi eligió llamarme "daddy" y a Magnus "papá". Apartó un poco a Isabelle quién me miraba preocupada y con los ojos hinchados de tanto llorar, me levanto para ir directamente en donde se encontraba Max al cual tomo entre mis brazos-. Tan solo tenés cinco años y ya tenés que pasar por todo esto, lo siento tanto. -Susurre aquellas palabras aunque en ese momento entendí que ahora debía ser fuerte por ambos.
- Un año después-
Los sábados y domingos eran los días preferidos de Max ya que eran los días en los que no debía estudiar y podría pasar más tiempo con su papá Alexander. Ambos fueron a un parque cercano al Loft en donde compartían horas de juegos y comían helado, a pesar de que Alec pudo haberse mudado prefirió quedarse en el Loft de su difunta pareja ya que aquello hacia sentir que parte de Magnus había quedado con ellos, no habían cambiado absolutamente nada todo aún conservaba el toque personal de Magnus.
Nar. Max.
-Daddy, quiero helado.-Dije aquello notando como mi papá salía de sus pensamientos.-
Sabía que extrañaba mucho a papá Magnus no había día en el que ambos no pensemos en él, a pesar de mi corta edad recuerdo a la perfección cada parte de su rostro, su aroma, su sarcasmo al hablar con tío Simón y Jace. Mi Daddy me dió un beso en la frente y fue a comprar dos helados en un puesto que había a no más de diez pasos, obviamente que no iba a esperarlo parado tenía mucha energía que gastar así que me dirigí a los juegos en donde ví a un niño jugando solo en la arena. Sin pensar y un impulso me hicieron acercar a este.
-Hola, soy Max. ¿Y tú?-Dije mientras extendía mi mano al niño, cuando esté levantó su mirada me quedé embobado ante la apariencia que tenía-
-Soy Rafael, aunque a veces me dicen Santiago. -Vi como levantaba su mirada y se quedaba viendo mis ojos, los ojos de Rafael se me hacían familiar eran de un celeste tan bonito y tenía los ojos rasgados. De seguro lo asusté aunque no tenía cara de pánico y en vez de gritar, huir u otra cosa solo me sonrió y dijo-. "Tienes los ojos de mi papá, ojos de gato."