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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del fanfic:

Los personajes de MARVEL no me pertenecen, le corresponden a su dueño.

Notas del capitulo:

Ohayo... ¿Cómo estan? espero que bien. 

Espero que les guste.

Mitad del semestre y finalización de los segundos exámenes intermedios, todo tranquilo en la Academia Vengadores, los alumnos iban apresurados a sus clases y a otros poco les interesaba si los reportaban por llegar tarde a clase.

Steve Rogers y James Barnes, habían sido suspendidos por dos semanas por meterse a una pelea, si bien James no resistió las provocaciones que unos pandilleros le hicieron y se aventó contra ellos, Steve solo suspiró frustrado y también se lanzó para ayudar a su mejor amigo, su casi hermano. La escandalosa pelea llegó a oídos del Director Fury por lo que decidió tomar cartas en el asunto, si bien, no le importaba lo que hicieran fuera de la escuela pero que no hicieran nada malo portando el emblema de la academia, eso traería problemas.

Las dos semanas pasaron volando, los dos chicos, vivían juntos en un departamento no muy grande cercano a la escuela, después de todo decidieron vivir juntos por cuestiones monetarias y porque no todos los días podían transportarse de su casa a la academia, y que mejor que vivir con tu mejor amigo.

Bucky era un contraste con Steve, se notaba a simple vista, mientras que Steve parecía un Boy Scout, Bucky parecía un brabucón, sin duda eran opuestos en apariencia, pero ambos tenían el mismo buen corazón.

Los deberes del hogar eran repartidos entre ellos así como encargarse de surtirse en lo necesario, Steve era completamente puntual mientras que su amigo a veces se le olvidaba y era el rubio quien tenía que recordarle sus deberes al otro.

El lunes había llegado y con eso su suspensión había terminado, sin embargo a Steve se le olvidó colocar la alarma, mejor dicho, James se encargó de quitarla para poder dormir más, después de todo ya se había acostumbrado a levantarse tarde.

El primero en despertar fue el rubio, se sentó en la cama y en cuanto vio la hora en el reloj digital que se encontraba en su mesita de noche se estresó, rápidamente se levantó y corrió a la habitación de su amigo que todavía se encontraba profundamente dormido con el fin de despertarlo. El rubio abrió la puerta sin tocarla y gritó:

-¡Bucky! ¡Es tarde levántate!

-¿Hm? –el castaño se levantó mientras se estiraba y bostezaba. –¿Qué hora es?

-Las 9:30, ¡Ya arréglate que ya vamos muy tarde! –se apresuró el rubio en gritar, se vestía con lo primero que encontraba mientras el castaño se vestía contando el tiempo. -¿¡Ya estás listo!? –el rubio apresuró a su compañero.

-¡Ya voy! ¡Por Dios Steve pareces mi madre!

Ambos salieron del apartamento y se dirigieron al estacionamiento del edificio, tenían un auto, si bien, no era de los mejores ni completamente nuevo, pero les servía para lo necesario, los dos habían ahorrado para comprar un coche que pudieran utilizar. El rubio poseía una motocicleta, pero a veces no era muy convencional usarla.

Ya dentro del auto, que Steve es quien maneja y James la hace de copiloto porque a veces quiere ir jugando o haciendo otra cosa pero no es que no supiera manejar, al contrario lo hace muy bien, pero el rubio temía por su vida cada vez que Barnes tomaba el volante.

El rubio arrancó con destino a la academia, no quedaba muy lejos, pero con el trafico hacían el doble de tiempo en su recorrido, en vez de 15 minutos que hacían en la mañana hacían hasta 45 minutos por la hora, ya que a esa hora mucha gente sale a almorzar y es cuando comienza a haber movimientos. ¡Bendito trafico!

-No puede ser… -se frustró el rubio, apretaba el volante y comenzaba a desesperarse. –Vamos a llegar tarde, ¿Cómo es posible que la alarma no haya sonado?

-Vamos Steve, no es tan grave, llegaremos para el descanso, tomaremos las ultimas 4 clases y estaremos para el entrenamiento a tiempo. –le animó el castaño, era muy ligero en estos casos. –Tal vez no escuchaste la alarma, con eso de que nos acostumbramos en estas dos semanas a no usarla… -mintió, él era el culpable.

-Supongo que sí…

Llegaron a la escuela exactamente en la hora del descanso, el rubio estacionó el coche en el estacionamiento de la escuela y de ahí se fueron a los comedores, por las prisas no habían desayunado nada así que aprovecharían la hora para poder comer algo.

Una vez dentro de los comedores, compraron algo en la cafetería de la escuela y buscaron con la mirada a sus amigos, no tardaron en ubicarlos ya que Jane les estaba saludando desde su mesa, ambos se dirigieron hacia allá.

-Llegan tarde… -habló Nat mientras tomaba de su botella de agua.

-Nos quedamos dormidos. –comentó Steve, tomó asiento y se dispuso a comer, de la misma manera Bucky lo hizo.

-Me sorprende ti Steve. –Clint lo señaló. –De Bucky no me sorprende en absoluto, pero de ti sí, ¿Será que hoy pasará algo inesperado?

-Es una probabilidad. –Comentó Sam burlándose.

-¿Algo que nos hayamos perdido? –preguntó el castaño despreocupado, mientras daba un mordisco a su sándwich.

El rubio de cabellos largos de inmediato gritó alegre para contestar aquella pregunta. -¡Claro! Tenemos un compañero nuevo, es… es… tan… ¡Adorable, pequeño y tierno! ¡Tanto que solo quiero abrazarlo!

-Thor tiene razón, ¡Es lo más lindo que podrán ver! –se emocionó la castaña.

-¿En serio? –se extrañó el rubio.

-No solo eso, si no que es dos años menor. –le continuó la pelirroja. –Su nombre es Tony.

-Vaya, ¿eso quiere decir que tiene 17 años? –preguntó Barnes.

-Lo adelantaron dos años porque es muy inteligente, pero apenas va a cumplir los 17 en Mayo… -respondió como si nada la pelirroja.

-Mientras que nosotros, los simples mortales tenemos entre 18 y 19 años. –Loki habló con sarcasmo.

-Sí que hay gente sorprendente en este mundo… -continuó Steve. –Ya nos presentaremos cuando lo veamos en clase. –incluyó a Bucky en lo que dijo.

La mesa de amigos continuó hablando hasta que tocaron la campana, se dispusieron a ir a sus respectivas clases, ya que Natasha, Steve, Bucky, Bruce, Thor y Loki se encontraban en el mismo salón; el grupo 3°A. Mientras que Sam, Clint, Jane, se encontraban en el grupo contrario; 3°B.

Steve y Bucky, decidieron ir a su casillero por algunas cosas, les dijeron a sus amigos que no los esperaran porque no querían que llegaran tarde por su culpa. Ambos fortachones llegaron a sus casilleros y tomaron lo necesario para la clase de matemáticas.

Cuando iban a su clase, se toparon con un brabucón que estaba molestando a alguien, no podían verle la cara al menor por lo que sacaron por conclusión que era de primero, a Steve no le parecía nada bueno el bullying, cuando él era un niño de primaria siempre lo molestaban por lo escuálido que era, sin embargo Buck siempre estuvo para ayudarlo y apoyarlo, de verdad apreciaba eso.

El rubio se acercó junto con James y lograron escuchar como el brabucón amenazaba al menor haciéndolo temblar pues había dado un golpe al lado de su cabeza para asustarlo. Fue entonces cuando Steve colocó una mano en el hombro de aquel chico pelinegro.

-Es suficiente. –habló serio.

-Mira, estas molestando a alguien de tu misma escuela, así que… ¿Qué tal si nosotros hacemos lo mismo contigo? –amenazó el castaño.

El chico pelinegro no lo pensó dos veces y se retiró del lugar maldiciendo a aquellos dos por haberse entrometido, mientras era observado por los dos amigos. El rubio suspiró cansado, realmente como odiaba a la gente así, fue entonces cuando ambos y al mismo tiempo; Steve y Bucky. Voltearon para ver quién era la victima del acoso, en ese instante el corazón de ambos fortachones se detuvo.

Los que sus ojos estaban presenciando era lo más hermoso que jamás habían visto, era un chico pequeño, delgado, cabello castaño y unos ojos grandes (nota: ojos grandes pero no tomatón) color chocolate profundo, con una piel acanelada y pestañas algo largas. Sin duda ambos quedaron embobados por aquel chico.

-¿E-estas bien? –preguntó el rubio saliendo del trance.

-Sí, muchas gracias. –el menor le contestó dulcemente cosa que enterneció a los mayores, en su pensamiento ya habían proclamado a ese chico como suyo.

-Fue un placer. –dijo James que de igual manera estaba regresando en sí.

-Bueno, me tengo que ir, ya voy tarde a clase. –se despidió del menor para echarse a correr con dirección a su salón. –¡Gracias de nuevo!

Los dos mayores se quedaron con un pequeño rubor y embobados con aquel hermoso castaño, tanto que se les había olvidado pedirle su nombre, no obstante se encargarían de buscarlo, después de todo sabían que iba a su misma escuela así que no sería difícil, ambos habían sido flechados por cupido al mismo tiempo y atraídos hacia la misma persona. Sin duda pelearían por el amor de aquel chico entre ellos si era necesario.

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les pareció? 

Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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