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Rewrite The Stars por Sigyn

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Notas del capitulo:

Hola a todos!! Aquí les traigo un sonfic de una canción que me encanta. 

La canción es de la película The Greatest Showman (Una que me encanto por cierto, recominedo 100% si te gustan los musicales) que se llama Rewrite The Stars, interpretada por Zac Efron y Zendaya. 

Este proyecto salió por mis ganas de escribir un Thorki que no fuese Au y esta canción me motivo a hacerlo. 

Disfruten de la lectura!!

Recuerden que los personajes le pertenecen a la mitología nordica y hago todo esto sin fines de lucro. 

   El anuncio de la boda del príncipe Thor tenia conmocionado al pueblo Asgardiano, todos celebraban emocionados que el heredero del trono se casaría con una hermosa Vanir. Una doncella de rubios cabellos, la tercera hija del rey Frey, la princesa Var. La noticia de la boda recorrió los nueve mundos, trayendo dicha y regocijo a aquellos que eran fieles devotos al Dios del rayo y enfureciendo a los enemigos del mismo.


   Cuando la noticia de que su amado hermano se casaría pronto con una gran mujer, Loki sonrió. Nunca pensó que la boda se realizaría tan rápido. La joven Var fue bendecida con una belleza inigualable, gracias a su naturaleza mágica, poseía una poderosa magia y una educación pulcramente instruida por la Diosa Freya. Era el mejor partido que un hombre pudiese tener, ella fue educada para ser la consorte de su rubio hermano. Odín había designado el destino de la chiquilla a penas ésta nació.


   Todo el reino celebraba la noticia de la boda con emoción, las fiestas y los rituales que se ejecutaban antes de la ceremonia tenía ocupado al pueblo de Asgard y al castillo entero. Una punzada de envidia invadió el cuerpo del moreno, puesto que cuando él se comprometió con la giganta Angrboda no se celebró ni la mitad de como se estaba celebrando esa unión. Su matrimonio fue un sucio pacto de Odín con uno de los consejeros del rey Laufey. Él se casaría con la hija de ese consejero, una giganta de hielo a cambio de constante información sobre lo que pasa en el castillo del reino de Jotunheim. Padre de Todo pensó que al ser él de la misma raza, podría emparejarme con una sin ningún problema. El reino de Jotunheim estaba por declararle la guerra a los Aesir, pero Odín supo contener y mantener feliz a Laufey, gracias a los contactos dentro del castillo.  


   Loki no podía odiar a la joven Angrboda, no tenia la culpa de nada, había sido usada al igual que él, para satisfacer los intereses de su padre. La giganta no era fea, más tampoco era hermosa. Ella se había enamorado del moreno a primera vista y cuando lo observo en su forma Jotun cayo rendida ante los encantos que poseía Loki; lastimosamente el moreno no podía corresponder los pasionales sentimientos de la joven giganta, su corazón le pertenecía al Dios del rayo, al portador de Mjollnir, a su hermano.


   Los sentimientos que tenia hacia el rubio siempre fueron reprimidos, nunca permitió que salieran a ver la luz, nunca dijo una sola palabra en voz alta, ni estando solo. Cuido siempre que éstos se mantuviesen resguardados en lo mas profundo de su corazón, pero sin saber porque tenía el presentimiento que su hermano de alguna forma lo sabía, lo sospechaba quizás, y lo que mas temía es al sentimiento de que era correspondido.


   Cerró el libro que estaba leyendo tranquilamente en la biblioteca, se ocultaba allí para alejarse del caos que se había formado gracias a los preparativos de la boda. Volteo su rostro al gran ventanal donde se reflejaba el amplio jardín, se recostó sobre el vidrio al observar a su nuera hablando animadamente con su madre, la hermosa Frigg. La melancolía lo invadió al observarlas escoger las flores que adornarían la ceremonia, su hermano se casaría dentro de dos días, se casaría por deber y no por amor, justo como él.


   Odiaba que Odín los usara de esa manera, odiaba como imponía sus deseos ante los deseos de sus hijos, pero sobre todo odiaba que Thor llegase a ser infeliz por esa boda arreglada, justo como le pasaba a él. Siempre deseó que Thor se casase por amor, que uno de ellos sea feliz, que tuviese la vida que soñaba, la familia que anhelaba con la persona que amaba. Que no tuviese un fatídico destino como él, sino lo contario, que fuese brillante y encantador como lo era el príncipe Thor. Una gota resbalo sin previo aviso por sus níveas mejillas, como amaba al rubio idiota y como sufría por él también.


   La puerta se abrió de golpe y el protagonista de sus pensamientos hizo aparición, rápidamente se secó aquella traicionara lagrima, volteo a ver a su hermano, su rostro se mostraba afligido, sus ojos reflejaban lo turbio que se encontraba su corazón.


—Hermano —Dijo Thor mientas se acercaba al mueble donde se encontraba sentado Loki.


—¿Qué pasa? —Volteó nuevamente su mirada hacia los jardines.


—Hermano —se sentó a su lado. —Te estaba buscando.


—Ya me has encontrado —Respondió volteando para toparse con los azules ojos de su hermano. Una tenue sonrisa se dibujo en sus labios cuando sus miradas se encontraron.


   El silencio reino el ambiente, ambos tenían los corazones desbocados y sus expresiones eran melancólicas. Thor tomó la pálida mano que reposaba sobre la dura tapa del libro que Loki leía momentos antes, la acerco hacia sus labios y depositó en ella un largo beso para luego regresarla a su lugar. Aquella acción logró pintar las mejillas del moreno en un rojo intenso, desvió la mirada hacia el ventanal. El rubio sonrió divertido ante aquella reacción y decidió romper el silencio.


—¿Quieres salir a montar? –Loki volvió a verlo, aquella propuesta lo había sorprendido. —Vamos a escaparnos hermano, así como lo hacíamos antes —Lo animó el rubio.


—¿Ahora? —Levanto una ceja mientras miraba la determinación de su hermano.


—Ahora.


   El ojiverde volteo a ver nuevamente el jardín, el sol se estaba ocultando y seguramente serian llamados a cenar y brindar la próxima boda, aquello no le apetecía y la oferta brindada por su hermano le era más que alentadora. Escaparse… Ese era un acto osado; un acto que hacia rabiar a padre de todo; un acto ejecutado incontables veces en su adolescencia; un acto que tenían años sin realizar. Asintió con la cabeza y Thor sonrió, ahí estaba su travieso hermano; jalo de la mano del moreno para dirigirse a la caballeriza.


   Cuando ambos lograron burlar a los guardias del castillo y a su madre que se la habían topado en el camino, tomaron sus caballos y se perdieron en el bosque. Galoparon largas horas antes de llegar a su lugar secreto, aquel amplio lago que se ocultaba entre las montañas y los bosques, ese mágico lugar al cual nadie sabia llegar, solo ellos. La noche había caído mientras se encontraban de camino, la luna llena se había alzado en su máximo esplendor reflejándose la cristalina agua iluminando todo el lugar. Thor y Loki descendieron de los corceles para proceder a amarrarlos en algún macizo tronco; caminaron el silencio hasta la orilla del lago.


   Al llegar Thor suspiró al verse reflejado en la tranquila agua, un suspiro fuerte y largo que estremeció a Loki; levantó su cabeza para observar al cielo repleto de brillantes constelaciones que se alzaban con gran esplendor, volteo a ver al moreno que imitaba su acto. Loki se veía más hermoso que nunca, con la luna bañando suavemente sus rasgos; sin poder evitarlo la tristeza lo invadió.


Sabes que te deseo, no es un secreto que trate de ocultar.


   Loki volteó a ver a su hermano, impresionado por las palabras pronunciadas por el rubio. La noche era fría, pero un calor le invadió su cuerpo, los ojos de Thor reflejaban sinceridad.


Sé que me quieres, así que no digas que nuestras manos están atadas —Dijo el rubio mientras sostenía las manos del moreno entre las suyas. —Tu clamas que no está en los telares, pero el destino te esta apartando muy lejos de mi alcance.


   El moreno abrió la boca, iba a responder, pero el rubio lo rodeo con sus brazos en un cálido abrazo y hundió su cabeza en el arco de su cuello aspirando el dulzón aroma que desprendía Loki.


Pero estás en mi corazón —susurro cerca del oído del moreno, se separó lentamente y observo los orbes verdes —Entonces, ¿Quién puede detenerme si decido que tú eres mi destino?


   Sonrió al observar como los ojos de su hermano se tornaban cristalinos gracias a las lagrimas contenidas, acarició la blanquecina mejilla y acercó su rostro al del moreno, deposito un beso suave sobre los labios rojos que poseía Loki. Era un beso lleno de ternura, un beso deseado por ambas partes, un beso que ambos habían soñado incontables veces y que finalmente estaba ocurriendo. Cuando la caricia llego a su fin, el rubio pego su frente a la de su hermano, ambos tenían los ojos cerrados y las respiraciones agitadas.


¿Y si pudiésemos reescribir las estrellas?, decir que tú fuiste hecho para ser mío —susurro Thor, mientras que en los ojos de Loki comenzaron a brotar lágrimas. —Nada podría mantenernos separados, tú eras lo que debía encontrar —Separo suavemente su frente de la del moreno y acuno su rostro lloroso en sus manos. —Depende de ti, depende de mí —Thor sonríe y Loki trata de imitarlo. —Nadie puede decir lo que llegaremos a ser.


Soltó el rostro de su hermano y volvió a ver el cielo estrellado, Loki también alzo la vista y quedaron en silencio. Thor sin separar sus ojos de las estrellas tomó las manos del moreno y entrelazó sus dedos.


¿Por qué no podemos reescribir las estrellas? —Pregunta el rubio bajando su mirada para toparse la cristalina mirada verde —Quizás el mundo puede ser nuestro esta noche.


   El corazón de Loki latía desbocado, su rostro al igual que sus sentimientos estaban hechos un desastre. Separo sus manos de las del rubio y con éstas limpio los rastros de lágrimas que había en su rostro, las manos le temblaban, estaba nervioso, estaba feliz, estaba enojado. Tomó aire y miro a su hermano.


¿Crees que es fácil, crees que no quiero correr hacia ti? —Habló por primera vez, en su voz se apreciaba un tono de reclamo —Pero hay montañas y puertas que no debemos cruzar —miro detenidamente la expresión de su hermano. —sé que preguntas ¿por qué? —se detuvo a observar a su alrededor —porque somos capaces de ser tu y yo dentro de estas paredes —decía mientras señalaba el lugar donde siempre escapaban. —Pero cuando salgamos, vas a despertar y ver que no hay esperanza después de todo.


   Al final esa era su realidad; Odín los controlaba a ambos a su gusto, ellos eran meros peones de su juego de ajedrez. Siempre debían de obedecer la voluntad del padre de todo, siempre se debía de obedecer lo que mandase el Rey de Asgard antes que obedecer lo que el corazón quisiera, por ello ahora se encontraba casado. Sus ojos se cristalizaron nuevamente, las lagrimas amenazaron con volver a bañar su rostro.


Nadie puede reescribir las estrellas —Dijo el ojiverde en un susurro. —¿Cómo puedes decir que eres mío? —Alzó su voz y encaro a su hermano que se encontraba en silencio —¡Todos nos mantienen alejados! —Gritó. —Además, yo no era lo que tenias que encontrar —Se sentía triste y enfadado —¡No depende de ti, ni depende de mí! —La rabia le recorría las venas —¿Cómo podemos reescribir las estrellas? —Preguntó alzando la voz. —No creo que el mundo pueda ser de nosotros esta noche.


   Lo último dicho salió en un suave susurro. Un sollozo se escapó de sus labios, las lagrimas comenzaron a rodar nuevamente por sus sonrosadas mejillas, el llanto se había vuelto incontenible. Se dejó caer de rodillas sobre el pasto y escondió su lloroso rostro detrás de las palmas de sus manos; se sentía quebrado, su corazón le dolía con demasía. Comenzó a sentir como el odio le recorría el cuerpo, comenzó a odiar a todos, a Thor por confesarle aquello muy tarde; a Var por se la afortunada de casarse con el hombre que amaba; a Angrboda por ser una buena esposa y nunca darle motivos para repudiarla; odiaba ser el hermano se Thor; odiaba a Odín por haberlo adoptado y desgraciado su vida en varias formas; odiaba al pueblo de Asgard porque sabía que nunca aceptaría un romance como ese.


   Le dolían los ojos, cada lagrima derramada le quemaba su rostro, sentía una presión en su pecho, dolían los recuerdos, dolía el abrazo que Thor le estaba dando en esos momentos para calmarlo, quemaban las caricias en su cabello. Sentía que se rompía, que tanto esfuerzo por mantener aquellos sentimientos escondidos para que no lo lastimasen como lo estaban haciendo ahora. Dolía y odiaba quebrarse de aquella manera, dolía y odiaba amar a el tonto de su hermano. 


   Thor acurruco entre sus brazos a su frágil hermano; contadas con una sola mano habían sido las veces que él había observado a Loki en ese estado. Su corazón sufría al verlo tan roto y saberse que él era el responsable. Siempre había amado al Dios de las travesuras, desde que eran un par de niños había sentido que su hermano era alguien especial. Reprimió todo y cada uno de esos sentimientos que se intensificaban a medida que iban creciendo, sentimientos que se desbordaban cada vez más. Adoraba a su hermano, lo amaba en secreto. Dolió tanto el día que se enteró que Loki se casaba, dolió más que alguna herida que haya tenido por las incasables peleas. Trato de evitarlo, de imponerse, le reclamó a Padre de Todo por aquella decisión, por no considerar la felicidad y los sentimientos de su hermano.


   Iba a detener el compromiso, iba a oponerse y no permitiría que Loki se casara con esa Jotun; más Odín hizo su voluntad y lo envió a la tierra del fuego, a Muspell para realizar una larga misión, un viaje que no le permitió detener la boda y confesar los sentimientos que le profesaba a su hermano. Al llegar de regreso a Asgard a sus oídos llegó la noticia de lo fabulosa que había sido la boda de su pequeño hermano menor, lo enamorado que se había visto de la giganta y de lo feliz que ahora era. Nunca había llorado como aquel día, como el día en que se dio cuenta que había perdido a Loki.


   Año y medio después le presentaron a la que seria su prometida, a la joven Var. Quedo encantado ante la belleza que ésta poseía, era encantadora e inteligente, pero desgraciadamente no lo suficiente. Nunca nadie era lo suficiente para igualarse a Loki, nunca nadie era tan hermoso y tan encantador como lo era su hermano, temía que nunca se pudiese olvidar del moreno.


   La convivencia con la princesa Vanir lo convenció de que debía confesarle sus sentimientos a su hermano, la joven era honesta y agraciada, cariñosa y encantadora. Ella se merecía un hombre que la amara y la honrara; él podía ser ese hombre, pero para lograrlo debía superar a su hermano, se confesaría, lo rechazarían y de esa manera podía casarse con Var, podía ser honesto en su matrimonio. Pero nunca imaginó que su hermano le correspondía en aquellos retorcidos sentimientos. 


   Sus ojos se aguaron al ver al ojiverde en ese estado, comenzó a llorar igual, se sentía desgraciado, sentía que tuvo la oportunidad de ser feliz y gracias a su padre la perdió. Abrazó con mas fuerza el delgado cuerpo de su hermano; aquel era un amor que esta destinado a no ser, un amor que ardía por separado sin esperanza a que las llamas se junten; aunque quizás esa sea la única vez que podían arder en uno solo.


   Delicadamente se separó del frágil cuerpo de su hermano, con ternura encuno el rosto del moreno en sus manos y le brindo un casto beso para calmarlo. Al separarse le limpió los ojos con sus pulgares y le sonrió; volvió a besarlo, pero esta vez mas largo, un beso cargado de comprensión, de ternura, de amor. La respiración de Loki se fue calmando y un suspiro broto del beso, enredó sus brazos por el cuello del mayor y se aferró más a la caricia. Cuando la caricia terminó, Loki y Thor se encontraban más calmados, se miraron y sonrieron al mismo tiempo.


Yo solo quiero estar junto a ti —Dijo por lo bajo el rubio —Volar junto a ti.


Caer junto a ti —siguió el moreno.


Así que dame todo de ti.


   Thor volvió a besar los sonrosados labios, pero esta vez de una manera más pasional. Loki correspondió en el acto y se perdió en el demandante beso. Las caricias subieron de tono y el rubio recostó a su hermano en el húmedo pasto cerca del lago. El contacto del pasto le hizo coquillas en la espalda del moreno. Thor comenzó a besar el cuello de su hermano y a despojarle se sus ropas. Loki sentía que estaba soñando, que aquello era irreal, que era solo un sueño como los acostumbrados.


Se siente que esto es imposible —susurra Loki ante la caricia en su pecho.


No es imposible — le responde el rubio mientras besa suavemente los hombros de su amante. —Te amo.


¿Es posible? —Pregunta el moreno obligando a su hermano a verlo a los ojos, aun no creía que el rubio le correspondiera los sentimientos.


Es posible —Afirmó el rubio con una sonrisa ante la cara de desconcierto de su hermano.


—Yo también te amo. —Loki se prendió de la boca de su hermano.


   La luna, las estrellas, las montañas, el bosque y el lago fueron testigos de la confesión de amor. Thor se perdió en el cuerpo del moreno y Loki en las caricias que le brindaba el rubio. No supieron cuantas veces hicieron el amor, cuantas veces se entregaron en cuerpo y alma a la persona que amaban. Experimentaron el sexo de una manera diferente, ya no solo brindaba un vacío placer, ahora las caricias son corrientes eléctricas y los orgasmos eran como estar en el Valhala.


¿Y cómo reescribiremos las estrellas y diremos que tú fuiste destinado para ser mío? —Loki se encontraba enredado entre los brazos de Thor, con la respiración agitada y el cuerpo cansado. Observaba a las estrellas que aun resplandecían en el cielo, pero pronto se marcharían para darle espacio al sol y a las nubes. —Que nada puede mantenernos alejados —Se apoyó sobre su codo para observar el rostro del rubio.


Depende de ti —Respondió con los ojos cerrados —Y depende de mí —Abrió los ojos y observo los verdes de su hermano —Nadie puede decirnos que debemos hacer —Acarició los negros cabellos de Loki. —Cambiemos el mundo para que sea nuestro.


   Loki recostó su cabeza en el pecho de Thor para poder escuchar los latidos de su corazón. Cerró los ojos y pudo apreciar como el rubio se entregaba al sueño, como su respiración se volvía calmada y sus latidos eran rítmicos. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, levantó su rostro y observó el calmado de su hermano, acarició su mejilla y beso castamente los labios del mayor.


Sabes que te deseo, no es un secreto que trate de esconder —sonrió mientras daba una última caricia al rostro de su amado —Pero no puedo tenerte —La melancolía volvió a invadir su cuerpo mientras se vestía —Estamos destinados a quebrarnos —Recordó a Var a Angrboda, recordó que aquello era imposible, que Odín nunca permitiría algo como aquello y que seguramente Thor se quedaría con la hermosa Vanir por el bien de Asgard, lo conocía muy bien, sabia que nunca le llevaba la contraria a Padre de Todo y que éste sabía manipularlo. —Mis manos están atadas —Una lagrima rodo por su rostro mientras montaba el caballo en dirección al amanecer y abandonaba a Thor en aquel lugar.


   Era muy tarde para reescribir las estrellas, para reescribir su destino.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y hayan disfrutado asi como yo lo hice. 

Las partes en cursiva es la letra de la cancion, algunas partes ligeramente modificadas para que entrasen en contexto. 

 

Gracias por leer y nos leemos en la proxima!!! 


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