Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una cita de Adultos por Iazumayaoi12

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Que este fic lo hice para el #AkashiChallenger pos... Porque me gusta ayudar a mi OTP de KNB <3

Notas del capitulo:

Adoro el AkaFuri y cuando tengo tiempo adoro escribirlo, sobre todo desde el punto de vista de mi chihuhua favorito

 

Ha pasado un año desde que Akashi Seijuuro y yo, Furihata Kouki, empezamos a salir. Mi segundo año de preparatoria se fue casi tan rápido como suelen ser los cuartos de diez minutos de un partido. Nunca esperé llegar al punto de mi vida en el cual debo pensar en mi futuro, la universidad a la cual asistiré, dónde viviré, de qué viviré, etc.

 

Ya en mi tercer año, puedo jugar como regular, fue difícil conseguir mi puesto, no es como que me lo hayan regalado sólo por ser un superior; muy por el contrario, Riko-san todavía es quien elige a los regulares y suplentes. Pensar que todavía es nuestra entrenadora hasta el final, ¿Seguirá haciendo esto al igual que su padre? Entrenar a las siguientes generaciones de Seirin para continuar el legado que tanto tiempo nos tomó. Bueno, no es como que todos los años salga una “Generación de los Milagros” como a nosotros nos tocó.

 

Partidos sumamente intensos contra cada uno de los “Milagros”, sin olvidar también a los “Reyes destronados”, quienes alguna vez estuvieron bajo el liderazgo de mi actual novio.

 

Esto de pensar en el pasado, mi presente y el futuro es realmente abrumador… Desearía poder regresar a mi primer año para arreglar algunas cosas.

 

- -Ki - Escucho débilmente una voz.

 

¿Qué era lo que estaba pensando?

 

- Kouki. - ¿Sei? – Es muy valiente de tu parte ponerte a murmurar tu pasado mientras tu cabeza está recostada en mi hombro. Sin mencionar que has ignorado todo lo que te he dicho hasta ahora.

 

- ¿¡Eh!? ¡Espera! ¿¡E-Estuve diciendo mis pensamientos en voz alta todo este tiempo!? – Siento que sólo con Sei me avergüenzo más de lo normal cuando de estas cosas se trata.

 

- No exactamente. – Sei pellizca mi mejilla de una forma delicada, pero duele aunque sea un poco por el apretón. – Eso es por no escucharme. – Aunque ya esté en tercer año, él sigue queriendo ser tan… Akashi Seijuuro.

 

Termino riéndome de mi propio comentario mental.

 

- ¿Qué es tan gracioso? – Mejor ya dejo de molestarlo, Sei no es la persona adecuada para burlarse de sus características. - ¿De qué estábamos hablando? – Entre más rápido cambie el tema, más rápido seré perdonado.

 

- El año pasado tuvimos nuestra primera cita después del cumpleaños de Tetsuya, pero también fue después de San Valentín. – Eso significa… - Este será nuestro primer San Valentín juntos, quiero que todo salga bien.

 

De pronto mi corazón golpea mi pecho, no una ni dos veces, late rápido y frenético. Escuchar eso de pasar juntos nuestro San Valentín, no esperé que Sei fuese del tipo romántico. Es cierto que conmigo es más suave y menos “Absoluto” que cuando está con los demás, pero aun así su proposición me tomó por sorpresa. No… Creo que todo lo que hace Sei me toma por sorpresa. Él sólo se sincera cuando estamos sólo nosotros dos, nuestros momentos se vuelven más especiales y hace que mi amor por Sei crezca más, sin embargo, jamás sería capaz de decírselo a la cara.

 

- No me importa cómo sea nuestro San Valentín. – Le doy un beso rápido en la mejilla y posteriormente vuelvo a recostarme en su hombro. – Cualquier cosa estará bien para mí.

 

El celular que llevo dentro de mi bolsillo vibra, Sei odia que suene mi “extraño” (Como él lo llama) ringtone predeterminado del móvil. No sé qué le encuentra de malo, a mí me gusta. En fin, como a él le disgusta, coloco mi teléfono en vibrador para que luego no se queje.

 

- Es un mensaje de Kuroko.

 

Sei y yo estamos en una de las bancas del campus de Seirin, ¿Por qué Kuroko tiene la necesidad de enviarme un mensaje? Podría venir personalmente.

 

“Furihata-kun, la entrenadora dice que si no regresas dentro de dos minutos, te hará dar treinta vueltas alrededor de la escuela.”

 

¿¡EH!?

 

Mensaje nuevo recibido

 

“Y cada minuto que tardes, será un equivalente a diez vueltas más.”

 

- ¡Lo siento, Sei!

 

Me levanto de la banca y me preparo para correr a la máxima velocidad permitida por mis piernas, aunque antes de ello, Sei toma mi mano, jalándome a él y abrazándome con tal de que me tranquilice un poco. Dudo poder llegar a un estado de relajación en un momento donde soy amenazado por la entrenadora.

 

- ¡Sei, tengo qu-! – Él me aleja un poco con la finalidad de mirar mi rostro.

 

- Este San Valentín, te espero a las nueve en la cancha de básquet donde vamos a jugar partidos callejeros.

 

Termina sus palabras, me suelta y se retira, no sin antes darme un beso en los labios sin ningún tipo de vergüenza, moriría si alguien nos viese, pero parece que Sei quiere dejar claro que somos una pareja.

 

- ¡Un minuto!

 

Al final, logré llegar con una milésima de segundo como sobra. Digamos que eso no evitó el escarmiento de Riko-san sobre pasar más de media hora con mi novio en plena hora de entrenamiento. No es nuestra culpa, el tiempo vuela cuando estamos juntos.

 

- De todas formas te daré un castigo: Lo que perdiste con Akashi de la práctica, lo recobrarás corriendo vueltas a la escuela. – Igual me hará hacerlo. – Empezando desde ya. Después de eso, puedes retirarte, igual la práctica ya está por terminar.

 

- Sí… - Afirmé sin muchos ánimos. No es la primera vez que me castigan por esta razón.

 

- Y, Furihata-kun. - ¿¡Más castigo!? – Este catorce de Febrero te permitiré faltar a la práctica.

 

- ¿¡Ri-Riko-san!? – Debe estarme saliendo vapor de la cara por mi enrojecimiento. - ¡KUROKO!

 

- Lo siento, Furihata-kun. Sabes que debo mantener al tanto a la entrenadora cuando se trata de tus reuniones con Akashi-kun, de esta forma ella puede hacer tu propio horario y así no pierdes práctica. – El problema no es ese, el problema es cómo se enteró. Cercano o no a Sei, Kuroko es todo un detective a la hora de  analizar mis citas. – La expresión en tu cara al llegar lo decía todo. - ¡Lo dice tan tranquilo! ¡Es como si leyese mi mente! – No leo tu mente, Furihata-kun, sólo eres fácil de leer. - ¡Agh!

 

Antes de ponerme todo rojo, salí del gimnasio y comencé a correr alrededor de la escuela. Terminé las vueltas y me fui a casa.

 

Ya en mi casa, me di una ducha con agua tibia, la entrenadora dice que no es correcto bañarse con agua muy caliente o muy fría, explicó algo sobre los músculos, realmente no puse la debida atención a esa charla que dio, exceptuando las indicaciones de cómo darse un baño correctamente luego de un largo entrenamiento.

 

No me tomo mucho tiempo en la ducha, tomo la toalla más cercana y seco mi cuerpo. Tengo las piernas algo entumecidas por las vueltas que tuve que dar, pero al menos sé que para el día que tengamos la cita podré camina bien. Ahora caigo en cuenta que soy casi un adulto. Sei y yo ya podemos hacer… Giro mi cabeza bruscamente buscando que esos pensamientos triple x salgan de mi mente, pensar en ese tipo de cosas cuando mi novio es alguien tan absoluto me hace pensar que nuestro tiempo en la cama sería una relación S&M. Me doy un par de golpes en la cabeza porque ya estoy pensando idioteces.

 

Recostándome en la cama, todavía con mi pelo un poco húmedo, trato de pensar en qué hacer para este catorce de Febrero, quizás vayamos a ver una película, comer afuera y disfrutar todo el día para nosotros dos. Cualquier cosa que haga con Sei me satisface.

 

Hago un poco de memoria a lo de esta tarde, cuando me puse a hacer una retrospectiva de mí mismo mientras aún estaba con Sei. ¿Será posible ir a la misma universidad? Pienso que Sei podría estudiar en una universidad prestigiosa debido a su estatus, también es bueno en los estudios, y hasta podría tener una beca deportiva… ¿Qué hay de mí? No tengo las cualidades de Kagami, el capitán, Kiyoshi-senpai o los demás. Soy bastante normal a pesar de ser regular. Creo que hay chicos de primer año que podrían superarme si entrenan lo suficiente unos cuántos meses.

 

Universidad, estatus, estudios, futuro… Mi relación con Akashi Seijuuro… ¿Seguiremos juntos? Un segundo… ¿Por qué lo estoy dudando? Sei no es alguien que se guíe por mi nivel social o mis condiciones económicas, él…. Él… Dijo que salía conmigo porque le cautivó mi mirada y el esfuerzo que hice ante la adversidad de ir contra él en el partido, pero también me dijo que su tipo de chica ideal era una mujer “Digna”. Por uno u otro motivo, ahora tengo miedo… Temo que nuestra relación sea frágil. Estoy asustado

 

Me dormí temiendo lo peor, aparte de pescar un resfriado al día siguiente por haber dormido con el cabello mojado, esa noche tuve una horrible pesadilla, donde Sei se alejaba de mí junto a una dama muy hermosa y adinerada llamada Reira. Sei no volteó a mirarme en ningún momento y se fue burlándose de mí como si nuestro tiempo hubiese sido sólo un mísero juego o una aburrida aventura para él. Fue una horrible pesadilla que expresó mi mayor miedo, ser sólo un juego para Akashi.

 

Al día siguiente falté a la práctica por mi resfriado, tampoco contesté a las llamadas de Akashi ni sus mensajes. No toqué el celular en todo el día, porque me sentía asustado por ese sueño,  temo que se convierta en una premonición o algo por el estilo. Soy un tonto al pensar en esas cosas… Necesito hablar con Kuroko.

 

Envío un mensaje que parece testamento y espero a que lo lea, cosa que no tarda mucho en hacer, puesto que Kuroko es un buen lector, siempre está leyendo algún libro si no está practicando.

 

“Déjame ver si entendí… ¿Estás molesto con Akashi-kun porque soñaste que te dejaba por una chica?”

 

- No, no estoy enojado, estoy asustado que eso llegue a pasar. – Estoy seguro que escribí bien el mensaje.

 

“Furihata-kun, dudo que alguien como Akashi-kun sea capaz de hacer algo tan cruel como eso, es más, ni si quiera le estás dando la oportunidad de hablar contigo”

 

- ¿Te ha estado mensajeando?

 

“Les he dicho a ambos lo mucho que detesto ser su intermediario. Te pido amablemente que hables con Akashi-kun y resuelvas esto.”

 

- Para mañana ya me habrá bajado la fiebre y mañana es San Valentín, lo resolveré todo con él.

 

“Que tengas buena suerte”

 

 El resto del día fue totalmente normal, comí y bebí normalmente, me tomé una medicina y en la noche me aseguré de dormir bien tapado para que no me volviese a subir la fiebre en caso de destaparme en mitad de la noche.

 

A la mañana siguiente desperté lleno de energías, ya que, desperté renovado y sano. Hoy es San Valentín y tengo mi cita con Akashi, será nuestra primera cita en San Valentín, debo mostrarme sereno e intentar arreglar el problema que yo mismo ocasioné al pensar rarezas por mi cuenta.

 

Me di un largo baño y me coloqué prendas de invierno, todavía en Febrero hace frío, así que uso unos pantalones marrón oscuro, una camisa de manga corta y sobre ella, una capucha amarilla con largas franjas moradas de diseño en los brazos. También me coloco unas zapatillas cómodas en caso de que Sei quiera jugar básquet y ya estoy listo para partir.

 

De camino a la cancha de básquet reviso mi celular, tiene unas veinte llamadas perdidas de Sei y unos once mensajes sin ser leídos, tampoco es como si ahora valiese mucho la pena leerlos o responderlos, voy a ver cara a cara a Sei apenas comience nuestra cita, así que estoy seguro de que tendré que afrontar el problema en el que me he metido por ser tan desconfiado. Desearía ser el tipo de persona digna que Sei tiene como ideal en su chica perfecta, así no me sentiría de esta forma y tendría más confianza en mis decisiones.

 

Llego a la cancha y como es costumbre, Sei ya está esperándome sentado en una banca. Él es alguien muy puntual y es capaz de llegar veinte minutos antes de lo esperado con tal de llegar a la hora correspondida, es más, faltan diez minutos para la hora de encuentro, pero como ya estoy aquí, decido acercármele e intentar saludarle, estoy seguro de que debe de estar furioso. Podrá mostrarse sereno y todo, pero sé lo enojado que debe estar por ignorarlo tanto tiempo.

 

- Bue-Buenos días, Sei… - Mi voz es temblorosa, estoy asustado por su reacción.

 

- Oh, buenos días, Kouki. – Se levanta de su asiento y viene hacia mí para acariciarme la cabeza. - ¿Quieres ir a tomar desayuno? - ¿Eh? – Un café nuevo abrió hace unos cuántos días, Atsushi dijo que hacían unas galletas deliciosas, ¿Te gustaría ir allí?

 

Nada más asentí con la cabeza y seguidamente seguí su paso. ¿Esto es lo que llaman la calma antes de la tempestad? No, no, no. Estoy confundido, creí que Sei me levantaría la voz o algo por estilo, pero se comporta de la misma manera que siempre se ha comportado.

 

Caminamos, pero yo voy detrás de él siguiendo su paso. No quiero verlo a la cara y tampoco quiero que él me vea a mí, me sienta mal estar poniendo distancia, sin embargo; sólo así siento incapaz de decir una tontería tras otra. Si miro los ojos de Sei, soltaré todo lo de anoche. Hablando de Sei, su vestimenta es casi la misma que uso para nuestra primera cita, supongo que quiere revivir el momento: Usa unos jeans rojos ligeramente sueltos, camiseta negra y una gabardina café que le cubre hasta unos centímetros más arriba de las rodillas. Esta prenda por dentro lleva un increíble y detallado estampado a cuadros, debe ser cara y se ve bien para combatir el frío.

 

- ¿Podrías dejar de caminar detrás de mí? - ¡Ah! ¡Se dio cuenta! – No me hagas hacer las cosas a la fuerza.

 

Sei retrocedió para acercárseme, tomó mi mano y amenazó con no soltarme si continuaba caminando detrás de él.

 

- ¡Lo-Lo siento! – Su mano está fría… - Mejor… Vamos así. – La cara me arde, debo estar rojo cual tomate. – Tu mano… - Vamos, debo decirlo.

 

- De todas formas no iba a soltarte.

 

En efecto, Sei sostuvo mi mano el resto del camino a la cafetería, trayecto en el que nos fuimos totalmente en silencio, pero de alguna forma satisfechos por tener contacto con el otro.

 

Cuando pusimos un pie en le cafetería soltamos nuestras manos y nos dirigimos a la primera mesa vacía que encontramos. No tomó mucho tiempo para que nos atendieran: Sei pidió un café y las galletas que Murasakibara le había comentado. Yo pedí un moccacino, el café solo me sabe muy amargo, así que me sorprende que Sei pida café negro como todo un adulto. Aunque dudo que se lo pueda beber sin azúcar.

 

La mesera no tardó en traer nuestros pedidos, y como Murasakibara dijo, las galletas realmente son muy deliciosas aquí. Son especialmente hechas para ser acompañadas por diferentes estilos de café, su sabor parece cambiar dependiendo lo que estés tomando y lo digo debido a que Sei y yo le encontramos sabores distintos. Fue una excelente idea venir a este lugar, además, como es barato podré pagar mi parte.

 

Busco en mi bolsillo mi billetera donde tenía guardados unos dos mil yenes… No está…

 

Me levanto bruscamente de mi asiento, meto mi mano en todos los bolsillos. ¡Olvidé mi billetera en casa! ¿¡Qué acaso nada puede salirme bien ni si quiera en San Valentin!?

 

- ¿Te sucede algo, Kouki? – Sei nota mi enervación.

 

- Mi billetera. – Pausé un momento. – La dejé en casa. Iré a buscarla y pagaré mi parte, sólo espera.

 

Sei me detiene antes de salir corriendo.

 

- Pagaré ambas partes. Recuerda que el otro día me invitaste a tomar helado y esos tú los pagaste, hoy me toca a mí.

 

- Pero…

 

- ¿Vas a ir en contra de mí? - ¡Salió! ¡Akashi Absoluto!

 

- No.

 

Me devuelvo a mi asiento como el chihuahua asustado que soy (¡No soy un perro, me trato mal yo mismo!) y opto por mejor seguirle la corriente a mi novio. Es cierto que muchas veces le he invitado a comer, pero pienso que su ingreso y mi ingreso son tan descomunalmente diferentes que lo que Sei paga y lo que yo pago nunca tendrá un punto de encuentro. Está de menos decirlo, si Sei me invita a un restorán o algo por estilo, yo me tardo a lo menos veinte visitas a la heladería alcanzar el gasto de dinero.

 

Después de pagar la cuenta siguió la visita al cine, ir a almorzar juntos, pasear un rato por el parque y cuando ya estaba por atardecer, decidimos jugar básquet con unos niños que nos invitaron al reconocernos como “El finalista y el ganador” al mencionar nuestro primer año de Rakuzan y Seirin. Es increíble que ha dos años de esa hazaña todavía se recuerde con tanto respeto nuestro partido. En fin, jugamos hasta que anocheció. Los niños se fueron con sus madres, yo me sentía cansado y corría sudor por mi cara, sólo puedo pensar en llegar a casa y volver a bañarme.

 

- Kouki. – Sei, como siempre, es quien me saca de mi burbuja. – Quiero que me acompañes a un último lugar. – Me siento cansado, sin más energías, espero sea un lugar donde sentarnos.

 

Esta vez caminamos lado a lado, aunque Sei era quien dirigía, casi me da un infarto cuando veo al lugar que me condujo.

 

“LOVE MOTEL”

 

¿Eh?

 

- Tengo reservada una habitación en este lugar. Ven, entremos.

 

Estoy tan atónico por esto que los movimientos que hago son meramente por instinto: Dirigirme a la recepción, pedir nuestras llaves y llegar a la habitación.

 

Todo esto sólo tiene un significado, después de un año de relación… ¡Sei ya quiere tener intimidad conmigo! Bue-bueno, es cierto que en algún momento tuvimos nuestros deslices cuando nos besábamos, Sei intentando llevar esa intensidad al punto de meter su mano bajo mi camisa y demás. Ciertamente no se me da bien esto del “sexo” soy virgen y espero que Sei también… ¡Debe de serlo! ¡Reira, la mujer ideal de Akashi no existe! ¡No es nuestra realidad al menos! ¡Seguirá negándola hasta el final!

 

- ¿Nos bañamos juntos? – Sei ya estaba sacándose su abrigo.

 

- De-De-De-de… - Muerdo mi lengua parando mi tartamudeo. – Acuerdo.

 

Entramos al baño y nos despojamos de nuestra ropa, dejándola en el cesto que los del Motel tienen preparados al lado del baño. Para mañana quizás ya estén secas.

 

Ambos nos damos una ducha antes de entrar juntos a la bañera, bañera que en verdad nos quedó bastante cómoda, debe de tratarse de esas para parejas. Yo estoy arrinconado y en posición fetal en un extremo de la bañera mientras que Sei sólo se me queda mirando con una de sus piernas estiradas y la otra ligeramente flexionada con la rodilla apuntando arriba.

 

No pasa mucho rato hasta que nos limpiamos y salimos del baño con sólo una toalla cubriendo nuestra parte de baja. Nos sentamos en la cama matrimonial, cada uno en una esquina. Miro de reojo todo el lugar, hay condones, lociones y hasta juguetes sexuales que jamás había visto.

 

- Estás actuando extraño. – Sei rompió el silencio.

 

- ¿Eh? ¿Yo? ¿Por qué? – Eso fue repentino.

 

- Ayer ignoraste mis llamadas y mis mensajes. Hoy pones distancia. Ahora lo estás haciendo.

 

Sei es alguien que detesta las indirectas o las cosas hechas a medias, por ello si quiero salir adelante, debo ser firme con mis propios sentimientos y decirle a mi novio lo que me está pasando, por más estúpido que vaya a sonar, lo mejor que puedo hacer ahora es confiar en él.

 

Me subo sobre la cama y me siento sobre mis piernas.

 

- ¡Soñé que te ibas con una mujer digna llamada Reira! ¡Ella tenía mucho dinero y era alguien muy bella! ¡Estuve celoso por una pesadilla! ¡Es por eso que no te contesté nada!

 

Primero un silencio y luego unas risas por parte de Sei, se ve que no está enojado, estoy feliz de e… Siento un enorme peso en mi cuerpo repentinamente, Sei se ha abalanzado sobre mí para besarme. Su lengua inmediatamente encuentra un hueco y entra en mi boca para tantear mi lengua. Puedo sentir el sabor de Sei sólo con este beso, me siento mareado, creo que estoy excitándome. Nuestro incesante jugueteo entre nuestras lenguas termina unos momentos para poder recuperar el aliento. Puedo sentir un poco de saliva que cae por el costado de mi boca.

 

- Tú eres todo lo que amo, Kouki. - Su rostro es hermoso…

 

- Tú eres todo lo que amo, Sei…

 

Seguimos besándonos otro rato sobre la cama, hasta que me doy cuenta que he sido despojado de mi toalla y que mi miembro está erecto sólo por el placer del contacto bucal.

 

Sei toca mi pene de una forma gentil, lo frota y toquetea grácilmente, sabiendo a donde va todo esto, hago lo mismo con el suyo, tratando en lo posible de ser amable y seguirle el juego. Esto es un poco extraño, el hecho de estarnos masturbándonos entre los dos, supongo que simplemente no estoy acostumbrado.

 

- ¡Ah! – Dejo salir un gemido al sentir que Sei encontró un punto dulce que tocar.

 

- ¿Eh~? Así que si continúo tocando aquí~

 

- N-o… Espe… ¡Ah!

 

Fui el primero en eyacular, pero no me iba a quedar atrás, seguí masajeando a Sei y también logré hacerlo eyacular y hasta ahogó un poco su gemido por puro capricho, es una victoria para ambos, quizás.

 

- Esto aún no termina, Kouki.

 

Tomando una de las lociones del velador y exprimiéndola en su mano, supe que Sei trataría de meter su miembro en mí. No creo estar preparado para ello, sin embargo, confío en que será tan gentil como lo ha sido en todo este proceso.

 

Sei mete uno de sus dedos en mí. Al principio es una sensación muy extraña que a poco a poco se va volviendo placentera, pero te desacostumbras a esa sensación cuando la cantidad de dedos aumenta. Uno, dos, tres de dedos dentro de mí, es como dolor y placer combinados, soy incapaz de conseguir adaptarme, sólo aguanto el dolor intentando aferrarme a las sábanas de la cama.

 

- Intentaré meterla, si duele, trataré de parar.

 

Es gracioso que diga “Tratar” en vez de “Prometerlo”. El juicio de Sei se perdió en cuando me escuchó gemir.

 

Usando su mano como guía, Sei apoya su miembro en mi… De verdad que es vergonzoso decirlo, sólo decir que apenas inserta la punta, chillo al sentirlo entrar. Él empuja suavemente mientras que yo araño su espalda. De verdad duele, tanto así que dejo caer algunas lágrimas. No quiero que pare, pero tampoco quiero que siga doliendo.

 

Al ver mi rostro, Sei vuelve a tocar mi pene y lo frota con tal de que yo también pueda sentir placer a la par que él trata de ir más profundo. Esta combinación de sensaciones me llena, mi estómago se siente lleno, Sei ha entrado completamente en mí. Su paciencia no dura mucho y comienza a dar una estocada tras otra.

 

.- ¡Ahh! ¡Ah! – En este momento ya ni si quiera sé si estoy gimiendo por el dolor o por el placer, muy probablemente sea un tanto de ambos.

 

Las estocadas, el movimiento, todo esto es nuevo para mí. Para no seguir arañando la espalda de Sei, tomo sus manos y entrelazo mis dedos en ellas, de esta forma siento que nuestra conexión se hace más y más profunda. Cosa que también va a la par de sus embestidas, las cuales se vuelven más rápidas y profundas. ¿Esto es lo que la gente llama “Ser uno”? De ser así, ser uno con Sei me vuelve alguien sumamente feliz. Sin importar mucho por el dolor que poco a poco se vuelve menor, mas no desaparece, hacer el amor con Sei es una de las experiencias que más quería experimentar con él.

 

- Sei… - Suelto sus manos para entender mis brazos y darle a entender que lo quiero totalmente para mí.

 

- Kouki. – Él acerca su cabeza y así soy capaz de abrazarlo mientras que él sigue empujando una y otra vez.

 

El rechinar de la cama, el sonido de la piel golpeándose y el último gemido que Sei y yo damos al llegar al clímax, inicia con el fin de toda nuestra nueva experiencia, pero también el comienzo de una nueva que se dará en la mañana.

 

Por la mañana despierto adolorido de mis caderas, la loción funciona sólo en el coito, no post-coito.

 

A mi lado se encuentra mi amado todavía durmiendo. Esta sensación que siento ahora es una enorme felicidad. Ahora sé que estar asustado o confundido por nuestro futuro estuvo mal. Debo aprender a confiar más en mí mismo y en Sei. Eso me hará la persona digna que es el ideal de Sei, pero debo empezar por mi primero.

 

Le doy un beso en la frente a Sei, cosa que lo despierta.

 

- Buenos días, Kouki. – Me saluda con una sonrisa.

 

- Muy buenos días, Sei. – Le devuelvo la sonrisa y me acurruco cerca de él para abrazarle otro poco.

 

Desearía que este momento durara por siempre, estar aquí, con las mantas algo desordenadas, abrazándonos sin ningún tipo de molestia.

 

- Te amo mucho, Sei. – Mi cabeza se pega a su pecho, puedo sentir su mano acariciándome el cabello.

 

- Yo también te amo mucho, Kouki.

 

 

 

 

Notas finales:

Pues nada, sólo decir que espero les guste ^^ Me empeñe en hacerlo bien bonis :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).