-¿Qué te pasa Goten?-
-... -
Su mirada estaba perdida en el pasto verde del parque, era el momento de hablar, lo sabía, pero en el fondo no quería. Ya había guardado silencio por un par de meses y aunque la culpa lo carcomía tenía miedo. ¿Qué le diría? "Trunks, fui violado", como si fuera tan fácil. La respuesta del otro lo atemorizaba, ya se la imaginaba "¡¿Quéee?! ... Pero Goten, ¡¡¡Eres un tonto!!!, eres más fuerte que cualquier terrícola, ¡¡¡No mientas!!! … ¡¡¡Aléjate de mí!!!."
Sí, eso era lo que más miedo le daba, el rechazo de su novio; si cuando les contaron a sus familias de su relación estaba aterrado, esto no se comparaba con aquello. Mientras pensaba, unas silenciosas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
-No llores bebé, solo quiero saber que te sucede. No eres el mismo desde que derrotamos a Broly. ¿Acaso te afecto que tu padre, Gohan y yo lo hayamos matado enfrente de ti? ¿Es eso? Teníamos que hacerlo, sobre todo al ver cómo te dejó - apretó los dientes en señal de enfado- ¡¡¡Casi te mata a golpes!!!
-No es... sniff... eso, me alegra que lo hayan... matado... sniff, sniff... pero no me dejó así por golpearme-
-¿Qué? ¿De qué estás hablando?, Goten, ¡estabas mal herido, esos golpes no aparecieron de la nada! Cuando desperté... argg... debí ser más fuerte, maldición, me dejo inconsciente y te dejé solo, ¡¡¡No me lo perdonare jamás!!!-
-No fue tu culpa - frunció el ceño y sorbió por su nariz -Yo debí haberlo detenido antes de que me hiciera todo eso. Debí escapar, huir-
-No te entiendo Goten, tranquilízate, ya estás bien, ya no tienes nada, ni un solo moretón te ha quedado-
-¡¡¡Maldición Trunks, me violó!!! - había dejado de llorar, sus ojos negros estaban rojos, su carita estaba hinchada y bañada en lágrimas - Yo... yo no quería... - cayó de rodillas - Soy muy débil, el hijo del hombre más fuerte del mundo es un débil miedoso-
-Goten... - se agachó y abrazó al menor, esto era mucho peor de lo que se imaginaba. Esos tres meses debieron ser muy duros para él -Mi niño … ¿Por qué no lo habías dicho antes? - se sentía impotente y enojado consigo mismo, pero tenía que ser fuerte por él, sino, ¿quién lo haría?
-Tenía miedo. Tú ya no me vas a querer, estoy sucio - se miró a si mismo con una mueca de odio
-No, no, no, claro que no te quiero...-
-Ya lo sabía, no hace falta que lo digas, no te buscaré - agachó la mirada a la vez que con su pie pateaba una pequeña roca. Las lágrimas amenazaban con caer por sus mejillas, tenía que resistir, si soltaba tan solo una sabía que estas no se detendrían. Su cabeza dolía, pero no tanto como su pobre corazón.
-¡Déjame terminar Goten! - lo tomó del mentón para observar su rostro - Yo no te quiero- hizo una breve pausa -¡¡¡YO TE AMO!!!- exclamó enérgico -Niño tonto, sería un estúpido si te dejara. Eres el único que me soporta - soltó una débil risilla – Estás hecho para mí, no importa lo que te haya hecho ese maldito - depositó un beso casto en sus labios - Puedes confiar en mí, somos un equipo, siempre lo seremos-
-Trunks ... perdóname - murmuró antes de caer inconsciente en los brazos del pelilila.
-¿Goten? Maldición, tiene fiebre, no puedo llevarlo a un hospital, eso significan muchas preguntas. Diablos - pasó una mano por su cabello lila, se sentía desesperado, y como si alguien lo hubiera iluminado su celular comenzó a timbrar.
-¡Mamá! Gracias Kamisama- ofreció su agradecimiento sintiéndose ligeramente aliviado -Oye, necesito ayuda-
-Es Goten, lo sé. Tu padre me acaba de decir que sintió su ki disminuir de golpe-
-Tiene fiebre, estaba mal, muy mal-
-Tráelo rápidamente a la Corporación Capsula-
Cuando la comunicación terminó, tomo al pelinegro entre sus brazos y voló a toda velocidad hacia su casa. Debía mantener la calma, si quería ayudar a su Goten.
-¡Trunks! - grita Broly, lo acaba de dejar inconsciente. Esta vez me encuentro solo en esto.
-Kakarotto... Kakarotto...- no se cansa de repetir ese nombre, me lanza una mirada que me incomoda demasiado. Sé que no soy rival para él, eso quedó más que comprobado hace unos momentos.
-¡Yo no soy Kakarotto! - le grito alejándome bruscamente. Mi subconsciente me dice que huya, pero no puedo dejar a Trunks solo, no con este monstruo, él jamás me abandonaría.
-¡Kakarotto!- tengo miedo, su cabello es verde al igual que sus ojos, su transformación lo hace ver monstruoso. Le grito que no se me acerque aunque él me ignora, parece disfrutar con mis suplicas, lo presiento. Trunks, por favor despierta, lo imploro en mi mente pero sé que de nada servirá. Él pasa su lengua por sus labios como si estuviera saboreando algo, es ilógico, ¿Qué puede saborear? Aquí solo hay árboles y un río.
"A ti", mi subconsciente me advierte, retrocedo sin darle la espalda pero para mi desgracia tropiezo con la raíz de un árbol y caigo de bruces en el pasto. Intento levantarme, pero en un rápido movimiento se coloca encima de mí, no soy capaz de quitármelo de encima. Me olfatea y mi piel se eriza, pataleo sin conseguir hacerle ningún tipo de daño. Me transformo en super Saiyajin, a pesar de esto sigo en desventaja, es demasiado fuerte. Mi estómago se encoje al sentir su lengua húmeda en mi rostro. ¡Kamisama ayúdame, rápido Videl, vuelve con Gohan y mi padre pronto! Me estremezco, siento un bulto en mi entrepierna, dios, que no sea lo que estoy pensando.
-¡¡¡Trunks, Papá, Gohan, ayúdenme!!! - estoy gritando desesperado, nadie me ayudará, estoy solo en esto - No, por favor, detente-le ruego. Con sus manos logra abrir mis piernas y se posiciona entre ellas. Mi corazón se acelera. Por favor, ya basta.
-Kakarotto...Kakarotto... - es lo único que repite. El señor Vegeta le dice así a mi papá, me gustaría saber lo que significa; aunque pensándolo bien mejor no. Tengo que zafarme, no puedo, le muerdo el cuello pero ni así lo logro. Solamente sonríe. Me he quedado paralizado, ha arrancado mi pantalón naranja. Siento la sangre subir a mi rostro, vergüenza y miedo es lo que siento. Por favor detente.
-¡Ayyy! - suelto un pequeño quejido, su mano me ha apretado mi miembro por encima del boxer, no puedo evitar sonrojarme, no me gusta, solo Trunks puede hacerlo. Kamisama, me ha arrancado la ropa interior de un jalón. No, no, no; niego con la cabeza, esto no puede estarme sucediendo. Sé lo que viene. Intuitivamente mis ojos se cristalizan y comienzo a gritar como loco.
-¡¡¡Kakarotto!!! - me abofetea, mi mejilla arde. Grito, chillo, pataleo de impotencia pero no tengo éxito. Algo ha sido introducido en mí y siento como se mueve. Me duele, basta ya. No, no, no puede ser. Un segundo intruso me hace chillar más fuerte, mis lágrimas resbalan por mis cabellos.
-¡Aaaaaaaahhhh!! - mi grito desgarrador raspa mi garganta, su miembro ha comenzado a introducirse en mí. No quiero. Si creía que Trunks fue muy brusco cuando me hizo suyo por primera vez la semana pasada, esto no se compara en lo absoluto; él lo había hecho con amor y no como un animal.
-Sácalo, sácalo- le imploro, me duele muchísimo. Vuelvo a gritar cuando su pelvis toca mi piel, es incómodo y totalmente insoportable. Me toma de las caderas y me da la vuelta abruptamente. Mi rostro da contra el suelo, mis lágrimas mojan el verde pasto. Sus manos se introducen en mi gi naranja y me acaricia. Perdóname Trunks, perdóname por favor. Mis glúteos son golpeados conforme me embiste. Gruñe en mi espalda, duele, me duele todo de la cintura para abajo, quiero que me ayuden, pero no quiero que sea Trunks, no quiero que me vea así; Gohan, papá, por favor, quien sea, todos menos Trunks, por favor. Mi cuerpo tiembla de miedo y temor; vuelvo a gritar cuando un líquido caliente llena mi interior, me quema y arde. Por favor, ya no. Todo está en mi contra y antes de que asimile lo que acababa de pasar vuelve a moverse. Maldición, como duele...
-Kakarotto... Kakarotto...- ¿Qué acaso es lo único que sabe decir? Grito. Chillo. Pataleo. Pero lo único que consigo es que me penetre más fuerte, sus manos mueven mis caderas con mucha fuerza; entierra sus dedos en mi cuerpo, gruñe y suspira. Pierdo mi trasformación, había olvidado que estaba en ese estado. Lloro descontroladamente, estoy exhausto, mis energías disminuyen con mis intentos de zafarme. No. No otra vez. Se estremece y con un sonoro gemido me vuelve a llenar, no puedo más, su esencia escurre por mis piernas. Tengo náuseas, vomitaré de puro asco, es repugnante lo que me está haciendo, no puedo más.
¡¿Cuánto más durara esto?! Mis ojos arden conforme se mueve, los siento pesados, ya no puedo tenerlos abiertos. Maldita sea la hora en que se me ocurrió buscar las esferas. Videl quería conocer al dragón y Trunks no me dejaría solo, pero ya lo hizo. Yo y mi idea de pedirle postres infinitos al dragón, con 14 años sigo con ese sueño de tener miles de postres para mí, sonrío tratando de pensar en otra cosa que no sea dolor, mis ojos se cierran, ya no puedo soportarlo....
-Pobre Goten - no logro reconocer la voz pero me resulta familiar - Por fin te encontré - suelta un suspiro - No te preocupes, ya estás a salvo - siento unas manos suaves colocar los harapos que antes eran mi ropa - abro mis ojos lentamente, Videl está frente a mí, me ayuda a ponerme de pie. Siento mi cadera punzar, me tambaleo, si no fuera por ella ya estuviera de nuevo en el suelo.
-No te preocupes, Gohan, tu padre y Trunks están peleando con el monstruo - trata de tranquilizarme pero en lugar de eso me alerta, observo el lugar, no muy lejos de nosotros, mi familia ataca con todo a Broly, unen sus técnicas en un poderoso ataque y acaban con él. Mis ojos vuelven a soltar lágrimas, todo ha acabado - Videl, por favor no le digas a nadie lo que paso, mucho menos a Trunks – le ruego, ella me mira maternalmente y asiente a la vez que me abraza.
-¡Goten! ¡Goten! - Trunks grita mientras corre hacia hasta nosotros -¡Goten! ¡Goten! Por favor despierta - su voz es de súplica, todo se vuelve borroso y se torna oscuro...
Ahora ¿Qué sucede?
-Trunks, ¡¿Cómo pudiste hacer eso?! ¡Él es sólo un niño! - las palabras entran lentamente a mi cerebro, ella no es Videl, es la señora Bulma. ¿Dónde estoy?
- Lo sé... no sabía que esto podría suceder - la voz de Trunks me hace abrir los ojos de golpe, miro a mi alrededor, estoy en la Corporación Capsula. ¿Cómo llegué hasta aquí?
-Trunks... - murmuro, Bulma me observa un instante, sonríe y niega con la cabeza antes de salir por la puerta.
-Goten, amor - me besa, tiene los ojos cristalizados. Ay dios, es cierto, ahora recuerdo que le conté lo que sucedió. No, no, no, no puedo con esto.
-Perdóname Trunks, yo no quería, él era más fuerte, no pude hacer nada-
-Ya mi niño, todo está bien, no tienes por qué disculparte bebé, no te angusties porque eso les puede hacer daño-
-¿Hacer daño? ¿De qué hablas? - pregunto extrañado.
-Cuando estábamos en el parque quedaste inconsistente, tenías bastante fiebre así que te traje aquí porque no podía llevarte al hospital- sonríe tímidamente - ¿Cómo explicaría que mi novio es de otro planeta y que estuviera embarazado? - suelta una risita
-... - un silencio largo se apodera del lugar. ¿Acaso dijo embarazado? ¿Acaso me está jugando una broma? Ay no, no puede ser, si antes dijo que no me dejaría, de seguro ahora si lo hará, mi vida está más que arruinada.
-Goten, estás muy pálido amor - su voz suena preocupada. No, no, no y ahora qué voy a hacer... Un momento, ¡¿Cómo rayos pude embarazarme?! - Sé que tienes miedo mi vida, lo sé, pero yo estoy aquí, no te abandonaré - me abraza y siento su calor.
-¿Cómo es posible? - consigo murmurar, mi vista solo observa el muro blanco que tengo enfrente.
-Por lo que mi madre pudo deducir es porque eres híbrido, la sangre Saiyajin y la terrícola pueden hacer muchas cosas juntas; así como crear individuos mucho más poderosos que sus padres como nosotros, también es capaz de mejorar nuestros cuerpos a tal grado de hacer posible que un hombre pueda crear vida dentro de su propio cuerpo – lo dice con voz dulce y me observa atentamente. Sé que espera mi reacción, quizás no tiene el valor suficiente para decirme que me aleje y espera que lo haga yo. La sola idea me hace temblar y provoca que mi respiración se acelere, pero no debo mostrarme débil, no quiero que este conmigo por compasión.
-Entiendo. Comprendo si ya no quieres verme - murmuro sin mirarlo a los ojos, sé que si veo ese hermoso color azul que tan fácilmente me enamoró, no lo voy a resistir y me lanzaré a sus brazos a llorar y suplicar.
-No digas eso, mi niño. Yo te amo y amaré a ese pequeño que crece dentro de ti; todo lo que venga de ti lo voy a amar, no me importa que pueda no llevar mi sangre. Lo que sí me asusta es la reacción de tu madre, me va a castrar cuando se lo digamos - finge temblar exageradamente.
-No tienes por qué hacer esto-
-Lo sé, pero quiero hacerlo. Tú eres lo que me complementa, ¿cuántas veces tengo que decirlo? No te voy a dejar solo, si tú me dejaras sería como si te llevaras una parte de mí y yo no lo soportaría bebé.
-Pero no será tu hijo, será de ese monstruo que me causo tanto daño. Mi vida era perfecta hasta ese momento …-
-Y lo seguirá siendo, no me importa que no sea mío, es tuyo, ¿no? Todo lo que es tuyo es mío y todo lo mío es tuyo. Siempre.
-Trunks- Lo tomo de la nuca y lo beso. Es mi mejor amigo, siempre lo ha sido, mi primer y único amor, el mejor hombre del mundo; si algún día me llegara a dejar, no lo detendría, simplemente le agradecería por su amor y cariño, aunque eso me destrozara por dentro.
Mes con mes el nacimiento se acercaba, ambos ya se habían hecho a la idea de que ahora serían tres, estaban emocionados, aunque uno lo demostrara más que otro. Goten lentamente comenzaba a superar lo sucedido, el recuerdo ya no le dolía tanto y trataba de evitar pensar en eso para no decaer.
-Goten, ¿qué te parece este coche montable? - preguntó el ojiazul, últimamente llevaba al ojinegro a todos lados, sobre todo a tiendas de ropa para bebés y jugueterías; esto alegraba al menor pero también sentía un poco de envidia, normalmente cuando iban a lugares así el mayor le compraba todo a él, no importaba que tan infantil fuera lo que le llamara la atención, siempre acababan en sus pequeñas manos, pero ahora había alguien más que también querría juguetes.
-Cómpralo, aunque está muy grande para un bebé- sonrió con gracia
-Ya no puedo esperar, ya quiero que nazca, será entretenido tener a dos bebés peleando por los juguetes - lo miró con ironía, sonaba ridículo, pero después de todo Goten era aún un niño, quizá ya no físicamente pero seguía siendo ese pequeño niño inocente que robó su corazón desde siempre.
- Mejor dicho, tres, tú también jugarás con nosotros.... Ahhh! - gritó y se tocó la parte baja de su vientre levemente abultado. Un líquido acuoso escurría entre sus piernas, todo se veía como si estuviera en cámara lenta, el grito, la reacción de Trunks, la expresión de dolor del menor al sentir como flaqueaban sus piernas para caer al suelo, los movimientos certeros del pelilila para evitar que se golpeara y cargarlo como una princesa para después emprender el vuelo sin importar las miradas de las personas que los veían asombrados; solamente quería llegar a tiempo con su madre, no sabían nada de embarazos en híbridos Saiyajin y Goten aunque no lo aparentaba tenía 7 meses. Para el pelilila era imposible saber si era el momento y preguntarle a Vegeta era como interrogar a una piedra, además de que sólo existían tres híbridos de la especie; en el planeta Vegita nunca se había presentado el caso de un hombre embarazado.
-Trunks, duele, ¡arggg! -decía revolcándose en sus brazos, su frente perlada de sudor era azotada por el viento y sus cabellos.
-Goten, ya vamos a llegar, espera un poco más - murmuró. Desde el cielo ya se podían divisar los terrenos de la gran Corporación Cápsula.
Llegaron, el ojiazul corría como podía con Goten aferrado a él, necesitaba a su mamá más que nunca, pero, ¿cómo encontrarla? Su ki. Mientras avanzaba trataba de localizarla y para su suerte no estaba muy lejos, solo un pasillo más.
-¡¡¡Mamá!!! - gritó abriendo la puerta del laboratorio de una patada.
-Que te pasa Tru... ¡¡¡Goten!!! - se alarmó, el rostro del pelinegro estaba contraído en una mueca de dolor y estaba más pálido de lo normal, sus manos se aferraban al pequeño bulto de su vientre y al ver la preocupación de su hijo por verlo en ese estado comprendió la situación.
-Trunks, acuéstalo ahí y sal por favor - señaló una camilla, la misma donde lo acostó cuando el menor tenía fiebre - Yo me encargo, va a entrar en labor de parto, no puedes estar aquí. Llama a Goku, lo necesito, los médicos tardarán en llegar y no hay tiempo. ¡Ya!
Sin comprender del todo, el pelilila obedeció, hizo todo lo que le ordenó la peliazul aunque no entendía para que necesitaba al pelipalmera, era verdad que él era su padre de Goten, pero en todo caso, ¿no era mejor hablarle a su madre?
Marcó varias veces a la casa de los Son, por fortuna fue el Saiyajin quien atendió el teléfono, tan solo dijo que su madre lo necesitaba y que se trataba de Goten para que en ese mismo instante este se teletransportara (con todo y el teléfono de la casa) cargando un semblante serio y preocupado. Entró al laboratorio dejándolo a Trunks solo y desesperado. No pasó mucho tiempo para que Gokú volviera a salir, su expresión era de sorpresa y curiosidad.
Caminaba de un lado a otro viendo pasar los minutos, pasaba sus manos por sus cabellos lilas, no sabía cuánto tiempo había pasado, ¿unos minutos?, ¿horas? Ni idea, estaba como un zombie, no era consciente de lo que sucedía a su alrededor,
La puerta se abrió, el sonido de un llanto débil se escuchó a lo lejos. Un médico salió inmediatamente, el pelilila se preguntaba ¿cómo y a qué hora llegó hasta ahí si cuando dejó a Goten solamente estaba su madre presente?
-¿Interesados en Son Goten? - preguntó y rápidamente el pelilila se acercó.
-¿Dr., cómo está mi hermano? - la voz de Gohan se escuchó a sus espaldas. Todos ya estaban ahí; Milk, Videl, hasta su propio padre. Lucían nerviosos, excepto la ojinegra que no paraba de hablar y de cuestionarse si se parecería a su hijo o al ojiceleste, o si sería como Gotenks, la fusión de los dos. Por evitarle el dolor a Goten, nadie sabía del tema de la violación, quizás solo la peliazul, el menor insistió en que Trunks le contara a esta. No quería que ella estuviera decepcionada de su único hijo varón, al contrario, debería estar orgullosa de tenerlo de hijo, no cualquiera se haría cargo de un bebé que no fuera suyo; y muy en el fondo creía que Videl también, ya que veía a su suegra con compasión y tristeza disimulando con una sonrisa.
-Él está bien, pero pregunta por un tal Trunks, ¿saben si se encuentra aquí? - cuestionó el médico mirando a todos.
-Soy yo-
-Pues déjeme felicitarlo, es padre de un varón - sonrió, pero ya no había nadie, todos a gran velocidad entraron a la habitación - *Bola de locos* - pensó - Primero ese tipo raro aparece en mi casa y me trae a la fuerza aquí con trucos de magia- Bulma le había hablado a Goku para que fuera a buscar al médico con su técnica de teletransportación y así lo llevara de inmediato -Luego un hombre embarazado que no es humano y finalmente un niño con cola... Ah, y eso sin contar que tengo prohibido hablar de esto, aunque dudo que alguien me crea- se retiró para quitarse la vestimenta de doctor y pedir un taxi, ni de chiste dejaría que el pelipalmera usara de nuevo uno de sus trucos con él para desaparecer, ya después cobraría sus honorarios.
-¡¡¡Goten!!! - el pelilila fue el primero en entrar y rápidamente llegó a su lado, el menor sonreía con una alegría que le iluminaba el rostro mientras en sus brazos un bulto envuelto en cobijas descansaba.
-Es tu hijo - decía con ojos brillosos entregándole al pequeño que yacía dormido en sus brazos. Descubrió el rostro del menor; una cabellera negra alborotada y sin forma adornaba un pequeño rostro de tez blanca, largas pestañas y mejillas rosadas, no había rastro de Broly, solo de Goten. Tenía cola, claro, eso debía ser parte del Saiyajin legendario, pero no importaba, era su hijo sin importar si llevaba su sangre o no y sin ser consciente soltó un par de lágrimas en el rostro del niño que al sentir la humedad abrió sus ojos, unos enormes orbes azules idénticos los suyos brillaban y lo observaban atentamente a la vez que le dedicaba una hermosa sonrisa.
-Es tu hijo - repitió el ojinegro viendo la reacción del mayor, era como si estuvieran en una burbuja donde solo estaban los tres, ninguno prestaba atención a sus familiares que los veían enternecidos. La peliazul suspiró satisfecha, el príncipe trataba de ocultar una pequeña sonrisa, Gohan y Videl sonreían ampliamente y Goku comenzaba a acercarse curioso seguido de Milk que casi lloraba de la emoción.
-Pero ... ¿Cómo es posible? - la sorpresa y conmoción lo tenían pensativo
-Un híbrido solo puede embarazarse de otro híbrido - sonrió - Además, tu me estrenaste antes - lo miro con picardía a la vez que se sonrojaba.
-¿Cómo lo sabes? - murmuró sorprendido.
-Pues, simplemente lo sé... Bueno, tu mamá lo descubrió, nuestros papás son puros y sus genes no son compatibles con los míos, solo los tuyos y los de Gohan.
-¡Waaaa, ese niño es muy pequeño! - gritó el de cabellos alborotados como si nunca hubiera visto a un bebé- Y tiene cola, como cuando Gohan era bebé, como la que yo tenía cuando era niño y como la de Vegeta antes de ser bueno, cuando quería destruir la Tierra-.
-¡Cállate insecto!, eso quedó en el pasado - gruñó desde un rincón de la habitación, quería acercarse pero su orgullo era enorme para mostrar sus sentimientos.
Goten era el muchacho de 15 años más feliz, estaba seguro de que ese pequeño lo haría olvidar lo sufrido y que su amor por Trunks era igual de fuerte como el que el otro sentía hacia él, después de esta prueba podrían superar cualquier cosa, juntos.
Trunks por su lado, siendo su hijo o no, lo amaba desde que se enteró de su existencia, ahora tenía dos personas importantes por quien ver. Con 16 años solo tenía que esperar otros dos para ser presidente de la Compañía familiar, él se encargaría de darle todo a su pequeña familia y hacer lo posible por devolverle la felicidad a su amado.
~Fin