Últimamente se había vuelto una molestia terminar los deberes de la clase antes de tiempo, ya que eso significaba tiempo libre, cualquiera estuviera feliz con eso pero Todoroki no lo estaba del todo, porque eso significa observar a tímidamente a Midoriya de lejos. Preguntándose desde su butaca como a el llegaría pero también se preguntaba si él le correspondería.
Observarlo era todo un martirio pero al mismo tiempo era algo tan efímero porque a pesar de que podían pasar minutos para Todoroki era solo un instante. Nunca se imaginó que sentiría un remolino de emociones solo por observar a una persona. Había días en los que el heterocromatico odiaba la calidez que irradiaba el peliverde porque eso lo atraía como una polilla, Izuku era la luz incandescente que podía iluminar el camino oscuro de cualquier persona que se sintiera perdido, pero irónicamente Todoroki se perdió en el iris verde de Midoriya y siendo sinceros el no quería que lo encontraran.
—Lo siento. —tartamudeo el peliverde cubriendo su rostro con su cuaderno
—Estúpido Deku. —Bakugo le arrebato el cuaderno y lo lanzo lejos. —Deja de meterte en mi camino
—Aizawa-sensei fue el que nos asignó en el mismo equipo yo no hice nada. —Trato de excusarse
— ¿Creen que Aizawa-sensei tarde en volver? —le pregunto preocupada la castaña a Iida
—No lo sé, pero esperemos no tarde tanto. —
— ¡Muere! —El rubio alzo su mano preparado para atacarlo con sus explosiones pero la mano de Todoroki lo sujeto a tiempo y congelo su mano antes de que lograra hacerle algo a Midoriya
—Si no estás conforme reclámale a Aizawa-sensei, Midoriya no tiene la culpa. —hablo sereno como siempre lo estaba. —Así que déjalo en paz, no me hagas usar mi izquierda. —
—Esto no te incumbe estúpido mitad-mitad. —bufo Bakugo molesto. —No se quedara así Deku. —dijo antes de volver a su asiento
Todoroki estaba dispuesto a volver también a su lugar pero el peliverde lo tomo de la mano para que dejara de avanzar y cuando lo hizo soltó su mano apenado.
—Gracias Todoroki-kun. —
—Solo hice lo que cualquiera hubiera hecho. —respondió un poco sonrojado
— ¿Cómo puedo agradecértelo? —pregunto con su típica sonrisa que derretía su lado derecho
—Así está bien Midoriya. —respondió sonrojado
—Todoroki-kun ¿Te sientes bien? —pregunto el peliverde. —Estas rojo. —
— ¿Ah?, yo... —balbuceo pensando en que decir. —Estoy resfriado. —respondió torpemente. —Yo debo de regresar a mi lugar. —se fue tan rápido como si tuviera el quirk de Iida.
Las clases volvieron a empezar con normalidad, y la mente del chico bicolor volvió a vagar nuevamente para tratar de mantener sus ojos lejos del chico peliverde pero era algo realmente difícil ya que al final terminaba hipnotizado a él. El timbre sonó y logro sacarlo de su ensoñación pero luego su instinto lo traiciono y camino hacia donde estaba el chico peliverde.
—Midoriya. —ya no había vuelta atrás
— ¿Si Todoroki-kun? —
— ¿Saldrías conmigo? —logro preguntar sin que sintiera que su alma abandonaba su cuerpo
—Por supuesto Todoroki-kun. —respondió con una sonrisa que al instante se transformó en un gesto de preocupación. —Todoroki-kun...—le llamo el peliverde
— ¿Si? —
—Te estas incendiando. — Todoroki siempre perdía el control de su particularidad frente al chico pecoso y esa vez no fue la excepción...
Los quiere The Sinner y su perro...