—¡Mami! ¡Mira allá!— Un niño de como seis años casi jaló a su madre hacia donde estaba la mascota del parque Happy-Fun-Days y le dio un abrazo.
Nadie podía ver debajo de su cabeza afelpada de oso pero Luhan sonrió, acaricio el pelo del pequeño y le ofreció un brillante globo rojo que el niño tomó alegremente.
Luhan adoraba a los niños. Soñaba con mas adelante tener una familia si Sehun estaba dispuesto a adoptar pero era un plan a futuro. Luhan era un chico de sentimientos muy lindos.
Se despidió del pequeño agitando su mano cubierta por el disfraz y siguió con su trabajo. Regalaba abrazos y globos, posaba para fotos de recuerdo y a veces se agachaba para dejarle a los niños que tocaran sus orejas de oso, eso les gustaba mucho.
—Osito...— Algo tímida se acercó una niña, no pudo calcularle más de tres añitos, miró a la mascota y se abrazó a una de sus piernas. Luhan sentía que moría de ternura.
Luhan fue a un cuarto privado solo para empleados cuando fue su hora de descanso y se quitó la cabeza del disfraz con un suspiro, agitando su pelo alborotado y café. Se acercó a tomar una botella de agua y se dio cuenta de que tenía mucha sed.
Un rato después entró al mismo cuarto un chico muy guapo, alto y pelinegro de ojos cafés. Era Sehun. Técnicamente no debía entrar a ese cuarto porqué no era un trabajador del parque pero ya había roto esa regla por Luhan muchas veces, ya le daba igual el letrero pegado en la puerta.
—Hola bebé.— Abrazó a Luhan por la espalda y acarició un poco su estómago que se sentía suavecito a causa del disfraz.
—¡Sehun! ¡Me asustaste!
—Lo siento, solo quería venir a ver a mi osito un rato y jugar con él... Pareces un peluche, te ves adorable.
—¿Tuviste un día pesado, amor?
—Algo así.— Le dio un beso en la mejilla a Luhan —Ven... Juguemos un ratito para sentirme mejor.
En ese cuarto había algo así como unas bancas sin respaldo para sentarse. Sehun fue hasta ellas y tomó de la muñeca a Luhan, lo hizo tomar asiento junto a él.
Si había una cosa que a Sehun le gustaba de ese disfraz de oso era que en la entrepierna tenía un cierre oculto. Luhan a veces ocupaba ir a los sanitarios así que bajando ese cierre solo tenía que mover o bajar un poco sus bóxers y listo, podía sacar su hombría.
—Sehun...— Luhan se removió un poco.
La mano del pelinegro acarició el falo de Luhan cada vez más rápido.
—Te gusta ¿Verdad, bebé?
—Aaah... Mmh... Sí, me... Aah... me gusta...
Luhan tenía sus ojos cerrados mientras dejaba que su novio tocara su miembro todo lo que quisiera.
—La cabeza del disfraz...
—¿Quieres... mmhn... Quieres que me la ponga?
—Sí bebé.
Luhan alcanzó la cabeza de oso y una vez mas se la puso encima. Su voz y sus suspiros se oían algo amortiguados pero a Sehun no le molestó eso. Se bajó sus pantalones y sus bóxers cuando su miembro despertó y la ropa le empezaba a apretar.
Tomó una de las manos de Luhan y la puso encima de su propia hombría. Para Luhan era más difícil masturbar bien a su novio con su mano cubierta por la tela de su disfraz pero lo intentaba y parecía que a Sehun le gustaba.
El pelinegro soltó a Luhan cuando le avisó que se iba a correr, no querían ensuciar el disfraz con semen y meterse en un problema con los jefes de Luhan así que Sehun tomó en su boca la ansiosa hombría de su novio y a propósito hizo sonidos obscenos.
Sehun lamió y succionó sobre el miembro de Luhan, metiendolo todo a su boca y recibiendo gustoso cada gota de semen que el chico de pelo café derramó, evitando que el disfraz se manchara.
—Aaahh.— Gimió cuando se liberó en la boca de su novio.
—Estuvo delicioso.— Sehun sonrió.
—Me toca.
—Ven aquí, bebé...
Sehun se quedó sentado en la banca pero ayudó a Luhan a acomodarse de rodillas en frente de él. Luhan acarició las piernas de su novio con sus manos de felpa y alzó la cabeza de oso lo suficiente como para dejar al descubierto su boca y nariz.
Chupó desde los testículos hasta la punta, saboreando cada centímetro del pelinegro.
—Mmh...
—No me tortures, Luhan.— A Sehun se le notaba en la voz que estaba muy excitado —Mete todo a tu boca de una vez.
Luhan asintió y cumplió con los deseos de su novio, le arrancó un gemido fuerte y eso lo invitó a mover más rapido su cabeza. Estuvo así un par de minutos.
—¿Te gusta, amor?— Preguntó sobre su hombría, dándole pequeños besitos a la punta.
—Aaahh sí, me encanta... No te detengas, bebé.
—Sehun... ¿Traes condones?
—Sabes que siempre cargo, ¿Por que?
Luhan se quitó por completo la cabeza del disfraz y miró a su novio directamente, estaba apenada con la cara roja no nada mas por lo que habian estado haciendo.
—A-abajo siento que... me palpita... Te necesito adentro de mi, Sehun.
—Date la vuelta.
Con una sonrisa el pelinegro ayudó a Luhan a quitarse el resto del disfraz. Bajó el cierre en su espalda y poco a poco iba besando cada tramo de piel que quedaba a su vista. Su nuca, sus hombros, sus brazos... Todo en Luhan le fascinaba, se lo podía comer a besos.
Terminó de quitarse el disfraz y la ropa interior no le duró mucho tiempo tampoco después de eso. Sehun se encargó de eso. Acarició las piernas y nalgas de su novio.
—Sehun, el preservativo...
—¿Me lo quieres poner con la boca?— Sonrió, esperaba que le dijera que sí porqué eso le gustaba mucho —Es muy sexy cuando lo haces.
—Dámelo y ya te lo pongo.
Hábilmente Luhan puso el condón a su novio usando nada más que su boca. Terminó y se sentó en las piernas de Sehun.
—Oh que interesante, bebé, quieres montarme.
—Sehun, no puedo esperar más...
Las manos de Luhan estaban apoyadas sobre el hombro y pecho del pelinegro, las manos de Sehun estaban sobre la cintura de Luhan. Fue metiendo su miembro lentamente en él y sellando sus suaves labios con los suyos y besándolo cada vez con más pasión.
—Aaahh... Aaahh...
Los gemidos y jadeos de ambos era todo lo que podía escucharse en ese cuarto privado.
Sehun apretaba fuerte la cintura de su novio mientras se movía dentro y fuera de él, lo hacía gemir más alto con cada nueva embestida. Luhan ya estaba muy excitado otra vez y se masturbaba al mismo tiempo que Sehun lo embestía, jadeando por más.
Se corrieron casi al mismo tiempo, no había peligro de manchar el disfraz de oso porque Luhan no estaba usándolo y estaba contra Sehun, manchando un poco de sus vientres.
—Por Dios. Que rico estuvo, bebé.— Sehun besó a Luhan en los labios.
—Aahh, Sehun, amor... Me dejaste agotado y ya casi se acaba mi descanso.— Lo miró con el puchero más adorable y tierno que el pelinegro había visto jamás.
—Tu me pediste esto, "osito".— Se rio —Límpiate rapido para que puedas volver a tu trabajo.
Luhan se levantó con cuidado, tomó unas toallitas de su casillero y se limpió mientras Sehun se quitaba el condón y le hacía un nudo, luego lo desapareció perdiendolo entre la basura del bote.
El chico de pelo café ya se estaba poniendo su ropa interior otra vez. Sehun le dio un beso en los labios y le manoseó un poco el trasero pero se detuvo cuando Luhan se lo pidió riendo un poco.
—Sehun... Ya tendremos más tiempo en casa...
El pelinegro lo ayudó a ponerse el disfraz otra vez.
—No falta mucho para tu hora de salida, ¿Verdad bebé?
—No... ¿Por?— Se puso la cabeza del oso encima y la acomodó bien.
—Te espero y volvemos a casa juntos.
—Esta perfecto.— Lo abrazó.
Sehun rio alegre y abrazó a Luhan también mientras decía una broma como que lo estaba abrazando el peluche más bonito de todo el mundo.
Cuando se separaron del abrazo levantó un poco la cabeza de oso y besó los labios de Luhan que correspondió de forma tierna.
—Te amo, bebé.
—Yo también te amo.
—Ahora ve, mi lindo osito.
Se reacomodó la cabeza de su disfraz y ambos salieron de aquel cuarto. Sehun se la pasó viendo con ternura a su novio trabajar con los niños y sonreía al pensar en lo bueno que era Luhan con los pequeños. Quizá en un futuro ellos podrían tener los suyos aunque él ya decía que Luhan era su bebé.
"Quizá" pensó Sehun sonriente.
~ F I N ~