―¿Estas bien?― Preguntó cuando entró a la habitación y vio a su amigo con la cabeza baja y los codos apoyados sobre sus rodillas.
―Si…― Suspiró pesadamente―. Bueno, un poco nervioso―. Levantó la mirada―. La Familia Donquixote es muy poderosa, y si nos descubren…
―Muerte segura―. Completó la oración―. Pero, es algo que ya sabíamos al momento de aceptar la misión.
―Lo sé…― Sonrió de medio lado―. ¿No te asusta? La muerte…
―No―. Su mirada se ensombreció―. Tú y yo hemos presenciado la muerte de cerca, estuvimos en la fina línea… Así que temerle sería algo estúpido, más cuando no tienes razones para seguir vivo―. Sus ojos se fijaron en él―. No sé tú, pero yo no.
―¿Y yo que soy? ¿Una popo del inodoro?― Inquirió ofendido al escucharlo, el pelirrojo dejo escapar una sonora carcajada.
―No, idiota, eres mi mejor amigo―. Respondió―. Pero, sé que estarías bien, aunque no esté aquí.
―Deja de decir esas cosas, saldremos ilesos de esa misión e invitaras a salir a Trafalgar de una vez por todas―. Las mejillas de Kid se colorearon ante eso.
―Pero… ¡¿Qué dices! ¡A mí no me gusta ese tipo!― Esta vez fue el turno de Killer de reírse, el pelirrojo a veces era demasiado obvio.
―Por favor, ¿creías que no lo sabía?― Sintió los ojos filosos del mas alto, pero no le importo―. Hace años que estas enamorado de él, desde la primera vez que lo viste en ese hospital.
―Imbécil―. Se giró para que no viera sus mejillas todas sonrojadas―. Solo se me hace atractivo, nada más.
―Si, claro―. Giró los ojos, pensando en lo terco que era.
―Cállate.
En alguna parte de Sabaody.
Caminaba sin rumbo, la noche cada vez estaba mas fresca y la luna mostraba todo su esplendor en el centro del cielo.
―Le debo una explicación a Katakuri…― Fue lo primero que pensó. De seguro el mayor ya había llegado al departamento, viendo todo el desastre que dejo―. Me va a matar…― Seguramente no estaría nada contento, primera vez que lo dejaba solo en su casa y ya se mandaba una.
Se sentó en un banco, realmente no tenía ganas de nada. Las cosas iban de mal en peor, una tras otra. ¿Cuál sería el final de ese camino?
―¡Ya me voy, viejo!― Giró levemente su cabeza al escuchar eso, viendo la silueta de un hombre alto y rubio, pero su fleco que le tapaba media cara impedía que pudiera ver completamente su rostro―. ¡Mañana a las diez estaré aquí!― El hombre comenzó a caminar en dirección contraria a él, por lo que solo pudo ver su espalda.
Se quedó observándolo, preguntándose como sería la vida de esa persona. ¿Viviría tranquilamente? ¿Sería feliz? ¿Cómo serian sus padres? ¿Tendría hermanos?
―Dios, que estoy pensando…― Ladeó la cabeza, ¿por qué se ponía a pensar sobre una persona que ni siquiera conocía?― Tengo que ir a hablar con él―. Se levantó y comenzó a caminar hacia el departamento de su novio, le debía muchas explicaciones.
Entrada del edificio de los Trafalgar.
―Gracias por lo de hoy, por todo―. Agradeció con una sonrisa, el menor negó con la cabeza.
―No tienes nada que agradecer, siempre estaré aquí para ti―. Al escucharlo decir eso, no pudo aguantar más y le estampo un delicado beso en los labios.
―Eres condenadamente tierno―. Lo abrazó con fuerza, pero teniendo cuidado de no lastimarlo―. Bueno, tengo que irme―. Dijo un poco triste.
―Vale…― Chopper también sintió un vacío extraño en su pecho―. ¿Me avisas cuando llegas a tu casa?― Yonji asintió.
―Claro―. Se dieron un ultimo beso antes de que el peliverde se girara, marchándose del lugar.
El menor tenía una sonrisa de oreja a oreja, realmente estaba enamorado de ese chico.
Sin quitar su expresión de felicidad, entró al edificio. Sin embargo, en ningún momento reparó en la silueta que lo observaba fijamente con una cara de furia total.
―Maricón tenias que salir…― Las venas en la frente del sujeto se marcaban notablemente―. Pero, ya me ocuparé de que te quites esas ideas de la cabeza. Ningún hijo mío será marica, así tenga que matarte.
Se fue del lugar a paso lento, jurándose volver a buscarlo. Después de todo, tenia todo el derecho de corregirlo ¿no?
Departamento de Charlotte Katakuri.
―Bueno, te escucho―. El lugar ahora se encontraba totalmente limpio, todo pulcro y ordenado. Se preguntaba cuanto tiempo estuvo el hombre para dejar el departamento en ese estado.
Suspiró hondo, pensando por donde comenzar.
―La cosa es que…― Le contó absolutamente todo, sin perder detalle, desde los documentos y el intento de suicidio de su hermano.
Katakuri no lo interrumpió en ningún momento, escuchándolo atentamente y asintiendo en algunas ocasiones.
―Vaya…― Fue lo único que dijo cuando terminó el relato―. ¿Y cómo está?
―Estable, lo vi mas tranquilo―. Respondió serio―. Creo que Judge le aplico ese protocolo, y eso provoco parte del vacío emocional.
―Tal vez―. Dio un largo respiro―. No puedo siquiera imaginar lo horrible que es no acordarte de cosas de tu pasado, saber que viviste cosas que no recuerdas, personas que olvidaste…
―Si, su cabeza debe ser un lio…― Hizo una mueca―. Lo que más me preocupa es el daño cerebral que pudo sufrir, según esos documentos son irreversibles.
―Eso leí―. Ichiji lo miró confundido―. Los leí, los documentos. Pero, nunca me imagine que pusiera en practica algo así en tu hermano.
―Tampoco yo―. Levantó los hombros, derrotado―. Ahora que mis hermanos saben todo será más fácil poder investigar, créeme que Judge no saldrá liberado de esta.
Los ojos del mayor denotaban orgullo hacia el pelirrojo, realmente le parecía muy valiente, y eso solo lograba enamorarlo aún más.
En ese momento supo que su novio estaría bien y a salvo mientras él estuviera lejos, y si llegara a pasarle algo confiaba que tendría el apoyo que necesitaría.
―Ichiji―. El chico lo miró―. Te amo, por favor nunca lo olvides―. No podía decirle sobre su misión, ya que era muy peligroso. Esperaba que lo entendiera cuando se enterara, no quería ponerlo en riesgo por si algo llegara a fallar o salir mal.
―Yo también te amo―. Sonrió al escuchar su respuesta, esas palabras le motivaban a regresar sano y salvo―. ¿Estas bien?― Preguntó al notarlo afligido, él solo asintió.
―Si, no es nada―. El pelirrojo lo miró desconfiado, pero no hizo más preguntas.
Penthouse de la Familia Monkey-Portgas.
Cuando desbloqueo su celular para leer el mensaje que le había llegado, jamás espero encontrarse con aquello.
“Hola, Sabo. ¿Cómo estás? Espero que bien… Quería agradecerte por los días que compartimos, realmente los disfrute, ojalá que tú también.
Me habría encantado poder invitarte a salir, conocernos más… Pero, por ahora no será posible. Tengo que marcharme de la ciudad por un tiempo, perdón por no decirte antes… No puedo decirte a dónde, espero lo comprendas.
No sé cuándo volveré, pero cuando lo haga me encantaría que aceptaras una cita conmigo, ya que enserio tengo muchas ganas de que nos conozcamos. ¿Qué piensas?
Las circunstancias en las que nos conocimos fueron extrañas, sin embargo, el destino me jugo una maravillosa jugada jaja.
En fin, espero poder volver y que me des tu respuesta :-D No es presión, espero no lo tomes así.
Te mando saludos, y deseo que sigas estando bien.
Killer.”
Estaba totalmente estático, leyendo y releyendo el mensaje. ¿Killer se iba? ¿Por qué no se lo dijo antes? Deseaba haberlo podido ver, ya que, desde que salió del hospital, no se habían visto.
Decidió responderle, de forma corta y concisa, así cuando se vieran podrían hablar mucho.
“Hola, Killer. No sé a dónde irás, pero te esperaré para tener esa cita, a mi también me gustaría conocerte más.
Por favor cuídate ¿vale?”
Lo envió con nervios, sentía un hueco en el pecho. Tenia un presentimiento extraño, uno que no le gustó nada.
Espero varios minutos, pero no recibió respuesta alguna, así que se dio por vencido al darse cuenta que seguramente ya no le contestaria.
―¿Te pasa algo?― Giró su cabeza al oír la voz de su hermano en el marco de la puerta, luego negó con una mueca que lo delataba―. ¿Seguro?― Inquirió preocupado, se encamino hacia la cama y se sentó.
―Si…― Suspiró, Ace lo miró inquieto―. No sé, de repente tuve una sensación muy fea…― Confesó, el castaño ahora lo observaba de manera extraña.
―¿También tú?
―¿Qué?
El mayor respiró hondo, se levantó de la cama y cerró la puerta. Acto seguido, camino de vuelta y se sentó.
―Escucha…― Habló bajo―. Nosotros no estamos a salvo, es más… Creo que el caso esta mucho mas complicado de lo que parece―. Sabo alzó una ceja, confuso.
―¿De que hablas? ¿Cómo sabes eso?― Ace se rascó la parte trasera de la cabeza, estaba nervioso.
―Anoche escuche una conversación que Marco tuvo con alguien de la estación, no sé con quién estaba platicando, pero…― El rubio lo miró insistente, quería que continuará hablando―. Habló de infiltrados en un grupo del Bajo Mundo, un tal EILA y su investigación probablemente acertada, y sobre nuestra seguridad, que estamos en un gran peligro.
―¿Qué? ¿Qué quieres decir?
―Que no ha terminado, nosotros no debimos sobrevivir aquella noche―. Sus ojos se ensombrecieron―. Las personas que provocaron la masacre, volverán a por nosotros.
―Ace―. Su hermano lo observo―. Creo que es hora de hablar con el abuelo, que nos explique lo que realmente esta pasando, y que nos diga todo lo que se nos ha ocultado.
Continuará…