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Casualidad o Destino (Alternativo) por YurikoRose

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Notas del capitulo:

Quisiera acordarme de aquin se lo prometi.... 

PEro por mas no se puede....

En fin...

SI tu que estas leyendo me lo pediste, perdon por tardar tanto tiempo en tenerlo listo, espero que lo disrfutes igual que la historia anterior 

A veces el dolor de una pérdida te hace más fuerte, pero en otras ocasiones simplemente te destruye más poco a poco.

Ya hacía un año que había perdido al amor de su vida en un trágico accidente, aquello le había desbastado tanto que no hacia otra cosa que pensar en cómo estar al lado de su gran amor. Quería quitarse la vida, todas las opciones que tenía a su alcance le asustaban de cierto modo, aun no conseguía el valor suficiente para hacerlo.

-Ha pasado un año desde que me dejo solo, que debería hacer –miraba a su amigo-
-Sabes Teru has estado un año sin él, sé que ha sido un lago y fastidiante año pero por que no intentas seguir adelante con tu vida
-Tu no entiendes lo difícil que es estar sin la persona que más amas, tu aun tienes a tu esposo, tienes una familia, eso es algo que nunca poder conseguir, perdí todo cuando él se fue, me quede solo sin nadie a mi lado –se llevó las manos al rostro para ocultar sus lágrimas-

EL rubio se mordió los labios ya no sabía de qué forma apoyar al peliplata, así que solo se acercó a él y lo abrazo, le abrazo con tanta fuerza como si fuese capaz de unir todos sus pedazos rotos en ese abrazo.

El peliplata tardo un poco en calmarse un poco, pero su amigo no le soltó en ningún momento.
El rubio le acariciaba el cabello lentamente, ya había visto a su amigo así en varias ocasiones pero esta vez era diferente, sabía que algo no estaba bien, quizás el peliplata estaba planeando algo que solo el sabia.

Luego de un rato se tranquilizó y se apartó de los brazos del rubio, limpio las lágrimas de su rostro y dio un largo suspiro.

-De verdad lamento no poder ayudarte –bajo la mirada-
-Ya no importa, además siempre has estado ahí para mi desde la muerte de San
-Teru… -le miro- Que estás pensando, te noto diferente, sabes que puedes decirme lo que sea
-No es nada de lo que tengas que preocuparte –desvió la mirada- Tú tienes tus propios problemas en tu casa, no tiene caso que te agobie con mis problemas
-Sabes que no me molesta escucharte, eres mi mejor amigo, y si puedo ayudarte de alguna manera quiero hacerlo, además los problemas que tenga con mi marido con cosa muy aparte
-Hiza, ambos sabemos que tu matrimonio de va de lo mejor –bajo un poco la mirada- pero al menos siguen juntos, eso quiere decir que sus problemas se pueden resolver
-No lo sé Teru –bajo la mirada- Tenemos una situación bastante mala, seguramente solo sigue a mi lado por la niña, si no fuera por Alice ya me hubiese dejado hace mucho
-No pensé que ustedes tuviera problemas, siempre parecían la pareja perfecta –tomo las manos del rubio- ¿Qué fue lo que paso?
-Bueno… Fue algo que paso después de que te fuiste a tu casa de la playa
-SI en aquellos entonces, Kamijo estaba conmigo, el me apoyo bastante pero como yo no accedía a ninguna de sus peticiones supongo que se cansó, o no sé qué paso simplemente me dejo solo y se fue, de cierto modo pensé que si era con el… Quizás si podría superar toda esta situación, pero parece que el amor ya no volverá a mi vida, es algo que no es para mí
-Teru… Yo… -se mordió el labio inferior- Que Kamijo se haya ido es mi culpa…
-Que quieres decir –le miro confundido- No lo entiendo
-Te contare lo que sucedió para que estemos en esta situación
-Te escuchare pero –miro a su alrededor- No tienes problemas que lo hagamos aquí en tu casa
-No –negó- Mi hija de todas formas esta con su papa, no llegaran hasta tarde
-En ese caso hablemos

El rubio asintió y llevo a su amigo hacia el estudio de su casa para estar en más privacidad.
El peliplata por un momento olvido sus propios problemas, realmente quería saber que había sucedido en aquellos días de ausencia para dejar a su mejor amigo de esa manera, el hecho de que su matrimonio se encuentre en esa situación es bastante preocupante, sentía un poco de miedo al saber de qué se enteraría.

Flash Back

Aquella tarde mientras estaba en su estudio revisando unas cosas de su trabajo, decidió revisar las cintas de grabación que tenía en su casa, su familia sabia de las cámaras eso era seguro, pero también había colocado algunas ocultas para asegurar bien la seguridad de su familia.
Estaba concentrado en los papeles de su escritorio hasta que una imagen le saco de concentración, estaba presenciando como su pareja se estaba besando con otro, en su propia cocina y para su sorpresa aquel tipo era Kamijo el amigo de su pareja que se había quedado a pasar la noche en su casa, lo que más le dolió de toda esa escena que estaba viendo fue que su pareja no ponía resistencia alguna a esos besos y caricias-
Desde un principio había sabido que su pareja estaba enamorado de su amigo pero sabiendo que este nunca le iba a corresponder decidió aceptarle a él, pero entonces que había pasado para que tuvieran ese encuentro, y más descaradamente sabiendo que él estaba en la misma casa.

Se sentía molesto, traicionado, ya no encontraba las palabras adecuadas ni siquiera para describir su molestia.
Cerro de un solo golpe la laptop que tenía frente a si, que no se dio cuenta cuando su pareja estaba en la puerta del estudio con cara de preocupación tras haber escuchado el golpe.

- ¿Sucedió algo? –Le miro con preocupación-
-No es nada –tomos sus cosas y salió del estudio-
-Tsuru a dónde vas –le seguía de cerca-
-Voy al trabajo, no me esperes –dejo con algo de molestia y salió de la casa cerrando la puerta de un solo golpe-

El rubio un tanto confundido miro a su alrededor y se mordió el labio inferior.
Ya sabiendo que su pareja no estaba fue al estudio y abrió la computadora, se encontró con una gran sorpresa al ver lo que su esposo había descubierto.
No entendía como pero ahí estaba la grabación del pequeño encuentro que había tenido con Kamijo en su cocina, aquella noche aun no podía borrarla de su cabeza, pero ahora que debía hacer, como le explicaría eso a su esposo, no tenía respuestas para esa situación.

Ese sin duda era el peor día que había tenido, y ese era solo el comienzo.

-Necesito que hagas un trabajo para mi –decía al teléfono a puerta cerrada en su oficina-
-De acuerdo, ya sabes solo dame los datos y lo hare
-Te los mandare en un momento, quiero que le traigas a mi oficina de inmediato, no me importa que método uses lo quiero aquí, Ahora
-Entendido –corto la llamada-

Envió los datos necesarios y solo le quedaba esperar.

Se encontraba en su departamento, revisando algunas cuentas que llegaron durante su ausencia, le sorprendió un poco el escuchar el timbre, estaba completamente seguro de que no habría nadie que lo molestase a esa hora, sin embargo atendió la puerta.

-Disculpa, ¿Puedo ayudarte?
-Usted es Kamijo, cierto –revisaba la foto y el domicilio que había recibido-
-Si, que desea
-Si es tan amable de acompañarme, me han pedido que lo lleve de cualquier manera
-¿Quién te ha mandado? –dio un paso dentro de su departamento-
-El señor Tsurugi –le miró fijamente- Es preciso que venga conmigo, no me haga usar la fuerza bruta
-… -dudo por un momento pero asintió- De acuerdo

Ya en camino, se preguntaba si algo había sucedido en casa de Hizaki para que su esposo lo mandara a llamar de esa manera, solo deseaba que él y su hija estuviesen bien.

Luego de un corto tiempo llegaron a la oficina y entraron.

-Aquí esta como pediste –sonreía-
-Gracias, ya puedes retirarte
-Bien –salió y dejo entrar al rubio-

Este entro un tanto extrañado, aun no entendía bien la situación

-Está todo bien con Hizaki y Alice
-Sí, todo está bien
-Entonces –le miro- Para que me has hecho venir
-Hay algo que debo hablar contigo –se acomodó en su silla-
-Pudiste haberme llamado, y no mandar a alguien de esa manera
-Quería asegurarme de que vinieras, y esta era la mejor opción
-Bueno ya estoy aquí
-Te mostrare algo y quiero que me expliques que paso
-No entiendo muy bien la situación pero de acuerdo
-Ya lo entenderás –puso su laptop frente al rubio- Ve atentamente esto, reprodúcelo
-Bien –frunció un poco el entrecejo, pero reprodujo el video-

Sintió que el rostro se le alargo de la sorpresa, estaba presenciando aquel momento que tuvo con su amigo en la cocina de su casa, nunca pensó que serían vigilados, ahora entendía todo el misterio que se traía el esposo de Hizaki, pero ahora debía pensar en que explicación le daría, se preguntaba en el mismo momento si su amigo sabía algo al respecto, aunque si así fuera, le hubiese avisado para que supiera que hacer. Ahora debía buscar las palabras adecuadas para explicarlo y no generarle más problemas.

-Y bien, te escucho
-Supongo que no hay modo de escaparme de esta, las cosas están bastante claras no crees
-No nada está claro, así que explícate
-El hecho de que haya pasado eso no quiere decir que Hizaki te esté engañando conmigo o algo así, sabes que él no sería capaz de algo así, te quiere a ti más que nada
-Siempre he confiado en mi esposo, sin embargo en ti no confió en lo más mínimo, no solo besaste a mi esposo sino que también acariciaste su piel –le miro fijamente con molestia- Acaso no estabas muy enamorado de su amigo Teru, acaso ya cambiaron tus gustos
-No es lo que estas pensando, no te hagas ideas erróneas, claro que quiero a Teru eso no cambiara
-Entonces explícame por que te besaste con mi esposo –se puso de pie- Y lo peor es que es en mi propia casa, con mi hija y yo en ella
-Ya te dije que note hagas ideas erróneas, eso solo fue un error de una vez, no volvió a pasar después de eso
-Claro que no pasara mas, de eso me encargare yo
-No hagas una locura, si quieres que me aleje de tu familia de acuerdo lo hare, pero a Hizaki no le hagas nada
-No solo quiero que te alejes de mi esposo, también dejaras de ver a Teru, si sigues con el solo le vas a lastimar a la larga
-Jamás lastimaría a Teru, lo quiero de verdad… Pero lo hare, solo por la seguridad de Hizaki y Alice
-Bien, ahora vete lejos de nosotros –salió de su oficina-

Al ver salir al castaño dio un largo suspiro, se mordió el labio inferior al ver como terminaron las cosas, se habían complicado mas de la cuenta.
Cuando estaba a punto de salir de la oficina recibió un mensaje y lo vio de inmediato.

[Msj: Kamijo tenemos que hablar ha sucedido algo horrible, mi esposo se entero de aquella noche, que vamos a hacer, por favor comunícate conmigo]
[Msj: Hiza no es buen momento, hablamos después bien del tema, tu esposo hablo conmigo sobre eso acaba de irse, ten cuidado borra estos mensajes por favor yo me pondré en contacto contigo después, todo saldrá bien te lo prometo]

Luego de unos minutos salió del edificio y se marchó a su departamento, había prometido apartarse de las personas que más quería, pero no quería hacerlo, pero tampoco quería arriesgar a Hizaki y su hija ellos no tenían la culpa de sus errores, de haber sabido que las cosas se tornarían así jamás hubiese cometido ese error, pero ya todo está hecho y no se puede evitar así no quedaba de otra más que afrontar la realidad.

El rubio había hecho lo su amigo le había pedido, ya había borrado todo rastro de la comunicación que tuvo con él, estaba sentado en la sala esperando a que llegara su esposo, pero este no aparecía.
Pasaron las horas y seguía sin aparecer, atendió a su hija como siempre y la llevo a su cama a dormir.
Ya después de pasada la media noche, escucho el auto de su esposo entrar, se sentó en la cama esperando a que entrara, mientras fingía leer un libro.
Estaba muy nervioso no sabía que cosa le esperaba, nunca había pasado por una situación así durante todo su matrimonio ni antes mucho menos, solo fingiría y actuaria con naturalidad como siempre lo ha hecho así serían menos problemas.

Al entrar en la habitación se encontró con su esposo aun despierto leyendo un libro, sus miradas se cruzaron y se acercó a él.

-Te dije que no me esperaras  -le acariciaba un mechón de cabello-
-Lo sé –sonrió mirándole- Pero tampoco podía dormir sin ti a mi lado
-Ya duerme Hiza es tarde –le dio un beso en la frente-
-Que sucedió, estas actuando muy extraño desde la tarde –le tomo de las manos- Si puedo ayudar en algo, solo dímelo
-No quería tocar el tema otra vez, pero prefiero que sea de una vez
-De que se trata –le miro curioso, ocultando su nerviosismo-
-Ven conmigo al estudio –le extendió la mano ayudándole a levantarse-
-Esta bien –tomo su mano y salió de la cama-

Bajaron al estudio, el rubio ya sabía que cosa le esperaba pero fingía no saber.
Le pidió amablemente que se sentara y así lo hizo, encendió la computadora y dio un suspiro.

-Solo necesito que me expliques esto, por favor solo dime la verdad
-Si… -sentía los nervios en todo el cuerpo-

Le mostró la grabación y se quedó en silencio analizando a su pareja.
El rubio palideció al ver bien la cinta, no sabía que hacer o decir, solo bajo la mirada y se mordió el labio inferior.
Las palabras no salían de su boca, sentía un gran nudo en la garganta, no sabía si era miedo o sentimientos encontrados.
Seguía esperando respuesta alguna pero solo veía a su pareja ahí en silencio sin decir nada, ahora estaba claro que todo este tiempo había sido engañado, no por que creyese que se hayan visto más ocasiones aparte de esa, sino porque se dio cuenta de que su pareja aun quería a su amigo, a pesar de nunca haber sido correspondido no dejo de amarle ni un solo momento.
Asintió y cerro la computadora, se puso de pie y se dirigía a la salida pero se detuvo a unos pasos de su pareja.

-Entiendo, esto se acabo, el ya no volverá a molestarte ni a ti ni a Teru
-Q-Que… -le miro sorprendido, sin poder creer esas palabras-
-Buenas noches

Salió del estudio y se fue a la habitación para invitados, ya no quería compartir la misma cama con alguien que no le quería, se sentía destrozado, traicionado, usado, estaba consiente de que siempre había sido usado para que su pareja se olvidara del otro, pero parece que no había funcionado, a partir de este momento ya no le veía futuro a su familia, pero tampoco podía hacerle daño a su pequeña, ella no tenia la culpa de nada.

Se quedo sentado ahí en el estudio, al final no pudo decir nada mas solo se quedo callado, el nudo de su garganta se hacia cada vez mas grande, lo único que pudo hacer fue llevarse las manos al rostro cubriéndoselo y dejando escapar las lagrimas que había estado conteniendo. Ya no podía mas con toda esa situación, pero en ese momento se dio cuenta de algo realmente importante.
Sin darse cuenta había empezado a querer a su pareja, y el saber que ahora si relación se había terminado le dolía en lo mas profundo, si se hubiera dado cuenta de esos sentimientos antes, todo este problema se hubiese evitado, pero no fue así.

Ya no entendía si aquella situación era simple casualidad o el destino.

Al paso de los días, su relación se había vuelto más fría.
Casi no hablaban y lo poco que conversaban era solo de temas normales, sobre su hija o como estuvo el día, pero hasta ahí, las muestras de afecto se terminaron, solo se portaban normal frente a su hija no querían lastimar a la pequeña con sus problemas.

Por fin llego el día de salir de compras iría solo aprovechando que su hija estaba en el colegio y su esposo en el trabajo, pero su intención no era ir de compras si no hablar con Kamijo.

[Msj: Puedo verte en el café de siempre]
[Msj: No creo que sea buena idea, mejor vamos a otro lugar, recuerdas el parque a donde solíamos ir hace tiempo, te espero ahí]
[Msj: Esta bien, no tardare llego en 30 min]

Dio un suspiro y tomo sus cosas, era mejor que se diera prisa si no querían que lo vieran cerca del rubio, posiblemente ambos estaban bien vigilados, así que aquello era arriesgado, pero debían hablarlo antes de tomar una decisión final.

En el tiempo acordado llego el rubio, asegurándose de que nadie le seguía bajo de su auto, entro al parque encontrándose con su amigo.

-Kamijo –se acerco rápidamente a el-
-Hiza, estas bien –le miro preocupado-
-Si estoy bien –le miro y bajo la mirada segundos después- Realmente lo siento, ahora por mi culpa ya no puedes acercarte a Teru
-No es culpa tuya –negó- Es mía por haberte besado sabiendo la situación
-Te puedo decir algo
-Claro que si
-Parece que mi matrimonio se ha terminado, me duele pensar eso… Y mas por que me di cuenta de que de verdad lo amo –bajo la mirada- Lo amo y no quiero perderlo
-Oh Hiza –le abrazo y acaricio su cabello- Que bueno que te diste cuenta, aun estas a tiempo de salvar tu felicidad, solo dale tiempo para que asimile las cosas, ya no te preocupes por mí y deja de culparte por cosas que no tienes la culpa
-Y-Yo no quería que perdieras a Teru por mi culpa… Kami de verdad lo siento –rompió en llanto y se aferró a el-
-Shhh… Ya no digas nada

Se quedaron así por un rato hasta que el rubio estuvo más tranquilo, pero no se habían dado cuenta de que estaban siendo observados por la pareja del rubio.
Ya sintiéndose más tranquilos ambos decidieron irse, cada uno por su camino, ya no sabían cuando volverían a verse pero encontrarían la manera de solucionar sus problemas.

Luego de un par de horas volvió a su casa con todas las compras que le hacían falta, y se encontró con su pareja dentro esperándole.

-Tsuru… Creí que estabas en el trabajo –decía mientras llevaba las cosas a la cocina-
-Y yo te hacia aquí hace horas –daba un sorbo a su whisky-
-Ah… Si me entretuve un poco en el camino -rio un poco-
-Si, supongo que tu salida con Kamijo fue bastante entretenida no –decía con molestia-
-Q-Que… -se sorprendió al escucharle- Sobre eso… Puedo explicarlo
-Que me vas a explicar, acaso me vas a decir que después de tanto tiempo aun lo amas, que todavía no lo olvidas –negó y lanzo su vaso al piso con molestia- Ya me canse de todo esto Hizaki
-Tsuru… Por favor no es lo que tú crees –se acercó un poco a el- Déjame explicarte
-Ya no hay nada que decir Hizaki, a partir de hoy me quedare en otro lado, vendré a ver a mi hija después –tomo su abrigo y salió de la casa-

El rubio se dejó caer de rodillas, ahí estaba el fin de su relación, su llanto no tardó mucho en hacerse presente solo se cubrió el rostro con las manos.
El castaño aún estaba detrás de la puerta escuchando a su pareja llorar, escucharle de esa manera le hacía sentir de lo peor, negó varias veces para sí mismo y se marchó en su auto sin hacer mucho ruido.

Después de un rato aun con los ojos llorosos empezó a recoger los trozos de cristal que se habían esparcido por el suelo de la sala.
No lo hacía con mucho cuidado pues cuando tomo un trozo más afilado se pasó a cortar la mano, fue la cocina a atenderse la herida pero solo se quedó viendo como la sangre le escurría entre sus dedos, se mordió los labios y se atendió la herida.

Y así pasaron los siguientes días, siempre dándole pretextos a su hija del por qué su padre no estaba en casa, toda esa situación era desesperante para el pero ya no sabía qué hacer.

Lo único que podía hacer era aceptar su triste realidad.

Fin Flash Back

Sentía las lágrimas asomarse por sus ojos, saldrían en cualquier momento sin su consentimiento así que solo bajo la mirada, y se mordió el labio inferior para tratar de contenerse.
No esperaba que el peliplata le mostrara alguna clase de afectó en ese momento, pero solo de un momento a otro sintió los brazos de su amigo alrededor de su cuerpo, tratando de calmarle como si entendiera su dolor.
Después de un rato de haber estado en silencio ambos, el peliplata decidió romper ese silencio.

-Hiza, de verdad lo siento no pensé que estuvieras en una situación así –tomo el rostro de su amigo entre sus manos- Dime, de verdad quieres recuperar a tu esposo
-Si… -asintió y miro a su amigo- Como no tienes idea
-Bien, yo te ayudare –volvió a abrazarlo-
-No… Tienes que hacer algo así
-Lo hare, si alguno de los dos debe ser feliz ese debes ser tu –medio sonrió y suspiro-
-También quiero ayudarte –tomo un pañuelo y limpio su rostro-
 -Ya veremos

El peliplata salió de la casa del rubio y  se fue sin decirle a donde a su amigo.
Realmente sentía que debía hacer algo por él, ya que siempre hasta en la peor situación el rubio siempre estuvo ahí para él, ya era momento de regresarle el favor.

Pasaron un par de días y el rubio no sabía nada de su amigo, estaba realmente preocupado, le llamo varias veces al móvil y le dejo mensajes pero no había respondido ni uno solo.
Aquella situación era preocupante, no sabía que hacer o a quien acudir en busca de ayuda.

Le sorprendió escuchar el auto de su esposo a esa hora de la mañana, ya que no se habían visto desde hace mucho.
El castaño entro a la casa y se encontró con el rubio de pie en la sala y el móvil en la mano, aquello lo hizo fruncir el entrecejo pero no dijo nada.

-Teru te llamo mas tarde por favor atiende mis llamadas –corto el mensaje y miro a su pareja-
-Solo pase por unas cosas, espero no te moleste –decía mientras desviaba la mirada-
-A… No hay problema –bajo la mirada y se sentó en el sofá-
-Hiza…ki… -dio un paso hacia el pero se detuvo- ¿Estas bien?
-Si… -asintió un poco sin levantar la mirada-
-Estas seguro, te noto diferente –se acercó hasta quedar a su lado- Hay alguna cosa que pueda hacer por ti
-No es nada –se levantó dispuesto a irse, pero fue detenido por su pareja-
-Hizaki, por favor mírame –le miraba sin soltarle del brazo- Mírame y dime que está todo bien
-Estar bien… -le miro- Nada está bien, eres tan egoísta que no quisiste escuchar nada, ahora vienes a preguntarme si todo está bien, en ese caso si… Todo está de maravilla
-Yo… Realmente siento mucho el haberme portado así –le soltó del brazo y dio un suspiro-
-Eres un completo idiota –negó y le dio la espalda- Pero… Eres mi idiota –giro la mirada hacia el y sonrió-
-Hiza… -se acerco a el y lo abrazo con fuerza- De verdad perdóname
-Si… -susurro y se abrazo a el-
-Debí dejar que me explicaras las cosas en su momento, pero me dio tanto coraje, celos, impotencia, no supe que hacer solo perdí la razón
-Lo se… -le tomo el rostro entre sus manos y le miro fijamente- Te diré algo que debí decirte hace mucho, así que escucha atentamente
-De acuerdo –le miraba atento-
-Te amo a ti y siempre lo hare sin importar lo que pase
-Oh Hiza… -sonrió y besos sus labios-

Estaba mas que feliz de haber escuchado esas simples palabras, en ese momento se dio cuenta que tenia a su lado a la persona mas maravillosa, que a pesar de sus tonterías seguía a su lado, por mucho que le lastimara seguiría ahí, sabia de antemano que a partir de ese momento debía confiar mas en el.

No se esperaba que algo así ocurriera, y claro estaba consiente de que seguramente su amigo tuvo algo que ver, realmente le estaba agradecido si no hubiese sido por el, su relación se hubiese ido a la basura, ahora debía buscar la manera de regresarle el favor a su amigo y ya sabia que debía hacer.

-Tsuru… Quiero pedirte un favor
-Ya me imagino que cosa es –le sonrió- Así que entre los dos, los vamos a reunir de nuevo
-Si, gracias –sonrió y se abrazo a el- De verdad gracias
-Es lo menos que podemos hacer por el pequeño, ya nos ha ayudado bastante
-Si –asintió- Pero como podemos juntarlos de nuevo
-Buena pregunta, y mas sabiendo que Kamijo no accederá
-Por que no lo haría –le miro curioso-
-Bueno digamos que le dije algunas cosas no muy agradables
-Tsurugi, que fue lo que hiciste –frunció el entrecejo y se aparto de el- En serio eres un idiota
-Hiza, perdón –se rasco la nuca- Es que realmente no estaba pensando bien ese momento
-Bueno ahora no se como le vas a hacer, pero tu te vas a encargar de que Kamijo venga
-Debes estar bromeando, el hizo algo que no debió y aun así quieres que yo le traiga
-Si –le miro serio- Y mas vale que lo hagas

Se sorprendió un poco ante la exigencia de su esposo, pero era lo menos que podía hacer. Así que solo asintió.
No sabia donde empezar a buscar, hizo una lista mental de los lugares que podría frecuentar, el primero de ellos era su departamento. Así que se dirigió hacia allá.

Reviso cada uno de los lugares que creyó visitaba el rubio, pero no encontró ni una señal de el. Se estaba desesperando un poco, pues ya no sabia donde buscar, consulto con su pareja sobre algunos sitios, pero ni aun así le encontró.

Dio un largo suspiro y se puso a buscar sobre la carretera, tenia que despejarse un poco, toda esa situación ya era demasiado para el.

......................................................................................................................................

Se encontraron por casualidad a las afueras de la ciudad.
El peliplata se encontraba solo parado a la orilla de la carretera, sostenía un cigarrillo entre sus dedos, dándole la espalda a la carretera. No se había percatado que el rubio estaba detrás de si.

Extendió una mano hacia el peliplata, con un poco de temor, temía que si le tocaba este le rechazaría, cuando estuvo a punto de tocarle, se detuvo y aparto la mano. Solo dio un suspiro.

-Que haces aquí -dijo mientras daba una calada a su cigarrillo-
-Salí a despejarme un poco, no esperaba encontrarte aquí -se paro a su lado sin mirarle-
-Oh ya... -le miro de solayo- Tuviste problemas con el esposo de Hiza, verdad
-Como... -suspiro- Lo sabes verdad
-Y que esperabas -le miro con el ceño fruncido- Hiciste eso, mientras tratabas de ganarme... Querías que yo me enamorara de ti, mientras tu... -desvió la mirada y se aparto de el-
-Teru... -le miraba, no sabia que hacer en ese momento- Déjame explicarte
-Que me vas a explicar, que querías comprobar hasta donde era capaz Hizaki de llegar, o solo querías saber si realmente me querías a mi -tiro su cigarrillo y se acerco a el- Dime, que esperabas... -le golpeo el pecho con las dos manos-
-Teru... -le sujeto ambas manos y le miro fijamente- Escúchame
-No quiero escuchar nada -le miro con molestia y se aparto de el-
-Entonces dime, por que te pones así
-Y todavía preguntas por que.... Enserio? -le dio la espalda y siguió caminando-
-No lo se, por eso te lo pregunto -le seguía a una distancia prudente-
-Te odio... -le miro con el ceño fruncido- Sabes que.... No quiero volver a verte, ya fue suficiente con que arruinaras el matrimonio de Hiza
-Se arruino su matrimonio... No lo sabia -se detuvo- Lo siento tanto
-Con quien debes disculparte es con ellos, no conmigo... Yo ya no quiero nada contigo
-Entiendo... -se acerco un poco a el, quedando a sus espaldas- Solo déjame decirte una cosa
-Que me dirás...
-Que, lo que paso, no fue para probar a Hiza, y tampoco para probar que sentía por ti
-Entonces
- Solo un momento de debilidad... No se como decirlo... En ese momento no estaba pensando, no fue con intención, quizá solo mi cuerpo recordó, cuando sintió algo mas que amistad por Hizaki en su momento, pero de ahí en fuera no fue apropósito... Lo siento tanto, lamento hacerte daño, también lamento haber arruinado el matrimonio de Hiza -bajo la mirada-
-El matrimonio de Hiza, esta bien, todo depende de ellos
-Menos mal... -sonrió un poco y bajo la mirada dando un suspiro- Entonces... Nosotros...
-No hay ningún nosotros... Nunca lo hubo -le miro con tristeza- No quiero volver a saber de ti... Esto se ha terminado
-Entiendo... -asintió lentamente y se aparto un poco del menor- Ya no te molestare mas con ese tema
-No lo entiendes... Ya no quiero tener nada que ver contigo, ni siquiera una amistad...
-No sigas... Por favor... Esta bien -le miro y dio un suspiro-
-Entiéndelo es mejor así

Mientras los dos hablaban, no se habían percatado de la presencia  de Tsurugi, este había bajado de su auto al ver a Kamijo sobre la carretera, pero se detuvo un momento al verle con alguien, cuando se dio cuenta de que era Teru, supuso que se quedaron de ver y arreglar sus diferencias. Pero conforme escuchaba la plática se dio cuenta de que todo se había acabado.
No supo que hacer, pero solo una cosa pasó por su cabeza "Hizaki va a matarme..." Y sin más, subió a su auto y volvió de nuevo hacia su casa, tenia que hablar con su pareja sobre lo que había visto.

Mientras tanto el peliplata, ya no dijo mas en aquella conversación, solo le dio la espalda al rubio y siguió su camino.
El rubio solo se quedo ahí, como la persona que más ha querido se marcha delante de sus ojos, se mordió los labios, no sabia que hacer... Si iba tras el seguro le haría enojar aun mas y quizás un par de golpes e insultos se ganaría, pero si no iba... Solo se quedaría viendo como su amor se va, se quedaría ahí sintiéndose miserable.

Con cada paso que daba, sentía como se alejaba más y más de aquel que decía amarle, sentía como las lágrimas avisaban con salir, se mordía los labios. Sabia que todo lo que había dicho había sido demasiado duro para Kamijo, pero tenia que hacerle entender que le dolía, le dolía mucho.
Sabia que después de esas palabras el rubio no iría a buscarle, pero y si lo hacia... no sabría como reaccionar si el insistía en que no se fuera, sin embargo. Si el no iba a buscarle, se daría cuenta de que todo había acabado incluso antes de empezar.

Y así estaban ambos, sin saber que hacer.

Tanto como el peliplata, como el rubio, tenían las mismas opciones.
Volver y pedir una oportunidad mas... O seguir adelante tratando de olvidar todo lo que han pasado.

Seguía conduciendo, aun le faltaba bastante camino antes de llegar a su casa, así que decidió llamar a su pareja para decirle lo que había visto.

-Vamos cariño contesta -decía mientras acomodaba el auricular en su oído, pero no había respuesta del otro lado- Rayos...

El rubio se encontraba con su hija en el jardín, arreglando un poco. Ya estaba un poco mas animado, su relación se había arreglado, así que se sentía con ánimos para dedicarle un poco de tiempo descente a su hija, la había descuidado un poco, así que quería compensarlo haciendo algo que ella quisiera. Y bueno decidió que quería arreglar el jardín, así que en eso estaban.
A pesar de eso, su mente estaba en otro lado.

Escucho el teléfono de la cocina sonar, sacudió un poco sus ropas y fue a atender la llamada.

-Diga? -decía mientras quitaba los guantes de sus manos-
-Hasta que respondes cariño, donde estabas
-Lo siento, estaba con Alice en el jardín
-Dejaste el móvil adentro verdad
-Oh... Si, lo siento lo olvide en la habitación, pero bueno, no se supone que estas buscando a Kamijo
-Para eso te llamo
-Lo encontraste?, donde esta, lo traes contigo -sonreía un poco-
-Lo encontré... Si... Pero no viene conmigo
-Explícate mejor
-Hay un gran problema
-De que se trata, dime que no lo agrediste de nuevo -fruncía un poco el entrecejo-
-No... Es mas no hable con el... -Fue interrumpido-
-Como que no, entonces que haces
-Hizaki por favor, déjame hablar quieres -dio un suspiro-
-Lo siento, es que no dices nada
-Y como quieres que lo haga si me interrumpes a cada momento
-Ok, te escucho
-Bien... Lo encontré a orillas de la carretera, un poco fuera de la ciudad, y estaba hablando con Teru, pero no parecía una platica muy amigable
-A que te refieres con eso
-El pequeño le pedía que le dejara en paz, que ya no había nada entre ellos
-Eso no puede ser... -se mordió los labios- Y... Kami que hizo...
-Nada, casi no decía nada, solo acepto lo que Teru le decía, lo ultimo que le dijo mientras estuve ahí, fue que entendió -suspiro- Lo siento Hiza, no supe que hacer y solo me marche del lugar, no quería que se pusiera peor si me quedaba ahí
-Entiendo... Esta bien... Kamijo sabrá arreglar esto, no te preocupes, mejor vuelve a casa
-Si ya voy en camino -corto la llamada y redujo un poco la velocidad-

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Aun no sabia que hacer, se había quedado de pie en ese lugar, observando como el peliplata se alejaba cada vez más.
Quería correr tras el, pero otra parte le decía, que se lo merecía por no saberlo valorar.
Se había alegrado de la muerte de su prometido, había seducido a su amigo, Ibuki había tratado de hacerle daño por su culpa...
Tantas cosas malas, le habían pasado por culpa suya, así que era mejor dejarle solo. Hacerse a la idea que no le podría tener, que simplemente no era para el, sabia que las cosas siempre pasaban por algo, y estaba mas que claro por que le pasaban ahora.
Ese era su karma... Y tendría que cargar con ello, durante mucho tiempo.

Con todo el dolor de su alma, se mordió los labios y dio la vuelta.
Por última vez, le dio la espalda a la persona que más quería


El peliplata se detuvo un momento y volvió la mirada por unos instantes, se dio cuenta de que el rubio ya le había dado la espalda. Se mordió fuertemente los labios, apretó las manos y después dio un suspiro, bajo la mirada, abrió las manos con pesadez y continúo su camino.

"Supongo que hasta aquí hemos llegado... Después de todo, no pude cumplir tu última voluntad... Lo siento tanto..." Sentía como las lagrimas se acumulaban en sus ojos, estaban a un paso de salir por si solas, sabia que no podría contenerlas así que solo siguió caminando con la mirada baja y en silencio, las lagrimas corrían por si solas, bajaban por sus mejillas hasta llegar a su mentón.

Esa fue la última vez que se vieron...


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