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Intercambio Literario por PurpleNeedle

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-   Tonto me lastimas –se quejaba la muchacha apenas salieron del local-
-   ¿Disculpa sí? Sólo quería salir de allí ese hombre me pone incómodo
-   Yo lo vi muy cómodo contigo –contestó con una mueca de picardía en su rostro- sumamente cómodo.
-   Cállate y camina –terminó el rubio la conversación-

Al llegar al edificio aún analizaba la actitud de Saga en el café hace pocos minutos, el no se veía atraído hacia ese tipo de hombres serviciales le gustaban más los retos. Mientras esperaba el ascensor se acercó al buzón donde se depositaban los recibos de cobro de la renta, revisó el propio sin levantar la vista y al voltearse se topó de frente con un cuerpo más alto que él:

-   ¡Puedes fijarte por donde caminas idiota!

Fueron las palabras del gemelo cuando Radamanthys lo atropelló por accidente, el perfume era exactamente el mismo que en la mañana había olido en su piso. Torció la boca en un gesto que intentaba ocultar la sonrisa que quería mostrar y respondió dando un paso hacia atrás:

-   ¿Y a ti no te enseñaron a que uno no debe pararse detrás de las personas? Con permiso.

Tropezó con su hombro al gemelo soltando discretamente el papel que le había escrito en la cafetería, abordo el ascensor con su hermana mientras veía como el griego recogía el papel del piso.

Kanon reconoció la escritura que era la misma de la nota de ayer, leyó la frase y sonrió. Había notado su perfume y demostraba que el chispazo fue mutuo, pero de ser así entonces ¿por qué la reacción tan agresiva? Luego sonrió al recordar que el primero en atacar fue él. Recogió el recibo de la renta y al disponerse a subir por las escaleras vio como su hermano entraba al edificio, se saludaron y decidieron tomar juntos el ascensor:

-   ¿Qué tal tu día?
-   Aburrido, haciendo el punto para que la gente nos conozca en la tienda. ¿el tuyo? –contestaba Saga-
-   Bastante bien, ya entregué todos los proyectos así que estoy libre hasta el viernes.
-   ¿Sabías que en la cafetería frente a la tienda trabaja Pandora la hermana del rubio del 3? Hoy intenté hablar con él pero estaba distante, creo que ya tiene pareja.
-   Kanon arrugó el papel que llevaba en su mano donde coqueteaba con el interés de ambos- Si bueno quizás no eres su tipo, hermano.
-   Estaba leyendo uno de mis libros favoritos cuando nos conocimos, eso debe ser una señal divina.

El menor ponía los ojos en blanco cuando un pitido señalaba que habían llegado al quinto piso. Tomó una ducha y cenó con su hermano mientras pensaba en la próxima nota que le dejaría al inglés. En la soledad de su habitación vagaba entre sus escritores predilectos hasta que una frase de Benedetti le hizo abrir el entendimiento. Esta vez tomó el papel y dibujó: un ojo dorado, un ojo verde en los extremos del papel y la frase en el medio la cuál rezaba:

“Te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía” K.

Puesto que la reacción del rubio de alguna y otra manera le había gustado, nada le parecía más patético que un hombre sumiso. Repitió la misma rutina de la mañana anterior donde dejó el papel debajo de la puerta y siguió a su trabajo. Esta vez fue el mismo Radamanthys quien vio el papel ya que Pandora había salido y él había tomado el día para corregir exámenes.

Sonrió ante la frase de Benedetti que brillaba ante sus ojos, este hombre era una caja de sorpresas las cuales él quería descubrir una a una. Intentaba sin éxito lograr concentrarse en los exámenes que tenía en frente hasta que la frustración fue más grande y se dirigió a su biblioteca para buscar la respuesta más adecuada. Consiguió su volumen de “La compañía blanca” donde la historia hablaba de tres amigos y sus aventuras guerreando en tierras españolas, tomo su pluma fuente y escribió:

“El hombre débil se vuelve fuerte cuando no tiene nada, porque sólo entonces puede sentir la locura de la desesperación” R

Ya que él se consideraba fuerte por haber perdido todo después de que Valentine lo dejara hace algunos años atrás. Se sintió solo y triste, Pandora fue quien con su apoyo incondicional logró que siguiera su camino y lograra lo que hoy tenía.

Cómo estaba corrigiendo no fue a buscar a su hermana y poco antes de las cinco de la tarde bajó a esperarla en el lobby. Para su sorpresa fue el griego quién llegó antes de la chica, cuando Kanon se quitó su casco su cabellera azul cobalto cayó en picada sobre sus hombros haciendo de la visión algo sumamente sexy. Radamanthys se armó de valor y acortó la distancia que lo separaba del heleno para hablarle:

-   Kanon…
-   Radamanthys… -contestaba el muchacho en el mismo tono que su interpelado-
-   Espero hayas leído “La compañía blanca” -y le entregó el papel doblado en sus manos- me agrada que tengas cultura literaria.
-   ¿Es que crees que por ser motorizado soy un troglodita o qué? ¿Fue Saga quien te dijo que yo era un inútil?

La reacción desmedida del gemelo hizo que el inglés arqueara la ceja, dicha escena fue interrumpida por la menor que regresaba del trabajo y acercándose a los hombres saludó:

-   Hermano… Señor Saga…
-   No pequeña soy Kanon –menciono el gemelo rodando los ojos- mira, oreja derecha perforada.
-   Ah disculpe, señor Kanon.
-   Tampoco me digas señor, tengo solo 28 años soy solo un poco mayor a tu hermano. –Era obvio que la formalidad que mantenía el mayor no la mantenía el otro gemelo-
-   Tres años –contestó Radamanthys como un susurro- Pandora, vamos a casa –cortó el inglés mientras presionaba el botón del ascensor-

Kanon se despidió con un gesto de la cabeza y comenzó su camino escaleras arriba. A la altura del segundo piso abrió el papel que llevaba en la mano y leyó el escrito, dentro de sí pudo percibir como su corazón se quebraba.

 


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