Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Murphy por Arekusa

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Murphy

.

.

.

¿A quién nunca se le caído la tostada por el lado de la mantequilla? ¿Quién nunca ha lavado su auto justo antes de que llueva? Lo que uno normalmente llamaría mala suerte, está mejor explicado con una ley de la ciencia: La ley de Murphy. Esta nos dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. Así de simple, así de pesimista y negativa con el futuro es esta ley. Como si el 0.01% de probabilidades de fracaso pesaran más que el 99.99% de éxito.

Pero nadie ha dejado de preparar tostadas por  temor a que se caiga por el lado de la mantequilla ¿no? Y si sucede, simplemente te preparas otra, la sostienes con más cuidado y fin del asunto. A veces caer en ese 0.01% de probabilidades de error o fracaso nos da la experiencia necesaria para no equivocarnos en una próxima situación similar. Sin embargo hay momentos cruciales en la vida en la que esa mínima posibilidad es suficiente para no correr el riesgo y esto lo sabía muy bien Sasuke.

Por muy seguro y confiado de sí mismo que luciera el Uchiha, esta pequeña posibilidad lo aterraba en ciertos aspectos de su vida, como por ejemplo: Aceptarse frente a otros como gay.

Sí, el gran Sasuke Uchiha, era gay.

No le había tomado mucho esfuerzo percatarse de esto, teniendo en cuenta su poco (casi nulo) interés por las féminas. Siempre había estado rodeado por ellas y aunque muchos envidiaran su posición, él la encontraba molesta. Sin embargo, este solo fue un indicador de que algo iba mal con su sexualidad (desde el punto de vista de lo que es ‘normal’) y aunque al inicio le restó importancia, fue la llegada de la pubertad que prendió sus alarmas. Antes de esta etapa de cambios su vida no se veía alterada ni por hombres ni por mujeres y siguiendo esa línea podría haberse definido fácilmente como asexual, pero las cosas nunca suceden como queremos y al igual que la tostada que cae por la mantequilla, el cayo por su lado más débil: Naruto.

De pequeño, la locuacidad y forma extrovertida convertían al rubio en el centro de atención para todos los infantes, quienes siempre querían integrarlo en sus juegos. Muy por el contrario con Sasuke, que solo las niñas lo llamaban emocionadas para jugar a la mama y el papa; y los niños molestos (envidiosos) no lo querían cerca. Sin embargo Naruto no le daba la espalda, sino que lo integraba al grupo o por último, jugaba solo con él. De ahí que nace su gran amistad.

Pero... ¿porque él era su punto débil?

Porque alcanzado sus 12 años, y con ellos la pubertad, el rubio paso a tener un papel más importante en su vida. Todo comenzó con un simple susurro a su oído durante un examen – ‘‘Oye teme, pásame la dos’’ – y fue suficiente para desencadenar una serie de reacciones en su cuerpo: vellos erizados, hormigueo en la nuca y una erección. Lo que hubiera pasado como un evento único en su vida, término por repetirse en más de una ocasión. Cuando le hablaba de cerca, cuando lo tomaba del cuello, cuando sentía su olor luego de una clase de educación física, todo eso desataba la misma reacción en cadena y no mucho después una más se les unió: el latir acelerado de su corazón. Esta, a diferencia del resto, se activaba sola o en grupo; a veces solo con mirar al rubio, otras con recordarlo o imaginárselo. De todas las reacciones esta era la más peligrosa, porque mientras con las otras podía darse el lujo de atribuírselas a la edad y las hormonas, esta era la muestra innegable de lo que sentía por el rubio.

¿Y la ley de Murphy que tiene ver en todo esto?

En las posibilidades de rechazo que podía tener si se descubría su secreto.

Por un lado estaba su familia, que por más frio que se viera adoraba, y aunque tenía la certeza de que Itachi lo aceptaría sin importar que, no perdería la oportunidad de molestarlo o hacerle bromas de mal gusto. Por otro lado estaban sus amigos y conocidos de la universidad, de ellos solo tenía una certeza: los que lo rechazaran (todos hombres seguro) le harían la vida imposible en los dos años que aún le quedaban ahí. Tener a las mujeres tras de sí  nunca fue una bendición.

En otro lado, separado de esos dos grupos, estaba Naruto. Si bien el rubio no era el tipo de persona que rechazara a otras (y menos a un amigo), eso no le impedía de alejarse muy sutilmente hasta perder todo lazo con él. Y eso era lo que más temía. Por más open mind que fuera el rubio, si había un 0.01% de posibilidades de que lo rechazara, seguramente lo rechazaría y no quería correr ese riesgo.

O por lo menos eso creía hasta unos días atrás.

.

… Quince días atrás…

.

– ¡Aich! No puedo creer que ninguna chica linda me haya hecho caso – se quejaba Naruto mientras bebía una cerveza.

Kiba había organizado un Goukon y aunque se le dijo claramente que no llevara a Sasuke, él se había aparecido con el Uchiha, restándoles posibilidades a todos los demás hombres. Aun con tantos años de amistad, a Naruto aún le sorprendía la facilidad con la que las mujeres se le pegaban. Sabía que no era adrede, Sasuke incluso era frio y distante con ellas, pero el resto no lo veía así y solían excluirlo de estas reuniones. Y acá entre nos, el mismo sentía ganas de hacerlo a veces, con el moreno cerca el solo pasaba a ser el amigo buena gente; pero era su mejor amigo y no podía dejarlo de lado, menos si el mismo moreno pedía que lo llevara.

Al final el Goukon había sido un fracaso para él y todos los demás. Tanta había sido su desmotivación que Sasuke lo había llevado a un parque a tomar unas cervezas, que fueron por su cuenta claro.

–Si solo te dedicas a comer como quieres que te hagan caso– criticó el Uchiha.

– ¡Tú ni si quiera hablabas y todas estaba tras de ti!

– Hmp.

Lo que Naruto ignoraba es que Sasuke si lo hacía adrede. El moreno conocía bien la debilidad del rubio por las mujeres, ninguna era una excepción, amaba a todas por igual. Pero sabía también que con el cerca Naruto se quedaba sin posibilidades. Incluso si todos los presentes rechazaban su presencia, el aparecería si el Uzumaki estaba invitado.

– Ahh–suspiró fuertemente el rubio– esta era mi oportunidad de encontrar a alguien y olvidar a Sakura. – Sasuke rodó los ojos y Naruto suspiro desanimado – sé que siempre termino hablando de ella, pero en verdad me gusta. Es linda y sí, a veces algo agresiva, pero en el fondo es gentil y alegre. Y cuando sonríe…

Está de sobra decir que Sasuke odiaba oír aquello y por ende no le prestaba mayor atención que a su cerveza. Fría y espumosa cerveza.

– Si tan solo me mirara a mí como lo hace contigo…– el rubio continuaba con su monologo sobre Sakura. De pronto hizo una pausa y sujeto a Sasuke del hombro posando sus ojos en los suyo. – ¿Por qué no sales con ella? Podrías darle una oportunidad.

– Creo que ya fue suficiente cerveza por hoy para ti– tomó la cerveza de Naruto y la puso a su lado.                                                                                                                                                                         

– Estoy hablando en serio, podrías darle una oportunidad.

– ¿Que estás hablando idiota? – Ya sabía de los sentimientos de Sakura hacia él y los de Naruto hacia ella, pero de ahí a que viniera a pedirle aquello. Debía ser una broma o el alcohol ya se le había subido a la cabeza– ¿Cómo puedes pedirme eso? ¿Seguro que de verdad estás enamorado de ella?

– ¡Sí! ¡Por eso mismo lo digo!... Sé lo que se siente que la persona que amas no te haga caso y quiero que ella sea feliz. – Sasuke lo miro confuso, Naruto no le hacía caso a él y lo último que quería era que fuera feliz con Sakura o alguna otra mujer. – Tú eres mi mejor amigo, así que si es contigo...

– No voy a hacerlo – le interrumpió – y no insistas más.

Estaba bien que estuviera ebrio ¿Pero pedirle eso? Definitivamente era un idiota.

– Egoísta – murmuró el rubio después de unos segundos.

– ¿Soy egoísta por no salir con alguien que no me gusta?

– ¡Sí! –Gritó parándose de un brinco y señalándolo efusivamente – ¡Si yo estuviera en tu lugar aceptaría sin dudarlo!

– ¿Saldrías con alguien solo por lastima?

- ¡No es lástima! – Seguía exclamando efusivo y ebrio – ¡Es darle una oportunidad! ¡Todos merecemos una oportunidad!

– Entonces, si digo que me gustas ¿Me darías una oportunidad?

– ¡Claro que sí! – respondió sin dudarlo, pensando que ese solo era un supuesto.

–…Me gustas

El Uzumaki relajó los brazos que minutos antes señalaban a su compañero y hubo una pausa en su conversación a la vez que su cerebro procesaba lo que acababa de decirle.

Sasuke no era gay, él no era gay…

¡Una broma! Sí, debía ser eso, el moreno solía ser siempre serio y costaba entender cuando hacia una, pero esa definitivamente lo era, no había forma que eso fuera verdad.

– Buena broma Sasuke –habló con un leve dejó de molestia al tomar a la ligera sus palabras.

El Uchiha lo miraba serio, pero por dentro era un manojo de nervios. Se había dejado llevar por el alcohol y término diciendo aquello que guardaba en lo más profundo. Lo bueno es que aún estaba a tiempo de solucionarlo, el rubio mismo le había dado la salida. Solo debía sonreír hipócritamente y decir “si, es una broma”, Naruto se reiría, pasarían unos segundos en silencio incomodo, pero para mañana ya lo habrían olvidado y todo seguiría igual que antes.

Decir que es broma, sonreír y seguir bebiendo.

Decir que es broma, sonreír y seguir bebiendo.

Decir que es broma, sonreír...

– No estoy bromeando.

Pero el alcohol ya hacia estragos en su autocontrol y retractarse dejaba de ser una opción

Dio un paso adelante acercándose al ojiazul. El rubio no se inmuto y mirando curioso al moreno sintió su mano cogerlo por la mandíbula. Intento tirar su cabeza instintivamente hacia atrás, sin embargo las manos pálidas de su amigo lo atrajeron con más fuerza hacia él.

Desde ese punto en adelante todo pasó muy rápido y para cuando de verdad reacciono, ya tenía los labios de Sasuke sobre los suyos. Fue algo muy sutil, solo un roce, un choque de pieles. Pero un beso al fin y al cabo.

– ¡Ajj! – Exclamó empujando fuerte al Uchiha– ¿Qué haces teme? – Pasó frenéticamente su brazo por encima de sus labios limpiándose –  Esa sí fue una broma de muy mal gusto y eso que estoy borracho.

– ¡Que no es una broma! – gritó ya  irritado de que no le creyera.

Naruto dejó de limpiarse y por unos segundos ambos quedaron en silencio otra vez, el más incómodo de toda sus vidas. Solo se miraban. Sasuke dio un paso adelante y el rubio, automáticamente, uno atrás, temiendo que la escena anterior volviera a repetirse.

– Es mejor que sea una broma – rompió el silencio Naruto, con semblante serio, aunque más parecía en shock – porque yo no soy gay – finalizó dándole la espalda y caminando lejos de ahí.

.

… Fin del recuerdo…

.

La había Cagado.

Con C mayúscula y en negrita.

Tantos años conteniéndose, repitiendo una y otra vez en su mente que Naruto, de entre todas las personas, debía ser la última en saber sus sentimientos y ahí viene el alcohol y te nubla el buen juicio. De los dos grandes secretos que tenía (ser gay y que le gustaba), tuvo que decirle el peor (que le gustaba).

Todo estaba mal, TODO. Desde ese día Naruto había estado evitándolo y bien gracias para él, que no sabría que decirle si lo tuviera cerca. Quería disculparse si, pero ¿Cómo? Dentro de todo sabía que no había actuado mal, si hubiera sido una mujer solo la habría rechazado y ya, incluso si fuera su amiga. El problema radicaba en que era hombre y no se iba a disculpar por eso.

También podía echarle la culpa al alcohol… ¡vamos! cuántos hombres no se tuercen luego de un par copas. Pero lamentablemente, eso tampoco era una opción, Porque sería lo mismo que negar ser gay y tomarlo como algo malo cuando no lo era.

A pesar de todo tenia orgullo y no quería rebajarse a pedir disculpas porque algo había tenido malicia. Como ya mencione, el único problema había sido que era hombre. Y eso solo lo dejaba con una sola posibilidad y no era disculparse, sino explicar todo. Decir la verdad y (muy probablemente) perderlo para siempre.

– ¡Arg! – renegó consigo mismo por la idiotez que había hecho.

No importaba si no sentía lo mismo o si no le daba una oportunidad, pero no quería perderlo. Aun quería su amistad.

Sintió el móvil vibrar dentro de su bolsillo y lo sacó rápido esperando que fuera un mensaje de Naruto.

<<Nos vemos a las 5pm en la cafetería de la universidad para dividirnos el proyecto>>

¡Sakura!

Ella iba a ser su salvación. Naruto iba a ir si o si en su afán de estar cerca de ella (como odiaba ese afán) y en algún momento iba a tener que hablarle, que importaba que fuera solo por el proyecto. Bastaba con tener una pequeña conversación de la cual aferrarse para que todo volviera a la normalidad.

<<Ok>>

.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-

.

– ¡Sasuke! ¡Aquí! – Gritó Sakura batiendo los brazos desde su mesa para que el moreno la viera

Sasuke se acercó y quiso tomar asiento al lado de Naruto, pero este rápidamente colocó su mochila sobre la silla libre, terminó sentado al lado de Sakura y frente a la mochila del rubio. Se había blindado bien para no estar cerca de él y si no se había sentado al lado de la pelirosa, fue porque seguro ella se lo impidió.

 – Bien, ahora que estamos los tres les explico – Sakura que no notaba el distanciamiento de sus amigos, estaba entusiasmada de haber logrado que el Uchiha se juntara con ella fuera de clases – Ya hice el índice, vamos a tocar nueve puntos en total, Naruto se va a encargar de los 3 primeros que son los más fáciles ¿Está bien?- preguntó mirando a Naruto quien estaba frente a ella con la mirada  fija en la mesa – ¡Naruto!

– Ah – reaccionó luego de sentir una patada de Sakura en su canilla – ¡Sí!

– Sí ¿Qué? – Preguntó la Haruno y al no recibir respuesta suspiró tratando de calmarse  – ¡Tu parte tarado! ¡Los tres primeros puntos!

– Ah, sí – soltó una risita nerviosa a la vez que se sobaba la nuca con una de sus manos.

– Concéntrate Naruto, si haces algo mal nos vas a perjudicar a todos, dile algo Sasuke.

– ¿Cuál es mi parte? – Sakura lo observó incrédula.

Sasuke Uchiha, el que nunca perdía la oportunidad de menospreciar al rubio ¿No le iba a decir nada? Y no solo eso, estaba bien tranquilo sentado mientras ellos discutían. Si algo no era Sakura, era tonta y pronto se percató de la atmosfera pesada que había entre esos dos. Naruto no había saludado a Sasuke cuando llegó, ni si quiera lo había mirado en todo el tiempo que llevaban ahí sentados y ahora que lo pensaba detenidamente, había puesto su mochila en la silla de su costado cuando Sasuke se quiso acercar a ese lugar. Siempre andaban discutiendo y compitiendo entre ellos para ver quién era el mejor – y obviamente siempre ganaba Sasuke-, pero eso era parte de la amistad entre ellos, así que algo grave debía haber pasado para que actuaran de esa manera.

– ¿Ha pasado algo entre ustedes?

– ¡No! –El rubio gritó fuerte golpeando la mesa con ambas manos y poniéndose de pie.

– ¡Cálmate idiota la gente nos está mirando! – gritó también Sakura antes de darse cuenta que ella había llamado más la atención de los comensales que Naruto– L-lo siento- dio una sonrisa tierna a todos los que miraban su mesa e hizo una seña con la mano a Naruto indicándole que tomara asiento – ¿Pueden decirme que pasó?

– Ya te dijo que nada – cortó el tema de raíz Sasuke y se puso de pie – La próxima vez solo envíame un mensaje con lo que tengo que hacer. – finalizó antes de irse.

.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-

.

No hacía falta ser un genio para saber que ya lo había perdido.

El rubio nunca ocultaba su molestia y ser su mejor amigo no le había dado ningún salvoconducto a eso. Su presencia solo lo había incomodado, aun cuando intento no hacer contacto visual para aminorarlo, solo empeoro todo.

Había olvidado también lo perspicaz que era Sakura. A veces pensaba que debía ser parte de la policía con ese don que tenia de leer el lenguaje corporal de las personas.

Suspiró. No había otra opción, debía admitir todo y alejarse. Lo haría por teléfono, una llamada sería lo ideal, pero prefería un mensaje; así se evitaba preguntas incomodas o que se le quebrara la voz (en el supuesto que pasara).

– ¡Sasuke!

Miró sobre su hombro tras oír su nombre.

– Naruto – Susurró incrédulo al verlo acercarse corriendo, pensaba que no quería verle – ¿Paso algo?

– Yo – hizo una pausa, trataba de recuperar el aire después de haber corrido tanto – te estaba evitando… por lo que sucedió – volvió a hacer una pausa para respirar – Lo siento.

– No tienes que disculparte, fui yo quien actuó... raro.

– ¡No es raro! – Exclamó – Es como eres…Y yo… Fui serio con lo que dije y se cumplir a mi palabra. Así que si en verdad no fue una broma…

– No Naruto – había estado pensando en si cumplir su palabra o no, por eso lo había estado evitando. Sus labios se curvaron en una sonrisa imperceptible, saber que el rubio lo había considerado le daba felicidad – Solo olvida lo que paso y sigamos como antes.

– ¡No! Te estoy diciendo que voy a cumplir mi palabra

– Y yo te estoy diciendo que lo olvides – insistió –aun si quieres cumplirlo, no eres gay, tú mismo lo dijiste.

– No, no lo soy –tenía que admitirlo– y estoy enamorado de Sakura y tú de mi – observaba fijamente a Sasuke – Se lo que se siente ¿Recuerdas lo que dije?* pero eso sí, si te doy una oportunidad hay  algo que quiero a cambio.

– No voy a estar con Sakura aunque hagas esto. – Sentenció, haciendo un gesto de disgusto.

– No te lo estoy pidiendo.

– ¿Entonces qué es lo que quieres?

– Yo te doy una oportunidad, pero si no funciona, volvamos a lo de antes como dijiste, solo amigos ¿Que dices?

– Sí – soltó entre dientes, aun sorprendido. Había juzgado mal a su amigo, no era un idiota, en verdad tenía buenos sentimientos.

– Bueno – titubeó el rubio sin saber bien que más decir. El ambiente era incomodo ahora – Salí corriendo de la cafetería sin pagar y Sakura debe estar muy molesta esperándome – rio nervioso sobando su nuca con la mano – será mejor que me vaya. – Sin pensarlo, se acercó al moreno y le dio un beso en la mejilla – No vemos – y salió corriendo en dirección a la universidad.

Aun mientras se alejaba, podía notar las orejas del rubio rojas de la vergüenza. Tocó su mejilla, la que segundos antes había recibido el beso, aún la sentía cálida. Sonrió, notoriamente ahora sí. Estaba equivocado, la ley de Murphy no se refería a que algo malo iba a pasar, sino que si algo podría pasar, pasaría.

Y paso.

Notas finales:

 

* Hace referencia a cuando le explica el por qué quiere que salga con Sakura.

.-.-.-.-.-

Hola!

Ya habia publicado esta historia en otra pagina y decidi hacerlo aca tambien.

Espero que les haya gustado, es mi primer NaruSasu y no se que tan bien me hayan quedado las personalidades.

En un inicio iba a ser un oneshot, pero decidi continuarla.

Nos vemos.

Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).