Cambiando Canales
Marcia estaba nerviosa. Normalmente, el Sr. Weasley era un jefe maravilloso, entendía cuando necesitaba tomarse un día personal, generoso en sus bonificaciones anuales, conocido por darle la tarde libre por un capricho, pero últimamente había estado muy estresado y el envió del búho que estaba a punto de entregar podría empujarlo al límite.
Ron Weasley había tomado un concepto simple y lo convirtió en un negocio de galeones multimillonario. Aposto la idea de que había otros en el mundo mágico como su padre, magos fascinados con los Muggles y cómo funcionan en un mundo sin magia. Comenzó con una esquina en la tienda de bromas de sus hermanos; novelas Muggles para impresionar a sus amigos, bolígrafos, baterías y patos de goma que fueron éxitos instantáneos. Pronto abrió una tienda propia y nació “Mugglenation”.
Dentro de un año, tenia cuatro tiendas con un comercio en auge. Cuando la gente descubrió discos plateados con música o historias de dibujos conmovedoras, se convirtió en el negocio de más rápido crecimiento en Gran Bretaña. Cuando descubrió como comercializar la televisión Muggle, se volvió global. Los magos, al parecer simplemente no podían tener suficiente Buffy.
Todo lo que toco se convirtió en oro.
Pero la vida fue terriblemente aburrida para Ron Weasley, Tener dinero era un buen cambio de ritmo, y el mas bien disfrutaba gastarlo y regalarlo, pero eso se estuvo deteriorando después de un tiempo. Hubo una decidida falta de emoción en su vida. Necesitaba una nueva aventura, un nuevo mundo para conquistar.
La respuesta vino a el durante la cena con Harry Potter.
“Ven a cenar esta noche, Ron”.
“¿Luna Cocinara?”
“¿Ella haría eso?
“si.”
“Esta bien, lo haría, pero te prometo que no”.
La cena con Harry y Luna siempre fue una aventura. A Ron le gustaba verlos juntos, Luna tan ajena al mundo y a todo a lo referente a la lógica, y Harry tan ajeno a las excentricidades de luna. Ron entendió porque Harry se sentía atraído por ella. No había pretensiones con Luna, ninguna mascara de ningún tipo. Lo que vio fue lo que obtuvo, y fue esa honestidad lo que le gano al corazón.
Después de la cena, se dirigieron a la sala de estar, que contenía el ultimo regalo de Ron a su pareja favorita: un televisor de pantalla plana de 65 pulgadas que Luna usaba actualmente para exhibir su colección de fotografías de Turklefinckers, que resulto ser invisible, entonces las imágenes eran en su mayoría de árboles y tierra.
“¿Nunca lo ves, Luna? Creo que te encantaría, un mundo que vive en una caja”.
Luna soltó una pequeña risa. “¿Por qué iba a ver Muggles son criaturas extrañas? No todos los magos podrían relacionarse con ellos, o los encontrarían interesantes en lo más mínimo.
Tal vez era hora de volver a evaluar a su publico objetivo. Tal vez era hora de pasar al siguiente nivel. Y justo allí, con la nostálgica voz de Luna hablando de su encuentro con un Gnippergnap, la idea brillaba tan intensamente como cualquier Snitch Dorada, un canal de televisión con programas dirigidos a magos, creados por magos. Las posibilidades fueron infinitas.
Noticias del mago, Quidditch, programas de moda con lo último en tunicas,Quiditch, dibujos animados de Martin el Mad Muggle, Quidditch. El comenzó a obtener carne de gallina.
Una vez que resolvió la logística, se lanzó Wizard-Tv. Fue un éxito instantáneo. Los magos de todo el mundo sintonizaron todas las semanas para ver las ultimas tendencias en moda en “Estilo mago” organizado por Pavarti Patil, o los últimos avances en agricultura en “El jardín mágico con Neville Longbottom. Charlie Weasley fue anfitrión de “The Bestiary”, con consejos sobre como cuidar a las mascotas mágicas. Algunos de sus espectáculos mas populares presentaban a Hagrid, quien a menudo era un invitado que traía a las criaturas más exóticas.
“Saving Sickles” fue presentado por Molly Weasley y transmitido directamente desde la madriguera. “Enfrentar a tu Boggart”, un programa presentado por Remus Lupin, que ayudo a las personas a atravesar algunos de los momentos más difíciles de sus vidas con té, chocolate y conversaciones, fue extrañamente popular entre las amas de casas y los peluqueros.
Las noticias nocturnas fueron presentadas por Hermaione Granger, con comentarios deportivos de Oliver Wood y predicciones meteorológicas de Sybil Trelawney, que era perfecta para el trabajo porque aparentemente importaba poco si el pronóstico era realmente correcto.
“Live From the Hogshead” presentaba actuaciones musicales en vivo trasmitidas desde la posada que Harry Potter hizo famosa y actualmente su propiedad. Harry siempre se había creído un poco musico, pero nadie lo tomo enserio, así que compro su propio club.
“Apparate” fue un programa de viaje, “Riddikulus” era un programa de comedia /variedad. “A medida que el Turner gira en el tiempo” y “St. El hospital de Mungos” estaba lleno de romance y drama.
Empresas de hechiceros de todo el mundo lo anunciaban en su estación. Incluso Gringotts Bank, cuyo eslogan fue “Gringotts: Como si tuvieras una Elección”, no pudo resistir. El toque de Midas golpeo de nuevo a Ron.
A diferencias de sus otras empresas, Wizard-TV cambiaba constantemente. Podría ejecutar programas especiales, mover la programación y probar diferentes formatos. El cronograma estaba en constante evolución. Al estratega en él le encantaba armar rompecabezas, tratando de encontrar qué programas eran los más populares y qué funcionaba mejor en cierto horario. Cada cambio le trajo mas y mas espectadores y mas anunciantes. Nada podría detenerlo.
Luego vino Howler-TV.
Era el peor tipo de basura sensacionalista. Algo de eso fue doloroso de ver. “Chamber of Secrets” era un programa de entrevistas en el que el presentador divulgaba los secretos mas importantes de sus invitados y observaba mientras discutían y, finalmente se batían en duelo con aquellos que una vez fueron sus amigos. “Dungbomb” era un programa donde la gente hacia bromas pesadas a amigos desprevenidos, y toda la parodia se repetía al público. “Foe Glass” e “Inefables” eran telenovelas llenas de sexo desviado y violencia. Fueron instantáneamente populares. “La vida con Vernon” era un programa basado en la realidad que narraba la vida cotidiana de los Dursley. Ron no creía que los Dursley siquiera supieran que había cámaras en su casa.
Fue espantoso eso era repugnante. Estaba consumiendo sus ganancias. Aunque parezca una basura sensacionalista, a los espectadores les encantó… Y también a los patrocinadores. Ron no tenia ni idea de quien estaba detrás. Era una empresa de propiedad privada, lo que significaba que una persona estaba financiando toda la operación. Simplemente no había tanta gente con ese tipo de capital después de la guerra.
A Ron no le importo un poco la competencia, pero si alguien quería entrar en su territorio, es mejor que este preparado para una pelea de perros.
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-¿Señor Weasley?, Marcia no pudo evitar los temblores nerviosos en su voz.
-Entra, Marcia, dijo Ron, sin levantar la vista de sus papeles. Marcia noto que el pliegue entre sus cejas se hacía más profundo cada día.
-Tengo… Tengo el informe del investigador privado, señor.
Ron levanto la vista rápidamente y asintió. Marcia colocó el informe sobre su escritorio y salió apresuradamente de la habitación. Ella no quería estar cerca, cuando leyó el nombre en la parte inferior de ese informe. Sus dedos tocaron ansiosamente su escritorio mientras esperaba la reacción, escuchando atentamente los sonidos de cristales rotos y juramentos desenfrenados que estaba segura de que llegarían. En cambio, sin embargo, ella encontró un silencio demasiado espeluznante. Cuando salió de su oficina una hora después, era la imagen perfecta de la calma.
-Estaré fuera los próximos días, Marcia. Cancela mis citas.
-Si, señor, comenzó nerviosa. ¿Puedo preguntar dónde estarás?
-Tengo un pequeño problema de que encargarme.
Salió de la oficina sin decir una palabra más, Marcia se estremeció por el repentino frio en el aire.
La oficina era tal como él esperaba: mármol frio, pinturas caras, techos altos y suelos desagradablemente brillantes. Una hermosa fachada para ocultar lo que estaba en su núcleo, es decir, un hombre amargado y odioso que parecía obtener placer de ser una espina en el costado de todos los que tuvieron la desgracia de hacer contacto.
Ron salió del ascensor, bajó por el largo pasillo hasta las puertas con ese maldito nombre grabado en letras doradas en la cara, más allá de que la secretaria dijera algo acerca de -no ser molestado, y abrió un par de grandes puertas de caoba con el puro poder de una década y media de puro aborrecimiento.
-Parece que no puedes dejarme solo ¿verdad?, El gruño.
Draco Malfoy levanto la vista desde detrás de su escritorio, donde estaba examinando una gran cantidad de archivos. -Weasley… que placer. Por favor, siéntete libre de inmiscuirte y entrar en mi oficina.
Tenia el mismo aspecto que Ron recordaba: pálido, de huesos finos y lo suficientemente afilados como para cortar un par de muñecas desprevenidas. Habían pasado años desde que se vieron el uno al otro, pero para Ron Weasley, él todavía era un niño de once años que enfrentaba a otro con suficiente odio entre ellos para quemar a Hogsmeade. Camino hacia el escritorio de Draco. Clavando sus puños en la madera, se inclinó hacia adelante, de modo que estaba casi nariz a nariz con el Slytherin. -Te mata, no verme exitoso, ver en lo que me he convertido.
Draco entrecerró los ojos. -Todo lo que veo delante de mí es un lunático delirante que irrumpió en mi oficina y comenzó a gritar, al igual que el troglodita inculto e inculto que siempre fue. ¿En que te has convertido exactamente?
Ron se paró derecho, sus hombros finalmente lo suficiente anchos como para emparejar su altura. -Rico en mis propios méritos, dijo con satisfacción. -Un miembro respetado de la sociedad con un nombre del que sentirse orgulloso y un hombre que obviamente usted siente que es una fuerza que tener en cuenta.
La mirada de Draco y su sonrisa lo hicieron parecer muy divertido, pero increíblemente aburrido. Fue un regalo realmente. -Trabajar demasiado duro, Weasley, evidentemente ha afectado tu cerebro. El dinero no puede comprar crianza, así que no me importa cuanto tengas. Nunca tendrás ningún tipo de lugar en la alta sociedad. Además, el respeto de la plebe que te rodea no es algo por lo que yo aspire. En cuanto a ser una fuerza a tener en cuenta… Bueno, no puedes hablar en serio.
Era un juego muy familiar, pero Ron no estaba dispuesto a renunciar a ninguna ventaja.
-Howler-TV, Draco. Lo suficientemente malo como para haber robado por completo mi idea, pero ¿no podrías pensar en algo más creativo que el show que estas emitiendo?
-Cierto Weasley, has tenido una idea que vale la pena robar, que en si misma esta casi fuera de alcance de la razón, pero en la verdadera moda de Gryffindor actúas sin mirar el panorama general. A ese error al que te estás refiriendo tan descuidadamente. Me esta haciendo una fortuna, y por eso, supongo que estas qui, ¿No puedes competir un poco?
Draco se había levantado y caminaba alrededor de su escritorio para estar incómodamente cerca de Ron, pero Ron no iba dejar que ese medio albino lo intimidara. -Puedo tomar cualquier cosa que puedas repartir, Malfoy, gruño.
Draco sonrió y habló en voz baja. -Entonces la carrera esta en marcha, ¿no es así?
Ron miro a Malfoy y con cada desprecio que pudo reunir antes de caminar hacia la puerta. se detuvo en el umbral y se volvió para mirar a Malfoy por ultima vez, sacudiendo la cabeza lentamente. -Todavía persiguiendo a los Gryffindors, Draco, ¿No tienes nada mejor que hacer?
-No, en realidad no, arrastro Draco sin esfuerzo. Hay otras cosas que hacer, por supuesto, pero ninguna es mejor. Y, después de todo, todos necesitan de un pasatiempo. La ultima palabra cayo de sus labios y las pesadas puertas se cerraron con un chasquido agudo.
Las letras doradas de la puerta, relucientes y brillantes, parecían burlarse de él tan a fondo como el dueño del nombre, haciendo que su sangre hierva. Fue guerra. Y si el pequeño hurón confabulador quería guerra tan grave, iba conseguir una.
Lo que siguió fue la pelea más brutal que nadie haya visto desde los días de la ultima gran guerra. Todos los días, la agria batalla se podía encontrar en un color agonizante en la portada de The Daily Propher. Una vez que el publico se dio cuenta de quien estaba detrás de Howler-TV, y se dio cuenta de que una vez mas un Weasley y un Malfoy se estarían cuadrando, las clasificaciones de ambas estaciones se dispararon. No había publicidad en el mundo mejor que el odio abierto y la rivalidad pública.
El combate fue feroz e incesante. Ron emitió espectáculos de juegos como “Name That Charm” y “Transfigure Your Future”, diversión, comida familiar con invitados famosos y un humor amable. Draco los masacró con su propio espectáculo, “Tu poción o tu vida”, donde los concursantes bebieron una poción desconocida y tuvieron treinta minutos para preparar el antídoto. Fue presentado por nada menos que Severus Snape, quien hizo las cosas lo mas incomodas posible para los competidores al insultar sus habilidades, sus ancestros y su estupidez general.
Se convirtió en una sensación de la noche a la mañana. Las ventas de túnicas negras y aceite para el cabello subieron por las nubes, así como camisetas con las frases. -¿Naciste sin cerebro o te abandono junto con tu dignidad? Y ¿Cuántas veces te dejó caer de cabeza tu madre cuando eras niño?
Draco produjo “Sneakoscope”, un programa lleno de chismes, rumores y lo ultimo en alta costura de celebridades al aire en contra “Estilo mago”. Gano casi un seguimiento de culto, ya que parecía que a la gente le importaba más la moda si alguien famoso la usaba.
Ron no estaría acabado. Produjo su propio reality show para combatir la exitosa “Vida con Vernon”. “Muggle House” desafió a seis magos a vivir como un Muggle durante ocho semanas. El que duro mas tiempo gano enormes sumas de dinero y un contrato de grabación, ya sea que pudieran cantar o no. Ron capitalizo su éxito al utilizarlo en tres spin-offs: Muggle Office, Muggle Restaurant y Muggle Island. Si su investigación le mostro algo, era que si uno tenia una buena idea, uno debería tener suficientes secuelas para inundar cada intervalo de tiempo abierto.
Uno de los espectáculos mas populares de Ron, “Wizards Most Wanted”, presento recreaciones de la caza de algunos de los criminales magos mas peligrosos del mundo. Para contrarrestarlo, Draco produjo “Aurores”, que siguieron a Aurores de la vida real mientras perseguían a los delincuentes. Para contrarrestar eso, Ron contrato a Sirius Black, que no estaba muerto como anfitrión. Su triste historia de vida y sus rasgos pícaramente apuestos lo hicieron sobre salir. Pronto, estuvo en la portada de revistas y tenía una línea de ropa deportiva… Y un contrato de grabación. Draco, tratando de hacer su show, mas nervioso, intento que los Aurores accidentalmente rasgaran la ropa de los prisioneros. Se marcharon del espectáculo.
Oliendo sangre, Ron fue a matar. “Muggle eye for the Wizard Guy” tenía Muggles honestos a los Muggles enseñando a los Wizards a ser más Mugglelike. Fue presentado por los primos Muggle de Seamus Finnegan y Dean Thomas, que tenían un instinto inesperado para accesorios y arreglo personal. Casi de inmediato, “Metro Muggles” se convirtió en furor en todas las comunidades mágicas. Los trajes de tres piezas y los vestidos de noche reemplazaban las túnicas de gala en las funciones del Ministerio, los teléfonos celulares reemplazaban a alas llamadas de flúo y todos tenían una computadora portátil y un nombre de pantalla.
Ron sabia que Draco estaba desesperado cuando Charlie le dijo que Draco se acerco a él para ir a su red y protagonizar “The Dragon Hunter”
- ¿Te puedes imaginar lo frio? Charlie frunció el ceño sobre un vaso de Ogden. -Como si alguna vez pensara organizar un espectáculo que me tuviera luchando con dragones. Debe pensar que estoy loco. ¿Qué clase de idiota se pondría contra un feroz animal salvaje?
-Tengo que admitir que es bastante descarado incluso para un Malfoy. Ron no pudo evitar sentirse impresionado. Draco fue creativo.
-Desvergonzado y estúpido, continuo Charlie, ¿Qué le haría pensar que iría contra la familia por el bien de unos pocos galeones?
Ron se encogió de hombros. -Nunca tuvo una verdadera familia, Charlie. No comprende ese tipo de lealtad. Vacío su cerveza de mantequilla y levantó la vista para ver a Charlie mirándolo, sus grandes ojos parpadeando rápidamente.
-¿Acabas de defenderlo? Pregunto incrédulo.
-No seas ridículo.
Charlie continúo parpadeando. -Estas disfrutando esto, ¿no? Estas disfrutando, luchando en él.
Ron se encogió de hombros otra vez. -Tal vez ha sido muy emocionante revisar los documentos para ver lo que se dice, de quien lo dice. Encontrar formas de superarle, de ser maniobrado. Tiene toda la emoción de la guerra, sin las bajas.
Charlie le dio a Ron una pequeña sonrisa que Ron no estaba completamente seguro de que le gustara. Al elegir ignorarlo, Ron continuo: -Hazme un favor y deja que piense que lo estas considerando.
-¿Qué?
-Quiero descubrir lo que él te ofrece. No es frecuente que uno pueda obtener una oferta así. Probablemente obtendrás algunos regalos del trato.
-¿Y cual es mi razonamiento para estar interesado de repente?
-No se… Dile que le envié a Lupin o a alguien una canasta de frutas mas grande, o les di un lugar mejor para estacionar sus escobas, y te sientes infravalorado. Dile que te sientes sofocado y que quieres explorar tu alcance como un artista.
-Esa es la cosa más estúpida que he escuchado.
-Confía en mí, sonrió Ron, -Malfoy lo entenderá perfectamente.
De alguna manera, la prensa se hizo con la información y la guerra de ofertas por Charlie Weasley fue el titular todas las mañanas durante semanas. Ron seguía ofreciendo ventajas más grandes y extravagantes a Charlie para que Draco tuviera que subirle una, Plumas chapadas en oro, túnicas de seda de araña, aparcacoches en el estudio, agua embotellada importada de un glaciar, masajes diarios y pedicuras para él y los dragones. La lista creció a diario. Ron estaba pasando el mejor momento de su vida.
Charlie llegó a su oficina tarde en la noche en que se suponía que debía decirle a Draco que había hecho su elección.
-¿Le dijiste que lo rellenara?, pregunto Ron con entusiasmo, sin molestarse en levantar la vista de sus papeles.
-No exactamente, respondió nerviosamente.
Ron sintió que los pelos de su nuca se erizaban. ¿Qué quieres decir con no exactamente?
-El no me veía.
-¿Porqué?
-Bueno supongo que no eras el único con una estrategia.
-¿De que estas hablando?
-Esta. Charlie le entregó a Ron la última edición de The Daily Prophet, el titulo prácticamente brillante de la página, “Howler-TV gana los derechos exclusivos para emitir la Copa Mundial de Quididitch. Wizard-TV se cerró por completo.
Ron leyó las palabras una y otra vez, como si tratara de traducirlas a un lenguaje que el pudiera entender. Luego, como golpeado con una bludger con púas, se sobresaltó. Se dio cuenta de lo que acababa de pasar. Sin decir una palabra a su hermano, agarro el periódico, lo aplastó con sus manos temblorosas y salió por la puerta.
La guerra estaba a punto de ponerse sangrienta.
Ron una vez más salió del ascensor y bajó por el largo pasillo hacia las puertas con ese maldito nombre grabado en letras doradas reflejadas en su rostro. No había secretario allí para detenerlo esta vez; Nadie. Ningún testigo, era algo bueno, pensó, mientras abría las grandes puertas de caoba.
-Eso te tomó demasiado, comento Draco con su voz mas desinteresada. -hubiera imaginado que habías estado aquí en segundos después de que tu hermano se fue. ¿La edad te frena Ronald?
-Bastardo.
Draco levanto la vista, el costado de su boca se levantó lentamente. -Esa es una forma de verlo, creo. Otros podrían llamarme un genio táctico.
-Todo el asunto con Charlie fue una provocación. Nunca lo quisiste para tu red. Intentabas distraerme lo suficiente para obtener los derechos de la Copa del Mundo de Quidditch. Tiro el periódico arrugado en el escritorio de Draco.
Draco lo miro por un momento. -Por el amor de… Pensaba que tendrías una mejor imagen de mi que esta. Tenia que tener dos años. Llevo rato sentado en mi escritorio con un montón de papeles. Recibo notas y archivos semanalmente, sabes necesito recordar enviarles algunas fotos para los archivos.
Ron vio como Draco hacia una nota para enviar las fotos actualizadas.
-Ey, huroncito, todavía estoy aquí.
-Me di cuenta, pero todavía tengo que descubrir ¿por qué?
-¿Por qué? Ron grito, incrédulo. ¿Porqué? Cuando comencé esta aventura, lo hice con la esperanza de transmitir Quidditch al mundo, de hacer posible que todos tuvieran acceso a todos los juegos, independientemente de si podían pagar o no las entradas. He estado transmitiendo toda la liga de juegos que se preparan para la Copa del Mundo, para el primer Torneo de Quidditch en el mundo. Y tú vienes y me quitas lo que más significaba para mí, y te preguntas por qué estoy aquí.
-No voy a dejarlo Weasley, dijo mientras se ponía de pie, moviéndose alrededor de su escritorio y hacia Ron hasta que estuvieron cara a cara. -Es una mina de oro clasificado. -No puedo evitarlo si te dejan fuera de combate.
Ron no se inmutó y no pudo caminar. -¿Fuera de maniobra? Entonces piensas, Malfoy. Nunca has trasmitido un evento deportivo. No tienes idea de cómo hacerlo.
Draco parpadeó confundido, pero por lo demás no dijo nada. -Si puedes hacerlo Weasley, puedo hacerlo mejor.
Ron dio una pequeña sonrisa. -El Quidditch internacional tiene reglas sobre quien puede y quién no puede anunciar. Cuantas veces pueden anunciarse en una sola transmisión. Lo que los comerciales pueden y no pueden decir. Pero estoy seguro de que usted conoce todas las restricciones. De lo contrario, llámalos. Están encantados de enviarte los volúmenes del 1 al 4. Ese sería un buen comienzo.
Draco parpadeó de nuevo.
La sonrisa de Ron creció. -¿Quién hará los comentarios?
-¿Quién más? Respondió con un toque de desdén, Lee Jordán. Él es la voz de Quidditch. ¿Nunca escuchas tus propios juegos?
A pesar del tono de Draco, Ron creyó ver que un ojo gris temblaba ligeramente. -Lee Jordán no trabaja para el Qudditch internacional. Esta bajo un contrato exclusivo conmigo, así que vuelve a intentarlo.
Draco parpadeo dos veces.
-Si Draco, me superaste y te colocaste en un aprieto correcto. Ron se acercó más a Draco, por lo que casi se rozaron el uno al otro.
Draco recupero su voz. -Eres mejor en esto de lo que pensaba, dijo divertido.
-Tú no eres tan malo.
Se quedaron sonriéndose el uno al otro hasta que Draco rompió el silencio. -Pensé que viniste aquí para presentarme tu puño.
-Eso pudo haber cruzado por mi mente una o dos veces en el camino.
-¿Qué lo cambio?
-No estoy seguro, parecía menos una pelea y más como… Más como.
-Juegos preliminares, susurro Draco, inclinando su cabeza y frotando la punta de su nariz contra la de Ron antes de rozarlo con sus labios.
-Algo asi, fue la respuesta entrecortada. Ron se inclinó, sus labios se cerraron sobre los de Draco. Sus ojos se fijaron en el contorno suave de la pequeña boca, rosa como algodón de azúcar. Sintió el rápido subir y bajar del pecho de Draco contra el suyo y se pregunto brevemente por que Draco ya no parecía tan agudo. Los labios de Draco se separaron ligeramente, tal vez para pedirle a Ron que hiciera un movimiento, tal vez para reírse, todo parecía tener distintas posibilidades. Ron decidió que no esperaría para averiguarlo. Presiono sus labios con los de Draco con una suavidad que nunca asocio con su relación con Draco; con una dulzura que no se dio cuenta de que poseía.
Sus bocas encajaron perfectamente, los labios se superpusieron unos a otros con suaves lenguas nerviosas que se deslizan dentro y fuera. Draco sabia a menta y chocolate negro, e hizo pequeños ruidos que habrían sonado como gemidos provenientes de cualquier otra persona. Ron lentamente levanto su mano y hundió sus dedos en el plateado cabello rubio.
Pronto sintió que las manos pequeñas de Draco se abrían paso por debajo de su ropa, hasta que tocaron su piel desnuda de Ron. Cuando las uñas afiladas le arañaron el torso, Ron perdió toda la razón. Levanto a Draco por la cintura y lo sostuvo sobre el gran escritorio.
Las manos comenzaron a rasgar la ropa, se mordieron el cuello y los hombros, los gruñidos y los gemidos reemplazaron los suaves gemidos, y la dulzura de su primer beso dio paso a un vertiginoso frenesí. La piel de Draco era perfecta, lisa y sin marcas, y Ron disfrutaba de salpicarlo de mordiscos de amor.
Entre gemidos y susurros, Ron creyó oír a Draco murmurar algo, y se volvió cuando escucho muebles que se movían detrás de él. Las sillas y la mesa al final de la oficina se apilaron ordenadamente mientras parte de la pared se abría para revelar una pequeña cama. Ron se sorprendió al encontrar una cama grande y lujosa con sabanas de seda y almohadas de plumas. -¿Tienes una cama en tu oficina? Pregunto incrédulo.
-Tuve que hacerlo, respondió Draco, -Tratar de superarte es muy lento. Termino quedándome aquí mas noches de las que jamás admitiría.
-Cómodo, es.
-Muy
Draco se recostó en la cama, su cabello se complemento perfectamente con el verde suave de la ropa de cama. Ron quería comentar que solo Draco tendría una cama de colores coordinados para combinar con su complexión, pero lo pensó mejor. Teniendo en cuenta su historia, cuanta menos palabras haya entre ellos en este momento, mejor y además … Ron pensó que Draco se veía bastante adorable.
Mientras miraba a Draco, bellamente desnudo y esperándolo en una lujosa cama, Ron comenzó a sentirse nervioso.
-Basta Weasley, deja de pensar.
-Ron
-Bien … Basta, Ron
Había algo casi desesperado en la voz de Draco… algo vulnerable. Era una locura, todo esto, pero nada lo había hecho sentir tan vivo. Draco siempre sacaba algo feroz en él. Solía ser odio, pero podría ser tan fácilmente… otra cosa. Francamente, estaba cansado de luchar contra eso.
-Eres muy agresivo para que teden en el trasero, dijo con una sonrisa, mientras se sentaba en la cama y al lado de Draco.
Draco se relajo cuando la piel de Ron toco la suya. -¿Quién dijo que voy abajo?
Ron sonrió mientras acariciaba el cuello de Draco. -Por favor, Draco, todo sobre ti grita abajo.
-Nunca grito.
-¿Es eso un desafío?
Antes de que Draco pudiera responder, Ron le mordió el cuello y Draco arqueo su cuerpo y soltó un grito ahogado. -¿Siempre usas tus dientes con tanta fuerza?
-Solo si eres agradable.
-No soy agradable… pero estoy bien. Ron podía sentir su sonrisa, incluso si no podía verlo.
-¿Alguna vez te callaste? Y de nuevo, antes de que Draco pudiera responder, Ron lo distrajo. Esta vez pasando la lengua por el torso de Draco hasta el ombligo. -Joder, sabes bien.
-Basta de bromas ingeniosas, dijo Draco, con los ojos cerrados. -obviamente puedes mejorar tu uso de la boca. Te sugiero que lo hagas.
-Tan condenadamente agresivo, murmuro Ron con una sonrisa, en la suave piel del muslo de Draco. Dejo de hablar y en cambio le mostro a Draco cuan versátil era realmente su boca.
Era la primera vez que cualquiera de los dos podía recordar cuando estaban completamente en silencio ante la presencia del otro. Sin insultos, sin palabras burlonas, sin amargura; solo silencio dichoso ocasionalmente roto por un suave gemido, un jadeo o un grito de placer.
Ron paso su lengua por el cuerpo de Draco y se complació en descubrir que cada centímetro, sabia a caramelo; como gotas de limón, bolas de fuego y duelas de duendes. Todas sus cosas favoritas envueltas en un marco esbelto y pálido, bellamente empaquetado.
Después, el largo cuerpo de Ron estaba sobre Draco, cubriéndolo. Era una sensación extraña, querer proteger lo que antes odiaba. Estaba demasiado cansado para tratar de explicárselo así mismo o a cualquier otra persona. No, este seria su secreto, el suyo y el de Draco. Con un suave “Nox” apago las tenues luces, envolvió sus brazos alrededor de su amante y durmió.
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Marcia se sentó en su escritorio con la última edición de The Daily Prophet en su escritorio. Ella leyó el titular una y otra vez. La red de Draco Malfoy transmitiría la Copa Mundial de Quidditch. El Sr. Weasley habría visto esto anoche, lo que significaba que o bien se enfurecería hasta el punto de la combustión espontanea cuando finalmente entrara en la oficina, o que ya estaba en Azkaban por asesinato. Levanto la vista hacia el reloj, eran las 10:30 am. El Sr. Weasley siempre estaba en la oficina a las 7:30. Azkaban parecía tener más posibilidades por cada minuto que pasaba. Estaba a punto de llamar al Sr. Potter, tal vez sabia algo, cuando la puerta finalmente se abrió.
-Buenos días, Marcia, dijo jovialmente Ron Weasley cuando ingreso a la oficina. Sus mejillas estaban rosadas y sus ojos brillantes. El corazón de Marcia cayo en su estómago. Él no sabía.
-Señor Weasley, dijo tímidamente, -yo creo… que necesita ver esto. Una mano temblorosa extendió el periódico.
-Ya lo vi, querida. Esta bien. De hecho, tengo una reunión a primera hora de la tarde con el Señor Malfoy. Cancela todas mis otras citas, -¿no?
Marcia lo miro sin pestañar. -Aquí señor, ¿vendrá aquí?
-Si, va a tratar de convencerme de prestarle a Lee Jordán para dar un comentario sobre la Copa del Mundo.
-¿Él va a qué? Se pregunto brevemente por que nadie le había dicho que el infierno se había congelado.
Ron solo sonrió. -El vendrá aquí. Ah y Marcia, tomate la tarde libre. Me convencerá por mucho tiempo.
Fin