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Regla de las primeras palabras por kaikuroi

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Regla de las primeras palabras

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Capítulo único

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Yoongi suspiró y se revolvió el cabello, más dormido que despierto. Su reloj marcaba más de medianoche, lo que no significaba nada bueno dado que tenía que despertarse temprano en la mañana para poder tomar el tren hasta la universidad, pero no podía irse a dormir sin antes haber terminado su ensayo.

Malditos ensayos.

Los odiaba. Estaba muy consciente de que de todos modos debía escribirlos, le concedían puntos valiosos para aprobar literatura y no podía permitirse perder la asignatura y repetir año, no cuando apenas hacía dinero suficiente como para comer dos veces al día.

Miró la pantalla de su computadora y tipeó dos párrafos. Borró varias líneas. Gruñó.

Él no era malo en redacción, pero reconocía que esta vez estaba teniendo problemas. Debía ser el tema del ensayo; «Análisis del estudio filosófico de las almas gemelas en el libro El Banquete, escrito por Platón». También entraba en juego el factor que el mínimo de palabras que había requerido su profesor fueran 10,000…

Una hora pasó volando, y él estaba a solo unas pocas oraciones de terminar. Entre su cansancio, por alguna razón, meditó cómo quería escribir su conclusión mientras recapitulaba todo lo que conocía sobre las almas gemelas. Sabía que habían aparecido hace miles de años y que hasta día de hoy no había razón científica que las explicara, sobre todo al evento al que daba paso el que las almas gemelas se encontraran: La Escritura.

La Escritura ocurría cuando tu alma gemela te dirigía sus primeras palabras, no importaba si estabas o no presente, solo tenía que mencionar tu nombre en una oración y lo siguiente que sabías es que tenías sus palabras y su nombre tatuados en el cuello.

La mayoría de personas tenía cosas bastante normales como «hermosa, guapo, linda, adorable»… pocas veces mirabas algo fuera de lo común.

En fin, La Escritura era un evento que ocurría con normalidad en estos días gracias a las redes sociales, muchas personas encontraban a sus parejas así, pero también había muchos que nunca se topaban con su alma gemela.

Yoongi creía también que nunca encontraría a la suya porque, siendo realistas, no la buscaba y tampoco era muy sociable, así que no era frecuente que conociera gente nueva. En fin.

Terminó de escribir e imprimió el trabajo. Aun podía descansar un par de horas, así que se preparó para dormir y se metió bajo las sábanas, rascándose el cuello. Parecía que tendría una alergia o algo, pero ya chequearía por la mañana, ahora estaba demasiado cansado…

10 minutos antes, en algún complejo departamental para universitarios…

Las risas llenaban la habitación, y los veinteañeros allí reunidos seguían charlando animadamente. De entre ellos Taehyung, un chico delgado de cabello castaño, estaba empeñado en molestar a su mejor amigo.

–Dímelo ya, Jimin, ¡Sé muy bien que alguien te gusta! –Jimin se rio con ganas y tomó un trago de alcohol, negando con la cabeza.

–No hay nadie en particular.

–Debe de haber alguien, hay gente muy bonita en la clase de literatura… Choa, Wendy, Jackson y… mmm… ¿Cómo se llama el de cabello blanco? ¿Yoongi? Él es lindo –Los dos chicos hicieron una mueca.

–Pues sí, pero… Yoongi hyung es… un idiota frío como el hielo, y además se ve aterrador. Su cara es como la de una muñeca de porcelana pero su actitud es bastante complicada.

–Hey, ten cuidado ahí Jiminie, recuerda la regla de las primeras palabras… –Taehyung, un poco preocupado, le dio un empujón.

La regla de las primeras palabras era como una ley no escrita en todo el mundo, y consistía en que la primera vez que hablabas con o sobre alguna persona lo primero que decías era un cumplido, de esa manera si la persona era tu alma gemela tendría palabras bonitas en su tatuaje.

–Tae, no te preocupes. Es imposible que sea mi alma gemela…

–Ajá, eso mismo dijo Jungkook cuando nos conoció a Hoseok y a mí ¡Y mírame! –Discutía divertido mientras estiraba su cuello para que Jimin leyera de nuevo lo que ya sabía estaba escrito allí:

«No eres mi alma gemela –Jungkook J. Peculiar –Hoseok J.» Tae era un caso raro en donde se tenían varias almas gemelas, y se daba una vez cada tantas décadas.

–Deja de decir tonterías y alcánzame otra lata –Dijo Jimin mientras Tae se alejaba a conseguir más cerveza. Después de todo, encontrar a su alma gemela de esa manera era absurdo ¿Qué probabilidades habían de que eso pasara?

 

El despertador taladró sus oídos cuando se dignó a abrir sus ojos esa mañana. Murmurando alguna cosa sin sentido se puso de pie para alistarse, checando que tenía pocos minutos para salir de su cutre apartamento si es que no quería llegar tarde a la Universidad.

Tragó un par de tostadas y café antes de pasar a lavarse la cara y los dientes al baño; admiró su reflejo en el espejo despreocupadamente, desarreglándose el cabello y rascándose el cuello cuando lo vio.

Oh, sí que lo vio.

«Idiota frío como el hielo –Jimin P.»

Ese era el tatuaje que adornaba su cuello con letra estilizada, salpicada en colores celeste y morado. Respiró fuertemente, no sabiendo si lo que sentía era enojo, decepción, tristeza o una mezcla de las tres.

Estaba jodido. Más que jodido. ¿Quién demonios era ese tal Jimin y por qué estaba hablando sobre él? Con la mente dándole vueltas hizo lo único que se le ocurrió: Llamar a Hoseok y preguntar si conocía a la persona, después de todo Jung Hoseok conocía a cada persona y fantasma en la Universidad.

Le marcó una vez salió de su apartamento, bufanda al cuello, y se subió al tren para llegar a clases.

– ¡¿Hola, Yoongi? ¿Por qué… tan temprano?! –Le escuchó gritar en cuanto contestó el teléfono.

– ¿Dónde diablos estás?

– ¡Cafetería, en… estación…de la Universidad! ¡Vas…! –No podía escucharle muy bien, tanto por el ruido de donde estaba Hoseok como por la pésima señal que había bajo tierra.

–Necesito que me digas si te suena un Jimin P-algo.

– ¡Jimin, ¿Hablas… Park Jimin?!

–Supongo, ¿De dónde lo conoces?

– ¡Literatura…! –El sonido estaba pésimo, y parece ser que Hoseok estaba en medio de un grupo de estudiantes empujándose para obtener un desayuno antes de entrar a las lecciones de primera hora.

–Hobi, que no te oigo, habla claro. ¿Le conoces o no?

– ¡Es… una puta…! –Hubieron gritos de fondo, y Yoongi puso una cara de confusión.

–No te estoy entendiendo nada, ¿Dices que Park Jimin es una puta? –Un poco de enojo en su voz y su amigo supo que lo había malinterpretado.

– ¡No, que si es una puta broma! –Dijo tan fuerte como pudo, moviéndose fuera del barullo de la cafetería ahora que había podido comprarse a él y sus novios unos sándwiches – El niño es súper popular, lindo, amable… ¡Y se sienta dos filas detrás de ti!

Yoongi se removió con ansiedad, y en cuanto las puertas del tren se abrieron salió corriendo hacia su aula de literatura, su primer curso.

– Ya. Escucha, Hoseok, te hablo después –Y le colgó mientras recorría apresurado los pasillos de la universidad.

Las personas se alejaban y abrían camino para él al verlo pasar tan apresurado y con tal semblante. Su mente iba a mil por hora también; no sabía qué iba a hacer o decirle al otro chico en cuanto lo viera, solo tenía la urgencia de ir con él.

Entonces llegó a la puerta de su salón y se chocó con alguien que iba de salida; ambos se miraron y se reconocieron al instante. Jimin, con las mejillas rojas, rastros de lágrimas y un pañuelo de tela atado al cuello, no dejó que el mayor lo ayudara a pararse, en vez de eso empujó su mano y se dirigió a los baños.

Taehyung salió detrás de él, pero al ver a Yoongi en la entrada no pudo más que darle un puñetazo en la cara, mandándolo a rebotar contra la pared. Su mirada parecía matarlo una y mil veces, y no sabía por qué. La gente empezó a reunirse a su alrededor.

– ¡Regla de las primeras palabras! –Fue el reclamo que Yoongi escuchó, y todo tuvo sentido. Apenas recuperándose trató de seguirle el paso a Kim, quien ya se estaba yendo tras su mejor amigo. No atinó a más que agarrarle de la muñeca en cuanto estuvieron unos pasos alejados de la puerta del baño.

– Ya sé que estás molesto y yo soy un idiota, pero déjame hablar con él… –Taehyung quiso gritar, patalear y decirle que no, pero su mirada… Joder, su mirada no mentía. Esos dos eran almas gemelas y tarde o temprano iban a tener que solucionar ese desastre. Le dejó entrar.

– ¿Jimin…? – Su voz hizo eco, al igual que los sollozos. Un muchacho apoyado en el lavamanos le miro a través del espejo, con la mirada cargada de dolor. Un suspiro descorazonador salió de sus temblorosos labios.

– ¿Qué quieres, hyung?

Yoongi no dijo nada, solo se acercó hasta pegar su pecho con la espalda del chico. Con cuidado, lentamente, sus manos subieron hasta secar con los pulgares sus lágrimas y luego procedió a desamarrar el pañuelo que tenía en el cuello. Hizo un sonido que no era ni un gruñido ni un sollozo al ver el reflejo y leer las palabras en el cuello de Jimin.

« ¿… Park Jimin es una puta? –Yoongi M.», las letras, de un suave tono rosa pastel, parecían haber sido escritas con un lapicero de tinta con diamantina, pues brillaban encantadoramente a cada pequeño movimiento, como si hubieran pequeños diamantes incrustados en el cuello de su alma gemela.

Escuchó a Jimin llorar con más fuerza y lo único que pudo hacer fue afirmar su cintura entre sus brazos y recostar su frente en su espalda.

–Lo siento, Jimin-ah… Hyung es un idiota…–El menor, después de unos minutos en los que trató de calmarse se giró despacio. Quería ver su tatuaje, así que Yoongi le dejó quitarle la bufanda sin resistencia.

«Idiota frío como el hielo –Jimin P.»

Ambos soltaron una risita nerviosa cuando sus ojos se encontraron nuevamente. No podían decir que este era el mejor comienzo que podían tener, pero eran almas gemelas después de todo, ambos era muy necios como para deprimirse por este pequeño primer desliz.

–Me debes un café –Soltó Jimin, mientras ambos se dirigían a la salida del baño– Voy a tener la palabra puta tatuada en mi cuello toda la vida por tu culpa, me lo debes.

–Te debo mucho más, nunca podré pagártelo –Contestó Yoongi, uniendo sus manos.

–Entonces parece que vas a tener que quedarte conmigo lo que tu deuda dure.

–Te daré toda mi vida, si eso quieres.

Se sonrieron, y entonces supieron que estaría bien. Ellos estarían bien.

Notas finales:

Fiuuu… Hace meses que no escribo, y de repente me sale esto. En fin,  que me inspiré en el fic “Bad Things That Happen To Worse People” por taehyoongles  (https://archiveofourown.org/works/7423696 ); No compartimos mucho más que el que las marcas sean “malas” y la mención del JungkookxHoseokxTaehyung. Si saben inglés, se los recomiendo un montón. <3

No creo que haya segunda parte de esto… pero quién sabe, tal vez saque una segunda parte o un one shot contándola la historia del TaeKookHope, no sé.

Dejen comentarios y alegren mi día. ;)

¡Kaikuroi fuera!


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