Era un viernes bastante tranquilo pero muy alegre, sobre todo para siete hombres en un pequeño departamento de Tokio. El motivo de gran celebración era para festejar el cumpleaños número 28 de un pelinegro que parecía bastante excitado con la idea.
—Shinobu-chin, Miyagi-san muchas gracias– el rubio sólo se limitó a sonreírle tiernamente mientras que Miyagi afirma que había sido totalmente su idea prestar su departamento para la pequeña fiesta del joven doctor, “todo para hacer feliz a la tierna esposa de Kamijou”.
Nowaki había terminado de abrir sus regalos hace poco menos de un minuto, viendo cómo una sonrisa cada uno de ellos y aún que sus obsequios no eran su principal prioridad en su fiesta, aún así había estado encantado de recibirlos; bajó la mirada una vez más hacia sus cajas, analizando cada uno de sus contenidos.
Había recibido de Misaki y Todou un nuevo juego de espátulas de titanio, Akihiko le había obsequiado un caro reloj y Shinobu estetoscopio nuevo con su nombre grabado y por último una camisa bastante linda y formal por parte de Miyagi, este siempre se encargaba de insistirle en que ahora que era un médico completo debía vestirse formal e imponente ante su cargo.
—Bueno ahora que has terminado con los obsequios, ¿Por qué no pasamos a partir tu pastel de cumpleaños Nowaki?—
—Aun no Shinobu-kun, falta el regalo de Kamijou-sensei— el mencionado venía con una caja algo grande en las manos mientras captaba la atención de Nowaki.
—¿Hiro-san tú también trajiste un…?—
—No interrumpas Nowaki, tengo algo que decir antes de darte esto—
—Vaya, no sabía que planeabas ponerte romántico con todo esto Hiroki—
—Callate Akihiko, tú tampoco interrumpas— el maestro carraspeó un poco su garganta para dar después de un suspiro a modo de tratar de acomodar las palabras en su mente, los demás sólo veían con atención —Muy bien, creo que desde que vivimos juntos, ha sido con lo que más has insistido, vaya que eres una persona insistente aún así a pesar de todo jamás sedo al 100% de las cosas que quieres, sin embargo, al menos por esta ocasión hiciste un buen trabajo o al menose cansaste demasiado. Así que, decidí cumplirte este único capricho y escúchame bien Kusama Nowaki, es la única vez que te digo que espero ese compromiso y tanta responsabilidad que me robaste y prometiste. —
El castaño colocó frente a Nowaki la gran caja amarilla con lazos rosas, antes de que el ojiazul la abriera, Hiroki colocó una mano en la tapa para agregar unas cuantas palabras más.
—Antes que nada, este regalo está en criterio a mi gusto ¿ok? Primero, por qué si tú hubieras elegido esto habría sido un completo desastre y segundo por qué si tengo que vivir con esto al menos tenía que ser algo que me gustara, así que, adelante– en ese momento quitó la mano que tenía apoyada en la caja y permitió a Nowaki abrirla.
El joven cumpleañero jaló uno de los moños y abrió la caja, al instante en el que sus ojos vislumbraron el contenido de la caja su cara se tornó en una expresión de placer y completa felicidad.
— ¡Hiro-san! ¡¿Es enserio?!— El chico metió las manos a la caja para sacar de ella a un pequeño cachorro salchicha de un mes.
—¡Owwww, qué lindo¡— Misaki se había levantado de su asiento en el sillón para correr al lado del doctor y tomar al pequeño perrito en brazos —Mira Usagi-san ¿No es bonita?- el mencionado ahora tenía al cachorro a algunos centímetros de distancia de su cara, la pequeña criatura tenía sus grandes ojos en los del escritor, justo para después darle una juguetona lengüetada en la nariz mientras él chico reía.
Pronto la pequeña perrita fue el centro de atención para los jóvenes de la casa, el maestro de literatura sonrió un poco ante la reacción de los presentes en la sala, se dirigió a la cocina y tomo algunas bebidas, después regreso al sillón de tres plaza donde estaban sentados Usami y Miyagi y se sentó en medio de ambos entregándoles una cerveza a cada uno.
—Menudo regalo honey, nos has dejado fuera de la competencia a todos—
—¿Cuál competencia idiota? Sólo pensé que por una vez sería bueno darle algo que quiere, además el cactus que cuidó sigue vivo así que espero que cumpla lo mismo ahora—
—Kusama es un joven dedicado, supongo que lo hará—
—Más me vale que lo haga antes de encariñarse tanto—
—¿De qué hablas Hiroki?—
—Bueno Akihiko, mis amenazas no son de adorno, si pasa algo...ese perro se va a la primera—