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Desde el primer momento [HunHan] por ChrisaliceCDA

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Notas del fanfic:

Espero que les guste esta pequeña invención mía bajo los efectos del sueño, y que obtuve gracias a la idea de Kasandra<3

Disfruten UWU.

Notas del capitulo:

2.6k de palabras.

Esto nació de la idea de la hermosa Kasandra??’?, a quien le dedico esto, y de mi imaginación nocturna, la mayor parte fue escrito a las dos de la madrugada, mientras el resto en la mañana al despertar, si tiene algún error avísenme para corregir, porque no lo he hecho xd.

En aquella zona había cierta pareja que causaba conmoción por donde pasará. Xiao Luhan y Oh Sehun eran simplemente el uno para el otro.

Algunas amas de casa, acosadoras natas, incluso se habían aprendido por completo el horario de los jóvenes, para saber en que momento verlos pasar por las tardes, siempre de la mano.

Las más intrépidas incluso habían optado por hacer preguntas de manera casual. "¿Cuánto tiempo llevan juntos?" "Hacen una linda pareja, ¿cómo se conocieron?". Siempre recibiendo aquella negativa exagerada de parte de uno, y una mirada anhelante del otro.

Porque aquellos muchachos habían convertido a todo el barrio en fujoshis o fundashis, como eran llamandos comúnmente en Japón.

Xiao Luhan se había mudado a los 17 a Corea del Sur, fue entonces cuando conoció a Sehun, su genial vecino, quien sin que pasara mucho tiempo se convirtió en su mejor amigo. Porque no conseguía personas que entendieran sus referencias a series y películas tan perfectamente como él todos los días, porque en definitiva nadie se habría parado a ayudar al pobre chino que se cayó de boca al piso más que él, porque ninguno más que el Oh hubiera entendido aquellos chistes llenos de humor hiriente hacia sí mismo que hacía mientras se dirigían al hospital en el auto perteneciente al papá del menor, porque desde el primer momento, ellos eran demasiado idénticos para su propio bien.

El amor que ambos se tenían iba más allá del que un compañero o amigo siente por el otro. Y eso era evidente para todas las vecinas del lugar, ya que Luhan tomaba la mano a Sehun cada vez que cruzaban la calle, porque lo ponía del lado contrario a la autopista al caminar por las avenidas, para protegerle de algún accidente a costa de él mismo. Porque cuando creían no ser vistos, se perdían en el otro, se daban esas miradas llenas de sentimientos reprimidos que lograban sacar suspiros tanto de frustración como de añoranza a sus fieles observadores.

Por esas y mil razones más, la señora Guan no concebía lo que su hija le decía, ¡no podía ser cierto!

Pero comprobó que lo era cuando minutos después el timbre fue tocado y un elegante Luhan entró a su sala de estar con un ramo de hortensias, la mujer miró con esperanza atrás de este, esperando ver al otro atractivo muchacho del dúo, pero se desilusionó al descubrir el umbral vacío.

Su mirada estaba perdida en algún punto de su sala de estar amarilla huevo, ¿cómo su hija podía haber hecho eso? ¿A ellos que se amaban tanto? Y peor aún, ¡a ella misma! Que los adoraba.

Miró atentamente el rostro de Luhan durante más tiempo del debido, comparó las expresiones de tragedia que tenía el muchacho en ese momento con aquellas sonrisas flojas y casi inconscientes que salían de él mientras enviaba una mirada de reojo a Sehun cuando creía no tener espectadores.

La señora mayor suspiró, y negó con su cabeza, preparándose para lo que diría.

—Lo lamento, Luhan... pero hay un par de cosas por las que no acepto que salgas con mi hija —Prefirió ignorar el rostro fruncido de la misma y la mirada de desconcierto pintada en la de él—. En primer lugar, mi hija es demasiado joven para salir contigo, no te ofendas, pero le llevas 7 años, y eso no es algo que pueda pasar por alto.

No eran más que excusas estúpidas, puesto Sehun no era más que dos años mayor que Xiao Tong. Y aquella mujer de avanzada edad sabía perfectamente que pasaría por alto cualquier cosa con tal de ver a ese par junto.

—Disculpe, señora Guan. Pero la edad no me parece un impedimento en este caso, Tong es mayor de edad, así que creo que ella puede decidir sobre eso.

—Aún así, ella vive bajo mi techo y mi opinión sigue siendo importante si desean estar juntos —tomó aire y lo soltó negando nuevamente con su cabeza—. No me agrada que estén juntos, no pienso darles mi bendición.

Pudo notar como Luhan esbozaba cierta sonrisa aliviada al salir de su hogar.

...

Y ella, al ver que no había nadie más con intenciones de molestar, fue inmediatamente a interrogar a su hija sobre la situación, no escatimado en sus palabras, por lo que terminó haciendo que esta llorase. Y es que "No puedes estar con él, Tong, ¡es gay! Y me parece una completa falta de respeto que intentes romper la hermosa pareja que hacen Luhan y Sehun".

Al final, su hija terminó cediendo y contando cómo la situación había llegado a ese punto.

Al parecer, todo había comenzado porque Sehun y Luhan, después de años, habían intentado tener algo. Y es que si, el menor había confesado sus sentimientos de una manera bastante íntima y romántica hacia algunos meses, siendo aceptado por el chino, porque era evidente que también lo amaba, porque sabían que eran el uno para el otro.

A pesar de ello, todo había acabado de un momento a otro, cuando el mayor se había sentido acorralado por las madres de ambos, quienes estaban completamente en contra de que estos estuvieran una relación más profunda que de simples amigos, en adición a los celos de ver a Sehun volviendo a casa acompañado de su compañero de facultad, Suho, el día que se le hizo tarde en el trabajo y no pudo ir a buscarlo él.

Era ahí donde entraba ella, porque en un intento desesperado de arreglar todo, a Luhan se le ocurrió la magnífica idea, nótese el sarcasmo, de darle celos a Sehun para que él fuera quien insistiera en solucionar todo entre ambos.

Claro que el atractivo muchacho nunca pensó en que Sehun terminaría aún más dolido... y que su madre llegarían en el peor momento, encontrando a la muchacha sentada en sus piernas.

Y ahí estaba la situación. La progenitora de Luhan llevaba semanas presionándolos de tener algo más serio que un simple "no es nadie, y ya se va".

Tantos habían sido sus esfuerzos que el joven le había contado absolutamente todo a Tong, quien estando casi enamorada desde que lo vio por primera vez, a los diez, decidió que aquello no importaba y que estaría bien presentarse con su madre, probablemente, idea contraria a lo que pensaba el chino cuando decidió sincerarse.

Y así es como habían terminado de esa forma. La mayor de ambas se encontraba completamente indignada, pero contrario a lo que pudieran pensar, era porque su pareja favorita había estado saliendo durante algunos meses y ella ni siquiera pudo intuirlo, quizás a causa de que actuaban como una relación desde que los conocía, y de seguro el trato entre ambos no habría cambiado del todo. Además, ahora tenía algo que solucionar, y ese era el problema que había creado su hija al no alejarse por las buenas, si... los engranajes en su cabeza comenzaban a hacer clic, y las ideas le invadían.

...

Lo primero que hizo fue ir a casa de Sehun. Tocó decididamente la puerta a las ocho de la mañana en domingo, recibiendo un perezoso "voy" desde el interior de la vivienda.

El muchacho que le abrió la puerta se veía demacrado, con prominentes ojeras y la zona de sus ojos levemente hinchada y rojiza, como una muestra de haber estado llorando, la ama de casa se sintió desfallecer al verlo en ese estado.

A pesar de que él no era alguien que sonriera en todo momento, cuando estaba con Luhan era algo completamente habitual, tanto que todos se habían olvidado del solitario y deprimente adolescente que era antes de que el chino se mudara al barrio.

—¿Estás bien, corazón? —Cuando habló, fue la primera vez que el le dirigió la mirada, y debe admitir con toda la vergüenza del mundo, que se asustó al ver esos ojos vacíos.

Aún así, Sehun dio un respingo al notar de quién se trataba su visitante, claramente la reconocía, ella era la madre de la novia de... no, no podía decir tal cosa, todavía no estaba preparado.

—Disculpe, si está aquí para darme algún tipo de advertencia, le sugiero que se retire, Luhan y yo no tenemos ningún tipo de vínculo, si me disculpa —estaba por cerrar la puerta, para volver a su habitación y lamentarse todo, de lo pesado que sentía la lengua al decir su nombre, de cómo su corazón corría como loco ante su simple mención, de cómo lo había perdido... pero el pie de la insistente mujer hizo que volviera a abrir la puerta por completo, siendo tomado por sorpresa al verla pasar con toda confianza a su hogar—. ¿Desea algo? Porque en creo q...

Calló de pronto al ver como esta le hacía un ademán con su dedo índice y se sentaba en su sillón.

—Guarda silencio. Estoy aquí por una sola razón, niño —suspiró frotando sus ojos con frustración—. Una pareja tan hermosa como tu y Luhan no puede acabar por algo tan estúpido como celos y una relación más falsa que el trasero de la señora Im.

Sehun tuvo que contener cierta sonrisa que quería surcar los labios entre toda esa estupefacción de ver a la suegra del amor de su vida diciéndole que debía ir a por él.

—Él está con su hija... Lo sabe, ¿no? —preguntó con cautela.

—Claro que lo sé, por eso estoy aquí. Mi hija ni es más que un impedimento aquí, y que me disculpe porque sabe que la adoro, pero ustedes no pueden acabar por algo así —confesó, y notó que la sorpresa del estudiante de derecho aumentaba—, en fin, te ayudaré a hacerle entender al otro niño quién es realmente su amor, si es que no se encuentra completamente seguro ya.

Si... Sehun no cabía en su incredulidad.

...

El plan había comenzado, primero se había atribuido el derecho de poder tomar el teléfono celular de su hija y mandarle un mensaje al chino. Era algo directo, "Necesito que vengas rápido a mi casa".

Él, tan caballeroso como era, no pudo negarse a la petición, como una mosca cayendo en la telaraña.

En su sala de estar se respiraba cierta incomodidad, proveniente de tener a Sehun y Xiao Tong en el mismo lugar, el primero cerraba con fuerza sus manos en las rodillas, incapaz de contener los nervios y encontrando aquel plan cada vez más estúpido a medida que pasaba el tiempo. ¿Y si su Hyung había decidido que era mejor quedarse con una chica? ¿Y si ya no sentía nada por él? No quería ser rechazado por aquel al que consideraba el amor de su vida, si tal cosa sucediera no sabría como reaccionar. Porque a pesar de que habían pasado días desde la última vez que hablaron y el mayor ahora tenía... a alguien, una pequeña parte de si le decía día a día que volverían tarde o temprano, porque había demasiado amor entre ambos como para que todo terminaran de esa forma.

Pero, ¿y si no era así? ¿Y si todo aquel amor que Luhan proclamaba hacia él se había perdido en las semanas que llevaban sin mediar palabra?

No pudo pensar en aquello un segundo más, porque el timbre rompió el silencio y el aura de la habitación, instalando en esta una de expectación, semejante a aquella que se respira en una sala de cine donde se proyecta una película de terror, si, esa que se instala en el lugar cuando todo está en silencio y es de saber común que viene una escena llena de gritos y cosas terroríficas.

La menuda ama de casa abrió la puerta, y apenas el joven peligro cruzó el umbral se quedó estático al ver a esa persona enviándole una mirada nerviosa desde el sillón.

Mordió el interior de su mejilla, pasando saliva nerviosamente.

—¿Q... Qué sucede aquí? —graznó roncamente Luhan.

—Antes de que digan algo, necesito que mi hija se disculpe... —La mayor en el lugar envió una mirada compasiva hacia su hija, entendía los sentimientos de esta, pero ella nunca sería feliz con alguien que ama a otra persona, estaba segura de la decisión que habita tomado.

Porque aunque le doliera a su pequeña, sería aún peor si esa farsa de relación continuaba, todos terminarían lastimado, Sehun y Luhan por no poder estar juntos, y ella porque él hombre nunca sería capaz de devolverle ni un poco del amor que ella le profesaba, esas fueron las palabras con las que convenció a su hija de llevar a cabo todo aquello.

Y supo que había hecho lo correcto cuando su niña, porque eso siempre sería para ella, se levantó del reposabrazos del mueble donde estaba sentada y dirigió miradas nerviosas al par de atractivos jóvenes en su sala de estar.

—Yo me quiero disculpar, tanto con Luhan como con usted, Sehun —apartó la mirada mientras entrelazaba nerviosamente sus sudados dedos—. Permitiendo todo esto sólo he conseguido que ustedes terminaran lastimados, supe en todo momento que nunca podría quererme tanto como yo lo hago, y que todo ese amor le pertenecía a una sola persona, y ese es usted, Oh Sehun.

»Lamento si los mantuve separados a pesar de que me contó la verdad de esto, lamento haber sido egoísta y sólo pensado en mi propia felicidad. De verdad, me disculpo.

Entonces, la joven rompió en llanto a la vez que hacía una reverencia, su madre fue rápidamente a consolarla.

—Me parece que ustedes tienen mucho de lo que hablar, dejaré a Tong en su habitación e iré a preparar algo de comer.

Con esto, la mujer salió de la sala en compañía de su primogénita, dejando al par sólo.

Y apenas vieron que ambas subían las escaleras, Luhan fue a abrazar al menor. Sehun siempre había sido un poco más alto que él, irónicamente siendo el menor, pero realmente no le importaba, adoraba sentirse protegido entre los brazos de su niño.

Porque Luhan se convertirá en un bebé al lado de Sehun, en un niño débil ante la inmensidad de los sentimientos que este causaba en su persona, no sabía cómo reaccionar ante aquellas ahogantes mariposas que revoloteaban en su estómago, ante lo enfermizo que era verlo junto a su compañero de clases, a quien comenzaba a odiar sin razón sólo por el hecho de que podía pasar tiempo con Sehun.

Lágrimas cayeron de los ojos del menor ante el repentino contacto, gimiendo un lastimero "Hyung, no vuelvas a dejarme sólo", que sólo pudo tener como respuesta los labios de Luhan limpiando sus lágrimas con suaves besos, tan efímeros como el aletear de un colibrí.

El chino recorrió todo el rostro ajeno con sus besos, su frente, sus mejillas, cienes, nariz y comisuras de los labios.

Hasta que Sehun se sintió cansado de tanta espera. Llevaba días enteros sin siquiera hablar con su hyung, por lo que lo tomó del mentón y acabó con la expectación uniendo ambos labios en un beso hambriento, anhelante, lleno de todos los deseos reprimidos durante las últimas semanas, en el silencio de la sala, pequeños chasquidos podían escucharse, provenientes de aquel insistente contacto.

Cuando debieron separarse para tomar aire, se mantuvieron cerca, todavía unidos por el fuerte agarre de los brazos de Luhan y un delgado hilo de saliva.

—Hyung, lo amo, de verdad, no me deje sólo nuevamente —pidió entrecortadamente Sehun, sintiendo las lágrimas volver a picar sus ojos.

Ante esa escena, el mayor no hizo más que abrazarlo aún más contra él y darle pequeños e inocentes besitos en el cuello, mientras le susurraba en el oído todo lo que Sehun necesitaba oír para ahuyentar los miedos.

Todavía necesitaban hablar seriamente de lo sucedido, pero en ese momento, estaban demasiado ocupados para pensar en tal cosa... y tampoco para reparar en cierta ama de casa que grababa todo desde el piso de arriba, con una sonrisa satisfecha entre los labios.

Notas finales:

Es súper irónico que mi primer fic de EXO fuera de una de las parejas que no suelo leer, hubiera sido más normal si escribiera un Kaisoo o Chanbaek, incluso ChenMin, but anyway, esto es lo que salió<3

En fin, espero les haya gustado~??’–


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