Mi nombre es Park Jung Soo, tengo 23 años y vivo en Seúl, Corea del Sur. Soy dueño de mi propia empresa la cual va triunfando día a día, un maravilloso auto deportivo y un departamento hermoso.
Vivo solo desde los 17 años, huí de casa mientras el cuerpo de mis abuelos y mi padre eran velados en casa. No lo soportaba ni un día más, viviendo en ese lugar donde no había cavidad para mí, simplemente no lo pensé dos veces y al ver la oportunidad la aproveche.
Sin embargo la desgracia me persiguió tiempo después al recibir una carta del gobierno avisándome de la gran deuda que tenía mi padre debido a un conjunto de préstamos, según los registros, para sacar adelante a su familia, cosa que nunca ocurrió.
De ahí descubrimos la razón por la cual había asesinado a sus padres para después arrebatarse la vida, las deudas le pisaban los talones, mis abuelos dependían de el en cierta forma, el alcohol y las apuestas terminaron con él.
Ahora con mi mayoría de edad, era mi responsabilidad pagar aquella deuda, del hombre que siempre abuso de mi madre y de mí, el que nos tuvo a pan y agua durante años, menuda suerte la mía.
Pedí un plazo para reunir dinero suficiente para el primer pago y cuando estuve a punto de tirar la toalla, la suerte toco mi puerta.
Un tipo tres años mayor que yo se cruzó conmigo en el tren, me hablo de su gran idea millonaria y trato de reclutarme. Compra y venta de casas, al principio lo vi como algo inútil que me haría perder el tiempo, necesitaba algo rápido y seguro.
Hyun Min, ese era su nombre; Me aseguro que, con el arduo trabajo y dedicación todo sería más sencillo, obteniendo un éxito seguro.
Así fue como las "Empresas Lee&Park" nacieron; Tiempo después, simplemente se convirtieron en "Empresas Park".
Y ahí estaba, un millonario caminando solo por las calles de Seúl a las 8:03 am, sin compromiso alguno además de mi negocio.
No era muy común que tuviera compañía, ni me atraían ese tipo de cosas, detestaba perder el tiempo con un desconocido, con más razón si ese sujeto se tenía que quedar en mi casa.
~Suena el Celular~
- Park
-Señor - Mi secretaria- Quiero confirmar su asistencia a la reunión de hoy a las 10:15am con los americanos.
- ¿Tiene que ser a esa hora?-Pregunte fastidiado- En verdad, ¿No se puede cambiar?
-No señor, es la junta con los inversionistas, no puede cancelarse.
-Emmm, como sea... Llegaré tarde.
En verdad, si tenía algo que hacer ¿Más importante que mi reunión? ¡¡No, claro que no!! ... Era algo estúpido pero en verdad era lo único que me hacía sentir especial.
Siempre, después de caminar regreso a mi casa para tomar una ducha caliente, me visto con algún traje elegante y a las 9:10am tomo el desayuno.
Salgo de mi casa y tomo el periódico que me ofrece un chico de 17 años en una bicicleta, tomo mi auto y lo estaciono 5 cuadras antes de llegar a mi destino, sin olvidar el periódico.
¿Porque tanto misterio? Desde hace algunas semanas voy a un parque que conocí recientemente, tengo la costumbre de sentarme en la banca que queda 10 pasos de los columpios. Saco mi periódico y leo...
Y Ahí está, puntual como siempre, 10:15am. Sé que él también se ha dado cuenta, seria mucha coincidencia y la verdad es que al principio así lo fue, sin embargo fue tan grande la impresión que tuve, que simplemente no pude dejar de hacerlo.
- Buenos días Joven Park- Saludo una anciana la cual ya se había acostumbrado a verme todos los días, sentado en la misma posición y con un periódico en mano.
-Buenos Días señora ¿Cómo se encuentra?
-Muy Bien.
Trataba de no cruzar la mirada, seria vergonzoso toparme con sus maravillosos ojos ¿Qué tal que la idea de venir aquí y mirarle no le agrada? ¿Y si al final... No le gusto?
Ese pensamiento me hizo escuchar aquellas voces que sin duda, quedaron marcadas en mi mente para siempre.
-Doctor ¿Qué ocurre con mi hijo? Sé que fue una imprudencia no traerlo desde hace años pero creí que, por favor...
-Su hijo no tiene nada malo señora Park.
- ¿Entonces?
-Mire, Jung Soo es un chico sano. Pero hay algo importante que tiene que saber...
- Déjese de misterios y dígalo.
- La evolución del hombre es sorprendente, inclusive para el mismo, así que no se alarme. Jung Soo, esta menstruando señora Park.
Mi piel se estremeció y cerré mis piernas por inercia riéndome de mí mismo por mi acción. ¿Qué es lo que debo aprender de esta desgracia? Porque, eso dicen todos ¿No? Todo pasa por algo, tal vez tienes que aprender algo o cambiar algo...
Iluso, ¿A quién le gustaría un hombre que tiene su periodo cada mes? ¿Quién?
-Disculpe ¿Esta ahí?- No, imposible. ¡Es el! Esta frente a mí, hablándome.- ¿Hola?
-Perdón - atine a decir mientras me levantaba- Creo que me desconecte por un momento.
-No, el que se disculpa soy yo... Lo que pasa es que, lo vi un poco confuso, pálido, y no se veía bien así que, me preocupe.
¿Se preocupó? ¿Qué? ¿Escuche bien? Dios, habla ya o pensará que eres un idiota.
-Bueno eh, pasa seguido. Yo... Me tengo que ir.
-Sí, no hay problema.-Extendió su mano y sonrió, su sonrisa...- Kim Young Woo.
-¿Eh? Ah...- Tome su mano grande y rasposa- Park Jung Soo.