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Amandonos en el mar por Ghost princess Perona

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Notas del fanfic:

Naruto es de Masashi Kishimoto

Notas del capitulo:

Espero que les guste este fanfic. Lo había prometido hace mucho tiempo y aquí está.

“Su alteza” uno de los concejeros se inclinó respetuosamente delante de él, haciendo que se volteara hacia él. En medio del salón el hombre vestido finamente desenrolló un pergamino delante del joven príncipe, que en ese momento estaba leyendo un informe acerca de las tropas en las zonas exteriores de su reino. Las cosas no estaban yendo bien para sus pobres soldados, que no solo tenían que contener un ejército enemigo, sino que los ataques de los salvajes.

“¿Qué se le ofrece?” preguntó cordial, aunque estaba seguro de que la razón por la que venían a él era su padre. Butsuma se había mostrado muy evasivo últimamente, como si estuviera ocultando algo. Y mientras que apreciaba el descanso de sus charlas sobre lo decepcionante que era, también le preocupaba el desenlace.

“Su padre ha organizado una fiesta esta noche con motivo del cumpleaños del príncipe Kawarama, al que asistirán todas las princesas casaderas” el mayor anunció. “El rey espera que durante la noche encuentre a alguna elegible para ser su esposa.”

“Querido lord, ¿acaso importa lo que yo prefiera?” le preguntó sarcásticamente con una sonrisa. “Seguro que él ya tiene a alguna elegible… posiblemente incluso ya esté negociando con sus padres para pedirles su mano” el noble no pudo negarlo. “No se preocupe, acatare los deseos de su majestad. Asistiré a la fiesta de mi querido hermano y bailaré con todas esas jovencitas. Espero que no se vean demasiado decepcionadas cuando no las elija como esposas.”

“Alteza, usted suena como si conseguir una esposa fuera comparable a ser enviado a las mazmorras con Sir Chibiki Morino”

“Milord, de nuevo, ¿importa lo que mi real persona desee? Lo importante es servir al país y mantener la línea pura” se volteó hacia la ventana. “Entiendo mi deber, eso es suficiente. Solo tenga en mente que si por mí fuera, no me casaría nunca.”

“Alteza Real… sea como usted dice” hizo una venia corta antes de retirarse. Hashirama se quedó mirando la ventana. El mar azul en su inmensidad le resultaba calmante, sobre todo cuando los deseos de su padre parecían oprimirle el pecho tanto que casi le hacían desear dejar su corona y correr hacia la gran agua salada, pidiendo su libertad. En medio de eso alguien entró, sacándolo de sus sombríos pensamientos.

“Mi señor” el mensajero depositó en su escritorio un retrato de una muchacha pelirroja que le resultaría la criatura más encantadora del mundo a todos menos a él. “esta es la princesa Mito Uzumaki. Su padre desea que la saque a bailar hoy en la fiesta.”

“Muy bien” sabía por qué. Ashina Uzumaki era un rico y anciano rey, más no por su avanzada edad había perdido la fuerza. Seguía siendo una persona muy poderosa, con un gran ejército que solucionaría sus problemas con los salvajes. Y el anciano sabía que a cambio de su nieta obtendría una poderosa marina que alejaría a los piratas de sus costas. Por no mencionar que haría una persona muy rica del concejero que consiguió venderle la princesa a su padre, otro factor de presión.

“¿Puedo pedirle, alteza, que se muestre más amable con las princesas hoy?” él se encogió de hombros. Ya había cometido el error de mostrarse demasiado galante con una princesa extranjera, resultando en un enamoramiento no requerido. Al final, la chica se había marchado ofendida por su rechazo y él no sabiendo qué hacer.

“Trataré de mostrarme lo más amable posible sin dales muchas ilusiones” volvió a su antigua posición tras despedirlo. Echó un nuevo vistazo a su futura novia, que seguro vendría con muchas ilusiones. O quizás con ninguna, igual de forzada que él mismo. Esperaba que así fuera, porque entonces al menos podrían ser amigos. Se sentó en su escritorio, pensando en lo horrible que sería de ahora en adelante…

“¿Está molesto por algo, alteza?” uno de los pajes entró, con un fajo de papeles en las manos. “Siempre he pensado que trabaja demasiado. Quizás es tiempo de relajarse” su actitud cambió completamente, volviéndose más seductora. Era grotesco para un joven de la nobleza, por lo que frunció el ceño. Él no pareció captarlo. “Venga, yo me encargaré de usted.”

“No pienso volver a cometer el mismo error” jaló su mano para retirarla del agarre del otro. “Mi error fue pensar que una puta como tú podía satisfacerme de una manera. No voy a cometerlo de nuevo.”

“Pero qué vulgar…” su rostro se contorsionó por la furia, pero el príncipe siguió observándolo con asco. “Si le cuento al rey y a mi padre lo que me ha pedido hacer…”

“Créeme, puedo demostrar que usted es una puta tan corriente como las que andan en los callejones. Incluso tengo una lista de amantes de vuestra merced… si es que se le puede llamar vuestra merced a alguien como vos” caminó alrededor del consternado joven. “Sí, a mi me pueden apetecer más los cuerpos masculinos que los femeninos, más me mantengo fiel a un amante una vez lo tomo” abrió la puerta. “No vuelvas por aquí”

“Déjeme explicarle…”

“Me temo que jugadas por el poder como esa en mi presencia no duran mucho” continuó hablando. “El que su padre planeara usar nuestro breve amorío como un arma para manipularme en su búsqueda del poder simplemente me asquea. Además pensaron que era un estúpido… eso es subestimarme” puso un cuchillo sobre la mesa. “No más jueguecitos de poder.”

“Usted…”

“Yo no soy mi abuelo, no pienso perder mi reino por una insensatez. Puedes retirarle” el chico se marchó más consternado que indignado. Hashirama volvió a sentarse con la vista fija en la flor que tenía en su escritorio. Sabía que no le gustaban las mujeres, pero pronto se vería obligado a casarse con una. Estaba bien por él, siempre había esperado un matrimonio sin amor… pero al menos desearía haberlo conocido antes de unirse para siempre a una persona que se lo impediría.

“No hay otra salida” alguien entró en el cuarto. Era Tobirama, su hermano, su confidente. A él se lo podía confiar todo… excepto su sexualidad. Su hermano no perseguía a los homosexuales como la iglesia, pero sí los despreciaba. Le rompería el corazón que su hermanito le diera la espalda por sus preferencias.

“Deseaba conocer el amor… aunque fuera breve”

“Todavía puedes hacerlo” el albino levantó los hombros. “Padre nunca ha tenido que cumplir sus votos matrimoniales, querido hermano. Sólo Dios sabe el número de bastardos que dejó a su paso por las calles de nuestra ciudad” suspiró. “Si algo nos ha enseñado es que puedes tenerlo todo.”

“Quiero conocer el amor, no el libertinaje” alejó sus manos de la rosa que se moría lentamente en su jarrón. “¿Crees que lo pueda encontrar en mi prometida?”

“Todo es posible, hasta que un amor se dé por acuerdo” comentó el peliblanco, sentándose en la silla frente al escritorio. “¿Quién te ha elegido, por cierto? A mí me ha tocado la princesa bizca esa de los Yamanaka. Es la única hija, así que tendré mi propio principado pronto. Es lo que cuenta para padre.”

“¿Todavía vendrás a visitarme aquí a la corte cuando te cases?”

“Volveré cuando asumas el trono, no durarías ni un minuto antes de causar una revuelta sin tu concejero más fiel” comentó, poniendo una mano en su hombro. “Para entonces ya tendré un par de hijo y no desearé pasar tiempo con esa mujer.”

“Espero que puedas amarla y que ella te ame a ti como yo sé que te mereces ser amado” Tobirama refunfuñó. Sabía que no sería feliz con la mujer, eso era cosa de niños, pero… al menos desearía que su hermano sí obtuviera lo que quería. Era una persona tan buena, puro corazón… era imposible para cualquiera que lo viera cinco segundos no quererlo. Él merecía más que nadie conseguir su deseo.

“Tú sabes lo que opino de ello” cogió el retrato y lo observó con cuidado. “Es de una familia importante, tendrás mucho apoyo en tu gobierno. Padre sin duda quería dejarte asegurado” lo dejó de nuevo. “No es que lo necesitaras, están tan embelesados por ti que saltarían del risco si se los pidieras.”

“¿En serio? Debería agradecerles tanta lealtad” los ojos de Hashirama se llenaron de un cariño inmenso. El albino sonrió, en su interior pensando en lo acertado de la decisión del destino de que su hermano fuese rey. Sería uno de los mejores de la historia, una que traería honor a su nombre por muchos años.

“La lealtad que ha sido imposible de ganar para muchos reyes, tú lo has hecho sin sentarte ni una vez en el trono. Realmente espero que seas capaz de ganarte a tu esposa de la misma manera”

“Gracias por desearme suerte” se levantó. “Perdóname ahora, tengo una charla pendiente con el varón. Acabo de despedir a su hijo como paje personal, era un poco… distraído para su posición de trabajo.”

“Me lo puedo imaginar” hizo un gesto de disgusto. “Hay muchos rumores circulando alrededor sobre él entre el pueblo llano, hermano mío. Haces bien en alejarte de un degenerado al que la inquisición buscará pronto.”

“Haríamos mejor en buscar verdaderos peligros en lugar de personas cuyas acciones no están demostradas como hacen ellos” él no creía demasiado en el martillo de las brujas, en el rey Jacobo y sus temores, pero no tenía el poder de detener lo que estaba sucediendo. No a menos que quisiera ofender al debatiblemente hombre más poderoso del mundo. “¿Te has dado cuenta de lo poderosos que se han vuelto los conquistadores del nuevo mundo últimamente, querido hermano?”

“Un temor muy fundado al que he dado un par de vueltas yo mismo” el albino admitió. “Y tienes razón en considerarlo antes que la cacería de brujas de la inquisición. Sólo que… me gustaría que te mostraras un poco más cooperativo.”

“Me muestro todo lo cooperativo que puedo ser” confesó él. Le daba un poco de vergüenza ser tan hipócrita, siguiéndole el juego a la inquisición y persiguiendo a personas que cometían los mismos actos que él en secreto, siendo él intocable. “Volviendo a lo anterior, ¿Cómo crees que será mi futura novia?”

“Dicen por la corte que es la mujer más bella que se pueda imaginar”

-En otro país-

“Tokusa, no deberíamos hacer esto” Mito dijo, completamente desnuda ante el príncipe Tokusa, su primo hermano y hasta donde ella sabía futuro esposo. Y tenía razón, no deberían acostarse como hombre y mujer hasta la boda, pero se amaban. Aparte el papa le sonreía a su unión, en contraste con lo que el concejero real deseaba.

“¿Por qué? Serás mi esposa muy pronto. Mis hijos serán los tuyos y mi reino también” le susurró él, acostándose con ella. La pelirroja sonrió, sin pensar que el destino podía dar muchas vueltas. A la mañana siguiente de sentir ese descomunal placer en brazos de su amor arribó la reina Natsuki, la hermana mayor de su padre.

“Bienvenida, querida hija” el anciano Ashina puso las manos sobre la hija que había dejado ir hace muchos años y de la que hace mucho no sabía. Ella le sonrió con falsa dulzura a él y a su hijo, que no le regresó el gesto. Sabía que su hermana estaba celosa de no haber nacido varón, por no haber sido capaz de heredar. Ahora, como la reina regente era capaz de sobrepasar la voluntad de su hijo si el concejo la seguía. Y era obvio por su presencia que ahora tenía ese as bajo la manga.

“Hermana, nos da gusto tenerte bajo nuestro techo otra vez” su esposa fue formal en su lugar. La otra le respondió con una venia de la cabeza.

“Es bueno estar de vuelta en la casa donde crecí… aunque temo que mis noticias no serán tan gratas para ustedes” ella pasó como si todavía fuera su casa. Una vez estuvo frente a la corte, ella se situó frente al trono y comenzó a hablar. “He escuchado que mi hijo está cautivado por tu hermosa hija, titulada como la más bella de las princesas, querido hermano.”

“Escuchaste bien” Tokusa, que estaba presente, se acobardó ante la mirada férrea de su madre. Él era débil, ella no. Y sabía lo que su madre opinaba de la hija de su tío.

“Quiero dejar en claro ante los ojos de su santidad que, aunque él apoya la unión entre nuestros reinos, tanto el concejo como yo nos oponemos a ella” declaró la mujer. “Sabemos que la única razón por la que aceptaron la proposición del príncipe aparte de la aprobación de su santidad fue que podían usar nuestra gran flota para defenderse de los amos del nuevo mundo…”

“No, nuestra hija está genuinamente enamorada de tu hijo, querida cuñada”

“No me cabe la menor duda de que mi hijo sí lo está y es muy posible que la niña también, pero tengo dudas acerca de ustedes, no de ella” Natsuki continuó. “Sin embargo debo decir ante todos ustedes que no permitiré que se derrame sangre de mi país por el suyo, ni siquiera por orden de su santidad.”

“Hermana”

“En el pasado pude serlo, pero ahora sólo soy la reina de mi país y debo velar por sus intereses más que por la familia.”

“Natsuki…”

“Además han llegado recientemente a mí rumores que ponen en duda la virtud de la novia” la cara de Mito se torció de miedo desde su lugar escondido. ¿Quién podría haber hablado de semejante momento? Estaban solos, completamente solos. Su padre lo tomó como ofensa personal. “No querría ver a mi hijo casado con una cualquiera que abre las piernas para cualquiera que ofrezca una armada.”

“¿Te atreves a dudar de la castidad de nuestra hija?” su padre se levantó. “¿En mi propia casa? Si no fueras mi hermana, te arrancaría la lengua con un hierro hirviente.”

“Si no estoy mintiendo, ¿Por qué no aceptas la propuesta de nuestro estimado primo Butsuma Senju? Su hijo estará más que feliz de recibir semejante novia” ella sonrió con crueldad. “¿Acaso estás preocupado de que descubra su estado?”

“No hay nada por descubrir”

“Si eso es cierto entonces le escribiré personalmente una carta de disculpas a la princesa después de su boda, pero no consentiré una alianza que nos arrastre a una guerra innecesaria solo por el ímpetu infantil de un jovenzuelo enamorado” ella le clavó la mirada a su hijo, que retrocedió un par de pasos sin poder contradecirla. “He dicho lo que tenía que decir, así que ahora me retiro.”

“¿Por qué la prisa, hija mía?” Ashina de repente habló a pesar de haberse mantenido callado durante toda la conversación entre sus hijos. Natsuki se paró. Si había alguien en el mundo al que ella temía era a su padre, con su mente sagaz y su lengua rápida. “Sé que tendrás muchas presiones, pero no es razón para irte tan aprisa. Seguro que puedes acompañarnos a cenar hoy mientras hablamos del compromiso.”

“Me temo que no puedo” ella apretó las manos. Debía marcharse rápido. “Como usted bien ha dicho, padre, tengo muchas presiones.”

“Sí, desde que mi querido yerno murió habrás tenido demasiado en tus manos. Criar a dos hijos y gobernar un país al mismo tiempo debieron agotarte” él siguió. La mujer se congeló por un segundo, más no perdió la calma. No era un secreto la muerte de su esposo, sólo que ella lo mató. Obtener el trono que se merecía, arrebatándoselo a bufón inmaduro, fue sencillo. “Quédate con nosotros y olvida las penas por un momento.”

“Mi concejo me espera”

“Insisto” Ashina continuó, moviendo su antaño rojo cabello fuera de sus ojos. “Me es tan grato tenerte aquí que deseo que me alegres el corazón un poco más con tu presencia esta noche”

“Ya que insiste, padre” ella finalmente aceptó. Mito se tragó la rabia cuando esa mujer pasó a su costado, dedicándole una mirada de disgusto. Ella le devolvió una retadora. Tokusa la amaba y él era el príncipe. La haría su esposa a pesar de lo que dijera la reina.

“No me dejarás, ¿verdad?”

“Nunca en la vida”

-a la mañana siguiente-

“La reina se marchó con su hijo en medio de la noche” uno de los guardias informó a la familia real. “Embarcaron y salieron con celeridad a su tierra”

“No puede ser, él dijo que me quería” la princesa pelirroja se llevó una mano al pecho, sintiéndose ultrajada. “Me dijo que sería su reina, que su país sería el mío…”

“Me temo, querida hija, que mintió. Y de la manera más rastrera posible” su padre negó con la cabeza mientras su madre lloraba. A ella también la habían casado por política y, sabiendo lo que eso significaba, llevaba un tiempo insistiendo que a su hija la casaran por amor. “Tendré que aceptar la propuesta de Butsuma.”

“No lo hagas” pidió la otra mujer. “Mito se quedará atrapada en una tierra extranjera que no conoce, con un marido que no la apoyará. Deja que nuestra hija se case con el hombre que ama.”

“Natsuki se opone y al parecer Tokusa no tiene el valor de retar a su madre por ella” suspiró el príncipe. “Realmente esperaba que ese matrimonio se diera, al menos así…” dejó sus palabras en el aire. “He escuchado todo tipo de cosas buenas del príncipe Hashirama. Se dice que es bondadoso, amable y muy amado por el pueblo” dejó de lado el asunto de Tokusa como si no fuera nada. “No te preocupes, tendrá un buen esposo.”

“¿Estás tan seguro de eso?” ella no estaba tan segura. Hace poco había venido de ese reino una dama a la corte. Se había casado recientemente con un barón de su corte y había comentado que el príncipe le prestaba muy poca atención a las mujeres, mostrándose cortés, pero nunca interesado. Además, la manera en que miraba a los hombres… Sus exactas palabras fueron que los observaba con demasiada pasión.

“Sí, lo estoy” su padre su levantó de la mesa en ese momento. “En vista de esto, voy a casar a Mito con Hashirama inmediatamente.”

“Padre…” Mito estaba preocupada, pero no sólo por la huida de Tokusa. Antes de que este demostrara su cobardía, ella le había entregado un regalo que sólo debía hacerle a su esposo. Realmente confió en él y ahora no sabía cómo saldría viva. Si la iglesia se enteraba de que ya no era doncella… no, algo tendría que hacer. Mantener en alto el honor de su familia. “Le pido que no tome una decisión precipitada…”

“Mi querida hija, sé que lo amas, pero no puedes desposar a un hombre que no tiene las agallas de defenderte frente a su propia madre” chasqueó los dedos. “Envía una contestación a mi primo lo antes posible. La princesa va a asistir al baile como la prometida del príncipe.”

Notas finales:

Bueno... el buen lemon lo tendremos más tarde. en el siguiente capitulo entrará en escena nuestro Uchiha favorito en su papel de pirata, espero que les guste.

Por cierto, si hay alguno más de mis previews que les guste, sólo tienen que decirmelo y lo escribiré más rápido.

Por otra lado... ¿alguien sabe acerca del omegaverse? Hace tiempo me ha estado interesando y quisiera escribir un fic así. Sería genial, ¿no? Review!!!


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