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El regalo para Kachan por RedParadiseYaoi

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Notas del fanfic:

Todos los personajes que aparecen pertenecen al anime/manga Boku no Hero Acedemia de Kohei Horikoshi.

Notas del capitulo:

Esto lo escribí para el cumpleaños del chico explosivo pero sólo lo públiqué en wattpad. Así que decidí colgarlo aquí también. Espero que te guste :)

 

PD: Lamento si hay alguna falta de ortografía, no lo he revisado.



Izuku estaba haciendo camino por una de las calles más transitadas de la ciudad por las múltiples tiendas que se podía encontrar en el lugar, no es que fuera fan de las compras pero tenía un objetivo claro. De ese día no podía pasar que comprara un regalo para Katsuki, su cumpleaños era mañana y él no tenía nada. Era el primer año en su vida que no tenía algo que darle a su amigo de la infancia. El año pasado fue sencillo sabía que le gustaría una bandana con el nombre de héroe que quería ponerse "King Explosion Murder". Pero ese año habían pasado muchas cosas y no tenía claro que darle. Pensó que  a lo mejor querría alguna figura de All Might pero posiblemente estaba pensando en algo que le gustara a él mismo en vez de a Katuki. Entró en una librería. Hace unos días se dijo que tenía que ir a la librería, le habían dicho que los libros que encargaban eran de los mejores al igual que el material escolar.  Tal vez ahí encontrara algo para Katsuki.

Nada, no hubo suerte. Era cierto que había muchos libros interesantes, incluso estaba dispuesto a hacer una lista en orden sobre los libres que más le gustaban a menos, pero no era el momento. Se compró una libreta que tenía una cubierta rústica interesante. Desde fuera creyó que era un libro sin titular, al entrever entre sus hojas no había nada escrito. Como estaba en la sección equivocada el jefe de la tienda le hizo un descuento.

Izuku no iba a ninguna parte, se había comprado más cosas para él en esa semana que las que tenía planeado. Era un complicado hacer una elección de regalo, aunque habían pasado mucho tiempo juntos y sabía mucho sobre Katsuki por las notas que tenía de él. Había pensado en comprarle unas baquetas nuevas pero estaba seguro que la tía Mitsuki no estaría agradecido con eso. Había pensado en unas pesas nuevas o una tabla de ejercicios que había conseguido crear con sus apuntes pero se deshizo de eso porque Katsuki no aceptaría ninguna sugerencia de entrenamiento de su parte.

Izuku suspira, ese día tampoco había conseguido nada y casi era la hora del entrenamiento de héroes, seguro que el profesor Aizawa no estaría agradecido si llegaba tarde.

—Midoriya, ¿te encuentra bien? —Le pregunta Todoroki al verle suspirar por tercera vez en el vestuario.

—Sí, lo siento por preocuparte —se disculpa el chico nombrado.

— ¡Ey, vosotros dos! ¡¿Vas a salir ya o qué?! ¡Tengo que cerrar la puerta! —dijo Katsuki desde la puerta. Como siempre se comportaba de forma ruda e impaciente. Hace casi nada que el resto de compañeros salieron del vestuario.

— La cerraré yo si tienes prisas por irte —le responde Todoroki.

—¡¿hah?!   ¡¿Acaso te lo pedí?!

— No, es un ofrecimiento.

— ¡Esas cosas te las guardas para otro que le interese!

—Ya estoy listo —dijo Izuku para que pararan de discutir— Vamos Todoroki.

Ambos muchachos salieron de los vestuarios para dirigirse  a la sala de entrenamientos, por las lluvias de la última semana no podían entrenar en el exterior. Lo intentaron el primer día, salieron más heridos que otra cosa. Por eso el profesor Aisawa les había hecho entrenar en el interior. A Izuku le gustaba ya que era un espacio más reducido y podía ver al resto de sus compañeros y comprender sus movimientos.

Katsuki se quedó viendo como ambos marchaban cerca uno del otro. No era algo que le fastidiara en demasía porque él no pensaba mucho en eso, porque ese no era asunto suyo y no tenía porque importarle.

— tsch.

El entrenamiento había sido increíble, Aizawa les había dado instrucciones claras de como mejorar sus individualidades, no se podía esperar menos de un profesor de la UA. Katsuki se supero a sí mismo, había conseguido una nueva forma de utilizar su individualidad, incluso él mismo pareció sorprendido cuando la realizó. Tenía que escribirlo en ese momento,  antes de que se le olvidara algún dado importante. Tenía que apuntar los movimientos que hizo, sus expresiones. La libreta más cercana que tenía era la que estaba en su casilla del vestuario, aquella que había compraba esa misma tarde.

Cuando los muchachos se comenzaban a dirigir a las duchas, Izuku seguía escribiendo en la libreta y murmurando pequeños detalles sucedidos en el entrenamiento. Parecía el más entusiasmado por el nuevo movimiento que Katsuki que Kachan mismo. El rubio fue el último en dirigirse a las duchas, estaban pegada a la de vestuarios. No le iba a decir nada, sabía que aunque le gritara Izuku no dejaría de escribir hasta que lo tuviera todo.

¿Le dejó estar?

No.

    —¡Ey Deku!

Izuku seguía escribiendo, ignorando, involuntariamente,  a Katsuki.

La libreta no estaba dirigida a ese propósito pero Izuku tuvo claro que ahora lo iba a utilizar para escribir todos los nuevos datos que tuviera de Kachan. Sería un pequeño guiño a su cumpleaños. Sólo le quedaba escribir unas últimas líneas sobre como el cuerpo de Kachan giró para producir aquel golpe. ¿Cómo lo llamaría Kachan a esta nueva técnica? Tal vez: "King explosion", "explosion storm". A Kachan le gustaba los nombres en inglés seguramente sería algo así.

Poniendo punto final a lo que tenía escrito cerró la libreta con las dos manos. En ese momento se dio cuanta de que Katsuki estaba en frente suyo, claramente enfadado.

— ¡No me ignores! ¿Quien te crees qué eres para hacer tal acto? Deku—Katsuki activó su individualidad.

— Lo siento, kachan estaba escribiendo sobre el entrenamientos. Enseguida lo guardo. —tuvo un pequeño recuerdo de su anterior colegio, en el que Kachan le había quemado su libreta y diciéndole que era inútil tener todos esos apuntes.

Apresuró demasiado el guardar el libro, Katsuki se dio cuenta de sus pensamientos

— Tsch. ¿Qué coño crees qué voy a hacerle a la libreta? —ya había pasado tiempo de ese suceso, Katsuki había madurado, no haría de nuevo ese tipo de cosas.

    Agarra la libreta junto a Izuku.

    Un destello salió de ella.

Cuando Izuku consiguió abrir sus ojos no estaba seguro de lo que veía. No estaba en el vestuario masculino de UA, es más estaba seguro que ese lugar no era siquiera UA. Todo lo que sus ojos veían era verde, parecía un bosque. Era un bosque. ¿Cómo había ocurrido eso? Giró sobre sí mismo mirando en todas direcciones, estaba claro que no era vestuario ¿cómo pudo haber ocurrir? Acaso la libreta tenía alguna individualidad que le hizo desplazarse a un lugar desconocido. Pero eso no podía ser posible, una individualidad tan fuerte tendría que estar sujeta a la persona...

    — ¡Deja de susurrar!

    — ¿No lo ves Kachan? Hemos caído en una trampa. Tal vez, el señor de la tienda sabía que iba a UA y quería producir algún daño a la institución....

    — Sólo idioteces. ¿Cómo sabrían que ibas a entrar en esa tienda en específico? ¿Acaso crees que van a hacer una tienda, poner un libro, esperar a que aparezcas para vendértelo y enviarte a otro lugar? Maldito egocéntrico

    Siguiendo la lógica de Kachan, tenía razón. Se tranquilizó.

    —Igualmente tenemos que buscar una forma de salir de aquí, no sabemos que es lo que puede estar pasando en UA.

    — Entonces más vale que comiences a caminar. —Katsuki se adentró en el bosque.

    —¡Espera, Kachan! No sabes dónde estamos. No podemos ir sin saber como es el terreno.

    — Entonces quédate donde estás.

    Izuku, había leído varias manuales sobre montañismo. Había reglas básicas por si uno se llegaba a perder en el bosque: 1. Quedarse en un lugar visible. Era importante quedarse por las carreteras o carteles para que si pasaba un coche lo viera. Aunque dudaba que por este lugar pasaran coches. 2.Cuidar el calor corporal. Esto lo podría conseguir estando junto con Kachan. Tendrían que prender una hoguera. Parecía que estaba por anochecer.

    — ¿Kachan? —no estaba por donde se había ido.

    Se dirigió por dónde creyó que este se dirigió, se dio cuenta de que piso algo dura.

    Era el libro en blanco que había comprado. No estaba lo que él había escrito pero sí había texto.

    Comenzó a leer el primer párrafo. 

"La tierra Tanin, más conocida como La tierra de los Drak, por ser más numerosos que los otros, aunque es sólo en apariencia ya que suelen tener un tamaño desmesurado. Sus paisajes idílicos hacían que los negocios que se celebrara entre naciones en el terreno transcurrieran con calma y armonía. Quienes habitaban estas tierras eran los dramps, quienes prefieren vivir a las faldas de la montaña Kosei. Los fosel, vivían en el interior del bosque se dispersaban en pequeños poblados al igual de los  desfa. Estos tres son los principales integrantes de Tanin, aunque también es cierto que existen más seres dentro del bosque pero, se desconoce muchas cosas de ellos ya que no suelen salir del territorio por temor al resto del mundo. Siempre que uno salía de estas tierras tenía que ocultar su procedencia porque sino acabaría siendo vendido. En capítulos próximos se muestra anécdotas  de los propios lugareños en el exterior."

— ¿Qué? — Izuku no comprendía. ¿Realmente habían ido a parar a una tierra extraña? No le sonaba que ningún país en la Tierra tuviera ese nombre. Aunque no podía decir que realmente no lo supiera, no tenía el conocimiento de todo sobre la Tierra. Si era un lugar lejano a Japón tendría que haber personas en algún lugar. Pero podría también tratarse de un lugar que no fuera la tierra. Dudaba que alguna nación fuera así. El libro les podría indicar algo que ayudara a salir de aquí. Tenía que darse prisa y encontrar a Kachan.

No había ido muy lejos.

    —¡Kachan! —este dejó de caminar y le esperó— ¿Por qué estás desnudo?

    — ¿Por qué crees? —Cierto antes estaban en los vestuarios.

    — ¿Quieres mi camiseta?

    — ¡No quiero una mierda de ti! ¡Yo puedo mantener mi temperatura!

    Izuku dudaba que su individualidad podría ayudarle.

    — Está bien —no iba a insistirle cuando viera que está pasando frío se acercaría a él. —El libro tiene texto. —abrió por una página al azar y se la mostró a Katsuki.

"Si te encuentras con un drak, no te asustes, sólo aléjate de forma relajada, son bastante temperamentales. Sobretodo si tocas uno de sus huevos. Son muy protectores cuando se trata de sus crías. Los draks son criaturas aladas con la piel escamosa, similar al tacto del caparazón de un Kappa, aunque más suave. Los huevos suelen eclosionar cuando las flores crecen alrededor. Es un buen espectáculo que ver..."

El rubio leo esas líneas.

    — Está explicando lo que hay en este mundo. Puede tener algo escrito que nos ayude salir de aquí

    — ¡Así es! —Sabía que el rubio le entendería.

    — Busquemos un lugar para poder leerlo bien. Antes de que llegaras escuché la corriente de un río.

    Con esas indicaciones comenzó a seguir a Katsuki. Sabía que podía fiarse de él, tenía más experiencia que él en la montaña. Cuando eran pequeños iban, con sus familias, muchos fines de semana. Siempre le había gustado eso. Fue una lástima que dejaran de hacerlo      
    — Está ahí.

    El río no era muy grande, podrían lavarse y beber agua, parecía que estaba en buenas condiciones, era transparente. Hace mucho que no veía un río así por la ciudad.

    Le entregó la toalla que llevaba puesta. Izuku comenzó a desnudarse. Katsuki siempre había sido una persona pulcra, supuso que estar en esta situación no se lo iba a impedir. Si era sincero consigo mismo, había sudado más de lo habitual en el entrenamiento, estaría agradecido de eliminar ese olor de él. No iba a ser agradable volver a colocarse la misma ropa.

    El agua estaba helada.

¿Cómo podía Kachan estar tan a gusto? Como si estuviera en la ducha con agua caliente. No iba a quedarse mucho tiempo dentro. Después de 5 minutos ya no la sentía tan fría pero salió igualmente.

    Se sentó sobre las piedras. El sol seguía estando, era cálido. Katsuki salió del agua. Incluso para eso se veía bien. Siempre supo por qué todo el mundo le veía, pero esas personas sólo lo veían superficialmente. Era cierto que su carácter no era el mejor y eclipsaba el resto de él, pero incluso con ese carácter él podía ver al verdadero Katsuki. Estaba seguro que llegaría a ser uno de los mejores héroes.

    — Te durará más una foto —Sin darse cuenta había estado siguiendo con la mirada a Katsuki.

    — Lo siento

    — No digas tanto "lo siento". Me pone nervioso —Se sentó a su lado y abrió el libro desde el principio.

Se fijaron en la descripción.

"En el centro del bosque hay un prado en los que se reúne cada pueblo de Tanin para aclarar si tiene algún conflicto. Esos conflictos suelen ser entre desfa y fosel porque sus habitantes tiene más contacto el unos con los otros que con el resto. Quien tiene que dirigir la reunión siempre será era un guardián elegido por toda la comunidad. Durante años a sido Katsuki-"

— ¿Kachan...? —al ver ese nombre pensó en su amigo. Se saltaron algunos párrafos para ver si había alguna información más sobre ese "Katsuki". Tal vez era una coincidencia de nombres y nada más.

"[...] Katsuki fue elegido a su mayoría de edad por demostrar que era capaz de tener ese cargo cuando protegió al pueblo Drak del ataqué de un reino de Dabi. Su hazaña fue contada por todo el territorio."

    Era Izuku el más interesado en buscar información del desconocido. Katsuki se fijó en las facciones de Izuku, no había cambiado nada desde que eran pequeños. Seguía teniendo mofletes grandes.

    Izuku cambio con rapidez una de las hojas, se suponía que lo están leyendo los dos.

    —Kachan, Mira esto.

"[...] Otro de los talentos de Katsuki es el conocimiento de todo lo que ocurre dentro del territorio. Si alguien pone un pie en las tierras de Tanin el tiene conocimiento de que esa persona se encuentra ahí."

    ¿Eso significaba que ya sabía de ellos?

    Se escuchó un sonido estridente, junto con unos aleteos desde el cielo ¿Eso sería Katsuki? A la distancia se podía ver como algo se acercaba.

    — Tenemos que irnos —Katsuki tiró de él y lo metió en el bosque, no le daba tiempo a colocarse la ropa de nuevo.

    Ambos fueron por el bosque, tal vez estar entre los árboles les ayudaría y despistaría.

    — ¡Espera Kachan! ¿Por qué no le preguntamos a él? —Le frenó tirando de su mano.— Tal vez nos ayude.

    — ¡Es un guardián, defenderá directamente su territorio!

    — ¡¿Cómo lo sabes?!

    Una rafaga de viento pasó por sus cabezas, iba en dirección al prado. No tardaron mucho en llegar al lugar. En medio del había una ser de inmenso, Izuku calculaba que su tamaño sería unos 7 metros aunque en realidad fueran 4. Parecía un dragón, al menos era la viva imagen de lo que para Izuku era un dragón europeo. Sus escamas eran de color rojo brillante y sus ojos dorados

    ¿Eso era real?

    — ¿Qué haces aquí? —dijo una voz muy similar a la de su amigo de la infancia.

    — ¿Kachan? —le llamó por el nombre de su amigo sin darse cuenta, era la viva imagen de su amigo salvo que era más alto y musculoso, tal vez se vería de esa forma en un par de años. Lo más notorio era que tenía barba. Se veía raro a su gusto, eso no significaba que mal.

    — ¡Ni se te ocurre llamarlo a él así, Deku! —dijo el Katsuki de su mundo.

    — Claro. Katsuki—se dirigió al más grande— Oh, gracias —le había puesto la capa roja, era caliente.

    — De nada — le agarró la cabeza con una de sus manos y le sacudió el pelo.

     — ¿Realmente eres Kachan? —fue un pensamiento que dijo en voz alta.

    — Sí, y tú eres Deku. ¿Por qué no estás vestido? ¿Has ido a algún reino en el que el nudismo fuera obligatorio? ¿No has tenido problemas para llegar aquí? Los fosel han vuelto a tener una disputa con los desfa. Está vez dejaré que lo solucionen entre los dos, no puedo ir todo el rato para intervenir. Seguro que es una tontería, como la anterior vez, así que no vayas.

    Izuku se quedó asombrado. Ese Kachan no le estaba mirando con superioridad o hastío. Estaba hablando más de lo que alguna vez haya podido oír a su Kachan alguna vez. Parecía que estaba preocupado por él. Hace mucho que no tenía esa sensación, al Kachan que conocía le daba igual lo que le pasara a él. Se sentía bien que ese rubio se preocupara por él.

    — Estoy bien —agarró firmemente el libro que llevaba entre las manos. Puede que se le estuvieran subiendo los colores porque sentía su cara caliente. Sintió que su pelo era revuelto, de nuevo.

    — ¿No eres más pequeño? —Katsuki empujó más hacía abajo a Izuku.

    — ¡Kachan! —le llamó la atención le hacía daño. Alzó la mirada porque escuchó una risa. Kachan se estaba riendo. No era una muy sonora sino una tranquila, amistosa.  No sabía cuando había ocurrido la última vez que le vio reír de esa forma tan sincera, quería ver esa sonrisa más seguido.

    —Ey, ¡ey! ¿¡Qué pasa con esta escena!? —gritó el Katsuki desnudo.

    — Bien, sube —se dirigió de nuevo a ese ser que parecía ser  un dragón, ignorando totalmente al tercero en discordia.

    Izuku no sabía que hacer. Tuvo que frenar a un Katsuki desnudo de no golpearse a si mismo. Este mundo tenía demasiados Katsuki.

    — Kachan, vamos. No podemos estar en el bosque por la noche. —El rubio le ayudó a colocarse de manera correcta en el lomo del ser gigante. Por su parte, Kachan subió por su cuenta.

    — Agárrate bien —dijo Katsuki mientras colocaba las manos de Izuku alrededor de él.

    —Sí —Izuku tenía miedo de caerse, estaban comenzando a tomar altura. ¿Hasta dónde tenía pensado subir? ¿Dónde estaba su Katsuki? Abrió un ojo y lo vio. Estaba igual que él, estaba pasando frió. Abrió una parte de la capa que se le fue entregada. No hicieron falta muchas palabras. No era momento para discutir.

    Aterrizaron a las faldas de una montaña, supuso que esa era la montaña Kosei que ponía en el libro.

    Siguieron al rubio a una cueva de grandes dimensiones. Izuku estaba seguro que el ser rojo (dragón), que sospechaba que era un Drak, podría caber en la estancia pero se quedó fuera, vigilando. Supuso que esa era la casa de ese Kachan porque había algunos objetos personales como un repuesto de capa en mejores condiciones de la que llevaban puesta, ropa y ¿un nido? A lo mejor era una cama.

    El Katsuki mayor subió de un salto. Ese nido se encontraba elevado,  por lo menos, un metro y medio del suelo. Se le quedó viendo desde arriba esperando a que él hiciera lo mismo. Así lo hizo, dentro del nido había un huevo de grandes dimensiones. Por lo menos podría llegarle hasta la rodilla y un poco más.

    — ¿Eso es...? —acababa de leer sobre unos huevos.

    — Así es, el huevo de Drak. Está apunto de nacer. Creo que sabía que llegarías a tiempo por eso aún no quería nacer. Me alegro de que llegar a tiempo, la última vez que supe de ti  era cuando te ibas a adentrar más allá del desierto —ese Katsuki, no tenía el mismo comportamiento, era raro. Esa mirada era de ¿cariño? ¿Amor? El rubio se acercó más a él. Le acarició la mejilla— ¿Te parece rara la barba? No paras de mirarla —Izuku le iba a contestar pero no pudo porque fue besado.

    Ese Katsuki aprovechó que tenía la boca abierta para contestarle y meterle la lengua dentro de su boca. Izuku no había tenido con anterioridad experiencia con besos, se había centrado en su meta de ser el héroe número 1. Comenzó a tener una  sensación extraña en su estomago, no sabría decir si era un cosquilleo. ¿Se sentía así de bien besar a Kachan? No se sentía incorrecto o raro. La lengua de Katsuki era competitiva, le obligaba a mover la suya, Izuku se dejaba guiar, no sabía hacía donde o cómo tenía que mover la lengua.

    — ¡Ah, no! ¡Eso sí que no! —Estiró la capa que llevaba puesta Izuku, rompiendo el beso de forma brusca — ¡Ni se te ocurra tocarlo, mierda seca! —Izuku interpuso su cuerpo entre los dos, viendo como estaba el Katsuki de su mundo.

    A pesar de esos gritos, Katsuki adulto no le hizo caso.

    — Estás raro —sentenció el rubio mientras se relamía sus labios.

    — ¡Hijo de puta, no me ignores! ¡Eey!

    — ¿eso era tu tripa? —Le dijo con rintintín, sí que oía al otro rubio—Te traeré algo de comer. Quédate aquí. —empujó a Izuku contra la paja hasta que este se sentó— Cuídala bien. —Puso el huevo de grandes dimensiones entre las piernas de Izuku. —puede nacer en cualquier momento. No tardaré.

    Con esas palabras se dirigió al dragón que lo esperaba fuera.

    — ¡¿Por qué cojones dejaste que te besara, Deku?! Maldita sea —le restregó la capa por sus labios.

    — Está bien, Kachan —Por segunda vez estaba pasando la tela por sus labios. Le comenzaba a hacer daño.

    Le besó suavemente el labio inferior.

    — Kachan...

    — Deku, siempre haces las cosas más difíciles —apoyó su frente contra Izuku, hace mucho que no hacía un gesto como ese.

    — ¿Qué quieres decir? —por supuesto que no sabía de lo que hablaba Kachan si no se lo decía correctamente.

    — Nada, sólo vístete. Ese no nos va ayudar en nada —Kachan se había puesto unos pantalones que encontró entre las pertenencias. Le trajo otros a Izuku.

    Movió con cuidado el huevo. El pantalón le venía grande, suelto por las caderas pero se retenían.

    Kachan le seguía sin hablar. No era su culpa que le hubieran besado. Era cierto, no puso resistencia por razones que él mismo desconocía. Prefería no haber cogido ese libro, no pensar tanto en el regalo de Kachan porque ahora ni quiera sabía si iban a estar por el  cumpleaños de Kachan. A lo mejor estarían mucho tiempo aquí, sin saber que hacer con sus vidas. joder...

    Le besó, intentó hacerlo como el Katsuki adulto, no tenía ninguna otra práctica. No se le estaba dando bien, no se sentía igual. ¿Tal vez se estaba esforzando demasiado? ¿Sería mejor acabarlo, ya?

    — ¿Qué pretendes? —no parecía estar enfadado o molesto, más bien parecía triste

    — Yo solo quiero estar bien contigo Kachan. No quiero que estés triste. No me gusta verte triste. Me dejé llevar porque se parecía a ti. No sé porqué dejé que continuara, se sintió bien... ¡Quiero decir, besarte a ti no es menos satisfactorio! eeh... Yo lo acepté porqué pensé en ti.

    — ¡Izuku no te he pedido ninguna jodida explicación! —El rostro de Katsuki estaba rojo.

    Parecía que estaba más calmado que antes. Izuku suspiró. Fue a por el libro, era una herramienta útil aquí. Buscó información del huevo. Ese episodio parecía interesante. No podía ser cierto, ya no había nada del texto que vio, sólo estaban las páginas que había escrito sobre el nuevo movimiento de Kachan. Miró su letra por encima.

    — ¡Kachan! No hay texto en el libro

El rubio se acercó y agarró el libro sin cuidado alguno

— ¿Qué mierda pretende? ¿Cómo coño es posible que no haya nada escrito? 

Kachan utilizó su individualidad para destruir. Izuku, no quería que lo hiciera, a lo mejor tenía que abrirlo de una manera diferente para que funcionara.

Ambos estaban estirando el libro. Este se iluminó.


La espalda de Izuku tocó suelo, no fue un golpe suave pero pudo resistirlo. El libro cayó en su cara, el huevo en su barriga. ¿Y Kachan?

Él también había caído pero no se quejó.

¿Habían vuelto a UA? ¡Ese era el edificio de los dormitorios.

    — ¡Sí! —habían conseguido llegar a casa.

Aizawa fue primero en interceptarlos con sus vendas creyendo que era un villano. Al ver que eran ellos, aflojó un poco las cuerdas

    — ¿Midoriya, Bakugou? ¿Qué ocurrió? Tus compañeros reportaron que los dos habíais desaparecido del vestuario después de un sonido fuerte. Creímos que los villanos habían entrado.

    — No, lo siento Aisawa. Si te soy sincero sigo sin saber que ocurrió realmente.

    Aizawa los bajó, en ese momento se dio cuenta de lo que Izuku llevaba entre las manos.

    — ¿Eso es un huevo?

    — Sí

    — Vamos a la sala de profesores, ahí me lo explicarás todo.


    Sus compañeros de clase no tardaron en enterarse de que estaban de vuelta. Todos estaban ansiosos de verlos de nuevo aunque sólo habían pasado pocas horas desde sus desapariciones les había resultado demasiado extraño que desaparecieran de esa forma y había preocupado a todos. Incluso se habían  estado organizando para ir a investigar a la sala de profesores, así fue que descubrieron que ambos se encontraban reunidos con Aizawa. Cuando insistieron que querían enterarse te lo que había sucedido Aisawa los mandó a los dormitorios. Ninguno se fue a su habitación, estaban esperando en la sala principal para recibirles.

    Izuku le contó todo lo que sucedió desde la tienda donde compró el libro hasta  lo que vio en ese otro mundo, omitiendo lo cariñoso que había estado el Kachan adulto, y el más joven, con él. El libro seguía teniendo sus apuntes, no parecía tener nada especial. No había mucho que solucionar así que les tocaba descansar. Habían comido mientras hablaban con su profesor, ahora mismo sólo se querían ir a dormir.

    Aisawa les acompañó a los dormitorios. El libro se había quedado en la sala de profesores, confiscado, por lo que le había dicho Aisawa lo examinarían para ver si estaba bajo alguna individualidad y después UA se encargaría. Aunque seguramente lo incineraran.

    Aisawa le dijo que habían estado desaparecido por 4 horas, no parecía ser mucho pero fue lo suficiente para hacerles sentir agotado.

    — Deberías de dejar ese huevo para que lo examinaran. Estoy seguro que insistirán para tenerlo entre sus manos- —Aisawa le aconsejó mientras entraban por las puestas principales del edificio.

    — No quiero, el Kachan de ese mundo dijo que estaba apunto de nacer, me sentiría mal si algo fallara. Sólo me pidió que lo mantuviera caliente y yo se lo quité. Fue sin querer, pero no quita que lo haya hecho, ahora es mi responsabilidad. 

    Sus compañeros los habían oído llegar. Se escondieron en distintos lugares para que Aisawa no les riñera y los mandara a la cama. La sala aparentaba estar vacía.

    — Buenas noches Midoriya, Bakugou. Descansa, has tenido un día duro.

    — Buenas noches, gracias por el consejo —no quería deshacerse del huevo de Drak pero tampoco podía mantenerlo en este mundo, no pertenecía a este. Tendría que pedirle ayuda a sus amigos para poder llevarlo de nuevo a dónde pertenece. Pero mañana era el cumpleaños de Kachan, no podía pedirles que hicieran algo e ignoraran a Kachan. Estaba seguro que se molestaría si no recibía toda la atención.

    Comenzaron a subir las escaleras pero fue detenido por un tumulto de preguntas. No se había dado cuenta de sus compañeros habían estado ahí todo el rato. ¿Habrían oído sobre lo que dijo del otro Kachan? No le gustaba recibir tanta atención como la que estaba teniendo ahora. No podía entender ninguna de las preguntas. Bakugou los ignoró y continuó subiendo.

    — ¡De uno en uno! —dijo Iida al ver que Izuku no sabía a quien contestar.

    — ¿Eso es un huevo? —Denki.

    — ¿Hay algo dentro? Quiero decir, ¿está vivo? —Satou.

    — ¿Quieres preparar un pastel con eso, Satou? —Uraraka.

    Al parecer sólo estaban interesados en el huevo.

    — Está vivo. Tengo que hacerme cargo, lo traje sin darme cuenta. Ahora es mi responsabilidad. No puedo dejar que hagan experimentos con él. Aunque...  —comenzó a murmurar— Tal vez sería mejor llevarlo con la profesora Ruykyu —la profesora que había entrenado  a Tsuyu y Uraraka y que tenía la individualidad de  transformarse en un dragón— ella debe de tener algún conocimiento de....

    Todo el mundo le volvió a cuestionar cosas. Esta vez fue Todoroki quien los paró.

    — Es mejor dejar dormir a Midoriya. Debe de estar cansado.

    — Gracias, Todoroki. —Realmente estaba agradecido— Lo siento, nos vemos mañana. —Se despidió de todos, estaba seguro que mañana le despertarían para hacerle preguntas. La verdad no sabría que responder. Fue un viaje extraño. No tenía nada que destacar, sólo Kachan.

    —Kachan... —tuvo su primer beso con un hombre que se parecía a Kachan y luego se atrevió a besar al propio Kachan. Se comenzó a sonrojar, tal vez debía de preocuparse en vez de emocionarse. Sabía que estaba comenzando a poner un sonrisa estúpida.

    — ¿Qué? —el rubio se encontraba en la segunda planta. Esta no era la planta de su dormitorio, el de Kachan era la cuarta planta. Una de sus cejas estaba levantando, esperaba una contestación de Izuku —Si no quieres nada no malgastes mi nombre, Deku. — No lo dijo gritando pero se le notaba amenazante.

Katsuki se dirigió a las escaleras, supuso que para subir.

    — Espera, Kachan

    — ¿¡Qué!? —esta vez si le gritó.

    — Puedo pedirte una cosa. Puede parecer un poco infantil pero

    — ¿Qué es? —dijo con tono irritado. Puede que no haya sido buena idea pedírselo. —Suéltalo, Deku.

    — ¿Puedes dormir hoy conmigo? —Ya está. Ya se lo dijo.

    Tenía la teoría de que la cría de Drak reaccionara de forma positiva si escuchaba la voz de Kachan cuando naciera.  Después de todo quien le estuvo cuidando era el otro Kachan. Le dijo que en cualquier momento podría nacer. No quería decirlo en voz alta,  pero le daba un poco de miedo encontrar una versión algo pequeña de aquel ser gigante rojo y que lo comiera. Algunos reptiles comían a sus dueños.  ¿Quién podía afirmar que el ser que saliera de ese huevo no haría lo mismo?

    — Bien

    — <> —Pensó Izuku a la vez que dejaba salir el aire retenido en sus pulmones.

Cuando se acomodaron en la cama, Katsuki eligió estar al lado de la pared. Izuku acomodó el huevo entre los dos y se puso de lado para estar cómodo.

    — ¿vas a poner el huevo en medio? —preguntó Kachan, parecía enfadado.

    — Si lo pongo al mi lado de mi casa se podría caer, si lo pongo a tu lado podrías girarte y aplastar el huevo. Se supone que tiene salir sólo. ¿Qué? Kachan, no te muevas tanto —Le estaba moviendo de sitio en la cama— Espera, casi aplasto al huevo.

    — Así está mejor. Más te vale que no te muevas como cuando éramos pequeños —ambos estaban de costado, en forma cucharita. Katsuki lo rodeaba con uno de sus brazos para poder tocar el huevo y verificar que no se cayera de la cama. Izuku se relajó. Podía sentir la otra mano de Kachan en su espalda, estaba plegada, esperaba que no le hiciera daño dormir toda la noche en esa postura. Por su parte, Izuku simplemente abrazaba al huevo. Se sentía cálido dormir con una persona más.

    —Buenas noches, Kachan.

    — Mmh.


    La alarma de un móvil comenzó a sonar. Izuku entreabrió sus ojos. Parecía que seguía siendo  de noche, todo estaba oscuro. Estiró su brazo para alcanzar su movil desde la mesilla. Estaba muy a gusto en la cama, si ya era la hora de levantarse no quería saberlo. Miró la hora con un ojo. Eran las 00:03. ¡Ya era 20 de abril! ¡El cumpleaños de Katsuki! Se quiso girar para felicitarle pero Kachan le estaba sosteniendo con los dos brazos (le estaba abrazando). Uno de los brazos continuaba en el mismo sitio, sobre el huevo, y el otro que antes estaba en su espalda, estaba debajo de él, le estaba tocando el abdomen por debajo de la camiseta. La mano de Kachan era cálida.  Izuku no lo tomó como un abrazo sino como una manera de dormir que tenía Kachan.  No deshizo el agarre.

    — Feliz cumpleaños, Kachan —el otro simplemente respondió apretándolo contra sí.  —No conseguí tener un regalo para hoy Kachan, lo siento. Puedes pedirme cualquier cosa.

    — Que te duermas... —su voz estaba justo detrás de su cuello.

    — Kachan... es enserio. Quiero darte algo —cada vez se veía más atractivo el regalo que había estado descartando día a día: los apuntes que tenía de Kachan y algunas mejoras que podía hacer a sus técnicas.

    — Todo lo que quiero lo tengo aquí, así que cállate y duerme.

    Izuku se quedó mirando al huevo ¿Para qué quería Kachan un dragón? No llegó a pensar, el sueño le estaba ganando la batalla.

    Kachan escucha un sonido raro. Iba a matar a Deku si era otra alarma de las suyas. Deshizo el abrazo en el que tenía a Deku y se acercó al móvil. No había ninguna alarma, eran las 6:25. En nada sonaría la alarma. ¿Pero qué era lo que producía ese ruido?. Quitó de golpe las mantas que les cubría. Deku estaba prácticamente sobre él, y el huevo...

    — ¿Qué coño es esa cosa? —gritó Katsuki. No podía ver bien la figura que salía del caparazón pero podía escuchar cómo se estaba comiendo su propio caparazón.

    Por las palabras de Katsuki, el otro se despertó y se fijó por la habitación para ver cual era el peligro, pero sólo veía figura y pósters de su ídolo All Might! Se volvió a tumbar en la cama hasta que escuchó un extraño crujido. Eso no eran sus huesos.  ¿Y el huevo? Sintió movimiento por sus piernas. Era un pequeño dragón gris.

    —¡Ha eclosionado! —el pequeño dragón que no mediría más de la mitad de su  brazo, sin contar su cola, estaba acabando de comer el caparazón. Con ese tamaño dudaba que lo comiera.

    — ¿Eso es un dragón? —Izuku prendió la luz de su habitación para verlo bien.

    — Sí. Bueno, el libro ponía que se llamaban drak. Aún no he pensado en como devolverlo a su mundo

    — Entonces tenemos que buscar la forma de devolverlo —le sorprendió que Katsuki se incluyera en el plan. Pensaba que diría algo como "es tú responsabilidad así que apáñatelas" o algo así.

    El dragón ya acabó de comer su propio cascarón. Probó sus alas, no consiguió volar nada. Caminó por la cama hasta llegar al lado de Katsuki y Izuku. Los miró a ambos. Pareció decantarse por el rubio, subió por su brazo hasta llegar a su cuello. Ahí se acomodó.    

    — Más te vale que hayas guardado el tíquet de esta cosa, te lo han vendido con unas uñas muy afiladas. —Lo dijo de tal forma que sonó como un gruñido.

    Ambos salieron de la habitación. Tenían que hallar la forma de tener el libro entre sus manos y saber como tienen que viajar a través de ella. Aunque el pequeño se veía adorable no sabía en cuanto tiempo se volvería del tamaño del dragón rojo que vieron.

En el comedor de los dormitorios aún no había nadie para desayunar, Kachan no le dio importancia pero Deku sabía lo que venía encima. Hicieron camino normal con la bandejas de comida, las luces se apagaron.

    — ¿Deku? — dijo Kachan con tono de voz bajo, casi amenzante.

    El nombrado sabía que a él no le gustaban las fiestas sorpresa, pero sus compañeros de clase decidieron que por la mañana era el mejor momento para celebrarlo. Después de clase tenían que entrenar hasta la hora de cenar.

    — Lo siento Kachan. Lo teníamos planeado desde hace mucho. —Aunque no era él quien tenía que acompañarlo a desayunar, la situación se vio así.

    — Te mato

    Comenzó un coro de cumpleaños feliz hacía Katsuki, sus compañeros salían de la cocina con un pastel preparado por Sato en las manos de  Mina. Arrastró a Kachan hacía una de las mesas.

    — Baku-bro. Espero que te guste mi regalo —le hace entrega de unas pesas de color naranja con su nombre. No era un mal regalo per estaba seguro que Kachan no estaría agradecido si se lo hubiera regalado él.

    — Gracias.

    Tal vez se consideraban buenos amigos. Estaba seguro que Kachan habría dicho a todo el mundo algo como: "¡¡No quiero vuestra mierda, largo.!!" Supongo que fue buena idea celebrarlo durante el desayuno parecía más relajado.

Se dieron una sonrisa mutua al verse. Mientras le iban entregando los regalos Izuku se percató de una cosa

    — ¿Y el dragón? —Katsuki se tocó el cuello. no lo tenía sobre él. No se había dado cuenta porque aún sentía las zarpas  en sus hombros.

    — ¿Es esta cosa de aquí? —Preguntó Mineta con cierto miedo en la voz. El pequeño dragón estaba sobre dos patas y entre sus pequeñas garras superiores tenía algo envuelto en hojas, ¿estaba esperando para poder darle un regalo a Kachan?

—¡Es adorable! —dijo Mina alzándole del suelo— ¿Qué es? ¿Un juguete nuevo? ¡Yo quiero uno! Izuku estás oficialmente invitado a mi cumpleaños —La alegre muchacha apretujaba al animal. Este consiguió zafarse pero enseguida otras manos lo agarraron. Estuvieron así un rato. Hasta que el animal dio un rugido fuerte y agudo.

Al verse libre corrió hacía Katsuki, era el más cercano, se subió en él hasta llegar a sus hombros. Miró a todos de lejos y dio un pequeño rugido que podía compararse a un maullido de gato.

—Está asustado —declaró Izuku—  El huevo que visteis ayer era él. Eclosionó esta mañana, aunque lo veo muy despierto para ser un recién nacido. Tal vez los draks tenían un buen metabolismo que los hacía aprender todo lo que veían. Por eso también estaría entregándole a Kachan un regalo... ¡Ah! ¿Kachan, qué te ha dado?

Le entregaron el regalo que había quedado abandonado en el suelo. Lo abrió, dentro estaba un libro. El libro.

Katsuki lo miró detenidamente, no encontraba ninguna portada. Lo abrió y vio que estaba había algunas palabras de Izuku sobre el entrenamiento de ayer, sólo estaba hablando. Cómo siempre él se había fijado hasta el mínimo detalle. ¿Por qué pone que tengo que hidratarme bien antes de hacer la técnica? Ah, ahí está la respuesta escrita "más sudor de lo habitual". 

—¡Es el libro! —Se acercó Izuku, demasiado rápido, asustó al animal que estaba encima de Katsuki. Como método de defensa dio un grito, no tan suave como el último. Eso hizo que Katsuki activara su individualidad en la camiseta de Izuku, pero  frenó el ataque antes de que le hiciera un daño verdadero. Sólo se le había quedado la camiseta agujereada.

— ¡No te acerques, tanto!

—Lo siento, Kachan. Pero es ese libro el que me llevó a Tanin.

— Es cierto, tienes que contarnos lo que te sucedió —le dijo Ochako

— Vale, chicos, os lo explicaré. Sabéis que desaparecimos en los vestuarios, ¿no? Resulta que esa tarde me compre un libro en blanco que resultó ser un libro que me llevó a otro lugar, era todo bosque.Me encontré con una persona que, aparentemente, me confundió con otra... —omitió la persona— Resulta que esa persona me estaba esperando para que el huevo eclosionara pero el libro volvió a brillar y nos trajo de vuelta, no sólo a mí y Kachan sino que también al huevo de drak. El profesor Aisawa nos ha dicho que es posible que se lo quieran llevar par examinarlo. La persona que me lo dio parecía encariñada con él, así que pensé que lo mejor sería entregarlo de nuevo a su mundo.  Aquí no está asalvo

— ¿Y como podemos ayudar? —preguntó Todoroki.

— No lo sé, las dos veces que ocurrió no estaba siendo consciente de mi alrededor.

— ¡Ey! ¡Quiere parar de moverte jodida rata! —el dragón se estaba moviendo por Katsuki. Agarró el libro que casi se cae de las manos del rubio y se volvió a dirigir a la parte de arriba. Esta vez no se quedó en el cuello sino que subió hasta la cabeza. Le muestra el libro a Kachan, haciendo movimiento de levantarlo, varias veces.

—Creo que quiere que lo tires al aire —dijo Koji. El tenía la individualidad "voz animal" así que debía de ser cierto.

Kachan aceptó de mala gana el libro y lo tiró al aire, no muy fuerte.

El dragón tiró fuego contra el objeto.

Sus garras delanteras se apoyaban en la cabeza y sus cuartos traseros en el trapecio de Katsuki. Estuvo así unos buenos segundos, cuando finalizó todos se quedaron asombrados con lo que veían. Había parecido un portal. No podían ver lo que había al otro lado pero asumieron que se trataba de uno.

— Solucionado, creo —dijo Tsuyu.

— No podemos entrar en  un lugar así. No tenemos conocimientos sobre los peligros existentes en ese lugar. Es peligroso. Primero tendríamos que informar al profesor Aisawa. —declaró Iida, como la voz de la razón.

— Se está haciendo más pequeño —señaló Momo.

— No tenemos tiempo para decidir. Iré yo y le explicaré que fue sin querer. —Izuku estaba decido a marcharse.

Algo calló del otro lado del portal.

Era otro otro Deku. Este no se parecía mucho al que ellos conocían. Parecía tener el cuerpo más maduro, su altura tampoco era la misma, sería la misma que Iida. Su tono de piel era más oscura ¿Por qué no llevaba una  camiseta? Sólo iba unos pantalones.

— Muchas gracias por sacarme de ahí. —se dirigió a Kachan— Ey, ¿estás cansada? —Agarró el dragón de él. —Te lo agradezco, pero procura ser más grande antes de utilizar ese tipo de técnicas.

El pequeño dragón emitió un sonido similar al de los hurones. Ya no estaba haciendo tanto movimiento como antes, se dejó manejar por el recién llegado.

— ¿En serio? Parece que hayas nacido hace pocas horas. —la criatura le respondió con pequeños sonidos.

— Muchas gracias a vosotros también. He estado en ese lugar por lo menos por 5 días. (Una semana entera en realidad) —Se miró la piel— Esto va a doler.

— ¿Eres Deku? —Preguntó asombrada Ochako.

— Sí, pero no soy el de tu mundo. Soy Deku de las Tierras de Tanin. Veo que habéis tenido una pequeña aventura con el libro. —Se dirigió al portal e hizo un movimiento que produjo un vendaval y deshizo el fuego dejando el libro caer. —Es un libro hecho con piel de un drak, no se quema. Son muy útiles cuando quieres tener cosas apuntadas y vives entre ellos.  También para hacer portales de fuego.

    — No te pareces mucho a... —Dijo Denki mientras miraban a Izuku de su mundo.

    — Bueno es porque soy mayor qué él. Apenas tenéis 16 años, o por ahí. El cuerpo crece al ritmo que debe ser. Y bueno, yo pegué el estirón a los 18 años así que... —

    — ¡Ey! ¡¿Has sido tu el que cree el libro?! —le cuestionó Kachan al nuevo sujeto.

    — Claro. Mi principal función de donde vengo es informar. Mejor dicho, documentar. Escribo sobre todo nuestro mundo, de vez en cuando uno distinto. Por ejemplo, este fue el primer libro que escribí. Lo suelo llevar siempre encima porque es un recuerdo de mi tierra, no suelo estar ahí. Creo que debería de volver para ver como están las cosas... Lastimosamente se lo tuve que entregar a una anciana a cambio de que me sacara de un laberinto. No tengo la menor idea de como llegó a vuestro mundo. Tal vez, lo vendió...

    — ¿Dónde estabas ahora? Seguro que viviendo aventuras —Eijiro le preguntó entusiasmado.

    — Bueno, me atendré en el desierto...

    En un segundo plano, Izuku adolescente y Katsuki se alejaron del comedor.

    — Lo siento Kachan, si no hubiera pasado todo esto el protagonismo sería para ti.

    — Deja de disculparte— acompañó la frase con un gruñido— Al final recibí lo que quería. —dijo con una media sonrisa.

    — Pero si esa persona, se llevará al dragón. —señaló la puerta del comedor donde aún se podía escuchar ruido.

    —Izuku, cuando anoche dije que ya tenía lo que quiero. No me refería al huevo.

    Se estaba comenzando a sonrojar, por la noche pasó la idea de que se estaba refiriendo a él pero no lo creía posible, de alguna manera pensaba que Katsuki lo odiaba de todas las manera y que su relación había avanzado bastante con un "tolero-tener-entre-mis-amigos, sigue-llamándome-Kachan".

    — Lo dices en serio? —se mordió el labio para no mostrar una sonrisa boba.

    — Sí, no me lo hagas repetir, Deku. —el rubio también se estaba sonrojado. Una cosa era decirlo medio dormido que incluso él mismo pensó que lo había soñado, otra es decirlo en persona. Por alguna razón, no podía nombrar esas palabras.

    — ¡Kachan-niño! —les interrumpió una voz desde la la entrada de la puerta. Era el otro Izuku.— Me han dicho que tienes una individualidad explosiva. ¿Puedes ayudarme en algo?

    — ¿A quien llamas niño? Inútil. —le había interrumpido mientras estaba teniendo una charla importante con su Deku.

    — Venga, y yo te devuelvo el sabor. ¿Qué quieres?

    Katsuki le iba a gritar improperios pero se acordó del Katsuki del otro mundo.

    — Bien —lo dijo con una sonrisa amenazante.

    Izuki había conseguido pasar la aldea de los desfa, otra vez estaban en una riña con los fosle. Ahora era porque había cazado un conejo. Un cazador desfa defendía que era suyo, el cazador fosle también. Lo solucionó partiendo el conejó en dos. Como agradecimiento le curaron las quemaduras producidas por el sol del desierto y le proporcionaron ropa. Eran amables cuando se lo proponían.

    — Oh, llegué tarde. —dijo cuando vio al rubio con detenimiento— Te quitaste la barba.

    Eri salió del cuello de Deku para dirigirse hacía el rubio.

    — ¿Creí que vendrías antes del renacer de Eri? —Eri estaba totalmente enroscada en el antebrazo de Katsuki.

    — Una bruja me engañó, así perdí el libro también. Consejo del narrador de las tierras de Tanin, no vayas al desierto. Territorio hostil

    —¿En serio? Pensaba celebrar ahí nuestro aniversario. —Por el tono de voz Izuku sabía que lo decía en broma. Se quedó viendo como Katsuki daba mimos a Eri. Echaba de menos estar en estas tierras tal vez debería quedarse unos años.

    — Si quieres ve, pero tú sólo. Yo no pienso poner un pie en ese lugar después de lo que me ha costado salir.

    — Hah —le sonríe de lado.

    — Kachan...

    — Hmmm —se le quedó viendo mientras se le acercaba.

    — Feliz cumpleaños, me alegro de que hayas nacido.

    — Yo también me alegro —se sentaron en el suelo. No tenían prisa por irse.

    — Kachan... —espero una respuesta para saber que lo estaba escuchando.— ¿Le diste un beso al chico?

    Katsuki sabía que su Deku no era celoso, confiaba en él al igual que él confiaba en Deku. Pero cuando se equivoca en pequeñas cosas, llegaba a estar muy enfadado. Tenía que salir de alguna forma.

    — Es mi cumpleaños.

    — Mañana celebraremos tu no cumpleaños. —eso era una amenaza.

 

Notas finales:

Datos
Tanin: es Dragón en arabe
Drak: es dragón en catalán (Drac)
Fosel: Elfos
Desfa: Hadas en catalán (Fades)

 Y bueno, eso ha sido todo. Muchas gracias por leer! :) 


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