Siempre me quedará Hacía rato que se había acostado pero no podía dormir, como hacerlo después de lo que su hermano le había dicho en la mañana? “- me voy Shun-” dijo con tono serio. Ni una explicación le había dado y sabía muy bien que aunque le preguntara no obtendría respuesta. Cómo decir que me parte en mil
las esquinitas de mis huesos,
que han caído los esquemas de mi vida
ahora que todo era perfecto. Abrazó con fuerza una de sus almohadas y dejó que un par de lágrimas escaparan de sus tristes ojos esmeralda. Debía haberlo sabido ya que para él la felicidad no duraba mucho y hacía un año que vivía felizmente en una bonita casa junto al mar con Ikki, pero ahora… No le había dicho si regresaría o si tardaría mucho aunque temía que no lo haría, su expresión se lo había dicho y aún así no entendía el por qué.
Y algo más que eso,
me sorbiste el seso y me decían del peso
de este cuerpecito mío
que se ha convertío en río.
“Por qué?” Repetía su mente“Por qué lo abandonaba? Y sobre todo…”“Por qué tenía que amar así a su hermano?” Un sentimiento así no debería de existir y sin embargo ahí estaba, destrozándole el corazón, si tan solo estuviera seguro de que le correspondieran, de que su hermano le podría decir alguna vez que al igual que el no podía dejar de pensar en él y que lo amaba tanto como el lo hacía… pero sabía que eso nunca podría ser.
Se volteó para ver la hora, ya eran más de las 3 de la mañana, cansado pero aún sin poder conciliar el sueño se sentó en su cama. de este cuerpecito mío
que se ha convertío en río. La puerta de su habitación se abrió con lentitud y por inercia volteó a ver al recién llegado. - Ikki…- susurró son poder evitarlo. Quién más que él podría ser el que entraba? Sus ojos se toparon con los azules del fénix quien se notaba sorprendido, de seguro no esperaba encontrarlo despierto y un pensamiento se formó en la mente del pequeño peliverde. “venía para despedirse mientras yo dormía” Miró la maleta que su hermano sostenía en una mano comprobando lo que pensaba. - no puedes dormir conejito?- preguntó únicamente mientras el menor bajaba la mirada para escuchar luego unos pasos que se detuvieron frente a su cama. - podrías…- comenzó tímidamente aún sin alzar el rostro - quedarte hasta que me duerma, como cuando éramos pequeños?- terminó alzando temeroso la mirada. Un incómodo silencio se formó a su alrededor hasta que sin decir palabra alguna el mayor se sentó en la cama apoyándose en el respaldo de ésta, así que Shun se acostó a su lado y sintiendo los latidos aclarados de su corazón y las suaves caricias que su hermano daba a su cabello se durmió.
Me cuesta abrir los ojos
y lo hago poco a poco,
no sea que aún te encuentre cerca. Abrió con lentitud los ojos esperando encontrar a su hermano a su lado pero no estaba ahí, se había marchado tal vez para siempre, reacio se levantó después de habérsele acabado las lágrimas y arrastrando los pies con desgana y profunda tristeza se encaminó a bañarse.
Me guardo tu recuerdo
como el mejor secreto,
que dulce fue tenerte dentro.
Sabía que lo mejor sería olvidarlo pero aún no sabía como hacer eso. Los momentos felices al lado de su hermano lo hicieron sonreír nostálgico. Por lo menos nadie le quitaría sus recuerdos.
Hay un trozo de luz
en esta oscuridad
para prestarme calma. De pronto una frase que había escuchado alguna vez le vino a la mente.
El tiempo todo calma,
la tempestad y la calma,
el tiempo todo calma,
la tempestad y la calma. “El tiempo todo calma” se repitió mentalmente mientras caminaba por la playa. Se sentó cerca de la orilla del mar pegando sus piernas a su pecho y posando su barbilla en una de sus rodillas.
Siempre me quedará
la voz suave del mar,
volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojarála flor que crece en mi,
Miró un instante el cielo que parecía reflejar su sentir y después fijó su atención a las olas que al chocar contra las rocas producían un sonido armonioso. - azul como tus ojos…- susurró para sí sintiendo una gota caer en su mejilla. y volver a reír
y cada día un instante volver a pensar en ti. Otra gota le cayó seguida de varias mas hasta que la lluvia mojó su ropa y su cuerpo completamente pero él no hizo el menor movimiento para marcharse. Pasaron los minutos.
En la voz suave del mar,
en volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
Lo mas seguro era que se enfermara pero acaso eso importaba?Importaba ahora que se había quedado solo?Importaba ahora que nunca volvería a ver a la persona que mas amaba? Sus sonrisa, su voz, su aroma, y el no le había dicho lo que sentía, lo más probable era que su hermano lo rechazara pero al menos se lo habría dicho. - Shun!- escuchó a sus espaldas en una conocida voz, sonrió con ironía, ahora su mente trataba de jugarle bromas. y volver a reír
y cada día un instante volver a pensar en ti.
Por alguna razón comenzó a darle sueño, así que se acostó en la suave arena mojada y mientras sus pesados párpados se cerraban con lentitud escuchó repetirse su nombre en la cercanía hasta que unos cálidos brazos rodearon su cuerpo y lo alzaron con delicadeza. Abriendo los ojos pudo distinguir un rostro preocupado. - hermano?...- preguntó en un murmullo sin poder creerlo, no, debía estar soñando ya que su hermano se había marchado desde hacia muchas horas atrás. Aunque no importaba si era una ilusión ya que le agradaba volver a sentir el aroma de ese cuerpo, su calidez… Cómo decir que me parte en mil
las esquinitas de mis huesos,
que han caído los esquemas de mi vida
ahora que todo era perfecto. Su cuerpo pesaba cada vez más hasta que lo único que vio fue la oscuridad.
Y algo más que eso,
me sorbiste el seso y me decían del peso
de este cuerpecito mío
que se ha convertío en río.
de este cuerpecito mío
que se ha convertío en río. Despertó con un sentimiento de cansancio y llevando una mano a su frente notó que tenía un poco de fiebre, pasó su mirada por la habitación notando que además de él no había nadie mas, con tristeza volvió a cerrar los ojos. - un sueño…ya lo sabía…-
Siempre me quedará
la voz suave del mar,
volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi, El peso extra en su cama lo hizo voltear con rapidez. - cómo te sientes?- preguntó un preocupado Ikki a un sorprendido Shun cuyos ojos no podían estar mas abiertos. - solo a ti se te ocurre quedarte bajo la lluvia por tanto tiempo- dijo al no escuchar una respuesta del mas pequeño y posó su mano en su blanca frente. - por lo menos la fiebre ya te bajó- Debía seguir soñando o por lo menos esa era la explicación de su mente, y como estaba soñando no importaba lo que dijera verdad?
y volver a reír
y cada día un instante volver a pensar en ti. Se sentó en la cama, extendió su mano sacándola de debajo de la sábana y tomó la mano del fénix mientras se perdía en su profunda mirada. - por qué regresaste?- preguntó mas bien para sí mismo por lo que no dejó responder a Ikki y siguió hablando. - te amo Ikki- soltó así sin mas viendo la sorpresa en el de cabello azul. En la voz suave del mar,
en volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará - qué??- logró articular por fin después de un rato de silencio. - se que no esta bien sentir esto por ti porque eres mi hermano pero…no puedo evitarlo y si te vuelves a ir yo…no lo soportaría- dijo sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas. - pero si decides no verme otra vez yo lo comprendo- completó bajando el rostro con resignación. la flor que crece en mi, y volver a reír La mano de Ikki lo hizo mirar hacia arriba y sin darle tiempo a reaccionar el ojiazul juntó sus labios con los propios. Ikki lo estaba besando!! Comenzó con un beso tierno, dulce y lleno de amor para después el mayor comenzar a capturar sus labios con urgencia hasta que Shun reaccionó de su asombro y correspondiendo cerró los ojos y rodeó el cuello del fénix, un par de lágrimas calleron por sus sonrojadas mejillas. - yo también te amo conejito- susurró cuando se separó de él. Shun sonrió feliz mientras su hermano limpiaba con delicadeza sus húmedas mejillas. - estoy soñando?- preguntó abrazándolo, Ikki rió, sus ojos brillaban. - no lo creo, al menos que los dos soñemos lo mismo- respondió dándole un ligero beso, sonriéndole dulcemente y volviendo a abrazarlo.
y cada día un instante volver a pensar en ti… ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
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