- Aún sigo sin entender qué es lo que está mal... -suspiro por cuarta vez intentando prestarle atención a su amigo que parecía un rapero... Uno de los malos por que no entendía una mierda de lo que quería decir
- ¡¿Cómo no lo entiendes?! - gritó por cuarta vez con un gesto demasiado exagerado, incluso para él mismo - hoy estaba en la biblioteca cuando se acercó él y me preguntó si se podía sentar conmigo, pero habían muchas mesas libres y yo le dije que si, entonces él se sentó y se quedó mirándome, no, no estoy mintiendo ¡me miro!... ¡A mí! Y después de eso sonrió y me dijo "eres realmente muy lindo" con esa linda voz que tiene y...
- Y supongo que se juraron amor eterno y ahora están saliendo ¿No? - decidió abrir nuevamente su libro en la página que había quedado, nada de lo que pasase a continuación podría importarle menos, estaba seguro de que solamente le quedaba la salida de volver a encontrar un nuevo amigo, porque el que tenía ya estaba demasiado ocupado escogiendo el vestido de novia.
- Salí corriendo - se sentó al lado de su amigo esperando la reacción de este que fue lenta, demasiado lenta a su parecer
- ¿Qué? - por fin reaccionó después de un minuto completo - el tipo con el que has estado fantaseando desde que tengo memoria de conocerte y con el cual me tienes las bolas hinchadas tanto que repites su nombre, se te acerca y te trata de ligar... ¿y tú sales corriendo?
- Es que no es fácil para mí - suspiró-
-Tampoco es fácil para mí tener que escuchar hablar todo el tiempo de él, y tener que comentar cada actualización de estado que hace en alguna de sus mierdas sociales... El otro día me hablaste a las tres de la mañana... ¡sólo para decirme que él estaba con insomnio! - Votó el aire que estaba conteniendo quién sabe desde hace cuanto tiempo
- Creí que estarías despierto - lo miro alzando una ceja-
- Eran las tres de la mañana... - repitió mirando al rubio con indignación-
- Vale, ya me disculpé... Pero ese no es el punto ahora mismo, dijo que me esperaría a la salida y no sé qué hacer, vamos Al, ayúdame por ésta vez... - puso su cara más linda esperando tener buenos resultados
- ¿Esperas que vaya a la farmacia y consiga lubricante por ti? Si sólo es eso lo haré enseguida con tal de no volver a escuchar su nombre - se puso en pie pero fue detenido por la mano del rubio que lo seguía mirando - ¿ahora qué?
- Sabes que no es eso maldición, es sólo que si él se me acerca me pongo tan nervioso que mi mente se queda en blanco - el otro se sentó a sabiendas de lo que venía - y si intento hablarle comienzo a tartamudear, me sudan las manos y si él quiere tocarme lo golpearé y saldré corriendo, hoy le pise el pie y el sólo sonrió diciendo "que lindo" y no puedo con eso, me desespero, en mi imaginación yo soy genial y cool y puedo hablar con él de temas interesantes y sacarle sonrisas pero cuando es la realidad simplemente soy un inútil, no quiero tener que encontrarme con él a la salida, siento pánico... ¿Podrías acompañarme?... - vio que el moreno iba a abrir la boca y se apresuró- sé que es molesto pero sólo si tu estas ahí puedo ser yo mismo y comportarme normal... Con el tiempo seguro me acostumbraré y dejaré de molestarte pero por ahora hazlo, por mi ¡por favor!.. ¿Sí?... -se puso de rodillas y junto ambas manos frente a su rostro manteniendo los ojos cerrados a la espera de lo que dijese su amigo
- El te invitó a ti, no a mi... ¿No crees que sería descortés que yo apareciera de la nada cuando lo que él quiere es hablar contigo? Segundo: piensa en lo incómodo que sería para mí estar en todas sus citas esperando a que tú te acostumbres y tercero: si quieres acostumbrarte rápido lo mejor es que vayas tú sólo desde un comienzo, aplazar lo inevitable sólo hará que todo sea más confuso.
- Pero Al... Me da miedo ir sólo... -lo miraba intentando causar lástima-
-Has fantaseado estar a solas con él desde que tengo memoria, el que debería tener miedo es él con la cantidad de cochinadas que pasan por tu cabeza -suspiro, ya había perdido la cuenta de cuantos suspiros llevaba -
- Sigo siendo virgen y lo sabes - recalco con una mirada fiera que el otro pasó por alto
- Tu mente es demasiado sucia para ser considerado como alguno, y tus horas de ver porno te dan un magíster completo... No sé cómo es que sigo hablando contigo, enserio -se quejo mirando hacia la nada, realmente se preguntaba cómo aún podía seguir esa amistad, él, un chico hetero normal y el otro, un Gay asumido demasiado histriónico e hilarante para su gusto, a veces sentía que realmente había caído bajo con sus amistades
- Eso es porque a pesar de todo me quieres - se sentó a su lado y lo tomó del brazo pegándose como una lapa - y como me quieres y yo te quiero me acompañaras hoy ¿Verdad?
- Olvídalo - No hizo nada por zafarse, años de experiencia le habían enseñado que intentarlo sólo provocaba que el otro se pegara aún más- tengo una cita a la salida con Annie de 3ro C. Si sólo puedes estar tranquilo cuando estás a mi lado ¿porqué no piensas que soy yo mientras hablas con él? Quizá eso te relaje
- ¿Dejaras a tu amigo de años sólo por ir a cogerte a esa zorra? - Lo soltó -
- Esa zorra tiene un lindo culo y muy buenas piernas - recalco lo siguiente utilizando las manos - y unas tetas que serían la envidia de cualquier vaca
- Las vacas dan leche, ella sólo sida - se cruzo de brazos ahora de mal humor olvidando todo su problema
- Ella es virgen y da igual... Soy yo el que la quiere llenar de leche - sonrió y se puso de pie justo al momento en el que sonó la campana de la última hora - vamos que se nos hará tarde
- Ajá... -se puso de pie de mala gana y siguió al otro por los pasillos llegando al salón donde tomó asiento en silencio hasta que la clase dio término, después de eso tomó sus cosas y salió apresuradamente hasta que en la salida el escuchar su nombre lo sacó de sus pensamientos. "Mierda, lo olvidé" pensó mientras el castaño se acercaba a él con una sonrisa encantadora que provocó que sus piernas flaquearan por un instante.
- Por fin te veo de nuevo... - lo miro ensanchando aún más esa sonrisa, dejando ver esa perfecta dentadura, esas masculinas facciones y ese cabello tan suave y reluciente que lucía perfecto peinado hacia atrás
- Ah... Bueno... Yo... Verás... Yo... -no sabía qué demonios hacer y para colmo sus manos ya habían comenzado a sudar, ni siquiera podía concentrarse en lo que quería decir, si tal sólo Al estuviese a su lado las cosas serían más fáciles pero no... ¿O sí? ... Fue justo en ese momento que vio a su amigo coqueteando de la mano con Annie la perra y entonces el mundo pareció iluminarse - Al, tardaron mucho, estábamos por irnos casi - por supuesto todos se miraron sin entender - Annie ¿Verdad? Eres muy bonita tal y como Al había dicho... Tenía tantas ganas de conocerte, me gustará mucho esta cita doble... A y por cierto esas uñas que tienes están increíbles (Perra) se nota que las cuidas demasiado -Sonrió satisfecho consigo mismo por su maravillosa actuación y la capacidad para no insultarla como quería, aunque mentalmente la historia era otra
- ¿Que mierda estás haciendo?- Al lo había tomado del brazo y susurrado a su oído
- ¿Tú qué crees? - respondió el otro soltándose casi violentamente para ir luego con el castaño y tomarlo del brazo como si nada - Venga vamos por un helado, ya tendremos tiempo de presentarnos todos -Sonrió
- No me dijiste que vendría tu amigo - dijo el castaño algo contrariado
- Es mi único y mejor amigo, así que cuando supo que me habías invitado a salir dijo que no me dejaría sólo hasta que te aprobara, aunque no entiendo de qué habla
- ¿No te está tratando como a un crío? ni que fuera tu padre - murmuró con desgano echando una ojeada al moreno que sin duda se veía alguien de cuidado
- No lo es, pero es su manera de ser, me quiere mucho es todo - sonrió para luego soltarse y tomar la mano de Annie adelantándose con ella y dejando a los dos chicos atrás en un ambiente demasiado tenso e incómodo.
"Mierda" - pensaron ambos aunque por razones completamente distintas mientras las dos "muchachas" hablaban felizmente de cosas que ninguno de ellos entendía