La familia Uchiha es una familia normal, respetada y admirada por vecinos, amigos y conocidos, el patriarca Fugaku es un hombre alto y corpulento como lo demanda su puesto de jefe de policía, con el cabello y ojos negros de piel blanca ligeramente bronceada por el sol de tanto trabajo de campo. Por otro lado su esposa y matriarca Mikoto es una mujer hermosa de piel lechosa que contrastaba con su cabello y ojos negros, gozaba de un puesto de medio tiempo como asistente de una importante empresa del sector informático, quiso retirarse pero su jefe no se lo permitió “demasiado buena como para dejarte ir” le había dicho; el hijo mayor Itachi es un doncel que ya está casado con un varón llamado Kisame y tenían un hijo de cuatro años llamado Obito que es varón, ambos trabajan aunque el varón lo hace en una tienda de deportes acuáticos y el doncel en la misma empresa que su madre.
Por último estaba Sasuke, el hijo menor, un doncel hermoso al igual que su hermano, que a su vez se parecía a su madre; Sasuke era estudiante de séptimo semestre de derecho en la Universidad de Konoha, ostentaba el primer puesto como mejor estudiante de su facultad y uno de los mejores de toda la Universidad, además tocaba el violín como hobby, aunque últimamente sus pensamientos iban encaminados en una sola dirección y no podía dejar de pensar en eso, así que lo único que podía hacer era remediarlo, ya estaba trabajando en cómo hacerlo.
-Buenos días alumnos – el profesor entró a la clase pero Sasuke no le puso la más mínima atención, su mente estaba enfocada en otra cosa. El profesor hablaba de un caso administrativo que el pelinegro se sabía de memoria y ya había trabajado en los posibles escenarios, por eso se daba ese lujo de no poner atención. Al finalizar la clase salió sin más dispuesto a cumplir su objetivo en ese momento.
-Hola Sasuke – Lo saludo una de sus compañeras de facultad y con quien compartía clases, el chico le hizo un ademan sin dejar de caminar, al fin y al cabo no eran amigos, aunque la verdad es que no tenía amigos y los únicos que le hablaban eran la chica que lo seguía Karin, el novio de está Suigetsu y el amigo de este Jugo; se hablaban con Sasuke porque compartieron juntos la secundaria.
-Karin en este momento estoy ocupado – La corto Sasuke al notar que la chica no se iría tan fácilmente.
-¿Y eso en qué? – Pregunto como siempre curiosa la chica, Sasuke se detuvo un segundo para mirarla sopesando que decir.
-¿Sabías que el 70% de las personas que llegan vírgenes a la Universidad pierden su virginidad en sus primeros dos años? – Sasuke siguió caminando con Karin detrás que lo escuchaba aunque sin entender que tenía que ver, aunque el dato era interesante, tal vez un proyecto en el que trabajaba
-Interesante y por mi parte cierto – Karin soltó una risita por la cual Sasuke resoplo, ya sabía que la chica era parte de ese 70%
-Lo importante es que el 30% restante lo hacen en su quinto o sexto semestre – Sasuke concluyó la información, la pelirroja frunció el ceño pensando en eso por lo que no puso real atención a que el chico siguió hablando – Es lo que hace la gente normal, estoy seguro que mi hermano lo hizo, yo no me quedaré atrás.
-Eso es imposible Sasuke, no todas las personas pierden su virginidad en la universidad – Karin miraba a todas partes tratando de buscar algo que apoyara su teoría – Muchas personas llegan vírgenes al matrimonio por convicción y otras simplemente esperan el amor o algo así, además esas personas que ni siquiera tienen relaciones interpersonales con nadie.
Cuando la chica termino de hablar noto que estaba sola y Sasuke ya no se encontraba a su lado, en algún punto de esa explicación el chico se había desviado y ahora iba sola, lo extraño era que para allá solo estaban los vestidores de los varones, era imposible que fuera hacia allá - ¿Qué se hizo?
Sasuke exactamente iba para ese vestidor y es que su plan se basaba en dejar la nota en ese lugar, era el único lugar donde se podía asegurar que lo viera un varón y no una mujer o doncel, con cuidado y evitando a cualquier persona entró, sabía que a esa hora no había nadie y podría estar sin ningún problema, saco la nota y cinta para pegarla al espejo, pero se detuvo.
-¿Y si lo ve más de un varón? – Eso sería malo y bastante perjudicial por lo que desistió de esa idea y guardo la cinta, se mordió el labio inferior pensando en que hacer, no le quedaba mucho tiempo, pronto iniciaría la práctica del equipo de ni idea que deporte y no quería que lo vieran ahí, sin pensarlo mucho arrojo el papel en un casillero cualquiera y salió rápidamente.
Volvió a respirar cuando estuvo sentado en la cafetería de la Universidad, ahora solo le quedaba esperar, cuando pudiera cumplir con ese propósito de su mente y que al parecer su cuerpo reclamaba estaría en paz y volvería a su vida normal. El resto del día fue normal como lo esperaba aunque una sensación de mariposas en el estómago y picazón en las manos no lo dejo tranquilo, cuando pasara de esa experiencia debía ir al médico.
-Sasuke vamos a la biblioteca – Le propuso Karin pensando en el montón de tarea que tenían, por suerte tenía de amigo al mejor de todos y este la ayudaba.
-Está bien pero solo hasta las seis – Respondió el chico como si nada, igual debía hacer el trabajo y aunque Karin no era la más lista tenía la particularidad de notar los pequeños detalles que nadie más notaba y eso la hacía especial.
-¿Y eso? – Pregunto Karin con una sonrisa, el otro solo se alzó de hombros quitándole importancia al asunto aunque las cosquillas y el temblor de las manos no se le iba.
No hablaron más de eso y fueron a estudiar y a las seis en punto Sasuke salió de la biblioteca, fue directo a la sala de música donde había dejado previamente su violín, lo saco y empezó a tocar, ya había pensado que si llegaba más de una persona o era alguien desagradable fingiría demencia y esa o esas personas creerían que fueron víctimas de una broma.
Pasó una hora y en medio de la música escucho la puerta abrirse, el corazón se le paro por unos segundos ante la expectativa, por unos segundos se arrepintió en la biblioteca pero después se sacudió esas dudas y ahora no dudaba.
-Hola – Sasuke lo conocía, ese varón que lo saludo era Naruto Namikaze, el rubio de ojos azules que estudiaba medicina, lo sabía porque la universidad realizaba foros con los mejores estudiantes y Naruto estaba entre ellos.
-Hola – Respondió Sasuke sonriendo, no sería difícil cumplir su objetivo con Naruto, ese varón estaba que se caía de bueno, pero igual debía asegurarse - ¿Qué haces aquí?
-Pues caí en una broma al parecer – Naruto se llevó una mano al cuello sonrojándose un poco, no sabía que quien estaba allá era Sasuke Uchiha, debió saber que era mentira.
-Pues si tienes una nota donde te citaban para sexo, no caíste en una broma – El rubio abrió la boca con sorpresa.
-¿Disculpa? – Pregunto asombrado el rubio.
-¿quieres tener sexo conmigo?