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rudis indigestaque moles por Marcianita

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Notas del fanfic:

Pareja: Spamano.

Advertencias:  Historia muy LGBT —pero tampoco demasiado— homofobia internalizada, España siendo algo más que un simple idiota... creo; muy posibles desvaríos, y también posible Ooc. Au. 

Desclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos son de Hidekaz Himaruya.

   Prólogo

 

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Como el mundo es algo injusto y tiene un jodido humor negro; es algo común que por un movimiento en falso, uno pueda perder todo aquello por lo que trabajó fervientemente. O a lo mínimo, hay la posibilidad de que todo se ponga de cabeza y nos quedemos desamparados por tomar el camino menos transitado.

 

Como Lovino no era un genio en las matemáticas, y no tenía ni la mínima idea de lo que era "La teoría del Caos", decidió crear una "fórmula" que llevaba al caos. Una fácil, pero de difícil interpretación que solo surtía efecto en casos particulares, y para los cuales —para su gran alegría— algunos podían ser inmunes.

 

En este caso en particular había tres pasos importantes, que llevaron al drama familiar —uno repleto de lágrimas, y… violencia— y estos… extrañamente se dieron en su presencia.

 

El primer paso tenía que ver con mujeres locas, ropa ligera y… encajes. También tenía que ver con abrazos y halagos que venían sin ton ni son, hacia la ternura y belleza de quien usaba aquellos atuendos.

 

Para aquellos tiempos Lovino, había visto esos eventos con curiosidad infantil y sin encontrar nada malo en lo sucedido. Vamos, era tan pequeño que siquiera vio extrañado lo acontecido, ni pasó por su cabeza la idea de decir: "Oye, ¿no es raro que tú vistas así?".

 

Sí, para esos tiempos su hermano usaba faldas dentro de la comodidad de su casa —cuando sus padres no estaban— mientras canturreaba por ahí, instándolo a hacer lo mismo y probar la comodidad de las prendas. Lovino debía admitir —aunque solo para él, porque… mierda, jamás lo haría en público— que lo hizo y… no le disgustó lo hecho…

 

El segundo paso… sí le resultó desagradable, pero no exactamente por la naturaleza de lo ocurrido, sino porque… el que creó ese evento, era realmente intimidante, feo y… los vigilaba detrás de las paredes, mientras arrugaba margaritas en sus pequeñas manos.

 

Lovino, para aquellos tiempos había reaccionado como un gato. Siempre estaba a la defensiva, gritaba obscenidades e… intentaba luchar con el miedo que le causaba tan espeluznante presencia. Como es a suponer —en este mundo que no es ciego ni sordo… al parecer— el niño no estaba ni medianamente interesado en él —por buena suerte, ya que Lovino lo odiaba con la potencia de mil soles, pese a jamás dirigirle la palabra— sino en el lindo, inocente y tan perfecto hermano que tenía.

 

Como buen hermano mayor había luchado porque ambos niños jamás se dirigieran la palabra, pero pese a sus esfuerzos y que el fulano era pésimo en las interacciones sociales… el evento sucedió, y a sus espaldas.

 

Solo recordaba que un día su hermanito apareció en la salida de clases con una rosa en sus manos, mientras sus mejillas estaban pintadas de carmín. Al parecer el niñato rubio se la dio, mientras le confesó que le parecía bonita.

 

Ajeno a lo que revoloteaba en la cabeza ajena no pudo evitar increpar:

 

—¿Ese idiota no se da cuenta que eres chico?

 

Su hermano jamás le respondió.

 

El tercer paso, se había dado hace poco, cuando se enteraron de cosas que sus padres decidieron meter bajo el tapete.

 

En realidad al principio él mismo pensó que era una pantomima dada por el estúpido amigo de su hermano, pero luego de escuchar los diferentes acontecimientos y darse cuenta que… en realidad nada parecía muy descabellado, tuvo que aceptarlo: Su gran abuelo, Roma, había sido bisexual, y tuvo un rollo marica con el abuelo del germano.

 

La verdad que se restregó en su cara le resultó amarga y ante todo insultante. Y tomando prioridades antes que nada, dijo:

 

—¿Por qué rayos con un jodido alemán?

 

Ludwig le vio insultando —no le importó, la verdad— y su hermano, pestañeó repetidas veces ante su comentario, en una parsimonia anormal.

 

Más tarde le preguntó —de la nada, el muy maldito— si estaba en desacuerdo con lo diferente. Desentendido, increpó que le valía lo usual o desviado, y que cerrase la boca porque estaba comiendo y no estaba para las preguntitas idiotas de Feliciano…

 

Tras esos tres puntos, es obvio que se daría la hecatombe. Bueno… no es obvio, pero aquello sucedió y que aun habiendo otras razones por las que pasó todo esto, para Lovino, las cosas eran así por unas simples tres razones.

 

En fin un día su hermano vino a darles la buena nueva, mientras… portaba un vestido con estampado de flores, y unos zapatos de tacón. Ante la perplejidad de su familia, les dijo que… era una mujer en el cuerpo equivocado. Es obvio que ahí todo se derrumbó.

 

Pero… en realidad esa no fue la caída de Lovino, ni mucho menos se podía tomar el acontecimiento como trágico, ya que en sí fue de los pocos momentos donde todas las puertas se abrieron, y por primera vez el mundo desvió su mirada a él y le dijeron que era la "única" esperanza. Que era el normal, que ahora todo estaba en sus manos, ya que el otro hijo de la familia Vargas era un desastre y…

 

.

 

La fórmula del caos al ser tratada en casos particulares, tenía la cualidad de cambiar el número de pasos, y hasta la forma en que se daban. Así que al poco del caos personal de su hermanito, como buen gemelo, la podredumbre cayó en su cabeza y en tiempo record.

 

Como era un desastre andante, es obvio que lo suyo no fue cosas de años, siquiera tuvo la oportunidad de pasar por tres etapas; no. La firma del tratado de "adiós vida buena; hola crisis existencial"; vino de la mano de un tipo de ojos cálidos y una sonrisa vibrante y jovial. Nada más, nada menos y…

 

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Por su misma tozudez, se negó a darse cuenta del nuevo desbarajuste.

 

Notas finales:

¡Hola!

Bien, es mi primer fic del fandom, así que cualquier queja que tengan respecto a la forma en que manejo a los personajes es bien recibida. También acepto cualquier crítica constructiva.

Y bueno… soy nueva en este fandom, estoy bien obsesionada con este pairing, y como me es usual empezaré con un fic que no sea taaaan denso como suelo hacerlos —esta es una etapa de exploración, donde lo muy denso sería mucho para mí, y lo dulce… bueno eso es mi eterno imposible, jajaja— y… bueno aquí está esto.

En lo que respecta al fic:

¿Feliciano trasexual? Pues sí, adoro la idea, creo que Feliciano entra perfecto en ese papel –y Elizaveta, jajaja-.

Todo lo dado en este prólogo se irá desarrollando de mejor forma en la historia. Y… eso.

¿A alguien le gustó la historia?

(Siendo muy franca, esta son mis notas iniciales que puse en otro fandom, ya pasó un año de la publicación, y por tanto, algo mejor sí sé manejar a los personajes, pero... como no escribí mucho, aun me veo muy abierta a críticas y comentarios al respecto. En serio espero tener una buena base de amistad con mis lectores, siempre amé recibir comentarios y contestarlos, pero... nadie obliga a nada a absolutamente nadie, así que... solo les digo, los espero con los brazos abiertos, y muy feliz de su presencia).


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