Prefacio.
Lentamente fue abriendo los ojos, parpadeo un par de veces para lograr acostumbrarse a la luz que había en el lugar e intentar incorporarse, más, sin embargo, un fuerte dolor en su cabeza se lo impidió, él, se quejó llevando una de sus manos a su rostro. Se sentía mareado y sin embargo eso no le impidió girar un poco su cabeza para observar el lugar. Al parecer estaba en su habitación, la pregunta era ¿Cómo había llegado allí?
La puerta fue abierta y JongIn hizo más que dirigir su mirada hacia la misma.
— Por fin despiertas. — dijo el recién llegado y tras él cerró la puerta. — ¿Estas bien? — cuestiono caminando hacia la cama, una vez ahí opto por sentarse junto a un JongIn que solo le miraba con evidente confusión.
— SuHo Hyung…— susurro el moreno haciendo su mejor esfuerzo para lograr sentarse en la cama, su espalda la recargo en la cabecera. — ¿Me puedes decir que pasa? — El moreno cerro los ojos y echo la cabeza ligeramente hacia atrás. Estaba mareado y con una evidente amnesia.
— ¿Cómo te sientes? – El mayor ignoro la pregunta y a cambio realizo otra a la par de llevar su mano derecha sobre la ajena y presionar ligeramente esta. — ¿Kai? — le llamo pues el mencionado parecía no reaccionar.
— SuHo-hyung...-. - Estoy bien. — Apenas susurro y tras ello abrió los ojos mas no se movió un solo centímetro. — ¿Qué paso? - cuestionó.
— ¿No recuerdas nada? — el mayor le miro con evidente preocupación.
- Bueno... recuerdo que estábamos a mitad de un concierto y luego... y luego desperté aquí... — señaló el chico de piel morena, JongIn mordió su labio bastante ansioso pues de verdad se encontraba bastante perdido.
— Ya veo…
—¿Qué me paso?
— Pues veras. Algo te golpeo en la cabeza. — Comenzó a explicar el líder, su mirada fija en la mano que aun sostenía la ajena.
— ¿Algo? — Pregunto el moreno bastante intrigado, sus ojos los fijo en el mayor quien elevo la mirada y se limitó a asentir antes de proseguir.
-Si. Mira simplificando las cosas, una de las luces del escenario se cayó…
— ¿Cómo? Y ¿Dónde? — Kai ladeo la cabeza señal de curiosidad y fue SuHo esta vez quien mordió su labio inferior algo dubitativo
- No lo sé, en tu cabeza. — Respondió el líder de forma concreta y esta vez llevo su mano hacia su propia cabeza señalando al chico la zona exacta del golpe mencionado.
— ¿Mi cabeza? - JongIn lleva su mano a su propia cabeza y entre sus negros cabellos logro tocar un chichón bastante grande, en el acto emitió un pequeño quejido pues aquel golpe aun dalia y mucho.
- ¿Aun te duele? — Pregunto preocupado el mayor.
- No mucho. — Respondió Kai y sonrió pese a que sus ganas de hacerlo muchas no eran. — - Hyung... ¿Qué paso después?
— Pues nada, te desmayaste allí mismo, el concierto se suspendió, te trajimos aquí, llamamos a un doctor y el resto es historia. — explico de forma bastante resumida SuHo, esta vez fue el quien sonrió pues una gran parte de él se alegraba de que su bailarín principal estuviera lucido y sin ningún daño aparente.
- Ah...- A JongIn nada le quedaba claro y el punzante dolor en su cabeza no le ayudaba en nada a mejorar las cosas, sin embargo, pese a ello por su cabeza rondaban otro tipo de dudas, y estas según él, eran de mayor prioridad. - Hyung...-llamo mirando al mencionado.
— ¿Si?
— ¿Por lo menos termine mí solo? — Si, era pregunta seria. SuHo solo rio y asintió con la cabeza poniéndose de pie.
— Me alegra que te sientas mejor, JongIn— El mayor mantuvo su sonrisa y termino por contagiarla al moreno quien solo opto por recostarse de nuevo en la cama pues el mareo le había regresado. Cerró los ojos y decidió que dormir era una idea fantástica, sin embardo, sus planes se vieron estropeados cuando la puerta de su habitación fue abierta.
Kyung Soo asomo su cabeza por la puerta y la sonrisa de Kai se amplió pues si había alguien que era capaz de mejorar el estado de animo de Kim JongIn ese era él.
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Tuvieron que pasar varios días para que los fuertes dolores de cabeza que JongIn sentía comenzaran a ceder y él pudiera hacer algo más que permanecer acostado todo el día en su cama, a veces en compañía de su compañero de habitación Kyung Soo.
— ¿Estás seguro que ya quieres retomar actividades? Podrías tomarte otro par de días… — señalo Soo algo preocupado por el estado de Kai, igual solo le miro de reojo mientras seguía leyendo un libro que hace unas cuantas semanas había adquirido.
— Estoy bastante seguro. Me siento mejor. — Kai sonrió y tras un leve asentimiento decidió dejar de lado su teléfono móvil e ir de su cama a la de su compañero. — Necesito salir…— completo antes de dejarse caer en la cama del mas bajo, Soo se quejó por aquello e igual se movió haciendo espacio al menor para que este se recostara junto a él.
— Solo no deberías esforzarte de más, sabes que todos nosotros trabajaremos duro por ti…— una vez más los ojos del D.O. se mantuvieron atentos a su libro y JongIn solo negó con la cabeza y sin tener que hacer demasiado se estiro para tomar el libro que el de mayor leía tan vehementemente, tras ello lo escondió debajo de su espalda comenzando a reír en cuanto noto la mirada de enfado de su compañero.
— Oh vamos Soo… no me mires así. — Kai continúo riendo y en cambio el más bajo cambio su semblante a seriedad total— ¿En verdad prefieres tu libro a prestar atención a quien es tu mejor amigo? — cuestiono el moreno manteniendo una sonrisa entres sus gruesos labios.
— Te presto atención, Kai, no requiero mirarte para ello. — respuesta seria y concisa. Kyung Soo estiro su mano hacia el menor de ambos y este solo negó con la cabeza.
— ¿De verdad crees que te lo daré tan fácil? —Kai no dejaba de sonreír.
— Espero que así sea. — Kyung Soo mantuvo la seriedad en su semblante.
— Entonces esperar lo equivocado. — El moreno toma la mano que su compañero mantenía estirada hacia este dándole un ligero apretón de mano, por otra parte, el más bajo de ambos termino por sonreír a la par de negar con la cabeza un par de veces. Kai sonrió aún más amplio soltando de apoco la mano de Soo.
“Después de todo tiene una bonita sonrisa, aunque no mejor que la de él…”
— ¿Quién? — fue la obvia pregunta de Kai ante aquella repentina declaración.
— ¿Quién, que? — Soo elevo una de sus cejas y miro a su amigo fijamente sin entender lo que decía.
— Lo que has dicho.
— No dije nada… seguro el golpe de tu cabeza te dejo aún más idiota. — declaro el más bajo y tras reír ligeramente tomo una almohada arrojando esta al rostro del moreno. Kai solo retiro la almohada de su rostro y fijo su vista en el más bajo, estaba seguro de haberle escuchado hablar y aun así prefirió dejar el tema pues torturar a su amigo con un ataque de cosquillas le parecía más productivo.
Soo por su lado se defendió como pudo a la par de maldecirse en secreto por haber dicho en voz alta algo que debió permanecer en su pensamiento, porque él no podía dejar al descubierto sus sentimientos y menos si estos involucraban a un integrante de su agruoaagru.
Continuará...