Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Que su hermano no fuera tan perverso por dark kirito

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Escrito en el móvil, errores son sin querer. Gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3.

Notas del capitulo:

Escrito en el móvil, errores son sin querer. Gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3.

Ser estudiante de primaria es estresante, sobre todo cuando llega el periodo de exámenes, más aún si tu padre es capitán de un barco y tu madre azafata, jamás están en casa. Además siendo su hermano mayor un perezoso de primera es prácticamente Johan quien realiza los deberes del hogar, incluida la comida. Así que, ¿por qué no tomarse un pequeño descanso? Por la mañana sus amigos le invitaron al cine apenas terminaran las clases pero como no compró los ingredientes rechazó la oferta.


- Vamos, es viernes - le insistió uno de ellos.


- Enserio que no puedo. Mi hermano se quedará hasta tarde en la universidad. Seguramente tendrá hambre.


- ¿Y si vamos a tu casa? - sugirió otro - Te ayudamos a cocinar. Bueno nos dices que hacer porque nunca lo hemos intentado.


- ¡Es muy cierto! - uno más - Si no te molesta podemos pasar ahí la noche y nos echamos un maratón de películas de acción.


- No debería haber problemas. Mis padres me han dicho que tengo permiso para invitar a mis compañeros.


- Amigos - corrigió el primero.


- Je je je. Amigos - sonrió entusiasta.


Llegaron por la tarde y rápidamente pusieron en marcha el plan. Por primera vez en mucho tiempo Johan no se sintió solo, sin embargo los otros niños eran un desastre. Parte del arroz se les fué por la coladera al lavar, quemaron para siempre un pobre sartén que terminó sus días de servicio en el basurero, confundieron el pan molido con consomé de pollo y pelaron chiles manzanos sin ser necesario, eso dolería más tarde seguramente. Pero Johan no pudo estar más satisfecho con el resultado, nunca le supo algo tan bien, quizá se deba a que está preparado con mucho amor. Comieron e hicieron la tarea e incluso se ducharon por turnos. Al dar las seis de la tarde se "encerraron en su guarida" la habitación del anfitrión. Este fué por algunos bocadillos y refrescos. Adoptaron la posición más cómoda y se apretó el botón del reproductor. Los ojitos del grupo brillan llenos de ilusión al ver el título de su serie de acción favorita y no solo eso, la película en su edición especial y con comentarios del creador. Es como para no creerse su buena suerte.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Demian llega por fin al sitio que puede llamar hogar. No es que su casa tenga cosas que llamen su atención o le hagan sentir bienvenido pero... ahí se encuentra la única personita que le pone de buen humor, sobre todo en un día tan difícil como hoy, su hermano. Y bueno, ¿quién iba a decir que reprobaría uno de los pocos exámenes para los que tuvo voluntad de estudiar, que perdería el trabajo final que hizo uno de sus compañeros luego de amenazarle con ciertas fotos embarazosas, que le darían un balonazo en el estómago con uno de americano y que se acabaría el postre en la cafetería que estuvo esperando toda la semana? Por si fuera poco se le fué de largo la lengua con uno de los profesores y este en castigo le pidió visitar un museo y hacer un reporte hablado, ese hombre si que sabe sus mañas. Suspira y entra a la casa suspirando y lanzando la mochila por ahí. Sonríe y se relame los labios. No puede esperar para jugar con su pequeño. Camina por las escaleras cuando a sus oídos llega el sonido de varias risas. Frunce el ceño, genial. Johan tiene compañía y a juzgar por la hora se quedarán hasta mañana. No podrá resistir la tentación por tantas horas. ¿Qué hacer? ¡¿Qué?!


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la habitación del infante.


- ¡Eso fué maravilloso! - uno - No pensé que le noquearía con una hawaiana.


- Pizza - completó otro - se escucha mal como lo dijiste.


- ¿Enserio?


- Si.


- ¡Por eso eres el abuelo!


- ¡Oye!


- Oh esperen - Johan - parece que aún puede pelear.


Todos centraron su atención a la pantalla, expectantes cuando de un segundo al otro se abrió la puerta.


- ¿Qué onda mocosos?


- ¡Hermano! - sorprendido.


- ¿Por qué esa cara? ¿No me esperabas o qué? - notablemente molesto.


- No es eso, se me pasó el tiempo y no calenté la comida. Enseguida la...


- Calmado mi estimado, me comí una torta en el camino.


- ¿Enserio?


- Si. Por cierto, es poco común que tengas invitados.


- Ah bueno yo... perdón debí decirte.


- Da igual, no es como si estorbaran, fueran una molestia o incordio - sonrió falso pero de alguna manera amistoso - Estos chiquillos son agradables. Estaré en mi alcoba ligando por internet si se les ofrece algo.


- ¿Que vas a... qué? - Johan decepcionado y herido.


- Vamos, tienes a tus amigos. De alguna manera debo matar el tiempo, ¿no te afecta o si?


Vaya injusticia, le ha acorralado entre la espada y la pared. Le concierne y mucho, son novios después de todo pero por desgracia hermanos. No es algo que vaya a revelar públicamente por el bien de ambos. Sus mejillas se sonrojan y las lágrimas se agolpan en los orbes a punto de escapar.


- Ahora que si no les molesta la compañía... - el mayor curvó los labios con crueldad.


- ¡Claro que no! - dijeron los amigos al unísono.


- Eres cool - emitió uno - ya quisiera tener un hermano como tu.


Bien, la infiltración fué exitosa. Hora de pasar al segundo nivel.


- Iré por algo de beber.


- Tenemos refresco - su hermano.


- Eso es para escuincles je.


Se marchó en busca de lo mencionado. Los niños le pusieron pausa para esperarle y en tan solo tres minutos ya le tenían de vuelta con un paquete de cervezas.


- ¿Te vas a emborrachar? - Johan.


- Nah, esta porquería no se sube. No tiene alcohol.


- ¿Ah no? - desconfiado.


- Lee la etiqueta - restandole importancia.


- Es cierto. ¿Puedo probarla?


- A tu edad no es correcto.


- ¿Cuándo te ha importado seguir las reglas?


- Eres un mocoso, ¿si? No pretendas ser un adulto. Ahí tienes tu refresco, acabatelo solo y lo pensaré. ¿O es demasiado para tu vejiga infantil? - soltó burlón.


- ¡Claro que no! - ofendido - ¡Sigamos con la película chicos! ¡Dijimos que íbamos a divertirnos!


- ¡Si! - al tiempo animados.


Johan llevó el primer vaso a sus labios y Demian no cabía de emoción. Fase dos completa, vayamos a la tres.


Transcurridos cuarenta y cinco minutos la película había finalizado, ahora seguían los comentarios del creador. Para entonces el universitario miraba "la pantalla" con gran atención sin terminar su primer y eterna cerveza, si acaso le dió tres sorbos. Por otro lado su hermano se remueve un poco, disimulando sus nerviosismo y llevando las manos al frente de su pantalón. Ingerir tres litros de refresco no es lo más inteligente que haya hecho en la vida y por desgracia le está pasando factura.


- Ah~ - el mayor que se estira bostezando - Bueno mocosos, a diferencia suya desvelarme no le sienta a mi viejo y cansado cuerpo. Me voy a dormir, ahí se ven.


- ¿Y la cerveza? - su hermano.


- Ah se me había olvidado. Son tuyas si las quieres, perdí el interés.


Se puso de pie y se fue. Johan cogió el paquete ante la incredulidad de sus amigos.


- ¿De verdad lo vas a probar?


- No, seguro sabe muy feo. Escuché por ahí que es muy amarga pero odio que mi hermano me trate como niño.


- Es lo que somos.


- Bueno si pero... ustedes vean los comentarios. Iré a dejar esto y por ahí paso al baño, bebí de más.


- ¿Seguro? Podemos esperarte.


- Está bien, quizá me tarde un poco je je je - avergonzado.


- Ah, si claro.


Johan llegó con mucho trabajo a la cocina y metió el six al refrigerador, esto le provocó escalofríos, supo que no llegaría al baño en el piso superior. Iría al más cercano. Todo estaba a oscuras pero gracias a la luz de la luna era posible distinguir los objetos. Se metió al sanitario y sin tiempo para prender la luz se situó frente al retrete.


- Ja ja ja apenas me voy y sales corriendo a orinar. ¿Ves como si eres un mocoso?


El infante se congeló en el acto, hasta las ganas se le fueron por completo... casi.


- ¿H-hermano? ¿Qué haces aquí?


- Me lavo los dientes. Ni me culpes, el error fué tuyo por no tocar y entrar como burro. Pero no te fijes, no es como que no te haya visto todo. Haz tus necesidades.


- Ah yo ... - ruborizado - ¡No tengo ganas! También me iba a lavar los dientes para dormir.


- ¿Ah si?


- ¡S-si! - invadido por la ansiedad.


- Me pregunto qué tan sinceras son tus palabras.


Demian se colocó a espaldas del más joven para luego rodearle con los brazos a la altura de la pancita.


- ¿Q-qué haces?


- No seas tímido~ te ayudo un poco.


Una de las manos bajó al pantalón, quitando así el botón.


- E-está bien, me iré a dormir...


- Shhhh - susurró en su oído, lamió el lóbulo y lo mordió con suavidad - me distraes.


Los dígitos del universitario continuaron con la labor en la prenda inferior, hasta dejar en libertad el miembro del infante que por cierto rodeó con la palma.


- ¡Wah!


- No grites, hazlo.


- ¡No quiero! ¡Déjame ir!


El mayor sonrie diabólico, le frota lentamente en toda su longitud, la que no es mucha. La otra mano se interna en la playera, llegando al pecho. De esta manera logra llegar a los inocentes pezones con los que juguetea. El niño intenta retirar a su captor al coger a este por los antebrazos, aunque no se mueven ni un poco. Al paso de los segundos aumenta la intensidad de los movimientos. La piel de Johan arde y este aprieta las piernas asustado.


- N-no...


- Estas muy caliente hermanito. Vamos, no te contengas, déjalo salir.


- No... mmm ah ah~.


- Esos inútiles que llamas amigos, ¿te hacen sentir lo que yo?


- Y-ya no me molestes.


- Es simple, permite que fluya.


- N-no... ¡AH!


Esos dedos, esos malditos dedos que tan bien se sienten y que tanto conoce, aquellos que le recorren con familiaridad. En cualquier otro momento le hubiese hecho feliz pero no de esta manera, no cuando parece que solo se burla de él. Johan cierra los ojos, ansía desconectarse del mundo, las lágrimas llenas de frustración ya decoran las sonrojadas mejillas. Se inclina hacia adelante, doblandose un poco, aguantando. Accidentalmente rosa la intimidad de su hermano con el trasero.


- Ey, comenzaré a pensar que quieres más.


- N-no... ya... no toques mi pecho ni mi... uh~.


El infante se retuerce pero emplea toda voluntad, que difícil es resistirse. Aquello, ¿el qué? Llegado a este punto no tiene certeza pero busca desesperadamente escapar de su cuerpo.


- ¿Por qué oponerse? No es la primera vez que te doy placer o pido que lo hagas para mí. Es divertido ver lo torpe que eres para acariciarte. Tardas tanto en llegar al orgasmo.


- No digas ah cosas tan vergonzosas.


- Pero es verdad. Estas al límite, ¿cierto?


Johan se deja caer, flacido. Demian aún mueve como le viene en gana sus botones rosados. Además de frotar, apretar y acariciar la intimidad infantil.


- ¡No! Ya... - el último intento antes de llegar al éxtasis - ¡AAAAAAAHHHHH!


El pequeño arqueó la espalda hasta quedar en pie de nueva cuenta, acto seguido un líquido perlado de dulce aroma escapó rápidamente desde la punta.


- Ah, mira nada más. Mojaste mi mano.


- ¡Buuaa! - y con ello llegó el llanto a todo pulmón - ¡Odio esto! Uh uh - y un ataque de hipo - Ya tienes lo que querías uh déjame en paz y ve a ligar por internet bu uh.


- Idiota, ¿no te das cuenta de que fué mentira? Eso te enseñará a no cambiar nuestras noches de pasión por tonterías con los mensos esos.


- ¿Acaso estabas celoso?


- Si, ¿qué con eso? Además tengo que ser bueno y ayudar a mi hermanito con sus problemas.


- ¿Uh? - confuso.


- Otra vez se te paró. Estaremos juntos un buen rato.


Johan echó una mirada fugaz hacia abajo, palideció, es verdad.


- ¡Waaaaaaaahhhh!


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


El pequeño volvió a su habitación unos veinte minutos más tarde. Se desplomó en el lecho. Sus amigos le dejaron dormir porque pensaron que tenía diarrea. Únicamente le cubrieron con la sábana. Johan se entregó a Morfeo con una gran sonrisa pintada en el rostro. No estaba muy seguro de aprobar los métodos de su hermano para mantenerle cerca pero le será imposible olvidar el "te amo" al besarle la última vez que se corrió. Aunque si pudiera pedir un deseo que se hiciera real sería que su hermano no fuera tan perverso. Sin embargo igual lo adora.

Notas finales:

Qué les digo? Me encanta el hermano mayor perverso XD. Os recuerdo que esto es ficción, y que quien lástima a un niño de verdad se le pudre y cae a pedazos. Nos vemos la próxima compañeros de vicio! :).


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).