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Hasta los huesos por yoshi_cl16

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Notas del fanfic:

Este Fic fue escrito para la 11va. Convocatoria en:

“GundamWingYaoi en Español”
(https://www.facebook.com/Gundam.Wing.Yaoi.Hispano)

Tema del Song Fic.: “Hasta los Huesos”
Artista: Andy & Lucas





Hasta los huesos del sofá.


Y allí estaba Duo acostado en el sillón del apartamento que compartía con Heero, tenia la vista perdida en el techo, techo que sabia de memoria por pasar tantas horas mirándolo con detalle, ya había hecho una lista mental de lo que tenia que comprar para arreglar y tapar algunas de las imperfecciones que tenia.

Dio una ojeada al apartamento de nuevo, como lo había hecho en la ultima semana cuando cayo en la depresión, Heero se había ido de misión, supuestamente regresaría en una semana pero ya había pasado un mes y no se sabia si el soldado perfecto regresaría pronto, pues estaban haciendo el trabajo de escolta personal de Reelena, lo ultimo que supieron fue que estaba en un país latino, Venezuela, llevando un tratado de paz debido a las diferentes maneras políticas de pensar de cada cuerpo gubernamental, las cuales habían llevado al país a fuertes manifestaciones tanto civil como militares, ni siquiera estaban en el mismo país como para tener alguna esperanza de verlo de nuevo y mucho menos en el país que les toco ir con tantos conflictos internos.

Miraba todo con detalle recordando como había llegado a la decisión de vivir con el Soldado perfecto Heero Yuy.

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Se que los horóscopos no ayudan
y que las cartas disimulan
cuando pregunto por ti
se que esto va a ser muy complicado
un giro de 300 grados
pero todo sea por ti.


-…Y por eso llegue a la conclusión de que tú me gustas- Confeso Duo con decisión estando frente del soldado perfecto quien lo miraba de forma neutra como si no lo hubiese escuchado o solo analizando las facultades mentales del trenzado- Vamos dime algo- Exigió algo exasperado.

-¿Que quieres?- Pregunto de forma neutral sin quitar su mirada del otro.

-¡Por Dios Heero!, me acabo de confesar diciendo las cosas mas vergonzosas que jamás le pudiera decir a alguien y tu me preguntas ¿que es lo que quiero?- Hablo un tanto avergonzado y algo molesto por la reacción del otro, pero Heero solo lo miraba con paciencia esperando su respuesta- Ok, ok- Se resigno recostándose contra el Gundam de Heero, el Wing Zero, el cual el otro estaba reparando pero que fue interrumpido por la “platica Importante” de Duo- Solo quiero que te hagas responsables de mis sentimientos, bueno no responsable como tal, solo necesito una respuesta sincera de tu parte, claro no estoy diciendo que no eres sincero pero con lo frio que eres pues cuesta un poco descifrar tu sinceridad, si es que tienes una además…

-Cállate Duo- Dijo de forma neutral dándole la espalda para volver a meter mano a su Gundam.

-Para eso si eres rápido y sincero, para callarme no mas- Comento con sarcasmo- Ok, no te quito mas el tiempo, solo piénsalo, tampoco es que necesito una respuesta hoy aunque si me la das no tengo ningún problema- Sonrió de forma despreocupada también dándose la vuelta para irse.

-Búscame cuando salgas- Más que una información sonaba como una orden, el trenzado sonrió satisfecho.

-Ok, salgo a las 600 horas- Contesto con naturalidad y felicidad retenida.

-Hn- Fue la ultima respuesta del soldado perfecto.

Al día siguiente Duo llevaba todas sus cosas al apartamento de Heero, el cual era el mismo que ahora estaba, de verdad que la respuesta de Heero fue muy satisfactoria y ese “Trae tus cosas a mi casa” fue mas que suficiente para hacer girar la vida del trenzado a 300º, por muy diferentes que ambos fueran y por mucho que los demás pilotos opinaran que no seria una vida fácil para ambos.

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Ya se que cada cual tiene su precio
pero el mío esta en tu pecho
desde el día en que te vi
y se que tienes confiscada mi alma
y donde empieza mi falda
has marcado el porvenir.

Aun Duo no recordaba completamente que le había llamado la atención del soldado perfecto, seguramente era esa perfección que el mismo no tenia, no lo sabia con certeza, lo único que si sabia era que desde el día que lo conoció en aquel barco donde supuso que Heero le estaba haciendo daño a Reelena, era que Heero era diferente a cualquier ser humano, todo había sido tan cómico que al final solo sonreía ante ese recuerdo, rescatarlo de Sally Poo también fue toda una proeza sin contar que casi se mata el desgraciado cuando cayo al vacio inconsciente abriendo su paracaídas a unos metros del suelo cuando despertó de su inconsciencia en plena caída.

-De verdad que estabas loco Heero- Sonrió a la nada, pues también recordaba que el mismo Heero con una llave de tuercas se llevaba de nuevo el hueso de la pierna a su lugar- Debo de olvidar esa parte- Susurro para si estremeciéndose un poco pues aun podía recordar como los huesos del chico sonaron al regresar de nuevo en su lugar- Eso si que me volvió loco por ti- Se dio media vuelta para seguir observando la habitación, lo que marco al trenzado fue el hecho de que el soldado perfecto podía autor repararse- Hasta los hueso- Rememoro.

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Y sin ti, mi día esta enterrado
hasta los huesos del sofá
y cayendo mas abajo
sin ti, mi a esta enterrado
y hasta encontrarle solución parece complicado
sin ti, mi día esta enterrado
debajo de cualquier sillón
vencido, lento, raro
sin ti, mi día esta enterrado
inhabitable y desolado.



Habían pasado unas horas y Duo aun seguía en su fila de memorias de el y Heero, de verdad que se sentía tan solo sin Heero, el cual había llenado todos aquellos vacios de su alma, todas aquellas soledades y sobre todo aquellas perdidas, como el del padre Maxwell y la hermana Helen, sus dos padres adoptivos ya que nunca conoció a sus verdaderos padres y a estas alturas del partido no le importaba mucho.

Era algo loco para el trenzado como una persona fría, carente de sentimientos pudo volverse parte de su piel de una forma tal que revolvía todos sus sentimientos y emociones, pues si así no fuera el no estuviera en ese sillón acostado como lo había hecho en la ultima semana, no lloraba porque “Los chicos lindos no lloran” pero no se sentía con las ganas de bromear ni siquiera de molestar a Wufei, y eso ya era muchísimo que decir.

En ese momento cuando toda la sala de estar estaba bañado por un hermoso y melancólico tono naranja producto del atardecer de la tierra escucho como la puerta de su apartamento resonaba con esos típicos golpes de cuando alguien esta al otro lado esperando que le abran, Duo se levanto rápidamente y corrió hacia la puerta con nervios, miro por el orificio de la puerta para ver de quien se trataba aunque su corazón latía esperando que fuera de fuera su amado Heero.

-No hay nadie- Dijo en tono audible mientras volvía de nuevo al sofá y se acostaba en el.

-¿¡Como que no hay nadie, Maxwell!?- Se escucho la voz molesta del chino, que aun estaba del otro lado pues el trenzado al verlo se le cayeron todas las esperanzas y no abrió la puerta por decepción- Abre la puerta Maxwell- Exigió un poco mas tranquilo, podía entender al trenzado.

-Vete- Lo dijo suficientemente alto para que el chino lo escuchara pero no sonaba enojado sino como una sugerencia que muy bien podía tomar o rechazar y para su mala suerte fue rechazada.

-“Respeto tu privacidad como amigo tocando a tu puerta, pero reintegro mi derecho abriéndola de todos modos” palabras dichas por el shinigami- Hablo de forma maliciosa a la vez que abría la puerta como todo un ladrón y entraba encontrándose con todo el desastre y olores nuevos del lugar- ¿¡Que rayos paso aquí Maxwell!?- Tapo su nariz con una de sus manos.

-No he hecho nada- Respondió de forma desinteresada.

-Mis ojos y nariz lo han captado a la perfección- Hablo con ironía mientras miraba por todo el lugar algún espacio libre para colocar las bolsas que llevaba en la mano y no encontró nada- Maxwell eres un desastre- Hizo algo de espacio en la mesa del comedor donde podía ver perfectamente el cuerpo casi inerte del trenzado en el sofá- ¿Cuanto llevas allí?- Pregunto con paciencia recogiendo algunas cosas de la mesa para limpiar un poco.

-Una semana exacta con doce horas quince minutos, cuarenta y cinco segundos y contando- Respondió de forma mecánica, el chino no se sorprendió, después de todo eran pilotos y militares, tener noción exacto del tiempo no era una sorpresa.

-Ya veo- Siguió recogiendo y cuando iba a tirar la basura en la papelera vio algo realmente espantoso, tanto así que se altero- ¿¡Que demonio es eso!? ¿¡Un animal muerto!? ¿¡Mataste al gato!?- Miro con horror aquello, aunque se alivio al ver como el gato entraba por la ventana del balcón maullando del hambre.

-Era una de mis cenas- Respondió el trenzado mirando hacia el techo.

-¿De que día?- Demando saber el chino.

-Pudo haber sido el del martes o miércoles, siempre confundo esos días, empiezan con la misma letra- Dijo sin más.

-Estamos a las seis y diecisiete de la tarde del día Sábado- Hablo con algo de molestia con una vena casi saltando de su cabeza.

-Ya- Continuo en su modo “Off operatic.”

-Maldición Maxwell, si Heero te viera así te…

-Mataría…- Lo interrumpió para luego suspirar- Tal vez así vuelva a la vida, ¿no lo crees?- Por primera vez miro al chino desde su lugar.

-Ni que a Yuy se lo hubiesen comido los nativos de ese país, solo fue con Peacecraft a llevar unos tratados de paz- Le explico con paciencia por si al trenzado se le hubiese olvidado la misión del soldado perfecto.

-Es como si hubiesen hecho un festín con él, no ha llamado en días- Se volteo dándole la espalda al chino.

-Es política y sabes muy bien lo que esta pasando allá, seguramente las llamadas personales son restringidas o prefiere no hacerlas para no llamar la atención y complicar su trabajo- Le hablo con paciencia mientras seguía limpiando la cocina.

-El trabajo es mas importante que yo- Comento de forma audible.

-Lo es, si aun quiere estar contigo- El trenzado volteo para ver al chino con cara de confusión- Cuando uno quiere a alguien hace todo por esa persona inclusive sacrificarse por ella, hacer todo para que la otra persona este contenta y feliz sin que le falte nada, es una manera de demostrarle cuanto le importa y ama- Miro al trenzado mientras le sonreía un poco- Yuy no es de andar gritando un “te amo” a todo el mundo como lo haces tu, su forma de expresar que eres importante para el es demostrándotelo con hechos- Luego prosiguió con su labor- Pero tu eres un cabeza hueca que no se da cuenta de nada- Sonrió satisfecho de haberlo insultado primero.

-Idiota- Mascullo molesto.

-Vamos ¿Qué no te ha dado Yuy?- Rojo los ojos por todo el lugar.

A pesar de estar todo desordenado y sucio se podía apreciar cosas de valor, como un Wifi que estaba conectado al pantalla plana grande que estaba en la sala, el sofá que era de un hermoso color negro de un diseño peculiar y extravagante, la cocina de mármol negro con sus diferente utensilios de diversos colores y tamaños, la despensa llena de comida, sobre todo chatarra como galletas y de mas, que todo sabían que eran gustos del shinigami, el gato que tenían como mascota era otra prueba irrefutable de que el soldado perfecto lo amaba, pues a Heero le gustaba los perros pero accedió a tener un gato porque eso era lo que el trenzado quería, y no era un gato común, era un gato con los colmillos largos que parecía mas bien un gato vampiro, y seguramente tenia un montón de cosas asmas en sus habitaciones así que extravagante como el trenzado.

-Yo solo quiero que el este aquí- Dijo comprendiendo el punto del chino.

-Si, pero no se puede tener todo el la vida, así que ayúdame a limpiar tu desastre, porque si llega Yuy quedaras como tu cena del miércoles- Le tiro un paño de cocina.

-Recordé que era la cena del domingo- Sonrió al ver la cara de asco que puso el chino al tener semejante información en su mente.

Ambos limpiaron el departamento entre algunos comentarios irritantes de ambas partes, Wufei era el mejor amigo de Duo, ellos no se habían declarado así por voluntad propia, las personas al ver el tipo de relación de amistad y odio los habían declarado mejores amigos, Duo observaba como Wufei estaba allí molestándolo pero acompañándolo, no era que los otros no habían ido acompañarlo o llamado, pues Quatre con lo ocupado que estaba con la empresa de su difunto padre siempre tenia tiempo para llamarlo pero en los últimos días el trenzado solo había ignorado su teléfono al ver el nombre del rubio reflejado en la pantalla de su celular y Trowa, bueno el era discreto, solo observaba buscando el mejor momento para actuar.

-Listo- Dijo el chino limpiando su frente perlada de sudor- De verdad que eres todo un puerco Maxwell- Lo miro de reojo.

-Y tu un maniático de la limpieza- Contra ataco sentándose a su lado- Si quieres puedes darte un baño.

-Lo iba a hacer aunque no me lo ofrecieses- Dijo con sarcasmo, se levanto del piso, busco su bolso y luego se dirigió al baño donde permaneció por 30 minutos, luego salió con unos pantalones largos y una franela sin mangas color azul- Listo, ve a darte un baño, aunque mejor quédate remojando allí hasta mañana, debes estar mugriento.

-Si, eso quisieras, para tu informe no me baño desde hace tres días- Lo molesto con la información, pues el chino puso de nuevo esa cara de asco lo cual hizo reír a carcajadas al trenzado.

-Eres de lo peor- Susurro molesto, luego se dirigió a la cocina donde hizo la cena mientras que el otro se duchaba, luego de casi una hora el trenzado salió del baño con un short negro y franela violeta manga larga mientras que su cabello estaba siendo secado por una toalla- La cena esta lista- Informo el chino colocando el plato sobre la mesa.

-¿Te quedaras esta noche?- Pregunto el trenzado sentándose a la mesa con la toalla sobre su cabello.

-Pensaba ir a casa- Se sentó del otro lado de la mesa.

-Quédate- Le pidió con ojos de cachorro abandonado.

-No hagas esos ojos, pareces borrego medio muerto.

-Eres un odioso, así no encontraras pareja- Comenzó a comer.
-No me importa- También procedió a comer.

La cena para ambos paso entre insultos y risas, luego Duo lavo los platos y a la media noche mientras miraban un partido de futbol el trenzado se había quedado dormido en el sofá, así que Wufei lo arropo mientras sonreía un poco y luego se fue a dormir en la habitación de huéspedes, a la mañana siguiente Duo escucho la puerta de su apartamento la cual era abierta por alguien desde afuera, por unos segundos pensó que se trataba de Wufei pero su corazón dio un vuelco al ver la figura de Heero pasar por ella.

-¡Heero!- Lo miro sorprendido cayendo del sofá.

-Regrese- Dijo de forma neutral pero por dentro sonreía a todo dar por ver al trenzado tan contento.

-Al fin llegaste- Se recupero, luego se sentó en el sofá como un niño tratando de mostrar naturalidad- Pensé que te habían comido los nativos del país.

-No estuvimos con caníbales… no de ese tipo- Respondió sentándose frente a el, luego observo todo el lugar limpio.

-Limpie- Sonrió orgulloso.

-Limpiamos- Corrigió Wufei saliendo de la habitación de huéspedes bostezando un poco- ¿Quieren café?

-Si- Respondió Heero de forma tranquila.

-Si por favor- Contesto el trenzado.

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Para Heero no era sorprendente ver algunos de los chicos en su apartamento, siempre pasaban por allí, seguramente para saber como estaba Duo en sus manos o verificando si seguía vivo, no le molestaba que lo hicieran después de todo los consideraba algo así como sus amigos, y a ese trenzado baka lo considera su mundo, ya que Duo estaba muy dentro de su vida y no lo cambiaria por nada.

Ya se que colonizas mis orillas
y que en mi séptima costilla
has fundado una ciudad
ya se que hoy tus ojos mas mi tiempo
un cuarto de cualquier momento
multiplicado si tu estas.


-Heero- Llamo la atención el trenzado.

-Hn- Hizo su monologo favorito mientras tenia a Duo entre sus brazos totalmente desnudo.

-El sofá es pequeño, vamos a la cama- Comento en tono de petición.

-No, aquí esta bien, te tengo cerca- Lo abrazo mas hacia el comenzado a besar el cuello del menor dejando más marcas de las que tenia.

-Pareces como si estuvieras en celo- Comento el trenzado divertido mientras se dejaba, pues desde que Wufei se había ido a su casa no habían parado de hacer el amor sobre el sofá.

-Fue un mes sin ti- De un movimiento rápido dejo al trenzado debajo de el y lo miraba de forma detallada a los ojos.

-¿Me extrañaste?- Sonrío al ver el movimiento afirmativo de la cabeza del otro- ¿Por que no viniste antes? También te extrañe.

-Reelena no me dejaba- Se acerco a los labios del otro besándolo con pasión mientras escucha de nueva cuenta los gemidos de placer de Duo.

-¿Y… y como… mmm… te dejo ir?- Rodeo el cuello del otro para que siguiera besándolo por el cuello después de haberle besado los labios.

-Me enterré… en el sofá del hotel- Duo al escucharlo comenzó a reírse a carcajadas lo cual hizo que Heero se separara un poco de el, le encantaba verlo reír de esa forma.

-¿Hasta los huesos?- Lo miro con interés.

-Hasta los huesos- Confirmo.

-Eres un desagraciado cuando quieres- Sonrío fascinado- Me darás detalles después- El otro afirmó con su cabeza reanudando su labor de besar y hacerle el amor al trenzado como la primera vez mientras que el su mente se reproducía aquella canción que le dio la idea de enterrarse en el sillón del hotel, el cual le hizo recordar lo mucho que le gustaba estar con ese trenzado baka, quien había hecho cambiar sus prioridades inclusive sobre una misión.

-De verdad que haz confiscado mi alma, los días sin ti son vacios y solitarios- Susurro el soldado perfecto estando aun en el sofá ahora con un Duo dormido con el cabello suelto, recordado los tortuosos días sin su amante y esas sensaciones nuevas que solo esa canción loca del trenzado describía muy bien.

Ya se que cada cual tiene su precio
pero el mío esta en tu pecho
desde el día en que te vi
y se que tienes confiscada mi alma
y donde empieza mi falda
has marcado el porvenir.

Y sin ti, mi día esta enterrado
hasta los huesos del sofá
y cayendo mas abajo
sin ti mi a esta enterrado
y hasta encontrarle solución parece complicado
sin ti, mi día esta enterrado
debajo de cualquier sillón
vencido, lento, raro
sin ti mi día esta enterrado
inhabitable y desolado.


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Notas finales:

Espero que les haya gustado este fic, muchas gracias por tomarse el tiempo de leerlo, nos estamos leyendo.

Ja ne nwn


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