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¡You Are My Mate! por MiniMiniUsagi

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La lluvia infernal que se había desatado impedía la visibilidad del camino pero eso no importaba sus patas trotaban a gran velocidad por el espesor del bosque, la luna era tapada por las miles de nubes que cubrían el cielo haciendo que el escenario se  viera más tétrico y peligroso.
Los disparos y los gritos se oían a sus espaldas.
Que dios los ayudaran, si seguían a ese ritmo los malditos cazadores los encontrarían y los matarían.
Una bala los rozó por muy poco logrando desestabilizarlos por completo.
Uno de los pequeños animales alentó al otro a seguir su camino hasta que se toparon con el gran canal del río que dividía los territorios.
Sabían que del otro lado los esperaban una manada de lobos si se decidían a cruzar pero tal vez y solo tal vez les darían refugio hasta que el mal temporal se esfumara por completo. Ahora se encontraban entre la espada y la pared pero debían tomar una rápida decisión.
Ambos ojos dorados como el ámbar se encontraron en una disputa entre sí saltar o no, hasta que un nuevo disparo se oyó.
Definitivamente los lobos no estaban para nada mal. Así que de un rápido movimiento saltaron al agua  y nadaron hasta la otra orilla. Solo esperaban que los canes fueran comprensivos.

Los cazadores llegaron justo cuando un rayo dio contra un árbol logrando derribarlo y tapar su camino. Esa batalla por ahora fue ganada por los zorros quienes estaban al borde del colapso.

Subieron la empinada cuesta con dificultad pues ya las fuerzas los habían abandonado, a pesar de su gran inteligencia y astucia sus cuerpos no eran resistentes eran delgados y ágiles pero a la hora de fuerza...bueno...eran unos completos desastre.
El menor de ambos vio a su hermano flaquear, iba sin dirección y sus pasos parecían los de un borracho. Hasta que cayó con todo su peso en el barro.

El se acercó rápidamente viendo con temor su respiración agitada y sus gemidos de dolor, estaba sufriendo y no había nada que pudiera hacer.
La tormenta azotó con más fuerza a la par que unos temibles aullidos se escuchaban a lo lejos, los lobos habían aparecido.
Se colocó frente a su compañero en posición de defensa, si moría, al menos sería protegiéndolo.
A través de la niebla y la lluvia pudo distinguir las imponentes figuras que eran el triple de su tamaño.
¿Que consumían esos perros?
Bien, ya no le parecía una buena idea haber cruzado.
Los lobos le gruñeron con advertencia y supo  en aquel momento que debía dar una clara y corta explicación de porque demonios habían llegado hasta allá. Así que se transformó, dejando verse como un simple humano, delgado y alto. Con la piel morena y sus cabellos rojos empapados por la lluvia.
Todo su ser temblaba, aun en su forma humana los lobos seguían siendo terriblemente grandes y eso le intimidaba en demasia.

-¡Esperen!- exclamó  extendiendo sus brazos, cubriendo así el cuerpo de su compañero.-no nos hagan nada.-habló con voz entrecortada por el frío que sentía.- necesito de su ayuda, mi hermano esta enfermo...no tenemos adonde ir. Se que no es su problema pero...-las lágrimas corrían por sus grandes ojos marrones-por favor, ayúdenos, prometo que una vez que el se reponga nos iremos.

Uno de los lobos, el de color arena se transformó dejando a la vista a un enorme sujeto de piel tostada y cabello morado.

-¿Que trajo a dos zorros a nuestro territorio? -demandó con vos grabe y firme.

-Cazadores...ellos invadieron nuestro hogar. Muchos de ellos saben de los cambia formas, y nos están cazando por nuestras pieles. Somos los únicos que quedamos de nuestro grupo.
Y mi hermano no está en condiciones de seguir. Así que por favor, ayúdennos.

-¿Donde esta tu compañero?- el chico dudó un momento pero si quería un refugio debía hacer lo que se le pedía,así que lentamente bajó sus brazos y se hizo aun lado dejando expuesto al otro zorro.
El tipo alto se acercó al animal quien apenas podía mantener sus ojos abiertos, estaba confundido y cansado, no tenía fuerzas para luchar.
La mano del gran hombre se posó en su cuerpo y no había que ser médico como para darse cuenta de que el animal de pelaje rojo tenía mucha fiebre. Pero he ahí la cuestión, el jefe de los deltas tenía que tomar una sabía decisión, no podía simplemente llevarlos así como si nada a su reserva, miró una vez más al niño que estaba ajunto a él, pálido y con los labios morados del frío.

-Llevemoslos con nosotros. Se lo que estás pensando pero ahora solo podemos ayudarlos o van a morir.- interfirio otro lobo que era de color café con el lomo blanco. Era igual de alto que cabeza de uva *como el chico zorro decidió apodar al rascacielos junto a el*, pero su tez era más blanca y sus rasgos menos bruscos. Para el zorro lucia más como un caballo más que como un licantropo.

-Pero Yoongi...

-El no se enterará, anda hyung, míralos...están en muy mal estado y no quiero que sus muertes pese en mi conciencia.

-Si hyung se entera, nos va a matar.

-Yo me haré responsable si eso pasa- ambos se miraron durante unos segundos hasta que el chico con cara de caballo ganó aquella batalla.

-Bien...-Dijo suspirando mientras cargaba al animal que estaba en el suelo mientras que  su compañero se encargaba del otro chico quien se sintió tan aliviado que se desmayó.  Estaban a salvo, por el momento.
Notas finales: Espero que les guste!!
También estoy en wattpad por si quieren pasar a leer mis demás historias.
Tengo el mismo nombre de usuario
¡¡Nos estamos leyendo!!

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