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One-shot PAUSADA por Kurayami chan

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Notas del capitulo:

Decidí hacer una serie de one-shot :) 

Yugi, a pesar de ser mayor de edad era muy inocente, sus hormonas nunca le habían afectado, en parte por no sentir ninguna atracción hacia ningún género. Sin embargo eso cambiaría esta noche... 

 

El tricolor se despertó ofuscado, nunca había tenido un sueño parecido, solo de recordarlo se sonrojada. 

 

Esta tarde Yami había llegado temprano del trabajo, Yugi le sugirió que tomara una ducha para relajarse, a lo cual este aceptó. Entró en el cuarto de su novio para dejarle una camisa que acababa de lavar, sin embargo la puerta del baño fue abierta y pudo admirar al oji-carmin como dios lo trajo al mundo. 

 

Sus facciones finas y masculinas, sus labios apetecibles, unos brazos musculosos, su pecho tonificado, bajando por su abdomen marcado, unas piernas atléticas, e intentó no hacerlo, pero no pudo evitar notar que estaba ejem... bien dotado. 

 

Sintió su rostro arder y sus manos empezaron a temblar, dejó rápidamente la camiseta y salió del cuarto dando un portazo. No pudo sacarse la imagen de la cabeza y ahí estaba el resultado... Un Yugi jadeante, sonrojado y excitado. Para empeorar el asunto lo tenía al lado, esa noche ambos decidieron dormir juntos, empezaba a arrepentirse. 

 

Ojalá nadie lo viera en ese estado, pero como la suerte no le favorece a nuestro pequeño Yami despertó.

 

-Aibou.

 

-Y-Y-Ya-Yami.

 

De la sorpresa el tricolor pegó un salto en la cama y su primera reacción fue tapar con sus manos su creciente erección. Esto al faraón le causó curiosidad.

 

-¿Por qué estás despierto a esta hora?

 

-B-Bueno y-yo...

 

-¿Tu?

 

-Tuve una pesadilla, si eso.

 

El mayor no se creía esa excusa, siguió pensando la verdadera razón de la reacción de su novia hasta que lo notó. Yugi estaba jadeando y muy sonrojado, sin contar en donde tenía las manos. Sonrió con picardía.

 

-Así que... Una pesadilla.

 

-S-Si

 

-¿Quieres que te ayude?

 

-¡¿Ayudar!?

 

-Claro, debe ser difícil tener pesadilla, y más si tienes calor.

 

Sin avisar, Yami agarro de la cintura a su hikari y lo sentó sobre sus piernas, lo beso apasionadamente a la vez que retiraba su pijama y boxer. Yugi creía que el sonrojo alcanzaba hasta sus orejas, sin embargo no opuso resistencia, se sentía demasiado bien tener la lengua de Yami en su boca.

 

El faraón tomó con una de sus manos el miembro de Yugi y lo masajeo lentamente, el tricolor menor empezó a soltar leves suspiros de placer, el oji-carmin, satisfecho por sus reacciones decidió aumentar el ritmo.

 

-Ah, ah. 

 

Los suspiros se convirtieron en gemidos, era demasiado el placer, hasta que una corriente eléctrica recorrió toda su espalda, el ritmo de la mano del faraón era enloquecedor, no pudo más y con un grito se derramó. Yami llevó su mano a su boca y probó la esencia de Yugi.

 

-Exquisito.

 

Sin decir más Yugi se limpio un poco y se acurrucó en el pecho de Yami. Cerró los ojos y se dejó envolver en los brazos de Morfeo. 

 

 

 


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