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Instant Crush (STony AvAc) por Mylo Shinobu

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Notas del capitulo:

El fic no tiene mucho que ver con la canción pero partes de ella me inspiraron. Comenten

 

Pareja: Steve Rogers x Tony Stark (Avengers Academic)

No quise ser aquel al que olvidar


-Sé que prometimos no mencionarlo pero desde que ocurrió no puedo olvidarlo... ¿Te acuerdas de esa noche juntos?

-Si... Aún la recuerdo…


Ambos miraban el horizonte sentados en aquellas gradas que daban a la cancha de football. Ninguno de veía, solo estaban sentados uno al lado de otro tratando de ocultar su sonrojo y esas memorias que eran tan latentes.


Solo pensaba en las cosas que nunca me arrepentiría


-¿Me pediste que no lo mencionara porque te arrepentiste?

-No
-¿Volverías a hacerlo?

-Sin dudarlo-las palabras del rubio retumbaron en su cabeza, el castaño movió sus pies tratando de contener sus nervios.


Lo que tengo es solo un poquito de tiempo contigo 


Desde que regresaron de vacaciones, apenas tenían tiempo de verse. Los nuevos horarios evitaron que se toparan en los pasillos pues sus tiempos no coincidían. A veces, para poder verse, aunque sea una vez en el día, solían robarle minutos a sus clases. Se reunían en los pasillos, en los jardines o en gimnasio al cambio de grupo. Solo unos minutos para poder charlar y saber qué tal iba el día del otro.

Eso es todo lo que necesitamos porque es lo que podemos conseguir

A veces, los encontraban juntos y tenían que huir de su regaño. Cuando se daban cuenta de que estaban escondidos, y demasiado cerca, se quitaban un poco de su pena para tomarse de la mano y mirarse un poco más. Tratar de acercarse un poco más antes de que les quitaran el tiempo con un castigo.


Algo que no veo igual cuando estás cerca


Se conocieron como en cualquier película estúpida de romance. Tony estaba recolectando algunos materiales para una absurda investigación de la escuela cuando sintió como un balón de americano casi le quita la vida. Alguien lo empujó para recibir el golpe en su lugar. Cuando Tony entendió lo que pasaba, apenas pudo ser consciente del chico de ojos azules que lo veía preocupado. Estaba tan cerca. Su única reacción en aquel momento fue coquetearle... Vaya idiota.


Fue la desconfianza en él, sus labios están en un terreno prohibido

Tras el incidente se empezaron a llevar bien. Tony solía abrazarlo cuando se lo encontraba en la escuela o cuando Steve terminaba sus entrenamientos. En su vida Tony hubiera pensado que iría, por él mismo, a un partido de football de la escuela. Siempre tenía mejores cosas que hacer pero desde que conoció a ese chico rubio sentía una urgencia de ir a todos los entrenamientos y los partidos solo a apoyarlo. Janet se burlaba de él pues era ella la que siempre le pedía ir, le gustaba el ambiente tras el evento, pero ahora era Tony quien la arrastraba a cada uno de ellos.


Steve siempre estaba al pendiente de que Tony llegará. No era puntual pero cuando necesitaba su mirada de apoyo ahí estaba, lo encontraba animándolo. Las primeras veces Tony escapaba de Steve que apenas si podía saludarlo. Pero cuando este logro atraparlo y convencerlo de ir a la fiesta pos-juego, y de celebración, Tony dejó de huir. Le gustaba estar con Steve.


Rodhey y Janet acompañaban a Tony a la fiesta pero siempre terminaban dejándolo con Steve que no era mucho de bailes y le gustaba hablar con él en algún lugar privado de la casa donde era la fiesta. A Tony le gustaba bailar y siempre termina convenciendo a Steve de hacerlo juntos. Tony era suelto, Steve siempre se quedaba hipnotizado ante los movimientos de Tony, a veces usaba el pretexto de la gente para quedar más cerca. Ambos se miraban hipnotizados. Ninguno se atrevía a dar el siguiente paso. Siempre sus labios tan cerca.


Quiero llevarte a ese sitio en el límite de Roche.

 

Cuando Tony se enteró que Steve conducía una moto, parecía que el corazón le explotaba. Se hizo un nuevo pasatiempo: verlo practicar en su moto los fines de semana. En un terreno cerca de la escuela, junto con Bucky y Sam, Steve buscaba hacer algunas acrobacias y mejorar su técnica. A Tony lo invitó Bucky, sabía que Steve estaría encantado de compartir esos momentos con Tony.

Cuando terminaba el "entrenamiento", Steve se ofrecía a llevar a Tony a su casa para poder estar juntos un poco más. Sentir sus cuerpos juntos, la cabeza de Tony en la espalda y sus brazos rodeándolo de la cintura, hacían sonrojar a Steve. Siempre buscaba la ruta más larga para llegar y poder estar juntos un poco más. Tony al inicio lo notó pero cuando iba a decir algo vió el sonrojo de las mejillas de Steve. No dijo nada y lo siguió abrazando.

Esos días los hacían largos. Ya no solo era ir a casa sino a otro sitio a pasar el rato. Ir a comer juntos, viajar por la carretera hasta que la misma noche les ganará. Steve siempre dejaba a Tony en la entrada de su casa, siempre se aseguraba de verlo entrar mientras esté se despedía a lo lejos. Cuando Steve llegaba a casa, solía mensajearse con Tony. Estaban así hasta que les ganaba el sueño. Todo el día juntos y siempre tenían mucho que decirse.


Pero nadie nos da tiempo para eso


De la nada hubo cambios. Tony dejó de ir a todos los eventos y fiestas, a los entrenamientos de Steve tanto en la cancha como en la moto. Tony lo evitaba y de pronto dejó de ir a la escuela. Steve estaba preocupado, temía haber hecho algo estúpido y que haya arruinado todo. Entonces decidió buscar a Janet o a Rodhey... Que le explicarán ese cambio repentino de Tony. Fue cuando se enteró de todo.


El padre de Tony se enteró de su "relación" y lo poco correcto al mostrarse cariñoso con un hombre. Le prohibió totalmente verlo sino quería que el mismo se “encargue” del muchacho y lo alejara de su vida. Tony sabía que haría que Steve lo odiara, no quería eso. Quería alejarse poco a poco y que Steve se olvidará de él. Además, le impuso una prometida para que se olvidara de esos disparates estúpidos del romance. Heredaría la empresa Stark, tenía que ser un poco más coherente con su vida y dejarse de estupideces. Steve no tenía nada que ofrecer, en eso el padre de Tony tenía razón. Era un amor absurdo todo eso.

 

Aún así, Janet, con todo su ingenio, le prometió a Steve que lo vería de nuevo para hablar. Sabía que ellos tenían cosas que arreglar, así que lo citó el esa noche para que viera a Tony. Janet entretuvo a Howard, quien iba de salida, le dijo que vería a Tony para pasarle una tarea. Howard aceptó mientras fuera una chica quien lo visitará. Cuando Howard se fue a cualquier lugar que tuviera que ir, Steve entró con Janet. Ella le explicó donde estaba la habitación de Tony y luego se fue.


Steve, nervioso, tocó la puerta. Tony le dejó entrar pensando que era Janet, cuando Tony notó que era Steve, se sorprendió, corrió para cerrar la puerta con llave y confrontarlo. Tony tenía una herida en el labio, Steve le acarició la herida sin decir nada. Tony extrañaba su tacto, lo único que pudo hacer fue abrazarlo.


En ese abrazo, tan cerca, de pronto surgió la necesidad de un beso. Sus labios, tímidamente, se acercaron. El beso los empezó a fundir. Cayeron en la cama y el beso siguió hasta que sus cuerpos se calentaron un poco. Steve se alejó acalorado, Tony no insistió y solo se quedaron abrazados en la cama con sus respiraciones al unísono.

 

Me hiciste una oferta por él, luego saliste corriendo.

 

Tony se levantó saliendo del agarre de Steve, este lo miró asustado. Tony se acercó a la ventana, cruzó los brazos casi queriendo abrazarse y miró al cielo estrellado para sentir la brisa de la noche. Se arrepentiría de lo que haría pero era lo correcto para los dos. Steve se sentó en la cama para observarlo y buscar respuestas en su silencio.

 

-Debemos para esto… es una estupidez-fueron las palabras que su padre le dijo, el mismo Tony se estaba hiriendo con ellas.

-Ya tengo novia-soltó Steve de pronto, Tony sentía que se lo llevaba el diablo-. Solo quería decírtelo… Ella es muy linda y coqueta, muy inteligente, algo berrinchuda y…

 

Tony iba a salir de ahí, no quería escucharlo. Steve lo detuvo en la puerta abrazándolo, Tony forcejeo por el enojo pero Steve lo abrazó más fuerte. Tony era débil ante ese cuerpo.

 

-No es verdad-dijo Steve, Tony comenzó a llorar-. Pero sabía que dirías eso. Yo no me quiero alejar de ti… No así…No por otros…

-No puedo…-Tony trató de calmarse-. Mi padre…

-Lo sé pero no me importa. Así tenga que enfrentarme a él… Eres todo lo que tengo.


Y nunca estaremos solos de nuevo

 

Pasaron los días, las semanas… Tony le dejó en claro a Pepper, su prometida, lo que sentía por Steve y nunca podría corresponderle aunque su padre los haya prometido. Ella también le dijo que no estaba interesada en Tony, que lo veía como un hermano pequeño. Aunque siguieron con la farsa para engañar a Howard y Tony pudiera seguir viendo a Steve.

 

Mientras Tony y Steve, después de esas declaraciones, no acordaron nada. No fueron novios ni nada pero seguían estando juntos, como antes. Steve le regaló una sudadera del equipo con el apellido “Rogers” en ella. Tony la usaba en todos los partidos y las fiestas, siempre estaban juntos aunque, después de ese beso, a veces se robaban uno. No sabían qué los detenía pero querían estar juntos más tiempo.

 

Una noche, después de un partido, y esperar a Steve para la fiesta que tendrían tras la victoria, cambiaron los planes. Tony quería llevar a Steve a una pradera, donde suele hacer sus investigaciones científicas y a veces solo mirar las estrellas. Debido a que casi llega el verano, el cielo es más despejado. Esa noche no querían oír los ruidos de la música y las conversaciones ajenas, solo querían hablar y estar solos.

 

Se quedaron mirando las estrellas y hablando de cosas sin sentido. A veces Steve lo regañaba por sus imprudencias pero los pucheros de Tony y su rostro inocente hacían ceder a Steve. Esa noche, como otras, llevaba su sudadera. Le encantaba la idea de que Tony tuviera puesto Rogers en la espalda. No era como si Tony le perteneciera, pero si era un mensaje a todos de que Tony solo estaba con Steve.

 

En un impulso no premeditado, Steve lo beso mientras lo recostaba en el pasto. Se besaron con más intensidad que la primera vez, sus labios querían devorar al otro, se mordía, se lamían y se necesitaban. Fue cuando Steve sintió la erección en sus pantalones que paró, Tony lo miró sonríete pero Steve se levantó y subió a la parte trasera del auto de Tony para calmar su mente. Tony esperó unos segundos hasta que se levantó y entró junto con él. 

 

-¿Qué ocurre, guapo?-dijo Tony al abrir la puerta del carro, Steve estaba algo tenso, Tony entró al auto junto con él.

-Yo… es mi impulso… Lo siento.

-Está bien… ¿Es normal, no? Más si la otra persona te gusta-Steve lo miró algo sorprendido, se acercó poniendo un poco nervioso a Tony.

-Ese el problema… Esa persona sabe que me gusta pero no sé si yo le gusto.

-¿Por qué no le gustarías?-Tony se puso a jugar con sus manos nervioso-. Eres muy guapo.

-No sé… A veces creo que si le gusto pero es tan diferente a mí, tan coqueto e inteligente que yo podría estar imaginándolo.

-Con esa descripción hasta a mí me gusta-Steve sonrió, se recargó en el asiento del auto.

-Si… le gusta a muchos…

-Pero a él solo le gusta uno…-Tony lo acechó, Steve retrocedió hasta chocar con la ventana del auto. Sus labios quedaron muy cerca-. Y es un chico de Brooklyn… algo tonto en las materias pero fuerte y apuesto. Parece un príncipe de ensueño… 

-Siempre he querido tener mi primera vez con alguien que quiero… Es anticuado pero para mí significa mucho.

-¿Y entonces?

-Pero también quiero que esa persona me quiera igual-Tony sonrió de forma picara.

-Lo hago… Desde que ese balón casi me quita la vida.

-Solo te iba a golpear la espalda… que exagerado eres-ambos se rieron.

 

Lentamente sus labios estuvieron juntos, Tony lo abrazaba del cuello. Cambiaron de posiciones, Steve quedó arriba mirando a Tony. Se siguieron besando hasta que el calor del momento les encendió su deseo. Se desnudaron con prisa, Steve empezó a devorar a Tony dejando marcas en el cuello, mordidas en el resto del cuerpo, Tony hacía lo mismo. Sintieron sus miembros erectos, los tomaron para masturbar al otro, eyacularon.

 

Antes de que pudieran seguir, escucharon ruidos de otro auto, sonaba a la policía. Ese lugar era prohibido visitar y mucho menos hacer lo que estaban a punto de hacer. Con la prisa apenas si pudieron tomar sus cosas y salir entre risas y la brisa de la noche.

 

Había pensado lo que quería decir pero en realidad nunca sé a dónde ir.

 

-Dudo mucho que le esté coqueteando-dijo Janet escondida al lado de Tony mientras miraban la escena de una castaña hablando con Steve.

-¿Pero por qué tiene que ser en privado? ¿No lo podía decir enfrente de mí?-la chica castaña había pedido hablar a solas con Steve mientras este regañaba a Tony por destruir un laboratorio a propósito.

-Vamos, Tones… Dudo mucho que Steve caiga si está tan enamorado de ti-. En ese momento la chica castaña le besó la mejilla a Steve y se despidió de él, este le sonrió y se despidió de vuelta. Caminó hacia donde estaba sentado con Tony. Este, junto Janet, se sentaron de nuevo en la mesa, que estaba en los jardines, tratando se fingir que no vieron nada. Steve llegó sonriente para seguir con su almuerzo.

-¿Algo importante?-preguntó Tony tratando de hacer hablar a Steve sobre lo que habló con esa chica.  

-No-siguió comiendo su almuerzo, Janet notó el rostro enojado de Tony y se asustó un poco.

-Voy por una bebida-dijo levantándose de la mesa- ahora vengo- salió corriendo hacia la explanada que tenía maquinas expendedoras.

-¿Así que no tienes nada que decir?-preguntó Tony cruzado de brazos, Steve lo miró extrañado.

-No realmente… ¿Qué se supone…?

-¡Claro!-Tony golpeo con las palmas de sus manos la mesa, Steve se asustó-. Como no somos novios no puedo quejarme cuando una chica viene a coquetear contigo. Pues perdóname por pensar que esa noche había sido especial para los dos-Tony se levantó para dirigirse a los salones.

 

Steve se quedó mirándolo hasta que reaccionó y fue corriendo tras él. Entre forcejeo de un Tony que no quería hacer caso a las suplicas de Steve, cayeron a un arbusto, Steve encima de Tony. Estaban tan cerca que Steve se sonrojó, aún cuando Tony estaba enojado con unas mejillas rojas por la cercanía. Steve le robó un beso. Tony alejó el rostro fingiendo seguir enojado.

 

-No estoy de humor-dijo Tony con un puchero, Steve sonrió.

-¿Quieres ser mi novio?-Tony lo miró sorprendido.

-Que confesión más desastrosa.

-Mi novio es un desastre, después de todo.

-¿Cómo sabes que diré que sí quiero ser tu novio?-Steve le besó la frente.

-Se te nota en la cara-Tony alzó una ceja y le limpió la mejilla que la chica castaña le besó.

-Si vas a ser mi novio no permitiré que te dejes besar por cualquiera-Steve se rió.

-Ella me iba a ayudar a pedirte que fueras mi novio… Peggy es mi mejor amiga, como tú con Janet. Pero contigo nunca se sabe… Siempre hago lo que menos espero cuando estoy contigo.

-Tendrás que acostumbrarte si planeas salir conmigo.

-¿Ese es un sí?

-Pero claro-Tony lo abrazó del cuello para besarlo. Cayeron al suelo entre risas.

 

De nuevo, un poco más.

 

Tony despertó con la luz de la mañana en el rostro, se intentó cubrir pero un olor a café le llegó a la nariz. Se levantó tratando de ver el lugar donde provenía. Sus ojos se abrieron al ver tan majestuosa escena. Su novio sonriente, con solo el pantalón del pijama (sin camisa) y con una taza de café para él. Sintió que sus mejillas se sonrojaban.

 

Le sonrió tomando la taza, entonces empezó a recorrer el lugar. Era ese pequeño departamento que Steve rentaba, junto su amigo Bucky, cerca de la escuela. Estaban en la habitación de Steve, apenas los dos cabían en esa cama individual que de frente tenía una ventana grande de donde provenía la luz. A un lado el escritorio de Steve con cuadernos de sus bocetos y la escuela, su ropero estaba a un lado de la puerta de entrada. Era pequeño pero cómodo.

 

Steve se recostó en el espacio que dejaba Tony en la cama, lo tomó de la cintura mientras cerraba los ojos. Fue cuando Tony se percató que tenía puesto la otra mitad del pijama de Steve. Le vino a la memoria lo que había ocurrido. Después de la fiesta de la última victoria del equipo de Steve, este decidió invitarlo a su casa pues Tony se la pasaba insistiendo en ir. Al llegar, apenas habían hablado cuando ya se estaba comiendo a besos pero no pasaron de las caricias intensas.

 

No llegaban a más, aún, porque querían conocerse un poco mejor, y porque Steve quería aprender un poco más antes de llegar más lejos con Tony. Se habían masturbado mutuamente pero Steve tenía un poco de miedo llegar a más y lastimarlo. Tony también lo tenía, pero ver a Steve le hacía perder cualquier miedo y la prudencia. Debido a que Steve no tenía un pijama extra, le dio la camisa del suyo a Tony, como le quedaba grande, optó por quedársela. Además de que a Steve le ponía de nervios las piernas desnudas de Tony.

 

-Quiero que sea así, siempre-dijo Steve mientras seguía abrazado a Tony.

-¿Cómo?

-Contigo en mi cama todas las mañanas…-Tony se sonrojó, le acarició los mechones rubios.

-¡Que pervertido, Capitán!-Steve lo miró desde abajo, Tony se sonrojó, Steve tomó la taza de Tony y la dejó en el piso lejos de la cama, recostó a Tony en la cama mientras le acariciaba los labios. Tony sonrió-. ¿Quieres hacer cosas pervertidas?

-Si-Steve se sonrojó.

 

Steve empezó a acariciar los muslos de Tony, este sentía cada roce mientras temblaba por el deseo. Se miraron mientras las manos de Tony recorrían la espalda de Steve. Empezaron a besarse entre caricias, Tony abrió las piernas para que el cuerpo de Steve se acomodara. Ambos miembros estaban erectos, Tony empezó a mover un poco las caderas para desconcentrar a Steve y lo hiciera sonrojarse. Lo logró pero antes de cualquier movimiento que fuese a hacer, tocaron la puerta. Ambos suspiraron frustrados.

 

-¿Steve?-era Bucky, se olvidó que él vive ahí.

-¿Q-Qué ocurre?-sin abrir la puerta.

-El entrenador habló-dijo Bucky tras la puerta- Quiere que nos reunamos con él.

-¿Hoy? Pero es día después del juego.

-Lo sé pero habló por algo urgente.

-¿A qué hora?

-En hora y media. Pero como voy a salir antes con Nat, te quería avisar. Te veo allá.

 

Escuchó la puerta del departamento cerrarse, Steve se recargó en el hombro de Tony que se reía ante la situación. Lo abrazó para compensarle un poco el sufrir. Todo parecía ir en contra de su primera vez y Steve sentía que el deseo lo estaba consumiendo. Tony se divertía pero también sufría un poco pues lo ansiaba bastante.

 

-Aún podemos hacer otra cosa antes de que vayas a entrenar-le susurró Tony en el oído, este lo miró con algo de esperanza.

-¿No estás enojado?

-Un poco pero si no arreglamos la situación allá abajo, me enojaré más.

 

Steve le acarició la mejilla mientras le daba un tierno beso.

 

No importa lo que quieran ver

 

El entrenador los había citado para regañarlos. Pese a que ganaron, no mostraron el mejor desempeño. En especial el Capitán que últimamente estaba demasiado distraído para darse cuenta de sus errores. Se les obligó a entrenar más tiempo y perder la oportunidad de salir con Tony en las tardes.

 

Tony también comenzaba a tener problemas, pese a que es un genio sus calificaciones estaban un poco bajas para lo que acostumbra. Uso esta oportunidad para retomar sus estudios y seguir con sus experimentos inconclusos. Steve realmente le quitaba todo el tiempo del mundo pero era feliz.

 

Ese tiempo alejados los hizo tener algunos problemas. Se peleaban constantemente porque el otro se olvidaba de los compromisos o porque estaba todo el tiempo ocupado sin prestarle atención. Ambos sabía que se querían pero su amor era tan joven que necesitaban más tiempo juntos para poder demostrarlo. Se pelearon y no se hablaron en días.

 

Peggy y Janet se reunieron pues veían a su respectivo compañero de aventuras muy desanimado y hasta torpe en todo lo que hacía. Sabían que esos dos no podían vivir sin el otro pero eran tan testarudos que ninguno cedería. Tenían un plan y por suerte las vacaciones ya estaban cerca.   

 

El recuerdo de verano que nunca muere.

 

El plan de ambas chicas era llevar a todos sus amigos a la playa. Algunos iban con pareja, otros entre amigos y estaban los peleados. Para ellos, las chicas tenían un plan: hacerlos dormir en la misma habitación para resolver sus problemas. Si necesitaban encerrarlos lo harían pero tenían que reconciliarse.

 

Los primeros dos días fueron incómodos, ni Steve ni Tony querían acercarse a la habitación pero todos los demás estaba compinchados con Peggy y Janet para no dejarlos dormir en ningún lado. Tony, siendo el más testarudo, opto por pasar la tercera noche en el frío de la playa. Steve, al no ver que llegara a dormir, se preocupó y salió en su búsqueda. Lo encontró tapado con una cobija y sentado en una toalla.

 

-Vas a resfriarte-le dijo Steve al llegar junto a él, Tony hizo un puchero tratando de ignorarlo.-Dormiré en el piso si quieres pero vamos a la habitación-Tony no dijo nada y siguió sentado con ojos enojados. Steve suspiró cansado y decidió cargarlo-. ¡Vienes conmigo!

 

Al inicio pensó en forcejear pero sabía que Steve no lo dejaría ir. Se dejó llevar, caminaron por los pasillos mientras otras personas los veían, a Steve no parecía importarle aunque Tony les prestó un poco de atención. No se veían felices ante ellos juntos. Llegaron a la habitación, Steve cerró la puerta con su pie y arrojó a Tony a la cama. Luego se encimó en él, Tony se sorprendió ante la acción.

 

-V-Vamos a estar a-aquí  varios días…-dijo Steve nervioso, Tony estaba expectante-. Te voy a dar dos opciones. O justo ahora olvidamos todos lo que ha pasado y lo hacemos por primera vez… o me voy de la habitación y no me vuelves a ver en todo lo que resta del viaje.

 

Tony se sorprendió ante la propuesta, miró a Steve que tenía la decisión en su rostro. Lo que estaba diciendo era verdad y sus ansias se notaban. Tony podría dejarlo ir y que su orgullo ganará pero llevaba tanto tiempo sin tenerlo cerca y besarlo… Además le estaba proponiendo hacerlo… al fin. Sin interrupciones. Steve se iba a levantar cuando Tony lo tomó del cuello para besarlo… no, devorarlo.

 

Steve lo empujo, Tony lo miró sorprendido pero sintió que la sangre se le subía a la cabeza cuando vio como Steve se quitaba la camisa ligera que llevaba. Sus piernas temblaron y un cosquilleo recorrió todo su cuerpo hasta la nuca. Steve lo miró, se desabrochó el cinturón lentamente… Lo estaba haciendo a propósito. Tony se sentó en la cama para quedar cara a cara y detuvo las manos de Steve que estaban abriendo el pantalón.

 

-Ese es mi trabajo-le susurró Tony, le mordió el cuello.

 

Mientras sus bocas jugueteaban con la del otro, Tony abría el pantalón de Steve mientras metía sus manos para acariciar el miembro de Steve, este se turbo ante la acción. Miró a Tony quien le sonreía de forma coqueta y sorprendiéndose del tamaño. Ya lo conocía pero ese día Steve parecía aún más grande. Steve se emocionó, arrojo a Steve, este cayó sentado en la cama, Tony lo acechó, bajo sus bóxer, sujeto el miembro de Steve y empezó a jugar con él y sus labios.

 

Steve no podía contenerse, la boca de Tony era una maravilla. Tony le encendía los gemidos de Steve, sus manos sujetando con fuerza su cabello. Steve sujetó a Tony cuando sintió que llegaría pronto al orgasmo, Tony lo miró sonriente. Steve se molestó un poco y tomó venganza. Se abalanzó hacia Tony. Lo desnudó lentamente mientras acariciaba cada rastro de piel que se mostraba. Tony quería más de prisa pero Steve no lo dejó. Quería sentir todo de Tony.

 

Cuando Steve al fin se decidió entrar, Tony soltó un gemido que enloqueció a Steve. Las embestidas del rubio en un inicio eran simples pero después tuvieron que volverse más rápidas y más fuertes para complacer los gemidos de Tony que aclamaban por más. El cuerpo de Tony lo tenía ahí, desnudo, todo para él. Realmente se estaba volviendo loco, el aroma, el calor, las sensaciones. Tony lo apretaba de forma tan exquisita. Aún era su primera vez juntos y aunque fueron algo torpes, hace tanto lo anhelaban que fue mil veces mejor que sus fantasías.

 

Todo lo que duró las vacaciones, ninguno salió de la habitación. Aunque todos sus amigos les rogaban para salir a hacer alguna actividad, siempre había evasivas y a veces los veían para comer pero seguían acaramelados que era imposible hablar con ellos. Pero el plan había funcionado, Peggy y Janet chocaron puños cuando los vieron juntos de nuevo.      

 

Un millar de estrellas solitarias escondiéndose del frío.

 

Tras el regreso de sus vacaciones, apenas tenían tiempo para verse. Cuando tenían cierto tiempo, o los fines de semana, se iban al departamento de Steve a tener sexo. A veces Bucky tenía que irse con Natasha o con alguien más para no escuchar los gemidos de esos dos en la habitación contigua. Era muy incomodo.

 

Así pasaron unos meses hasta que Howard se enteró de la relación de Steve y Tony. Este fue a visitar la Academia, siendo uno de los mayores inversionistas nunca se les negaba. Fue cuando los vio juntos. Tony sentado en las piernas de Steve sonriendo y abrazándolo. Ese simple hecho sería lamentable para los dos.

 

Steve había sido amenazado con dos matones que lo fueron a golpear y Tony fue amenazado por su padre tras una golpiza. Cuando se enteró de lo que ocurrió con Steve, Tony se sentía culpable pese a que Steve le dijo que no iba a pasar nada. Claro que iba a pasar y su padre lo separaría a como dé lugar.

En ese prado donde alguna vez se besaron, donde las estrellas aún se veían tan brillantes, Tony terminó con Steve tras una serie de discusiones. Steve le rogaba haciendo sufrir el corazón de Tony. Este se mantuvo firme, y siguió con el rompimiento. Eran muy jóvenes y estúpidos. No sabían lo que realmente querían.

 

-Es más… no sé si yo realmente te quiero-sentenció Tony. Los ojos de Steve se abrieron sorprendidos, se molestó.

-Así que al final eres un cobarde… ¡Pues buena suerte con tu vida, Stark!

 

Salió de ahí en su moto, al escucharlo alejarse le rompió el corazón. Tony tenía que ser fuerte, tenía que responder a todas las responsabilidades que su padre le estaba imponiendo. Tenía que resistir el querer correr por Steve, quedarse con él para siempre pero solo era un muchacho idiota. No es como si realmente lo amara.  

 

No entiendo que no te disguste que no esté contigo.

 

Habían pasado meses tras el rompimiento con Tony. Steve había vuelto a centrarse en los deportes y la escuela. Apenas si se volvía a juntar con los amigos de Tony, que había tomado cariño por Steve, pero este apenas les sonreía pues no quería nada relacionado con Tony. Peggy sufría al ver a Steve tan destrozado y decidió pasar más tiempo con él, apoyarlo. Animarlo un poco para que no se terminara derrumbando. Ya jamás volvió a las fiestas tras ganar los torneos.

 

Tony era el más arrepentido, pasaba con buenas notas por inercia pero había una necesidad en él de siempre ver a Steve. Cuando iba a los torneos, la mirada de este ya no buscaba la suya sino la de ella… De esa chica, aquella que Steve siempre dijo era su mejor amiga. En las fiestas ninguno de los dos aparecía y Rhodey siempre terminaba llevándose a Tony quien no soportaba el dolor. Era orgulloso pero era la primera vez que algo lo había destrozado tanto. Lo seguía amando, eso jamás iba a cambiar.

 

-¿Por qué se ve tan bien sin mí?-es lo único que susurró Tony antes de quedarse dormido en su cama tras haber llorado por un rato.  

 

Steve reía con una broma que Bucky había hecho, al igual que el resto. Sam, Peggy, Natasha y Bucky estaban animando a Steve, querían que saliera de esa depresión que no lo dejaba salir de su habitación. Muchas veces Bucky lo invitaba a entrenar con las motos pero Steve no tenía ganas de eso… Todo lo bueno en su vida se lo había arrebatado Tony y no quería volver a ello. No más. En momento volteó hacia donde Tony estaba y lo vio feliz, coqueteando con Banner que lo ignoraba harto y el resto de sus amigos reía ante sus bromas. Ignoró sus sentimientos y trató de seguir con su vida.

 

-¿Por qué parece que ni siquiera me necesitas?-es lo único que pudo pensar Steve.

 

 

Escuché tu problema, ahora escucha el mío: ya no quiero hacerlo más.

 

La graduación había llegado de la nada. Todos festejaban felices, ilusionados y Steve solo quería mandarlos a la mierda a todos. Peggy lo arrastró a la fiesta como su pareja, no quería que este se perdiera una celebración tan importante. Pero lo único que Steve quería era huir.

 

Steve estaba hasta el fondo, recargado en una pared tomando una bebida luciendo un traje blanco que combinaba con el vestido de Peggy. ¿En qué momento le hizo una promesa tan estúpida? Y por como Peggy lo abandonó para bailar con otros chicos, parecía buena idea salirse del lugar,

 

Tony lo miró desde que entró a la fiesta, estaba al fondo, solo y tomando una bebida. Parecía tan solitario y depresivo. Sentía que el corazón se le rompía. Janet y Rhodey lo llevaron a la fuerza a la fiesta para despedirse de todos y de Steve. Tenían que arreglar el asunto de una vez por todas y no podría si se seguían evitando. Janet lo obligo a ir con él. Tony caminó hacia él llegando por un costado y se recargó sin ser observado.

 

-¡Vaya fiesta!-apenas dijo Tony, Steve se sorprendió al reconocer la voz, no lo miró y siguió bebiendo lo que sea que le hayan servido-. Todos tienen planes grandes para el futuro… ¿Has pensado en algo?

-No-respondió Steve cortante. Tony sentía que su corazón se le rompía.

-Janet estudiará ciencias y Banner será físico. Rhodey ha estado pensando alistarse al ejercito…-Tony rió de forma fingida-. Me recordó a ti cuando querías alistarte al ejército…-Tony siguió fingiendo una sonrisa-. AL final… ¿qué harás?-no recibió respuesta, tras un largo silencio tomó aire para evitar caerse-. Yo me dedicaré a estudiar para lograr dirigir la empresa de mi padre…-seguía sin respuesta-. Cuando termine la carrera tal vez me case…-soltó Tony.

 

Steve quería irse de ahí, alejarse de todo el dolor que Tony le estaba haciendo sentir. Entonces sonó una canción, una canción lenta. Ambos se estremecieron, recordaron aquella vez que prometieron bailar juntos en la graduación. Uno iría vestido de blanco y el otro de negro, como justo ahora lo hacían, para representar su unión por siempre. Tony estaba dudando en irse.

 

-¿Quieres bailar?-preguntó Steve, Tony lo miró sorprendido. Steve arrojó el vaso ya vació, no era una acción que haría Steve pero ahí estaba lo que apenas quedaba de él.

 

Arrastró a Tony a la pista, sus respectivos amigos los veían con cierta esperanza. Sabía lo que sufrían y lo mucho que se necesitaban mutuamente. Steve y Tony bailaron ahí, Steve de blanco y Tony de negro, como habían quedado. Bailaban al compás de la música. Sus cuerpos se amoldaban perfectamente al baile, sus corazones dolían. Se vieron a los ojos, Tony se sorprendió al ver como el rostro de Steve se iba desfigurando por las lágrimas y el enojo, Tony también comenzó a llorar.

 

-¡YA BASTA!-Steve gritó alejándose de Tony, llamó la atención de todos y hasta pararon la música-. ¡SI VAS A LLEVARTE TODO DE MI MALDITA VIDA TAMBIÉN LLÉVATE TODOS ESTOS SENTIMIENTOS!-Tony lo miraba sorprendido-. ¡DEJAME ODIARTE! ¡ALEJATE YA DE MI VIDA!

 

Steve salió del lugar dejando a Tony petrificado. Peggy y Bucky salieron tras de Steve al verlo tan destrozado. La música siguió y todos trataron de actuar como si nada hubiese ocurrido. Janet corrió hacia donde estaba Tony quien cayó al piso de rodillas para llorar, con el corazón roto.       

 

¿Puedo rendirme o puedo irme de aquí?

 

Steve está listo para irse, había mandado algunas cosas por adelantado a su nuevo hogar y ahora solo llevaba carga ligera. Bucky y Natasha se despedían de él por encargo de Peggy, quien había sido llamada al ejército como siempre soñó. Los últimos meses ahí habían sido algo complicados. Steve estaba totalmente destruido y no había nada de consuelo.

 

Por suerte para él, en Brooklyn, Arnie, un viejo amigo de la infancia, le llamó para ofrecerle un trabajo. Arnie estaba creando una pequeña editorial independiente y quería a alguien que fuera tan bueno con el dibujo como Steve. Este aceptó inmediatamente, sería una buena forma de empezar a pensar en un futuro y alejarse de todos esos recuerdos.    

 

Como dos padres, Bucky y Natasha le decían que se cuidara y que mandara mensaje más seguido. Steve bromeo un poco con ellos con su moto ya preparada. Estaba a punto de encenderla cuando el chillido de un auto frenando sonó, un carro de lujo, conducido por Janet, frenó frente a ellos. Tony salió de la parte trasera quejándose. Llevaba una mochila cargando y una maleta mediana. Steve estaba sorprendido, Tony se acercó algo nervioso.

 

-¡No te vayas sin mí!-le gritó, Steve solo lo miraba-. Sé que he sido un imbécil pero ya no puedo negarlo… Te amo más de lo que pensé. No quiero una vida sin ti. No así. Te necesito más de lo que podría necesitar algo… Por favor…-el rostro de Tony se llenó de lágrimas.

-Es tarde ya-dijo Steve.

-Steve…

-¡Ya basta! Tú lo dijiste… Tenemos futuros diferentes. Somos estúpidos… Pronto todo lo resolverás. Te olvidarás de mí.

-Por favor… Yo no me quiero casar…

-¿Te vas a casar?-miró a Tony asustado. Este afirmó.

-Antes de entrar a la universidad… Así lo planteo mi padre-Steve se quedó pensando unos segundos.

-Pues… felicidades.

-Steve…-le suplicó Tony, este arrancó su moto y avanzó un poco cuando Bucky lo tomó del brazo, lo miró a los ojos como diciéndole que se arrepentiría.

-Adiós-fue lo único que pudo decir. Tony se soltó a llorar.

 

Mientras Steve se alejaba, el autor de Howard apareció para reprender a Tony. Steve veía la escena, Tony no le respondía, iba a acelerar pero maldijo y dio la vuelta. Tony recibía el regaño de Howard y sus futuras consecuencias  cuando el agarre fuerte en su cintura lo jaló sentándolo en la moto. Con su maleta en mano vio a Steve que estaba realmente furioso. Le ordenó sujetarse y aceleró.

 

Howard subió a su auto para alcanzarlo pero Janet se interpuso con el otro auto que conducía. Les daría tiempo, ellos se tenían que ir juntos. Bucky y Natasha ayudaron a detener a Howard. Sabían lo mucho que esos dos se necesitaban y no dudarían en ayudarlos. Tenían un futuro juntos.  

 

Sentía el calor de Steve en su brazo mientras se recargaba en su pecho para no estorbarle en la vista mientras se alejaban a un destino incierto. No sabrían que pasaría, no sabrían el futuro. Ni siquiera sabían lo que harían el siguiente día. De lo que ahora estaba seguro Steve era que tenía a Tony sentado en su moto, con ese calor que tanto extrañaba, con esas emociones que nunca se habían ido y con el deseo de encontrar un motel donde pudiera llevar a Tony y corroborar que todo era verdad. Que ellos dos serían para siempre.


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