Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secret's por Kadrika

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una disculpa hace tiempo que no escribo 

Sentí el ligero movimiento de la cama, los resortes dieron un chirrido y entre abrí los ojos encontrándome con una espalda desnuda y con varias marcas que reconocía de nuestro apasionado momento unas horas atrás, así como otras que no eran mías, pero sabía quién era el dueño. Sigo sin explicarme como es que no se ha dado cuenta de aquellas marcas ajenas a las que él realizó sobre la piel de su esposo.


- Lo siento, no quería despertarte- voltea a verme dándome una gentil sonrisa.


- No te preocupes, ¿ya te vas al trabajo?-  me senté en la cama dándole un ligero vistazo, seguía sin ropa interior, lo que me regaló una imagen por demás erótica de la línea que definía sus glúteos y se perdía entre las sábanas azul perlado.


- Si- suspiro cansado- se suponía que hoy descansaría pero hubo un problema con la nueva sucursal de Kioto.


- Ya veo...


Hubo un pequeño silencio, tal vez creyó que le reclamaría, enserio a veces me sorprende que su criterio sobre las emociones no sea tan bueno como lo es en los negocios.


Me levantó de la cama dirigiéndome al baño, sin importarme el ir desnudo, volteé a ver a mi sensual amante.


-¿Que dices si aprovechamos el tiempo y nos duchamos juntos?.


-Claro, me encantaría, debemos de ahorrar agua, ¿no crees?- me respondió con esa coqueta sonrisa que solo significaba que la ducha se alargaría demasiado.


*****


Hoy era domingo no era necesario ir a la oficina, pero mis planes de estar todo día en la cama con Akashi se fueron a la mierda, así que porque no darme una vuelta por ahí antes de regresar a casa.


- Tatsuya, que bueno verte por aquí- mi hermano cómo siempre un adicto al trabajo, todo el tiempo en el trabajo no me sorprendería que un día su esposo lo deje.


- Ya sabes bro, hay que cuidar el negocio.


Me brindo su puño el cual lo choque con gusto, seguí mi camino a la mi oficina y empecé a revisar los libros contables del restaurante y después los de la cafetería que tenía con Atsushi. No es que desconfiara de ellos pero era mejor tener todo en orden.


*****


-Hey bro, Atsushi llegó.


-Claro Taiga, voy solo guardo este documento.


Apagué la computadora y tome un último sorbo de mi botella de agua sentía que se reseca a mi garganta, tal vez solo era un presentimiento.


Salí de mi oficina y me dirigí a la sala de reuniones aún que era más bien como una sala acondicionada con un televisor un par de sofás, algunos videojuegos y una mesa de pool como diría mi linda Alex un sala al estilo milenians para descansar un poco del trabajo.


-Hola Muro-chin- me reí por el sufijo en mi nombre jamás cambiaría.


- Buenas tardes Himuro- me puse alerta en cuanto escuché esa voz. - qué bueno el verte, creo que la última vez fue en la fiesta de Taiga.


-Así es Akashi- Me dio risa por lo que dijo, porque en esa misma fiesta fue que empezamos con esta... relación - Seis meses son mucho.


Me regaló una sonrisa la misma con la que en la mañana acepto mi invitación para bañarnos juntos y tener una rápida ronda de sexo.


-Así es pero que puedo decir, el tomar el control de las empresas de mi padre ha dificultado un poco mis relaciones sociales.


-Y que es lo que los trae por aquí. Pregunté con mi tono de negocios para evitar que mis ganas de devorar la boca de Akashi me controlarán.


-Muro-chin, Tai-chan, tenemos una petición que realizarles.


-Por supuesto Murasakibara y Akashi, estamos a su disposición, después de todo somos socios - Mi querido hermano cómo siempre con su idiota sonrisa se sinceró frente a ellos.


-Bueno para eso queremos invitarlos a una cena y por favor Taiga trae a Tetsuya hace bastante que tampoco lo he visto.


-Por supuesto -contestó acomodándose en el sillón.


- Bueno y qué día tiene planeado- pregunté mientras me servía un poco del vino que Taiga había pasado para nuestros invitados.


-¿Mañana les viene bien?- Pregunto Akashi con su maravillosa sonrisa.


-Por supuesto, aunque podría ser un poco tarde tenemos planeada una junta mañana con los empleados a final de turno.


-Sin ningún problema, Atsushi y yo prepararemos la cena así que solo mándenos un mensaje cuando ya vayan a la casa así para poder preparar la mesa.


Taiga y yo aceptamos y después de eso solo bebimos un poco de vino y cada quien regreso a su casa.


Antes de dormir le mandé a Akashi un mensaje, preguntando de que se trataba la reunión de mañana, pero no recibí ninguna respuesta.


-------*-------


El día se pasó demasiado lento a decir verdad, el cuello me dolía de lo estresado que estaba, los ojos me ardían ligeramente, estar sentado frente a un computador por casi diez horas viendo únicamente números y gráficas de análisis contables y financieros es agotador, tan siquiera no terminé con jaqueca.


Fui a arreglarme al baño de mi oficina, tenia los ojos un poco irritados, coloque unas gotas de manzanilla para quitar el enrojecimiento, proseguí con mi cabello lo arregle solo un poco peinándolo con mis dedos, sobre todo mi flequillo acomodándolo de lado.


Escuche a Taiga entrar a mi oficina, típico de él nunca toca.


-Tatsuya, date prisa debemos de ir con Akashi.


-Dame unos minutos bro…


Escuche solo un apresúrate por parte de mi hermano, termine de arreglar mi saco blazer de color gris, lo conseguí hace un par de días después de escuchar a Seijurou hablar de moda y que me quedaría un saco corte slim, tal vez no sea lo más apropiado ir a esa cena tratando de captar su atención pero es inevitable que quiera llamar la atención de ese loco.


Si soy sincero conmigo mismo, el sentimiento que tengo por Sei ha aumentado con creces en los últimos meses, todo comenzó como una aventura, como un juego, probarlo era como un dar una mordida a un fruto extremadamente prohibido y sumamente delicioso, dulce y con un toque de acidez que deja una sensación adormecedora en la lengua. Él era un magnífico amante, apasionado en la cama y con uno de los pocos que me he sentido complementado, también se que soy una porquería de amigo. Sé que Atsushi sospecha algo, pero no sé si ya habrá hablado algo con Sei, si le reclamaría simplemente se haría el indiferente ante el tema.


Alcance a Taiga, se nos hizo más conveniente ir en su auto. Salude a Tetsuya que ya estaba sentado en el asiento de copiloto, me senté en la aparte de atrás al mismo tiempo que Taiga besaba con ahincó a su esposo, creo que ya entiendo por que no se han divorciado aunque mi hermano se la pase en el trabajo siempre trata como una joya delicada a Tetsuya, aunque este sea el mismísimo demonio.


El viaje no tomo mas de unos veinte minutos pero se me hizo un tanto tedioso debido a los constantes arrumacos de mi hermano y su esposo.


-Bienvenidos.


Nos recibió Akashi con una deslumbrante sonrisa de negocios, vestido con un tuxedo dior gris oscuro que enmarcaba su figura, no importa que es lo que se ponga siempre se ve sensual y provocativo.


Seguimos a nuestro anfitrión rumbo a la sala para esperar y tomar una copa de vino tinto antes de la cena. Aquel vino español era algo amargo y bastante fuerte al gusto, pero se tornaba ligeramente dulce después de la debida cata. Tan parecido a él.


La cena fue deliciosa, Atsushi es un increíble cocinero, por algo Taiga siempre le pide su opinión cuando tiene que crear un nuevo platillo, sobre todo en el caso de postres, que es su fuerte.


-Delicioso como siempre Murasakibara – dijo Taiga sobando el estomago si no fuera por que sale a correr diario, Tetsuya lo obliga a ir al gimnasio y claro su sorprendente metabolismo estaría varios kilos arriba de su peso.


-Gracias Taichin – contesto de manera infantil Atsushi.


-Si gustan podemos ir a sala de estar, ahí tomaremos el postre – dijo Akashi levantándose y dirigiéndonos a la sala de nueva cuenta.


-Gracias Akashi – se levantó Tetsuya.


-Murasakibara, te puedo ayudar a preparar un te para acompañar.


- Claro Taichin, ya sabes donde esta todo.


Atsushi y Taiga se dirigieron a la cocina mientras Tetsuya, Akashi y yo tomábamos unas copas y una nueva botella de champage, estoy seguro que el postre lleva fresas, un té negro o un earl gray seria delicioso para la sobremesa.


Al llegar a la sala Tetsuya se disculpo y retiro al baño, y aproveche para hablar con Akashi y tal vez portarnos solo un poquito mal.


-Así que por que toda esta misterioso cena Sei- pregunte acercándome detrás de él, rozando mis dedos a la altura de su cadera, tentándolo a que siguiera el juego de coqueteo que nos encantaba.


-Tatsuya- dijo mi nombre con un suspiro leve -no es momento para algo así.


-Lo sé -dije casi resignado, casi -pero aunque sea un beso como premio por portarmé bien y no lanzarme sobre tí despues de verte vestido tan sensual.


-Basta Tatsuya, no es momento para esto, mañana donde siempre- golpeo mi mano para alejarme de él.


-Esta bien -cerré mi mano en un puño y regresé al sillón, justo a tiempo pues Tetsuya estaba de vuelta con su esposo y Atsushi detrás de él.


El postre fue un pay de fresa servidos en copas de cristal, la crema pastelera y la compota de fresa tenían un toque diferente al usual que realizaba Atsushi.


-Murasakibara, cambiaste el sabor de tu compota - afirmó mi hermano, no era el único que lo había notado.


- No Taichin -dijo Atsushi- el encargado esta noche del postre fue mi dulce Seichin, le dije que otra taza de azúcar iba a ser demasiado pero me miro feo y mejor lo deje continuar.


- Eso explica porque esta más dulce de lo usual - dije llevando la ultima cucharada de aquel postre, al saber que las manos que lo prepararon eran de aquel sensual pelirrojo me hizo saborearlo con mas gusto a pesar de estar un poco empalagoso.


Pasamos la velada hablando de la cafetería que teníamos en conjunto y bromeando con poner a Seijuro como maestro pastelero del local, lo cual no le hizo mucha gracias y tratamos de ahogar una sonrisa cuando frunció su ceño recordándome más a un lindo gatito que al feroz león con el cual siempre lo comparaban.


-Atsushi, Seijuro creo que seria bueno que nos dijeran cual es el motivo de esta cena -dije haciendo contacto visual con nuestros anfitriones.


-Bueno Seichin y yo tenemos algo que contarles, nos mudaremos a Kyoto el próximo fin de semana - dijo Atsushi posando su mano sobre la de Sei, decir que no me tomo con la guardia baja seria una vil mentira.


-El ultimo corporativo que abrimos hace dos meses esta creciendo bastante bien y muy rápido, mi padre y yo no queremos arriesgarnos a perderle, así que nos mudaremos Atsushi y yo, mientras mi padre se quedara aquí en Tokio.


-Increíble Akashi,les deseo lo mejor - celebró Tetsuya, ya no tan estoico como cuando lo conocí, tenia una linda sonrisa que contagio de inmediato a mi bobo hermano.


-Así que, ¿se harán cargo de las oficinas del sur?- Cuestiono Taiga, yo estaba todavía un poco impactado, Sei no me había platicado nada en nuestros encuentros y el ultimo había sido ayer.


-Así es, Taiga, aprovecharemos y también estaremos supervisando las oficinas de Osaka, Fukuoka y Miyazaki -contestó serio tomando un poco de té, con su característica elegancia.


Continuaron hablando acerca de ese increíble ascenso, yo participaba de vez en cuando, hasta que cambiamos el tema de como administraríamos el café que teníamos con Atsushi, y que por su partida tendríamos que contratar a alguien que se quedará como patissiere en jefe, propuse por el momento quedarme yo a cargo. Tal vez no tengo el don culinario de los dos monstruos que tengo por amigos y socios pero por el momento serviría.


Nos despedimos de nuestros amigos, le di abrazo a Atsushi el cual me regreso con algo de fuerza, no lo hacia desde que estábamos en Yosen, fue un tanto nostálgico. Pero cuando me despedí de Sei solamente sostuve su mano dando le un apretón sincero de compañerismo ante los demás, pero al alejarme de él rocé la punta de mis dedos en la palma de su mano y pude ver como contuvo un ligero gemido. Algo tan simple puede alterar a ese feroz león.


-------*-------


El martes me sentí intranquilo todo a causa de la cena del día anterior y por supuesto a el nuevo puesto que iba a desempeñar, había ido a la cafetería con Atsushi y hablamos con los trabajadores del próximo cambio que tendríamos en la cocina. Como ya sabia las recetas, solo tuvo que ponerme al corriente de las ultimas modificaciones que había agregado Atsushi al menú de postres, nada complicado. La parte administrativa ya la tenia bajo control después de todo yo revisaba los libros contables del negocio.


Absorbió todo mi día, por lo cual termine agotado físicamente, me dolían los pies y solo quería una ducha.


Decidí que la tomaría en el apartamento de siempre, así no perdería tiempo innecesario y podría ver mas pronto a Seijuro.


Tome un taxi, caminar era una opción pero en verdad los pies me estaban matando, el alejare de la cocina los últimos meses me estaba volviendo alguien sedentario y me cuerpo resentía el mas mínimo esfuerzo físico. Un par de cuadras mas y ya había llegado al lugar de siempre,un edificio de departamentos sencillo y pulcra mente cuidado y sobretodo en un vecindario solitario y discreto. Tome el elevador rumbo al tercer piso donde se encontraba nuestro apartamento.


Entre con la llave que yo guardaba, las luces apagadas me decían que Sei aun no llegaba asi que podría tomar una ducha y relajarme un poco.


-Tatsuya - escuche en la oscuridad, estaba a unos pasos del interruptor - deja las luces así y ven a la cama.


Su voz sonaba como un pequeño murmullo temeroso de ser escuchado pero sin perder su autoridad de costumbre.


-¿Porqué tan misterioso y ansioso gatito? - me deshice de mi corbata y mi saco aventando los a lo que parecía ser el sofá antes de adentrarme al pasillo que conectaba el cuarto con la sala.


Entre a la habitación, aquel olor a incienso de vainilla fresa tan estimulante se encontraba presente a nuestro alrededor, tal vez Akashi ya tenia una hora por lo menos esperándome, lo cual era algo raro, siempre llegaba después de mi.


- Himuro, tu eres el que esta lento esta noche- dijo como reproche cuando ya podía vislumbrar su silueta en la cama con la poca luz que entraba por la ventana.


Me acerque lo mas rapido que pude a él tomando su rostro y besandole con las ganas que habia contenido desde el día anterior en su casa, sus labios eran dulces, demasiado empalagosos,pero no me molestaba.


Baje mi mano por su torso descubriendo que solo traía una camisa y al parecer por el tamaño era mía. La deslice por sus hombros mientras mis manos le tocaban con ansia. Dirigí mis labios a su cuello y él me regalo un gemido ronco que despertó de inmediato mi parte baja.


Mis manos bajaron jugueteando por su espalda y Sei se abalanzo sobre mi deshaciéndose de mi ropa dejándome solo con el bóxer ajustado y ya con manchas de pre semen sobre el.


Lo bese nuevamente recostándolo sobre la cama besando cada parte de su cuerpo, juguete un poco con sus pezones mordiendo los y estirándolos mientras enterraba sus uñas en mis hombros. Deslice mi lengua por su abdomen hasta llegar a su ombligo y besando y mordiendo un poco a la altura de su cadera donde sus huesos se marcaban de una forma muy sensual.


Tome su miembro con mi diestra en un movimiento rítmico y rápido, quería que me suplicara por mas, que me rogara entre gemidos que lo hiciera mío, y que al único que desear por esos instantes fuera a mi.


Con mi lengua recorrí su longitud mientras con mi otra mano acariciaba sus testículos y tanteaba como si fuera un descuido su entrada que de apoco se iba dilatando deliciosamente,hasta que los espasmos en su cuerpo fueron tan erráticos haciéndome entender que estaba apunto de llegar al orgasmo. Metí su miembro en mi boca succionando y jugando con mi lengua como a él le gustaba.


Cuando sentí su esperma en mi boca me aleje tragándolo por completo, sonriendole de manera coqueta mientras disfrutaba de su momento post orgasmo.


Akashi se recupero casi de inmediato y me giro sobre la cama dejando me ahora a mi acostado y Seia ahorcajas sobre mi.


- Te ves precioso mi querido emperador- dije quedando embelesado por él, seria mentir si le dijera que lo amo, pero le deseo con tanta fuerza que seria capaz de botar mi amistad con Atsushi con la condición de tener a este precioso ser solo par mi.


-Que empalagoso estas Himuro -me llamo por mi apellido por segunda vez en esta noche, lo cual era extraño pero lo olvide casi por completo cuando se estiro sobre mi para alcanzar el lubricante que teníamos guardado en la mesa de noche.


Humedeció sus dedos con aquel liquido incoloro y de suave aroma a fresas y fue introduciendo de uno en uno dentro de si mismo dilatándose y dejándome completamente duro ante tan hermosa y excitante visión.


-Sei, como quisiera encerrarte -no se inmuto y siguió con su tarea mientras yo me masturbaba esperando el momento de enterrarme duro dentro de él- encerrarte y no dejar que nadie mas te ame, que ningún otro par de ojos admire tu belleza, que ninguna otra mano roce tu piel, que ningún otro oído escuche tu voz, que ninguna otra persona sea testigo de lo increíble que eres.


Dije y él me miro sorprendido, solo me regalo una sonrisa y retiro sus dedos.


-Vamos Himuro -jadeo en mi acercándose a mi oreja y mordiendo mi lóbulo -mételo.


Me gire al cajón de la mesita para tomar un condón y empezar con esa deliciosa faena.


-Por hoy esta bien así- dijo sujetando mi mano.


Con su voz excitada y aunque siempre me rogara que me protegiera para evitar algún incidente, llámese embarazo, me sorprendió pero no pude el preguntar el porque ya que en la posición que estaba Akashi, empezó a bajar sobre mi miembro ya humedecido y ansioso y dejándome sin ganas de preguntar, solo de tomar sus caderas ayudando le a bajar aun mas.


Sus caderas se movían de manera constante, tener a Sei montándome era todo un espectáculo el era magnifico, su piel empezaba a sudar y su miembro chocando contra mi era delicioso.


Lo gire recostándolo en la cama, subí sus piernas sobre mis hombros y estire mis brazos para que quedaran a los costados de su cabeza, de esta forma alzaba mas su cadera y podía darle todo el placer que le gustaba a este pequeño minino. Seguí moviendo mis caderas, disfrutando de su estrechez.


Akashi estiro su brazos para rodear mi cuello y acercarme a él.


El nunca fue de palabras,siempre fue de acciones. Cuando iniciamos con esta pequeña aventura no me dijo nada solo rozó su mano con la mía y con una mirada me dio la indicación de que lo siguiera hasta llegar a una habitación donde se lanzó sobre mi y simplemente lo recibí gustoso. El era atrayente y único, querer follarlo paso de ser una fantasía a algo que tenia el privilegio de realizar, tal vez no diario pero si lo suficientemente frecuente para alejarme por un rato de mi desastrosa vida nocturna en algún bar de la ciudad.


Y ahora lo había entendido, como siempre sin necesidad de palabras solo con una acción.


Con un beso y un delicioso orgasmo se estaba despidiendode mí.


Ambos nos separamos yo me gire sobre la cama y él fue en busqueda de su ropa.


-¿Por qué? -Es lo único que pudo salir de mis labios.


-Himuro, sabes que me voy a mudar a Kyoto, sería imposible seguir viéndonos.


-Se que esa no es tu razón, Sei- no permitiría que mi voz se quebrara, no lo amo, pero lo deseo para mi,no quiero que se vaya.


-Con en manejo y la responsabilidad de las nuevas sucursales me seria imposible regresar a Tokio por un tiempo.


-Te podría esperar y te visitaría, no entiendo cual es el problema -sabia que me ocultaba algo mas, el es perfecto incluso viviendo en otro país podría manejar sus negocios sin problema.


-Son indicaciones de mi padre y Atsushi esta de acuerdo- siguió acomodando su corbata en medio de la habitación a oscuras.


-Sei, no me hagas follarte hasta que me digas la verdad -amenace de la forma mas patética posible, mis manos temblaban.


-Estoy embarazado -contestó mientras encendía la luz y se dirigía fuera del cuarto.


-¿Y que pasaría si es mio?- grite tratando de alcanzarlo sin importarme el seguir desnudo.


-Eso es imposible- dijo con la seriedad de siempre sin voltearme a ver y tomando una pequeña maleta en el mismo sofá donde había aventado mi saco - contigo siempre me cuide, y esto, fue planeado con Atsushi- decía mientras acariciaba su vientre.


Ya no pude decir nada mas, al escuchar eso solo recordé que yo solo era el amante de aquel gatito mimado y que su esposo era mi mejor amigo. Lo vi salir de nuestro apartamento escondido en aquel vecindario solitario mientras dejaba una llave en aquel tazón anticuado y con la frase dulce hogar. El tintineo de las llaves y el sonido de la puerta cerrándose se clavaron en mis tímpanos dejándome estático, hasta que el frió empezó a calar mis huesos.


Me dirigí al baño a tomar de una vez aquella anhelada ducha que tenia planeada al salir del trabajo.


Yo no lo amaba, yo no lo amo.


Así que no entiendo por que me duele tanto.


-------*-------


Era sábado.


Durante la semana me enfoque a ponerme al día en mi nueva tarea como encargado de la cafetería y pastelería, y por las tardes solo regresaba a mi casa a descansar junto a una botella,ya sea de vino o whisky.


El apartamento lo vendí al día siguiente, ni siquiera lo regrese a ver después de esa noche, solo contrate a alguien que se deshiciera de el lo mas rápido posible y lo logro en solo tres días.


Hoy, él se iba a Kioto. Me entere por Atsushi quien estuvo muy feliz durante toda la semana, sospecho que también le dieron la noticia del embarazó.


Estaba exhausto y solo quería relajarme un rato.


Vagué como era mi antigua costumbre por las calles de Tokio buscando un bar dentro de esta ruidosa ciudad, hasta que un letrero luminiscente llamo mi atención.


Secret's


Dictaba en letras azul marino, entre a aquel lugar, sentándome el la barra. Era un lugar común pero con gusto refinado por la madera.


-Buenas noches señor, con que gusta empezar esta velada -Se me acercó uno de los bartenders.


-Whisky en las rocas -dije con el poco animo que conservaba.


-Enseguida -sonrío aquel joven, regalándome una sonrisa y regresando en menos de veinte segundos - Y dígame ¿qué le aflige señor?


No contesté solo di un trago a mi bebida, lo terminaría y me marcharía de inmediato.


-Que serio, entonces déjeme adivinar -dijo el joven de mirada grisea y divertida por mi sufrimiento - problemas en el trabajo -me observo esperando un reacción de mi parte - sus padres lo echaron de casa, no creo tampoco ya se ve muy grande para vivir con sus padres, tal vez lo persigue el gobierno por ocultar un extraterrestre- pero que rayos pasa por la mente de este niño.


-Oye niño no estoy de humor...-dije esperando que con eso se alejará.


-Entonces tampoco es el extraterrestre -dijo valiéndole que le había alzado la voz segundo antes- ya sé- casi salto de emoción o eso me pareció al dar su ultima opción- un amor no correspondido.


Abrí los ojos, tampoco era eso pero tal vez era lo mas cercano a lo que me sucedía.


- ¡Yeii, le atine!- dijo bastante eufórico pero sin levantar la voz de mas, aunque parecía que a nadie le importaba y era lo mas normal del mundo - Oye no te aflijas, muchos de los que viene aquí es por que su alma pesa tanto por los secretos o mentiras que guarda su corazón y nosotros estamos para escucharlos, que dices mucho mejor que un confesionario y puedes beber alcohol.


-Oye no quiero ofenderte pero no quiero hablar por el momento- dije dando el ultimo sorbo a mi trago.


-Entiendo, tranquilo a algunos les cuesta mas que a otros hablar de lo que sienten.


Saqué un par de billetes para pagar el trago y la propina de aquel muchacho, a pesar de todo me había levantado un poco la moral con sus irreverencias.


-Cuando quieras hablar, regresa y pregunta por mi- dijo con una sonrisa - mi nombre es Izuki Shun, un placer chico emo.


Esta vez no pude evitar el que una sonrisa se dibujara en mi rostro, este chico en verdad tenía un pizca de humor un tanto extraña.


-Soy Himuro Tatsuya, chico bonito.

Notas finales:

Espero les haya gustado


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).