Llaman a nuestros crimenes una obra.
Un joven se encuentra sentado cerca de la barra de un bar, sonriendo a las ingenuas y bellas chicas que contestan con una bella sonrisa, él sólo espera a la chica que sea digna de convertirse en una obra. Al otro lado de la acera frente al bar se encuentra su complice mirando con desesperación la entrada, despues de un rato el chico de la barra se encuentra saliendo del bar con una bella chica muy mareada en sus brazos; le dice al guardia que su amiga se paso de copas y que la llevaria a casa, y todo mientras sonríe hacia el frente, ellos habían logrado su objetivo.
La primera parte del plan estaba completa.
Al llegar al hermoso, remoto lugar donde pintarían su bello lienzo; sacaron a la ya inconsciente chica del auto y la dirigieron al sotano de la casa que les fue heredada desde la inminente muerte de su padre; ese lugar tenía paredes con aislante de sonido, por lo cual era perfecto. Sedaron a la chica, más en cuanto abrierá los ojos podría ver a dos chicos cortando su blanca piel y repartiendose besos entre cortes, sin duda una escena muy hermosa, ambos sonreirían y dirían sus no muy comunes nombres, preguntrían el suyo aun conosiendolo, a lo que ella respondería Tracy, casi en un susurro, ellos solo acariciarian su cabeza en forma de consuelo, mientras uno de ellos diria en forma de consuelo: en poco tiempo serás mas hermosa de lo que ya eras, y sonreiría como una madre que mira a su hija. No pasaron mas de cicuenta minutos para que la chica cerrará los ojos y nonlos abrierá de nuevo; sera por los sedantes en su cerebro pero la chica jamás lloró o grito clamando piedad, tal vez solo acepto su destino, pero no lo sabremos para cuando alguien se percato de ello, ella ya había cerrado los ojos. Dos horas más tarde los complices habían terminado de pintar su lienzo, y tal como ellos dijeron se volvió aun más hermosa; ellos tallaron en su pecho una lágrima, atravez de ella se podria ver su piel ya que removieron sus organos, su cuerpo fue pintado de colores hermosos y llamativos. Todo era perfecto...
La segunda parte del plan estaba completa.
Apenas eran las 4:00 am tenían una hora para llegar al destino, que en ezta ocación se trataba de nada menos que una avenida de las más transitadas pero que antes de las 6:00 am estaba desolada, llegaron al destino después de veinte minutos, pocisionaron la obra en la calle y se marcharon de la escena.
La tercera y última pate del plan estaba completa.
Y al cabo de unas horas se podía oir en los noticieros mencionar que “el acesino de las obras de arte muertas” había vuelto a atacar. Y ahora ellos se preguntaban como es que la sociedad podia llamarlos pintores, para ellos era simplemente estúpido, ya que los eran simples homicidas.