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¿Quién te cambió? por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

 
Los personajes de Katekyo Hitman Reborn pertenecen a Akira Amano.

Los personajes de D.Gray Man pertenecen a Katsura Hoshino.
 
 

Segundo One-shot de la serie "Apple Flavor... (im)perfect"

Notas del capitulo:

Editado Miércoles 27 de junio de 2018.

     

 

 

¿Quién te cambió?      

 

 

Estoy seguro que era él. Tsunayoshi Sawada, Tsu-kun, o como otros le llamaban Dame-Tsuna... era un horrible apodo. Sin duda los niños son crueles en ocasiones. Pero no es justo, Tsu-kun era alguien muy lindo: era tan menudo, sus enormes ojos chocolate brillaban cuando algo le emocionaba, su sonrisa tan limpia, sin segundas intenciones sin inhibiciones... tan contagiosa, y ese pelo imposible que tenía (siempre me pregunté el cómo lo mantenía así) desafiando la gravedad con cierta gracia, sin mencionar lo suave que era.    

 

Que risa fingida ya no te acuerdas de mi 

Cambiaste tu acento hasta tu forma de vestir

Eras tan ingenua, tan pura como una flor

Regresas de Europa y ahora te crees la mejor    

 

Él siempre fue solitario, lo poco que recuerdo, las raras ocasiones que le llegué a ver, Tsu-kun era alguien que sufría por las palabras hirientes de sus compañeros... nunca le vi un amigo. Y sin embargo, cuando nuestros caminos se cruzaban él nunca dudó en regalarme una de sus sonrisas. Esas sonrisas tan abiertas y llenas de calidez son lo que daban fuerza a sobrevivir otro día, otra semana, otro mes en las calles donde vivía yo. Tsu-kun jamás me evitó por ser el niño raro que el circo olvidó cuando reanudó su viaje.    

 

¿Y a dónde está esa niña que con tanto compartí?

Aunque ahora andes privando conmigo fuiste feliz

Quiero dejar claro que en mi nada cambió

Y si es mucho pedir no olvides mi amor    

 

Pasaron los años, yo logré salir de las calles, él siguió brindándome sus sonrisas y luego lo vi sonreír más hermosamente para alguien más, una chica que iba en su escuela, fui feliz por él. También le vi correr de los bravucones que gozaban en atormentarlo, cuando podía yo los ahuyentaba pues nadie quería acercarse a mí, y así fue logramos intercambiar pocas palabras. Era nervioso, su porte sin pretensiones ni falsedades, sus ojos incómodos mirando a otro lado menos a mi pelo blanco o a mi cicatriz en el lado izquierdo de mi cara... él era demasiado amable como para fijarse en mis defectos.    

 

¿Quién te cambió? ¿Quién borró, 

lo que en tu alma yo dejé? ¿Quién marchitó, 

esa flor? Quizás el sol o quizá otro amor

Una explicación, porque Dios, es testigo que no eras así    

 

No nos veíamos tan seguido como me habría gustado, por mi trabajo, pero sí noté cuando su vida empezó a cambiar de una manera catastrófica. Le veía correr en ropa interior, le escuchaba gritar desde largas distancias, pude ver algunas veces los golpes que adornaban su cara, manos y muñecas; llegué a verlo correr con pánico, llegué ver los amigos que al fin pudo hacer: aprobé su resolución de proteger a Tsu-kun, había cosas que no me agradaban pero, seguramente, nunca aprobaría cien por ciento a alguien más con la seguridad de Tsu-kun.    

 

Mi niña, deja decirte que el macho tuyo soy yo

Acaso te crees Thalía, Shakira o maybe J Lo

Antes eras humilde y solo hablabas español

Me alegra que has progresado pero acuérdate quién fui yo    

 

Lo llegué a ver preocupado, no por los bravucones o por las hirientes palabras de otros, le llegué a ver con un anhelo por un futuro pleno, llegue a verlo con la convicción que pese a cualquier problema que tuviera 'todo estaría bien'. Y no, ya no podía acercarme a él. Sus nuevos amigos (qué celoso estuve de ese título que nunca me perteneció) no le dejaban acercarse a mí cuando llegábamos a cruzarnos por la calle. Y aún así... sus sonrisas, me dedicaba una de vez en cuando: cálida, abierta, inmensa y por las prisas o situaciones matizada de disculpas.     

 

Lo único que quiero es yo saber

¿Quién cambió tus sentimientos?    

 

No importaba o efímera que fueran sus sonrisas, lo que importaba era que seguía recibiéndolas. Yo, un fenómeno de circo que ni el circo mismo quiso de vuelta, un chico con anormal pelo blanco a tan corta edad y con una cicatriz de forma aún más extraña, un chico al que nadie se le acercaba por su brazo izquierdo deforme por temor a que se le contagiara. Alguien tan insignificante como yo... podía recibir sonrisas de Tsu-kun... esa la dicha por la que seguía viviendo aún en mi propio infierno.     

 

Voy a compararte con la otra que se fue

Tú eres una extraña y en mi opinión otra mujer

La que fue de viaje era dulce como miel

Mírame cuando hablo tu verdad muy bien la sé    

 

Pero alguien como yo, nunca fue digno de anhelar algo tan puro como lo eran las sonrisas de Tsu-kun. Lo entendí cuando se graduó del instituto Namimori y se mudó a otro país. Sufrí, grité, lloré la pérdida de alguien tan etéreo como lo era Tsu-kun y sus sonrisas. Después de todo, alguien tan bueno como él no debería saber de mi existencia, alguien despiadado, inhumano, demoniaco como yo lo era... quién más si no Yakuza podría darle empleo a un monstruo como yo. Luego de entenderlo, acepté su partida, era lo mejor, así nunca se enteraría de la clase de persona que soy.    

 

Entiendo que la niña ahora regrese mujer

Lo más que me lastima es que me digas "What's your name?"

Dicen que Nueva York te cambia hasta la piel

Pero no olvides el campo que te vio nacer    

 

Y ahora lo vuelvo a ver. De lejos, como siempre, fuera de mi alcance como debe ser, lo veo rodeado de esos amigos que parecían dispuestos a todo con tal de protegerlo... pero... está tan cambiado. Tsu-kun tiene un aire maduro, sabio, y aún más inalcanzable que nunca. Su traje a la medida y zapatos de marca, su reloj de oro al igual que el broche de la capa que lleva bajo el brazo en un intento de parecer casual, lo estilizado de su pelo... se le veían bien, lo confieso... es su expresión la que me quitó el aliento. Y no de una buena manera.    

 

¿Quién confundió tu corazón, con mentiras tu inocencia robó?

Espero que no, que sea un error

Que esa niña en verdad no cambó

Escúchame, soy, y seré, aquél mismo que siempre te amó    

 

Sus ojos afilados, sus labios fijos, sus mejillas congeladas y sus cejas parecían estar pintadas... su rostro reflejaba poder, no había más... ¿dónde estaba esa abierta expresión de su rostro? ¿dónde estaba esa chispa de emoción en sus ojos cuando miraba algo que le agradara? ¿dónde estaba la dulzura de sus ojos chocolate? Ahogué un sollozo. Tsu-kun fijó su mirada en mí, y ningún tipo de reconocimiento en su rostro... tal solo fría indiferencia... volvió su rostro al frente  esta vez no intenté reprimir las lágrimas que surcaron mis mejillas.    

 

Mi niña, deja decirte que el macho tuyo soy yo

Acaso te crees Thalía, Shakira o maybe J Lo

Antes eras humilde y solo hablabas español

Me alegra que has progresado pero acuérdate quién fui yo    

 

Tardé tiempo en componerme. Recordé que estaban en Tokyo, el distrito perteneciente a Apocryphos, el grupo yakuza que ha ido tomando poco a poco las riendas obscuras de Japón; recordé que debía regresar a la base, recordé que como ahora soy uno de los 'Generales' debo participar más en la toma de decisiones que beneficiaran a los nuestros. Con el corazón agonizante y mis ojos enrojecidos subí la capucha de mi abrigo y seguí hacia mi destino.    

 

¿Quién te cambió? ¿Quién borró, 

lo que en tu alma yo dejé? ¿Quién marchitó, 

esa flor? Quizás el sol o quizás otro amor

Una explicación, porque Dios, es testigo que no eras así    

 

La base estaba en caos. Esperaban la visita insólita de la Otra Mano que rige el país... esperaban representantes de la Mafia Italiana, se rumoraba que sería el jefe más poderoso, se rumoraba que de esta visita se podría llegar a un acuerdo o declarar la guerra por el territorio. Se supone que Apocryphos está ganando poder en la tierra de Primo... llegué a la sala de audiencias, Generales, Exorcistas y los especialistas de la familia Noé estaban nerviosos a su manera. Mil y una cosas podrían salir mal, incluso la traviesa de Road simulaba ansiedad al jugar con Lenna-Lee y eso que ellas jamás podían estar en la misma habitación sin provocar algún desastre.     

 

¿Quién confundió a tu corazón, con mentiras tu inocencia robó?

Espero que no, que sea un error 

Que la niña en verdad no cambió

Escúchame, soy, y seré, aquél mismo que siempre te amó    

 

Me mantuve alejado de donde los Generales estaban parados en relativo orden según el peso de su palabra en Apocryphos, a su lado derecho estaban los Exorcistas, de lado izquierdo estaban los Noé. Me coloqué en el extremo izquierdo de los Generales, después de todo fui un Noé por más tiempo que un Exorcista y me dispuse a prestar atención pero no hablar. Al frente había espacio para que el Don y sus Guardianes tomaran sus posiciones y también asiento. Estaban entrando cuando dejé escapar un último suspiro, no era momento para sentimentalismos.    

 

¿Quién te mintió?     

 

Anunciaron a el Décimo Vongola, Siete Guardianes, Siete integrantes de Varia y un Consultor Externo. Su jerarquía no era tan distinta a la nuestra. Nea y Mana avanzaron al centro, de su lado avanzó el que anunciaron como el Décimo. Era un muestra de honor, los jefes al centro de quienes son sus protectores para intercambiar palabras amistosas o declarar guerras.    

 

¿Quién te confundió?    

 

Se saludaron y tomaron asiento, rápidamente se colocó una mesita con té entre los jefes, mientras los demás también tomábamos asiento. Levanté mi vista para mirar a quienes serían enemigos o con quieres se establecería una tregua. Olvidé cómo respirar por segunda vez en el día.    

 

Ven, dime en mi cara que todo cambió    

 

El Décimo Vongola, el Don con más poder de la Mafia Italiana (susurró Road), quien está sentado frente a Nea y Mana, quien podría ser mi enemigo y tal vez tendría que asesinarlo como lo he hecho con muchos... era Tsu-kun. Mi no tan inocente Tsu-kun. Mi no tan puro ángel en la Tierra. Tsu-kun era... él es... Tsu-kun ya no es quien siempre soñé que seguiría siendo.    

 

Dime mi amor, dime mi amor,     

 

No, no, él no... Tsu-kun no merece vivir una vida eternamente mirando sobre el hombre en busca de algún peligro. No, él no merece ir a dormir con el rostro de las personas cuyas vidas sus propias manos ha arrebatado tatuado en las pupilas... Tsu-kun no merece vivir en las sombras. Tsu-kun no merece vivir en la obscuridad del mundo.    

 

dímelo ahora, dime por favor,     

 

Mi dulce, tierno, y sublime Tsu-kun no merece vivir la misma vida que yo. Tras él estás esos amigos que darían la vida por él. Los otros, también se les nota que le protegerán... Tsu-kun está bien protegido, tiene compañía y... no importa cuánto bien intente encontrar en la absurda verdad frente a mí. Tsu-kun no debe vivir en el Bajo Mundo... no en el infierno sobre la Tierra.    

 

que no me importa que la canción ya acabó    

 

Ahora, la pregunta es... para librarlo de lo que es la maldad... ¿de quién me deshago? ¿De Apocryphos? ¿De toda Yakuza? ¿De toda la Mafia? ¿De Vongola por pesarle en los hombros a Tsu-kun? Tal vez, si me deshago de aquellos se supone debían protegerlo ahora lo tienen como un escudo frente a ellos del peligro que representa Apocryphos Tsu-kun sería libre de vivir una vida lejos de todo esto y ser feliz. Tal vez debo enviarlo a él al cielo donde pertenece. Tal vez deba acabar con mi vida por pensar el tocar siquiera a Tsu-kun.  

Tan perdido en mi tormento interno no noté cuando alguien se acercó a mí. Mi rostro fue acunado por un par de manos cálidas, fuertes y con un par de callos provocados por el uso continuo de una pluma, manos delicadas que no carecen de fuerza dirigen mi vista hacia el frente (¿en qué momento bajé mi mirada?) y me encontré con la vista más hermosa... quizá morí... quizá alucino... pero vi la mirada más dulce y compasiva, el chocolate de esos ojos, la dulzura de la curva de esos labios durazno, y el reconocimiento de aquella persona que llegué a idolatrar... simplemente no podía ser verdad.  

--Hola, Allen-kun. --dijo ese ser angelical.  

No importa lo que haya sido, un ángel o un demonio jugando con mi mente, seguiré a esta persona tan parecida a Tsu-kun del pasado a donde quiera que me lo pida.    Mientras, mientras me permití hacer realidad mi sueño de cuando pensé lo perdería todo (como lo creí al inicio del día).  

--Tsu-kun... --le hablé.

 

 

 

Fin.

 

Notas finales:

Gracias por leer.

 

 

Sábado 16 de junio, 2018.


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