Esa mañana Eunwoo amaneció como las otras.
Completamente satisfecho con su vida, feliz de tener a la mujer con más hermosas curvas de toda la escuela y, para rematar, era hijo único.
¿Qué más podría pedir un chico, teniendo la completa atención de sus padres para él solo?
Sin contar, además la enorme casa en donde vive, aunque a veces incluso se pierde en ella. Con innumerables pasillos y cuartos como para estar solo en cualquier lugar.
Observó a su alrededor, su cuarto se encontraba completamente desordenado.
"Las mucamas lo arreglarán"
Pensó mientras se desperezaba ruidosamente y sus ojos se posaban sobre el reloj... que anunciaba que en quince minutos la escuela cerraría sus puertas a todos los estudiantes, incluyéndole.
Se levantó como si en su cama hubiese una especie de resorte punzante y se vistió a velocidad luz. Agarró su mochila y salió desesperado de la casa, dirigiéndose sin desayunar al auto que ya estaba esperándole con el motor encendido.
- Pensé que hoy no iría a clases, joven -le dijo el chofer mientras se dirigía a la escuela.
Agradecía el no vivir lo suficientemente lejos, por ello en menos de cinco minutos ya estaba caminando hacia la entrada, subiendo las escaleras y entrando al salón.
Como todas las mañanas, sintió como un cuerpo notoriamente liviano lo estrechaba desde el cuello acercándolo. Los labios ajenos llegaron a los suyos en cuestión de segundos y Eunwoo solo fue capaz de tomar su cintura y acercarla suavemente a su cuerpo, correspondiéndole aquel gesto rutinario.
Por desgracia, unas voces de afuera hicieron que tuviese que romper el contacto con su novia.
- No comas enfrente de los pobres -dijo la voz de Jinwoo detrás de ella.
El pelirrojo era un gran amigo suyo, aunque preferían que lo llamaran Jinjin que por su nombre completo.
Lo saludó con una sonrisa y luego fue hasta su asiento. Había llegado justo a tiempo para que empezaran las clases, y no mucho después el profesor hizo acto de presencia al aula junto a un chico que caminaba con la mirada al suelo.
¿Sería un alumno nuevo?
Los estudiantes comenzaron a murmurar en voz baja, aquel castaño había llamada la atención de sus compañeros. El profesor carraspeó pidiendo silencio.
- Hoy tenemos un nuevo alumno en el curso. Él es Yoon Sanha -dijo, señalándole.
Eunwoo lo observó sin importancia y luego se dedicó a hablar entre susurros con sus compañeros de bancos no tomándole atención al castaño del aula. Ni que el chico nuevo fuese a modificar algo en su vida.
>> Continuará!!
Bienvenidos sean a esta historia dramática! Espero les vaya a gustar esta intro, donde conocimos un poco de Eunwoo y su vida. Se preguntarán, ¿y Sanha, el protagonista? Pues será en la siguiente parte, porque la llegaba de nuestro niño es un cambio que afectará la vida de todos, sobre todo de su nuevo hermano.
Por cierto! En esta historia tendremos a todos los chicos de Astro, ¡si! Cada uno tiene un papel que cumplir con el EunSan 😉 Espero les haya gustado la intro y muchas gracias por leer! 😊