Lo que una vez deseé.
Capitulo 1. El deseó de un deseó
Había una vez un pequeño deseo que soñaba con algún día volverse realidad, ese pequeño deseo, amaba a la persona que lo deseo. Todos los días aquel deseo soñaba con estar con su persona más amada y hacerla la persona más feliz del universo.
-Si tan solo pudiera estar con ella – Yo la podría hacer muy feliz – Yo cumpliría su deseo…incluso si eso significa desaparecer – pensaba el pequeño deseo, desde el cielo pudo oír una voz que le susurraba - un deseo, nacido de un deseo – la voz se oía cada vez mas cercana, mas dulce y mas cálida – Incluso no te importa desaparecer me parece magnifico, yo lo concederé pero a cambio me darás tu corazón -
El pequeño deseo lleno de convicción acepto, comenzó a ser cubierto por una fuerte obscuridad de la cual surgió una chica humana de largo cabello de un hermoso color rosado suave, ojos de un intenso color amatista llenos de determinación, una piel algo acanelada, un cuerpo muy bien formado, labios de un tono rosa pálido y una estatura mediana. Su vestimenta estaba conformada por un ligero vestido de un azul cielo, unas medias rayadas rojas, unos botines de color negro con varias cadenas adornadas por pequeñas estrellas de color plata y adornando su cuello un collar de oro haciendo un eclipse.
-Tu nombre será Alana Esha – Dijo la voz - Aquí podrás vivir – Alana pudo divisar una casa cercana a la de aquella chica que al desearla la hizo nacer – ¿Quien eres tú?- pregunto la ahora chica peli rosa, la voz poco a poco comenzó a tomar su forma; Una chica de ojos aguamarina, cabello largo y ondulado de un color plateado, piel tan blanca como la leche, unos labios pintados de un intenso morado y una sonrisa orgullosa, vestía un vestido negro como la noche, unas medias de encaje moradas, unas botas negras hasta las rodillas y adornando su cuello un collar de una mariposa rojo carmesí tan intensó que parecía ser de sangre.
- Mi nombre es Aysel Nix – Dijo mientras sacaba a relucir unas alas negras, un poco transparentes, adornadas con algunas pequeñas perlas – Soy una hada de la noche y he decidido conceder tu deseo a cambio de que me des tu corazón – Sonrió
- ¿Darte mi corazón? – Pregunto algo temerosa Alana mientras se imaginaba como Aysel le sacaba el corazón y lo ponía en algún frasco como si este se tratara d una conserva ó un trofeo antes de que Aysel pudiera decir algo Alana contesto – Si con ello puedo estar a lado de ella no me importara darte mi corazón – Dijo con convicción.
-Me gusta esa determinación que demuestras, yo te ayudare a conseguir lo que tu deseas pero recuérdalo muy bien, una vez que el deseo de aquella chica se cumpla tu desaparecerás al ser un deseo cumplido y tu corazón me pertenecerá – sonrío de manera posesiva.
- ¿Tu me ayudaras? – Pregunto Alana algo confundida como aquella hada la podría ayudar mas de lo que ya lo había echo.
- Yo viviré contigo y te enseñare todo lo que tienes que saber sobre los humanos, te ayudare a acercarte aquella a quien amas, empezando con decirte su nombre ella se llama Noah –
- Noah – susurro tiernamente mientras sonreía de una manera tierna como acariciando al viento – Muchas gracias por darme esta oportunidad –
-No tienes nada que agradecer yo solo lo hago porque deseo tu corazón – Dijo Aysel claramente avergonzada.
- Se que tal vez solo lo estas haciendo por mi corazón pero en verdad te lo agradezco, si no fuera por ti nunca podría acercarme a Noah – Alana sonrió ampliamente emocionada por poder hablar por primera vez con la chica que tanto amaba.
Aysel durante varios meses enseño a Alana sobre las costumbres humanas, así como la forma de comportarse y hablar frente a las personas con propiedad, mientras pasaba el tiempo Alana y Aysel se volvían buenas amigas, al punto de que Aysel cada día que pasaba empezaba a sentir dolor al saber que Alana desaparecería en algún momento.
En una pequeña casa echa de madera y pintada de blanco puro donde vivían Alana y Aysel se encontraba Aysel en el marco de la gran ventana mirando fijamente el cielo nocturno, las estrellas iluminaban el cielo con su esplendor y la luna llena se veía tan grande que parecía sencillo alcanzarla. - Mañana todo empezara y Alana podrá conocer por fin a Noah – pensó Aysel mientras cerraba las cortinas – Noah espero que ahora si puedas ser feliz y no desaproveches esta oportunidad – susurro para si misma mientras volvía a la habitación donde se encontraba Alana.
Alana modelaba felizmente su uniforme escolar que consistía en una falda tableada de color negro adornada con un listón y dos moños a los lados de color rojo, una blusa de botones blanca, así como un chaleco negro de seis botones puestos en dos filas adornado con un listón dorado y sobre este un saco formal negro igualmente adornado con un listón pero esta vez rojo y blanco, medias blancas y unos zapatos bajos negros, Aysel sonreía al verla tan alegre – Te ves muy bien hermanita – Dijo calmadamente Aysel
-Tú también deberías probarte el uniforme Aysel –
- Ya te dije en el mundo humano tienes que llamarme Nix ó hermana – Nix sonrío mientras le daba algunas suaves palmaditas en el cabello a Alana – Recuérdalo en el mundo humano seremos vistas como hermanas, Tu serás Alana Esha y yo seré Nix Esha –
-Aun no me acostumbro a llamarte Nix me gusta mas llamarte Aysel – La cara de Alana demostraba un amor fraternal por Nix – Sabes que te quiero mucho Nix, aunque solo sea una cubierta realmente te considero mi hermana porque definitivamente tu eres mi familia – Alana abrazo suavemente a Nix – Te quiero mucho – susurro suavemente al odio de Nix
-Yo también te quiero Alana – Nix la abrazo fuertemente mientras unas lágrimas traicioneras bajaban por sus mejillas pues sabía perfectamente que una vez que Alana cumpliera su objetivo esta desaparecería. Nix se soltó del abrazo dándole rápidamente la espalda a Alana para evitar que viera sus lagrimas, al menos tu corazón será mío, sonrío amargamente al recordar el pago por ese deseo, Nix nunca pensó llegar a querer tanto a Alana.
La noche paso a una gran velocidad y a primera hora de la mañana Nix y Alana ya se encontraban instaladas en su nuevo hogar, era una casa de tamaño mediano conformada por una cocina, una sala de estar, dos baños y cuatro habitaciones así como un pequeño jardín lleno de girasoles y tulipanes, la casa era de ladrillo pintada de color lila, los pisos eran de mosaicos con patrones de estrellas, los muebles estaban ordenados de una manera sencilla.
Alana y Nix se pusieron el uniforme escolar que Alana modelaba la noche anterior, aunque a diferencia de Alana que se sentía realmente feliz por estar usando el mismo uniforme que su amada, Nix estaba realmente avergonzada como era posible que tuvieran que utilizar uniforme cuando ya iban a la universidad, Nix maldecía una y otra vez por lo bajo las malditas universidades para niñas ricas y mimadas - Por que diablos Noah tenia que estudiar en ese tipo de escuela si deseaba ser una escritora porque no mejor meterse directamente a una universidad de literatura porque diablos tuvo que escoger una maldita universidad de artes finas para niña ricas- Pensaba Nix pero no lo decía en voz alta para evitar que Alana se enojara con ella.
Ambas chicas caminaron hasta llegar a la universidad era un edificio que realmente parecía un castillo, lleno de elegantes muebles y lujos que nadie se imaginaria tener en una escuela y en la puerta delantera un gran letrero con el nombre de la escuela “Universidad de artes finas Ágape”
Alana y Nix caminaron hasta el salón que les correspondía, Alana se decidió por estudiar Ballet mientras Nix se decanto por el canto. Una chica peli celeste peinada en dos coletas, bajita, de piel algo bronceada y unos ojos azul marino se acerco a Nix para darle un gran abrazo – Nix me alegra volver a verte – la peli celeste dijo altamente entusiasmada.
-Déjame en paz tonta, no me agrada ser abrazada – Dijo Nix con una cara realmente seria
- No me digas tonta – la peli celeste hizo un puchero – Para tu información tengo un nombre y ese nombre es Noah – Nix no pudo evitar reírse al ver la actitud de Noah
- Noah te presento a mi hermana menor su nombre es Alana –
- Mucho gusto… mi nombre es Alana Esha – dijo Alana con una voz casi imperceptible por el nerviosismo
- Mucho gusto mi nombre es Noah – la peli celeste sonrió ampliamente y cuando ambas miradas se encontraron parecían perderse una en la otra, amatista encontrándose y perdiéndose en aquel profundo azul marino – Eres hermosa – Dijo Noah sin siquiera haberlo pensado, Nix al ver lo sucedido no pudo evitar ser invadida por el miedo de perder a Alana aquella que en tan poco tiempo se había vuelto su familia.
Continuara...
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