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Hermano. por Anna Sei

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Notas del capitulo:

Kuroko no basquet pertenece a Tadatoshi Fujimaki.

 

Pareja; NashKuro (Nash Gold x Kuroko Tetsuya)

 

Esto nació gracias a mi fascinación por ambos personajes. Se supone que me gusta el AkaKuro, pero no lo pude evitar.

 

Advertencia; En este universo el padre de Kuroko se caso con la madre de Nash y ambos son hermanos sanguíneos. 

 

Corto, demasiado corto.

 

Presencia de OoC. 

 

A leer.

— En verdad no sabes comportarte.

 

Kuroko se encontró en un dilema para su mala suerte. De entre todas las opciones que pudo imaginar, solo dos estaban disponibles. La primera, y la más aceptable de las dos, le instaba a utilizar su falta de presencia y escapar hasta que el alcohol abandonara el cuerpo de su hermano. Y la segunda, aquella que quería evitar a toda costa, quedarse ahí atrapado entre la pared y la prisión que creaba Nash con sus brazos hasta que eventualmente se dejara caer sobre él y lo aplastara con su gigante cuerpo.

 

— Nash, debes descansar. — Murmuró, ignorando el comentario del más alto.

 

Cuando sus padres se fueron de viaje y dejaron a Nash a cargo de él espero que fuera perfectamente como lo había planeado; Nash y él, juntos, conviviendo como antes de su partida a París, con sonrisas y largas charlas debajo de su árbol favorito. Pero todo lo que obtuvo fue a Nash bajo los efectos de alcohol, con una gran fascinación por molestarlo hasta el cansancio.

 

Al principio pensó que no estaba mal que su hermano, siendo mayor de edad, se tomara libertades; como ir a beber o traer a una chica de vez en cuando, (Nash era un hombre increíblemente atractivo) con la condición de que ambos seguirían juntos, sin embargo, paso el tiempo y la actitud de su hermano se volvió cada vez más sombría, como si lo desconociera en todo sentido.

 

Kuroko en verdad quería comprender que quizá su compañía no era la adecuada para Nash e intentó con todo su esfuerzo ser el mejor confidente para que su relación no decayera en un punto vació, pero Nash no ayudo mucho con su propósito, así que dejo de luchar por lo que tanto anhelo.

 

Ahora todo lo que hacían era saludarse en las mañanas, comer en distintos horarios en las tardes y pasear con una diferente compañía en la noche. Entonces, Kuroko llegaría a casa a dormir plácidamente hasta que los constantes toques de Nash sobre la puerta lo despertaría y abriría, para dar la bienvenida a este tipo de posición desafortunada.

 

— Estoy bien, Tetsuya. — Comento con un tono malhumorado. Su aliento a brandy aturdió al pequeño de los dos. — No necesito descansar.

 

Kuroko observo bolsas debajo de los ojos verdes y el atuendo mal arreglado. También pudo ver manchas rojas de labial de mujer sobre la parte del abdomen de la camisa grisácea de su hermano, su cinturón mal ordenado y que decir de las marcas violáceas de la parte baja del cuello, era todo un espectáculo.

 

Por lo general, Nash no mostraba signos de haber hecho algo inapropiado, aun cuando él ya estaba consciente de sus noches pasionales, pero esta vez fue diferente. Kuroko pensó que fue porque su estado de embriaguez era más alto de lo normal.

 

Incluso le llamo la atención una mancha particularmente carmesí asomándose en la parte de las costillas de su blusa, ¿Acaso su hermano tuvo un problema mayor?

 

— Nash, ¿Te metiste en problemas?

 

El rubio sonrió con interés sombría, tocando donde Kuroko estuvo viendo por un largo rato.

 

— Tal vez. — Respondió, alzando la prenda. Una marca de puño se hallaba impregnada sobre su piel, asqueroso. — Eso no debería importarte, enano.

 

Y, sin embargo, a Kuroko le importo ver a Nash en ese estado.

 

— Nash, déjame revisarte. — Insto Tetsuya, sus manos temblando ante la vista deplorable de su hermano.

 

 

— No necesito de tu compasión de hermano menor, — Dobló ambos brazos para tener un mayor acceso. — eso solo hace que quiera romperte en pedazos.

 

 

Pero Kuroko era testarudo como su padre, por lo que siguió insistiendo.

 

— Nash, es una herida, — Trato de acercarse, en vano. Nash no iba a permitir que el diera un paso más, de lo contrario no se haría responsable de las consecuencias— al menos déjame limpiar la sangre.

 

— No es necesario, yo mismo lo haré mañana. — Dijo con desgano. El bajito imagino que el alcohol comenzó a hacer uno de sus efectos; el sueño.

 

— Para desde entonces, la herida se habrá infectado. Por favor. — Sus orbes celestes observaron profundamente los verdes de su hermano y cuando vio que no aparto la mirada en ningún momento, entreabrió sus labios. — Por favor, Nash. — Susurró.

 

Hubo un profundo silencio. Kuroko, pese a tener una gran aura de determinación, su hermano Nash le hacía temblar en nervios. No es que tuviera miedo, conocía a Nash y sabía que él no le haría daño. Si, le gustaba insultarlo, pero nunca llego más lejos de ello, lo cual Kuroko agradecía infinitamente porque ha visto las peleas de su hermano y a decir verdad era en gravedad violentas, sin embargo, había algo que no le convencía y esto fue las constantes miradas cargadas de un ''no sé qué'' que lo aturdía. Como en este instante.

 

Nash parecía tan diferente, ¿Qué paso con el chico energético que jugaba básquet? ¿Como es que todo lo bueno de él fue reemplazado en tatuajes, piercings, alcohol y mujeres en estos años?

 

— Siempre pensé en ti mientras besaba a esa mujer, — Murmuro en voz baja, acercándose aún más. Tetsuya intento comprender, en vano, ¿Que estas tratando de decir? — mientras ella arañaba mi espalda y gemía en placer te imagine de la misma manera; — Posterior a ello, el aliento a brandy invadió el lóbulo de su oreja en un sórdido intento de seducción. — debajo de mí, gritando, pidiéndome marcarte con besos llenos de lujuria tu cuerpo, suplicando en silencio más de mí y de mis labios sobre lugares que ni tú has llegado a conocer. — Nash aspiro su cuello como si fuera una delicia prohibida. — Pero solo eres un espejismo que deseo probar. — Sus labios rozaron, en una delicada caricia, la parte baja de su cuerpo. Kuroko no pudo evitar estremecerse al contacto. — La tipa era buena. Tenía un cuerpo de infarto, labios incitadores y gemidos indecentes, pero no eras tú. Ninguna de las que he cogido eres tú, y me duele porque en verdad deseo poseerte y enviarte a mi mundo, hundirte en mis más bajos anhelos y corresponder cada una de mis exigencias sucias.

 

Kuroko le miro con ojos suplicantes, ¿Su hermano no podría decir esto, verdad? Ellos eran hermanos de sangre, era imposible que sus palabras fueran tan reales como la mirada suplica de Nash. Los dos estuvieron juntos desde que eran infantes, lo protegió en todo momento, sonrieron y durmieron juntos, ¿En qué momento Nash comenzó a pensar de manera distinta? ¿Acaso no se daba cuenta de la gravedad de sus palabras?

 

 

— Soy tu hermano. — Logro decir, después de un par de segundos en un gemido débil. — No puedo verte de la misma forma en que tú me ves.

 

 Él amaba a su hermano, lo veía como una eterna figura a ser de grande. Jamás podría tener otro sentimiento hacia el mayor.

 

Nash sonrió amargo ante esto.

 

 — Ya lo sé, maldita sea. — Suspiro alejándose del cuello del más pequeño.

 

Las grandes manos de Nash acunaron el rostro del pequeño, quien se limitó a quedarse quieto.

 

— Nash yo...

 

 El rubio interrumpió, poniendo su dedo índice sobre sus labios.

 

— Solo déjame apreciar lo que nunca tendré. — Nash junto su nariz junto a la de el en una imagen tiernamente sombría. Kuroko cerro sus ojos. Esto era el momento íntimo de Nash, por más indecente que fuera, no iba a interrumpir. Inmediatamente sintió los dedos rozar su frente, bajando por la nariz y quedándose un par de segundos en sus labios, acariciándolos con cuidado, como si tuviera un deseo insano de protegerlos. — Si tan solo me permitieras saborear tus labios en un beso, estaría totalmente satisfecho.

 

— No te detendrías. — Dijo el menor en voz plenamente baja. — ¿Acaso olvidaste lo que dijiste hace un momento? No es correcto.

  

Nash jadeo en protesta, en una súplica que Kuroko no deseo corresponder.

 

— Solo un beso, Tetsuya. — Musito necesitado. — Un beso, nada más, no pido demasiado.

 

— Lo haces, — Tuvo la necesidad de abrir los ojos más sin embargo no lo hizo, temía ver a su hermano con un rostro totalmente diferente al Nash que ahora conoce. — siempre pides más de lo uno puede dar. Además, estas bajo efectos del alcohol.

 

— Con más razón, olvidare este momento. — Después añadió. — Lo sabes mejor que nadie.

 

— ¿Solo un beso?

 

— Solo un beso.

 

Ahora fue el turno de Kuroko de acunar con manos suaves el rostro de Nash, con ojos cerrados e ignoro la respiración errática del más alto y la suya propia.

 

Diablos, se iba a arrepentir de esto.

 

El aliento alcohol de su hermano lo aturdió y de pronto sintió manos ajenas serpenteando sobre sus caderas con posesión. Gimió de dolor. Al parecer su hermano era un bruto, aunque era de suponer por las marcas de su cuerpo.

 

— Tetsuya, por favor.

 

Su aliento se entremezclo con el suyo. Sus ojos se abrieron y todo lo que pudo ver fueron el tono verde atrayente de los orbes de su hermano. Ojos llenos de anhelo oculto y de un deseo oscuro. Solo una vez será, solo una vez y jamás volverá a suceder.

 Entonces Kuroko le dio una mirada llena de consternación, ante la poca distancia de sus labios de los contrarios, antes de susurrar en voz baja.

 

 

— Para mí siempre serás un hermano mayor, Nash. 


 

Notas finales:

Y bueno. Gracias por leer.


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