NO ONE'S P.O.V
Era su primer aniversario y Kuroko estaba sorprendido. Sabía que había sido su idea que Murasakibara escogiese qué hacer en esa fecha, pero él esperaba que el gigante quisiese ir a una cafetería u ordenar un pastel. Siquiera pensó en la posibilidad de que fuesen a una pastelería para hornear Ellos un pastel.
-¿Te gusta Tetsu-chin?.- preguntó el pelimorado con ilusión en sus ojos, se notaba que se había esforzado en elegir algo distinto de lo usual para ellos.
-Si Atsushi-kun.- le contestó con una pequeña sonrisa. El era muy malo en lo que a cocinar se refiere, no tenía habilidades culinarias como el chico a su lado, pero el hecho de saber que Murasakibara había pensado tanto en qué hacer durante ese día le decía que debía darle una oportunidad a esto.
Ambos chicos se tomaron de las manos y entraron al local. Atsushi se vistió con un traje de pastelero y Tetsuya escogió vestir con un delantal negro bastante simple. Murasakibara inspeccionaba el lugar, recorriéndolo de punta a punta para familiarizarse con el mismo. Tomó un recetario de uno de los estantes y comenzó a hojearlo, cuando encontró lo que buscaba se giró para encontrarse con su pequeño novio quien lo miraba curioso.
-¿Encontraste algo Atsushi-kun?.- preguntó mirando el libro que su pareja tenía en las manos.
-¿Te gustaría hornear éste Tetsu-chin?.-respondió con otra pregunta mientras le enseñaba la imagen de un pastel de vainilla decorado con fresas y crema, el libro decía que la dificultad de preparación era media debido a las decoraciones. El peli-celeste asintió con una leve sonrisa en sus labios, Murasakibara había elegido un pastel de vainilla, su favorito. Cuando empezaron a salir Murasakibara lo llevaba a todo tipo de pastelerías, así descubrió lo deliciosos que eran los pasteles de ese sabor.
El más alto se inclinó para besar a su novio quien correspondió el beso y se dispusieron a hornear.
Se distribuyeron las tareas. Murasakibara leería las instrucciones para la masa y Kuroko haría lo que el pelimorado dijera. Luego Kuroko leería las instrucciones para la preparación de la crema y Murasakibara haría el decorado, el estaba más familiarizado con el uso de la manga.
-Muy bien Tetsu-chin, primero necesito que tomes un bol del estante y rompas tres huevos, cuando estén ahí los batiremos…- el pelimorado comenzó con las instrucciones y Kuroko a realizarlas, cada vez que había que batir, el más alto rodeaba al peli-celeste con sus brazos y lo "ayudaba". Hornear juntos era mejor de lo que Kuroko esperaba.
Un descuido del peli-celeste al abrir el paquete de harina provocó que el mas pequeño quedase cubierto de aquel polvo blanco. Murasakibara se rio levemente y despeinó los cabellos de su novio, tomó un paño limpio y se dedicó a quitar cualquier residuo de harina del rostro de su pareja.
Cuando terminó, dejo el paño sobre la mesa y acarició el rostro del peli-celeste para luego inclinarse y besar los suaves y dulces labios de su 'Tetsu-chin'. Se separaron del beso y se miraron a los ojos, ese año que llevaban juntos había sido increíble y las miradas de cariño que compartían eran prueba de ello.
Sin mediar palabra alguna, en un acuerdo silencioso, volvieron a sus tareas. Terminaron de preparar la mezcla para la masa y la volcaron en un recipiente previamente enmantecado y enharinado por el más alto. Pusieron el recipiente en el horno, el cual habían encendido cuando entraron para que pudiese precalentarse y metieron el molde con la mezcla en el. Pusieron un temporizador que sonaría en 40 minutos y comenzaron a preparar la crema.
Tetsuya leía las instrucciones para la preparación de la crema y Murasakibara las seguía al pie de la letra sin problema alguno.
-¿Quieres probarla Tetsu-chin?.- preguntó sonriente mientras pasaba su dedo pulgar por encima de la mezcla para tomar un poco de la misma. El peli-celeste lo miró y asintió.
Atsushi delineó el labio inferior del más bajo y lo besó. Los labios de ambos se movían sincronizadamente, mientras un dulce sabor invadía sus bocas.
El peli-celeste rodeó el cuello de su pareja con ambos brazos, las manos de Murasakibara descendieron y se unieron tras la cintura de Kuroko. Si antes era adicto a los besos del más bajo, ahora se encontraba en el paraíso. Los labios de su Tetsuchin eran más que dulces.
Pusieron la crema en el refrigerador para que repose y mientras esperaban a que el bizcochuelo estuviese listo comenzaron a lavar las cosas que utilizaron, hablando de temas sin importancia. El timbre del temporizador se hizo presente y ambos fueron a revisar el horno. El bizcochuelo era alto y se veía delicioso. Esperaron 5 minutos y lo desmoldaron sobre un plato giratorio.
Murasakibara dividió el bizcochuelo en partes iguales y comenzó a rellenarlo con crema. Kuroko, por su parte buscó las frutillas y comenzó a lavarlas, partió algunas por la mitad para ponerlas de relleno junto con la crema y dejó las otras sobre un plato para ponerlas sobre la torta.
Le llevó las frutillas partidas a su pareja y las pusieron en el relleno. Agarró una de las frutillas completas y la remojó en crema, se paró en puntas de pie y llamando la atención del más alto, depositó la fruta entre los labios del pelimorado, quien la comió gustoso.
-Gracias, Tetsu-chin.- dijo cuando terminó de comer la fruta.
Terminaron de decorar el pastel, asombrándose al ver lo bien que lucía. Pidieron una caja a la dependienta de la tienda para poder llevarlo al departamento de alguno de ellos y celebrar juntos.
-Te amo Tetsu-chin, feliz aniversario.-dijo el pelimorado sonriente mientras caminaban tomados de las manos hacia el departamento del más alto.
-Yo también te amo Atsushi-kun, feliz aniversario para ti también.- contestó con una sonrisa mirando al nombrado. Sin duda alguna amaba a su gigante pelimorado.