Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LUZ DE LUNA (kanon x radamanthys "omegaverse") por angeloDivoglio

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

antes de comenzar este fic, tengo que aclarar que este es la precuela de mi fic titulado "mi alfa" donde los personajes principales son death x shura. 

 

sin embargo cabe aclarar que aun que es muy dificil que yo escriba de esta pareja, este fic no lo hago  ni por lecturas ni comentarios ni nada, solo lohago por mi gran amiga seiken. la cual apesar que sigue el fic por wattpad.   quiero tambien compratirlo con ustedes. 

 

-ten siempre la cena lista.

-arréglate para el.

-se dulce e interesante

-ten arreglada la casa.

-dale el paraíso que merece

-prepara los niños

-minimiza el ruido.

-procura verte feliz.

-escúchalo

-ponte en sus zapatos

- y sobretodo y mas importante nunca, en verdad nunca debes quejarte, tus problemas no son nada a comparación de  los de tu alfa… solo así serás un buen omega ahora con voz firme repítelo 200 veces, después de eso, terminaremos la clase de hoy.

 

Decía un hombre viejo, con traje elegante y aires de grandeza, a un pequeño de no mas de 12 años, un chico rubio, con los ojos amarillos y una ceja peculiar.

 

Quien confundido solo miraba aquellas reglas escritas en el pinzaron frente a el, comenzando a repetirlas las veces que le fue dicho.

 

-nunca debes quejarte..

 

Termino agotado de recitar tantas  veces aquellas reglas sintiendo su garganta seca y una extraña sensación en su ser.

 

-esta bien, eso es todo puedes retirarte Radamanthys.

 

El joven asintió tomando sus cosas, dispuesto de salir de aquel  salón de su mansión que servía para sus clases privadas, mirando una última vez el pizzaron.

 

-perdone   ¿pero qué hay del amor? ¿sobre  mi alfa destinado?

 

Cuestión a su tutor con inocencia, recibiendo una mirada de burla y de desprecio de parte de este.

 

-ustedes los  omegas no sirven para ser amados por un alfa, su labor es complacernos tanto sexual y socialmente,  nada mas y esas estupideces del alfa destinado son solo cuentos para que los omegas no vean tan triste su destino, todo eso  disfraza la verdad para que se pueda soportar, pero usted señor radamanthys no necesita nada de eso, solo tiene que enfocarse en el alfa que su padre ha elegido para usted y  punto.

 

El chico no dijo mas asintiendo con la cabeza marchándose del lugar.

 

Comenzando  a caminar por los enormes pasillos de  su mansión, confundido, sin sacar un solo instante aquellas reglas de su cabeza,  haciéndose a un lado cuando su padre y su hermano mayor pasaron a su lado, bajando la mirada,  mirando de reojo como su padre le ignoraba por completo, mientras le hablaba de negocios a su hijo mayor, quien de manera discreta le brindo una sonrisa para saludarlo.

 

Suspiro con fuerza y continuó su camino, llegando a  uno de los tantos salones de la mansión, sentándose en un sofá, los sirvientes iban y venían ,  limpiando el lugar, preparándolo para una fiesta que se celebraría ahí,todos le ignoraban, haciéndole sentir   como si no existiera, como si no valiera nada.

 

-señor radamanthys, su padre ha ordenado que se aliste para la fiesta que será en dos horas, me ha dicho que no olvide  las reglas.

 

Le dijo uno de los sirvientes sin siquiera mirarlo a los ojos  retirándose sin esperar alguna respuesta.

 

Las horas pasaron rápidamente y sin  más la fiesta había comenzado, aquella reunión estaba llena de  alfas de las familias de las clase más alta del país.

 

Estaba en medio de ellos, en total silencio, ya que tenía prohibido hablar a menos que fuera necesario,  mantenía la miraba baja, sabiendo de más que otra de las reglas era no mirar a nadie a los ojos para no llamar su atención, ya que todos ignoraban que el fuese un omega, y lo mejor era que siguieran pensando que era un beta.





 

Se sentía mareado, encerrado en aquel ambiente, su estómago  estaba revuelto, parecía que quería vomitar, la respiración le faltaba, sin embargo fingía  que todo esta bien, que nada le afectaba.

 

No soy mas que una muñeca, un adorno, que tiene que guardar apariencias y esperar a el alfa que le han elegido, para así servirle a su antojo.

 

 

sus ojos se tornaron cristalinos al pensar aquello,   y un nudo se formaba en su garganta, estaba a punto de estallar, salir corriendo y mandar todo por un tubo, no  soportaba mas aquella situación que le envolvía en una profunda miseria.

 

-¡hey!  te estoy hablando.

 

Escucho la voz de su hermano mayor, Minos, que le susurraba,  para llamar su atención.

 

-¿Qué tienes?

 

Le cuestiono preocupado, acariciando discretamente su espalda.

 

-luces mal, estás más pálido de lo normal.

 

Radamanthys, se encogió de hombros intentando controlar su malestar.

 

-estoy bien,  no tengo nada.

 

Minos hizo una pequeña mueca, levantándose de la mesa, tomando a su  hermano de la mano llevándolo consigo.

 

-ahora si dime que te pasa.

 

Cuestiono nuevamente Minos, al llegar  a un pequeño kiosco dentro del jardín, más suficientemente lejos de su mansión, sacando una cajetilla de cigarros de su  traje, colocando uno en su boca, prendiendolo mientras esperaba la respuesta de su hermano, quien solo miraba al cielo,  respirando el aire frío de aquella noche.

 

-no tengo nada en verdad, estoy perfecto.

 

En su voz se denotaba su tristeza y el trabajo que le costaba decir aquellas palabras, recibiendo el humo  del cigarrillo de su hermano en su rostro.

 

-soy tu hermano mayor sabes, y a mi  me importa una mierda que seas un omega o no, soy el mayor y tengo que cuidar de ti y de aiacos, así que ignora esas estúpidas reglas y dime que te pasa.

 

Radamanthys miró a su hermano, suspirando con fuerza, pensando si decir su malestar o no.

 

 

-¿Qué pasará cuando mi primer celo aparezca?

 

Minos guardó  silencio, fumando un poco más de su cigarrillo, sin apartar la vista del menor.

 

-te encerraran  en tu habitación, sin tener contacto con nadie, no podrás ni siquiera dejar tu habitación para desayunar con nosotros, estarás solo y sin contacto del mundo, por todos los días que dure tu celo,solo  hasta que llegue el momento de tu boda.

 

 

Las palabras de minos fueron frías y directas, logrando que el corazón de su hermano menor se estrujara.

 

-Desde que nací no he salido de la mansión, no conozco el mundo lejos de la puerta de entrada,  he sido prisionero en este lugar por 12 años, y ¿ahora me dices que será aun peor?

 

Minos afirmó con la cabeza, escuchando un poco  de desesperación en la voz de su hermano, quien después de eso guardó silencio, intentando mantenerse firme.

 

-perdona radamanthys, hace mucho perdí el tacto al hablar con las personas, he olvidado que a pesar de todo aun eres un niño, asi que escúchame y escúchame bien,   yo voy a protegerte lo mejor que pueda, para serte honesto, nuestro padre quería casarte desde tu primer celo, mas lo convencí que no fuera asi, que esperara a que seas al menos un adulto, y aquello lo hice solamente porque necesito tiempo para idear algo y sacarte de aquí, sin terminar arriesgando tu vida… nuestro padre es una persona orgullosa que no soporta que las cosas no salgan  como lo ha planeado… y yo no quiero que el llegara a lastimarte.

 

Minos se acercó a su hermano, abrazándolo  al tiempo que acariciaba su cabello, sintiendo como  el menor correspondía su abrazo aferrándose con fuerza, o tal vez un  poco de desesperación, pensando cuando había sido la última vez que alguien le mostraba afecto a radamanthys.

 

 

- no quiero eso minos, no quiero seguir siendo solo una muñeca que adorna el lugar, no soy un animal, no soy un juguete que cualquier alfa tomará a su antojo, por favor no quiero, tengo miedo hermano, miedo de lo que pase después, miedo de terminar como nuestra omega, en soledad y tristeza, quitándose la vida por mera desesperación al ver cómo le arrebataron uno tras otro de sus hijos, solo por no nacer alfas.. no quiero eso hermano, no quiero… solo quiero irme de aquí.



el mayo suspiro con fuerza, aferrándose más a su hermano,  sintiendo sus lágrimas, su dolor y su miedo, creando un nudo en su garganta al solo recordar a su omega, recordando también que fue él quien le encontró con las venas reventadas, con una carta suicida pidiendo que protegieran a al menor de sus hijos, su único omega.



-voy a protegerte, lo prometo, por nuestra omega que lo prometo.

 

limpio su garganta al decir eso, cerrando sus ojos, dejándose llevar por algunos recuerdos más de omega, de aquella hermosa mujer, que le dio la vida.





- pero bueno, -continuo minos-  tengo que regresar antes que nuestro padre sepa que nos salimos de la fiesta, pero tengo un plan para que no regreses conmigo, vale, quédate aquí si quieres o ve a tu habitación, aiacos y yo justificamos tu ausencia.

 

Radamanthys seguía aferrado a su hermano, como si no quisiera que nunca se acabara aquel momento, aquella sensación de no ser invisible ante los ojos de alguien y sobre todo como si no quisiera que aquel calor, que rara vez llegaba a sentir simplemente se fuera.

 

Pero era consciente de la situación y sin más se apartó limpiando sus lágrimas,  decidiendose quedar ahí, y mirar el cielo nocturno hasta el amanecer.

 

sentía un nudo en la garganta, por una extraña razon no habia podido dejar de pensar en su omega, una mujer hermosa de ojos azules, tan rubia como el,  la cual murió cuando tenía solo 6 años, pero aun así la recordaba, si cerraba los ojos, podía volver a respirar su aroma, a sentir el calor de su pecho y lo bien que le hacía sentir, como tambien podía escuchar aquella hermosa canción de cuna que le tarareaba hasta dormir.




-ahora entiendo tu tristeza madre,  como tambien tu dolor.

 

involuntariamente más  lágrimas rodaron por su mejilla al recordar a su madre, preguntando por qué tuvo que irse y dejarlo solo en ese infierno.



sin más se sentó en el barandal de aquel kiosco, sin dejar de mirar al cielo, intentando controlar su llanto, más le era imposible, mientras mas pasaba el tiempo y mas crecia, era consciente del sufrimiento que le esperaba y por ende por el que su madre paso.

 

- ¿por qué lloras niño?

 

escucho una voz extraña que le hizo voltear rápidamente, notando asi un chico a mucho tres años mayor que el, su cabello y sus ojos eran rosas, sin embargo a simple vista lucía ser un alfa.

 

al tiempo que el chico esperaba respuesta también lo observaba, como si intentara reconocer de donde conocía al niño que tenía frente suyo.

 

-yo te conozco, eres el hijo menor del anfitrión de la casa ¿no?

¿cual era tu nombre? - colocó un  dedo en su barbilla mirando hacia arriba,  intentando pensar.- a si radamanthys, te reconocí por una foto que tu hermano minos tiene es su escritorio, estas ahi tu y aiacos junto a el.

 

radamanthys no dijo nada solo miro aquel chico que de primera impresión le resultó lindo, una persona sumamente agradable.

 

-¿si eres esa persona verdad?

 

el rubio solo asintió con la cabeza, al tiempo que limpiaba el rastro de lágrimas que aun se encontraban en sus mejillas.

 

-no deberías de llorar, nosotros los alfas nos vemos mal haciendo esas cosas, debes de ser fuertes  y no llorar nunca.

 

radamanthys se encontraba confundido, no entendía por qué aquel chico le confundia  con un alfa, mas no se lo cuestionaba.

 

-lo siento, se que  aquello no se debe de hacer.

 

valentine sonrio acercandose a el, sentándose a su lado en el barandal, sacando un cigarrillo.

 

-bueno si tu no dices que me has visto fumando, yo no diré nada tampoco.



valentine le guiño el ojo, ofreciéndole un cigarrillo a radamanthys el cual rechazó con cortesía, quedándose en silencio observando al mayor fumar.



- aun que bueno te confesare, que tal vez llore  una que otra vez a tu edad, es difícil nuestra educación, no tenemos tiempo para nada, tenemos que estar casi todo el dia concentrados en nuestros estudios, y en ser alguien en la vida, es pesado para un niño, ya sabes eso de no tener amigos de tu edad, salir de un lado a otro con los alfas mayores para aprender de ellos,  sin hacer nada divertido, es frustrante, al menos para mi lo fue así que puedo entenderte… a pesar de todo no logro acostumbrarme,

 

radamanthys solo asintió con la cabeza, intentando fingir que comprendía riendo internamente al  ver como aquel chico veía como un sufrimiento aquello sin saber por lo que él tenía que pasar.



- pero si gustas, yo puedo ser tu amigo, tal vez de vez en cuando podamos salir a la ciudad y  divertirnos un poco.

 

valentine  lucia alegre,  de poder hablar con alguien que si bien no era de su edad, no había gran diferencia entre ellos.

 

sin embargo radamanthys solo bajo la cabeza, no quería decirle a aquel chico que era un omega, lo tenía prohibido, pero tampoco podía hacer promesas que no podría cumplir como el hecho de salir a la ciudad como si fuera un niño normal.



- mi padre no me deja salir, me tiene todo el dia encerrado estudiando,  solo puedo descansar para dormir, no creo que aquello podría pasar, de hecho no debería ni siquiera estar hablando aquí contigo.

 

valentine solo hiso una pequeña mueca de desilusión  mirando al rubio.

 

-veo que tu educacion es mas pesada que la mía, pero yo tengo otra idea ¿  que te parece si de noche voy a verte a tu habitación? mi padre y el tuyo son grandes amigos, y muchas veces mi padre está hasta altas horas de la noche aquí  atendiendo cosas de la empresa, yo podría aprovechar e ir a verte.

 

-no creo que sea correcto, mi padre se enfurecera.

 

interrumpió radamanthys sintiendo como el mayor se le acercaba un poco, sonrojándolo  ligeramente.

 

-por favor, no le diré a nadie  y seré muy cuidadoso para que no me vean, ¿si? te juro que necesito un amigo  que sea al menos casi de mi edad, enloqueceré si sigo con puros viejos prepotentes y aburridos.. así que por favor acepta, sera nuestro secreto ¿si?

 

no supo porque pero no podía dejar de ver a aquel chico, que le resultaba sumamente guapo, y agradable, por el poco tiempo que tenía de conocerlo le gusto estar a su lado, y no quería que eso acabara.

 

- esta bien, pero no puedes decirle a nadie que nos conocemos, mi padre en verdad da miedo.

 

no supo porque hiso eso, sabia que lo hacia estaba mal, que su padre podria enterarse y golpearlo como nunca antes lo había hecho, o tal vez algo peor, pero al  igual que aquel chico necesitaba compañia, necesitaba no sentirse como solo un objeto de adorno.

 

asi que sin mas prefirió seguir aquel lado rebelde que tanto le obligaban a ignorar, pensando por si mismo aunque solo fuera por un momento.



asi que desde aquella noche, recibió  a valentine en su habitación, totalmente a escondidas, reían y platicaban cosas de cualquier niño a su edad  hablaria, era feliz a su lado, estaba tranquilo, aquel chico le hacía sentir lo que nadie en su corta vida le había hecho sentir, por primera vez sentía amor, sentía que no era invisible para alguien.

 

y casi sin darse cuenta en su catorceava primavera, creía fielmente que se había enamorado de él, que valentine era su alfa destinado, y nadie podría cambiar eso..



- mi alfa, me ha presentando ala omega con la que tendré que desposarme, es una chica linda, pero tengo que confesarte algo radamanthys, y es que yo no quiero casarme con ella, yo siempre  vi mi vida alado de un alfa, aunque se que esta mal, pero yo quiero a alguien de mi rango, alguien con quien compartir más que mi cama, y me hubiera gustado que ese alfa hubieras sido tú.

 

esas fueron las palabras de valentine una noche de diciembre, mientras  se encontraba recostado en la cama junto al rubio, quien lucia feliz por lo que escuchaba, sin pensar un solo momento en que pasaría cuando valentine supiera que no se trataba de un alfa, que en verdad era un omega y  que el tambien tendria que desposarse en algún momento con un alfa, que aún no conocía.

 

sin embargo ignoró aquello besando los labios de valentine,  quien aunque fuera mayor le correspondió, notándose sumamente feliz ante aquel contacto.



- odio a los malditos omegas, radamanthys, los odio como nunca he odiado a algo vivo en la tierra, odio su maldito aroma, me revuelve el estomago, odio el como con este pueden manipular a cualquier alfa;  si ellos no existieran nosotros podríamos elegir con quien estar, no solo aceptar a quien nos ofrecieran como “ofrenda” solo para tener descendencia, no sabes cuanto amo escuchar cuando me entero que un omega ha  muerto o le ha tocado un alfa sádico que le castigara por un largo tiempo, me encanta saber que recibieron su merecido por arruinar la vida de tantos alfas que solo tenemos que seguir estúpidas reglas.





dijo de un momento a otro el peli rosa, con un tono totalmente crudo en su voz,  haciendo que lo que segundos atrás radamanthys había sentido desapareciera sin más, llenandole de miedo, nunca antes habían hablado sobre aquel tema, el menor hacia todo lo posible para no hacerlo, sin embargo ahora más que nunca si le importaba lo que  pasaría al valentine enterarse de la realidad.



- por eso -continuó valentine- cuando tengas edad suficiente, quiero que me prometas radamanthys que escaparas conmigo, que nos iremos lejos muy lejos de aquí y nadie podrá separarnos, que no seremos como los demás alfas y tendremos una vida lejos de esto.  





valentine detuvo sus palabras un momento levantandose de la cama, llevando a radamanthys consigo, colocándolo frente suyo para arrodillarse frente a él.

 

- mi pequeño niño,¿ cuando sea mayor, quiere casarse conmigo, y huir lejos, muy lejos de aquí, en un lugar donde nadie nos conozca, donde solo seas tu y yo, dos alfas que no les importa nada?



el menor tragó saliva, preocupado por su respuesta que aunque fue afirmativa estaba llena de miedos y confusiones.



si mas la noche continuó era momento de que valentine regresa a casa, saliendo con sigilo por la ventana.



-¿por qué odias a los omegas?



cuestiono el rubio antes de dejar marchar a valentine, quien se regresó únicamente para besar sus labios y contestar aquella pregunta.



- por que son inferiores, yo odio a todo lo que sea inferior a mi, no puedo imaginarme mi vida con alguien que no merece ni el suelo que pisa, que  no me servirá para nada más que darme descendencia, por eso los odio, si fuera por mi acabaría con todos ellos, sin excepción.

pero tranquilo mi pequeño, que te juro que ninguno de esos malditos omegas, lograra  separarnos, lo juro.



sentenció besando nuevamente los labios del menor apresurandose a  salir, dejando totalmente confundido al rubio.




habían pasado varios dias que no veía a valentine, mas no podía dejar de pensar en sus palabras, temiendo mas y mas mas que  que el mayor se entera que en verdad era un omega, mas esperaba que tardara en averiguarlo, solo para que así, tuviera aún más tiempo de enamorar perdidamente a valentine tanto que este  le dejara de ver como lo que es y continuará con aquel amor que decía sentir.



el tiempo siguió pasando y mientras mas crecia, mas notaba del odio que su amado peli rosa le tenía a los que eran como el, más siguió con su plan esperando  enamorar perdidamente a aquel alfa, lo cual parecía funcionar.

 

hasta que por fin llego el dia que tanto temía, era octubre lo recordaba muy bien, la luna brillaba  con todo su esplendor, y el se encontraba en el balcón de su habitación junto a valentine, quien con gran ternura, le abrazaba, platicandole cómo veía  su vida junto a él, apenas salieran de aquel lugar, ya ha estas alturas, radamanthys tenía 16 años y valentine 19.

 

solo tenía que esperar un poco más, o eso era lo que pensaba, de no ser que aquella noche, el cuerpo del menor comenzó a portarse extraño, siendo invadido por un calor insoportable, la fiebre se estaba apoderando  de su cuerpo, siendo acompañada por un terrible dolor, que no entendía a primera instancia, siendo testigo de cómo los ojos de valentine cambiaban su brillo por algo diferente, algo que no podía describir, más que le causaba un poco de miedo, viendo también que su respiración aumentaba, y su cuerpo se tensaba.



-¿eres un maldito omega?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).