Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Amigos? por RotMond

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes salieron del Webcómic Moonfish, dejaré el enlace a su página de facebook n_n

Moonfish BL

También pueden encontrarlo en inglés en Tapastic

Notas del capitulo:

Ufff, tardé mucho en subir algo nuevo, este one-shot es un regalo para HaruhiMizuhi n_n

 

 

            El escaso ruido del bar le dejaba perderse en sus lúgubres pensamientos mientras que los vasos de licor se terminaban poco a poco, junto con su estado de ánimo. Dami había tenido una mala semana, con dos palizas, un intento de asalto y otro cliente con intención de irse sin pagar. Por suerte sólo había recibido un moretón en el rostro, y podía trabajar con eso sin usar el maquillaje que tenía guardado.

            Se percató que apenas y podía darse el lujo de estar en un bar, el alcohol había subido de precio junto con la renta de su nuevo cuarto, así que no le quedaría otra opción más que buscar un sitio nuevo. Suspiró en la barra antes de darse la vuelta para darle un vistazo al lugar; algunas veces conseguía buenos clientes ahí, pero ahora se veía bastante solitario, con unos cuantos tipos borrachos en sus mesas y un idiota bailando solo en la pista. Agudizó la vista a fin de reconocerlo, y en cuanto el otro lo vio, lo saludó con entusiasmo desmedido y se acercó corriendo a la barra.

<<¿Qué hace este idiota vestido así? Podría pescar un resfriado en el desierto...>> pensó justo antes de que el chico se lanzara a sentarse con él en la barra; usaba mini falda, una blusa con un hombro descubierto y tenía el cabello perfectamente peinado.

—¡Cosa hermosa! Tiempo sin verte, ¿cómo estás?

—Vivimos en el mismo edificio, Nin... estúpido. —"Ninfa" iba a decirle, pero no estaba de humor como para llamarlo por su apodo.

—Ay ya sé, pero casi no te veo —dijo, tomándolo desprevenido en un largo abrazo, Dami se retorció tratando de quitárselo—. Acompáñame un rato.

—Ya me iba.

—Andaaaa, y te invito algo. —En temporada invernal no se le antojaba la cerveza, así que se encogió de hombros y señaló su copa vacía de whiskey.

—Bien, uno más y me voy.

—¡Dos más por acá! —gritó justo antes de desparramarse en un banco junto a Dami, abriendo las piernas de un modo tan masculino que dejaba poco a la imaginación...

—¡Traes falda, estúpido! ¡Cierra las piernas!

—¿No te gusta lo que ves? —El chico soltó una risilla y cruzó las piernas—. Creo que tendrías más clientes si mostraras más piel.

—Cállate. —Dami le dio un largo sorbo al whiskey antes de golpearlo en el brazo—. Eso no funciona, y estamos en invierno, lo que menos necesito es enfermarme.

—Pero ya falta poco para el verano, y te verías muuuuuuy suculento con un short.

 

            El cambio climático había dividido las estaciones únicamente en dos: verano e invierno; y en ambas la pasaba igual de mal, ya que su ropa no solía abrigar lo suficiente en invierno o no era tan delgada en verano. <<Tal vez este idiota tenga razón>> consideró un momento mientras la Ninfa empinaba el codo hasta el fondo, él siempre tenía dinero extra y rara vez pedía prestado. <<¿O será que sabe ahorrar>> Dami no servía para eso, siempre vivía al límite con el dinero justo para los gastos, así que no era sorpresa que estuviera a punto de ser echado del cuarto que rentaba por atrasarse.

            Dami imitó a la Ninfa y se tomó todo el whiskey de un sorbo, le agradeció por el trago y comenzó a levantarse de la barra antes de encaminarse a la salida, pero se detuvo cuando la Ninfa lo sujetó tímidamente de la manga, en seguida se levantó del banco y lo tomó del brazo para tratar de llevarlo a la pista de baile.  “¡Estás loco?” le gritó Dami, pero la Ninfa sabía perfectamente cómo persuadirlo, diciendo: “¿Que, te da pena? ¿O tienes miedo?”. Dami dejó de forcejear con él y lo acompañó de buena gana a la pista, en donde lo retó a un pequeño duelo de baile improvisado, pues la música no cambiaba continuamente y tenía que bailar una canción entera.

            ¿Cuál había sido el problema que llevó a Dami al bar? No lo recordaba, se estaba divirtiendo tanto que no quería seguir pensando en ello. Bailaron sin parar mientras el bar subía el volumen de la música y atraía más gente, por lo que ambos comenzaron a ganarse la atención de los demás, formándose a su alrededor una pequeña multitud que tomaba partido por uno de ellos o por el otro; la Ninfa disfrutaba la atención en exceso, danzando a su alrededor y alentándolos con sus gritos, pero Dami disminuyó la intensidad del baile y fruncía el ceño continuamente, por lo que la Ninfa intuyó que se sentía incómodo…

            Y empezaron los clásicos, la Ninfa escuchó una de sus canciones favoritas y animó a todos a seguir una coreografía, Dami se cruzó de brazos pero accedió a bailar con él, siguiendo los pasos que aquel le indicaba, sonriendo ocasionalmente por lo extraño que bailaba la Ninfa con una energía sin igual, usando movimientos de cadera que casi habían quedado en el olvido; y en un momento, justo cuando terminaba la canción, la Ninfa comenzó a quejarse de un calambre en la pierna. Dami lo sostuvo de un brazo y ambos se enfrentaron a los abucheos de los demás, así que la Ninfa los animó a remplazarlos y así fue, pronto surgieron otros bailarines que comenzaron a retarse entre sí, por lo que ellos pudieron salir ilesos a sentarse en la barra.

 

            Para sorpresa de la Ninfa, Dami le jugó una broma y ambos explotaron en carcajadas, pero guardaron silencio en cuanto fueron interrumpidos por tres tipos.

—¿Cuánto cobran?

—¿Eh? —balbuceó la Ninfa, a ninguno de los dos le caería mal el dinero pero después de intercambiar miradas ambos negaron con la cabeza—; regresen otro día, ¿quieren? Estamos en nuestro día libre.

—Los putitos como ustedes no descansan, y menos usando falda a esta hora en un bar, fenómeno —respondió uno de ellos, los otros dos rodaron los ojos y se dieron la vuelta para regresar a su mesa.

—Uy, pero si a tu pareja le gusta esta falda.

—¿Qué dijiste? —El sujeto en cuestión se acercó a ellos, sus amigos también regresaron a apoyarlo. Dami se levantó junto a la Ninfa, quien cruzó la pierna tranquilamente, agregando:

—¿En serio tienes pareja? ¡Ja! —La Ninfa tardó más en burlarse que en lo que logró echarse encima a los enfurecidos sujetos, Dami trató de separarlos pero también terminó siendo golpeado, así que lo agarró con fuerza y salieron corriendo a la calle.

 

            Habrían sido perseguidos de no ser porque los sujetos aún no habían pagado la cuenta, y ellos sí, lo cual les dio bastante ventaja para huir despavoridos. Y como la Ninfa comenzó a quejarse de sus ojos inflamados, comenzaron a caminar de regreso a su cuarto para ponerse un poco de hielo.

—Eres un estúpido, ¿cómo se te ocurre insultar a un sujeto que venía acompañado? —dijo Dami, tapándose la nariz para no gotear sangre sobre su ropa.

—Yo tampoco estaba solo.

— Ajá, que nos saquen la mierda a los dos. ¿Y cómo sabías que te iba a apoyar? —La Ninfa no respondió, en su lugar comenzó a estornudar y a cojear de una pierna en donde había recibido una patada—. Ya te enfermaste estúpido, ¿dónde está tu abrigo?

—Dami, mi amor, ya sé que te preocupas por mí pero no es para tanto.

—No me digas así, no soy un cliente.

—No lo eres, a ellos siempre les digo "encanto", " corazón" o "dulzura". Ninguno es mi amor. —Dami sintió un extraño vacío en el estómago, así que trató de despejar su mente quitándose el abrigo para ponérselo a la Ninfa en la espalda.

—Cuando lleguemos me lo regresas.

—Awww, cosita. —Dami no respondió. Tardaron un poco más en llegar de lo que esperaban, pero al final se encontraron nuevamente en el viejo edificio en donde rentaban. Dami volvió a recordar sus problemas con la renta y gruñó en voz baja, pero aun así ayudó a la Ninfa a subir las escaleras para dejarlo en su piso, dándole un golpe en el hombro.

—Esto es por meterme en problemas —lo golpeó más fuerte—, y por tocarme.

—¿Cuándo te he tocado, mentiroso?

—Cuando arrestaron a Mylo viniste corriendo a avisarme, y al final… —Dami no terminó la oración, nada más giró la cabeza un tanto apenado. La Ninfa lo recordaba, fue lo único bueno de aquel horrible día en el que se había atrevido a robarle un beso a Dami.

—Oh, ¿aún no me perdonas el beso?

—Eso no fue un beso.

—Sí lo fue, ¿o querías uno de lengua?

—No.

—¿Entonces? —La Ninfa sonreía con tranquilidad, disfrutando ver a Dami tan nervioso, pues esquivaba su mirada y se esforzaba en reclamarle.

—¡No lo fue!

—¿Tienes mucha experiencia, Dami querido?

—No, casi no lo hago.

—Yo tampoco —dijo la Ninfa, Dami esbozó una sonrisa burlona—, la persona que tanto me gusta no deja de pegarme o decirme estúpido, y tampoco creo gustarle, así que no tiene caso besar a alguien más.

—Ah… —Dami se quedó pasmado ante la repentina seriedad del otro, apenas y alcanzó a articular una oración antes de irse rápidamente—, buenas noches.

 

            La Ninfa lo vio irse por el pasillo hacia las escaleras y se quedó un momento ahí, parado en el marco de la puerta, observando. El dolor en su pierna y en el rostro le recordaron la cita que tenía con el hielo, así que se dio la vuelta para quitarse la falda y los aretes antes de buscar la bolsa de hielo que solía guardar en el frigobar; el alivio que sintió fue temporal, así que fue a recostarse en su colchón, colocado sobre el de Mylo, esperando quedarse dormido. Pero el sonido de la puerta lo distrajo y fue a abrir sin prisa.

—No encuentro mis llaves, y ya es tarde para llamar al bastardo del casero para que venga a abrir, ¿puedo quedarme?

—Puedes quedarte hasta a vivir conmigo amor mío.

—Cállate, sólo será esta noche.

—Hablo en serio, podemos pagar la renta juntos y sería más fácil.

—¿Y qué haremos cuando Mylo regrese y nos encuentre a los dos en su cuarto? —La Ninfa solía vivir en el cuarto que ahora ocupaba Dami, pero dado el arresto de Mylo se había mudado a su cuarto para que no perdiera sus cosas.

—Pagaríamos la renta entre los tres. —No era mala idea, pero Dami no lucía convencido.

—Tendría que pensarlo… ¿y qué haces en ropa interior?

—Apenas me iba a dormir.

—Vístete. —Y después se fueron a dormir, fue una noche tranquila en donde cada quien durmió por su lado, únicamente amanecieron...

 

            Dami se despertó sobresaltado, una de sus piernas estaba sobre la Ninfa, quien aparentemente se dedicaba a verlo dormir; así que Dami se levantó abruptamente, casi arrojando a la Ninfa fuera del colchón, recogió su abrigo y salió corriendo directo al cuarto que estaba rentando, no sin antes agradecer por el refugio. No quería que la Ninfa se diera cuenta del evidente sonrojo en su rostro, pero sí lo había notado, y se encontraba tirado en el piso con una inmensa y tierna sonrisa.

 

            ¿Seguirán siendo amigos? El tiempo lo dirá…

 

Notas finales:

 

Me dio gusto volver, así que espero subir otra cosa más adelante n_n

Ya había publicado otro fic de este webcómic, por si quieren leerlo, se llama "M.D Blog"

Y finalmente, ¡¡he aquí la imagen de estos dos juntos!!

 

¡¡¡Gracias por leer!!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).