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Para Gustos y Colores por Aryam

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Notas del fanfic:

Declaimer: Solo disfruten. La serie Naruto no me pertenece, solo a Masashi Kishimoto.

Para Gustos y Colores.

 

Momento de alegría, de charla amena y risas, era lo que se catalogaba un ambiente envuelto por unas copas de sakes de más y comida sin acabar, la cual escaseaba entre el grupo si no pedían más, menos si su amigo Choji iba por todo como tonel sin fondo y él… él pensaba frustrado un pensamiento que le daba vueltas la cabeza. Uno que no tendría tanta importancia si no fuese por las chicas, mujeres que fácilmente te atrapan apenas estás descuidado y llegas antes que los demás hombres del grupo, cayendo en su conversación que varía en hablar de medio mundo que en ellas mismas.

Ino, Sakura, Ten-Ten y Hinata llegaron antes, argumentando que de hacerlo tarde no tendrían un buen puesto para todo el grupo –que era grande– y no omitió palabra alguna al darles la razón una vez tuvo un asiento, quedando algunos para los que no alcanzaban: Choji, Shikamaru y Temari, sin olvidar a Rock Lee y Neji que llegarían con Shino y Kiba. Sasuke no cuadraba en el grupo porque estaba de en ese viaje de expiación una vez terminó la cuarta guerra ninja.

Suspirando abatido por los pensamientos que atiborraban su mente, Naruto continuó bebiendo como si el sake fuese agua al igual que alguno de sus compañeros, recordando la interesante visión de las chicas por emparejar a todo el mundo, de paso hasta a él con alguna chica dulce y amable, casi como si fuese una princesa a la cual él debía cortejar al ser un héroe en Konoha. No, es que las chicas veían muchas telenovelas o cuentos de hadas, porque ni él se imaginaba estar con una hermosa chica de tales cualidades y le recordaba vagamente a Ero-senin comentando que debía fijarse en alguien que tuviera buena delantera como parte trasero.

Un escalofrío pasó por su espalda. No le gustaba que le determinaran su vida o alguien para la suya.

– Yo paso, me voy a casa… – Sonrojado hasta las orejas por el efecto del alcohol y apañado por la risa escandalosa de Kiba.

Shikamaru, que era uno de los pocos aún cuerdos, se ofreció a acompañarlo al ver que Temari le ignoraba por continuar charlando con las chicas sobre historias graciosas. Era genial verlos bien y reírse al apreciar un Nara avergonzado por tener a la chica que le gusta cerca. Sería lento, pero no idiota.

– Ne, Shikaaa…

– Dime. –El Nara hizo la cabeza hacia un lado para que no le llegara el tufo del rubio, bufando entre dientes lo “problemático” de su idea en llevarlo casi cargando parte de su cuerpo encima.

– Crees… crees tú qué –las pausas se debían por la lengua dormida. – deba ir por una chica de buenas tetas y pensamientos.

– Eh… no sé de qué hablas, pero si es tu tipo, creo que sí. –Encoge de hombros, suponiendo que Naruto estaba en el estado del “pensador ebrio” que se lo da por filósofo de la vida.

– No sé…hip… es que eso me dijeron hoy. –balbucea, recibiendo una mirada de reojo del moreno que no dudaba que se debía a las chicas. ¿Quién más que ellas sacaban esos temas?

– No hagas caso. Nadie escoge a quién le gustas, creo yo, tsk. –Masculle, pues él mismo no sabía definir qué era lo que sentía por la rubia de Suna.

– Hn, ¡sí! Es como si le buscará una novia a Sasuke, siendo que Sakura sigue pensando en él… o buscarle pareja a Iruka-sensei. – El rubio hablaba con una seriedad que solo su lengua delataba su estado como sus intentos de pasos, contando así el Nara los kilómetros que aún tenía desde donde estaban a la casa de Naruto.

– ¿Qué tiene que ver Iruka-sensei en esto?

– ¡Es que él es viejo y no tiene pareja, hip! Si le buscas uuunaa… ¿a quién escogerías? –Naruto empieza a mover las manos, logrando quejas del Nara por el intento que no cayese de boca por falta de equilibro. – De niño, sabesh… pensé que Iruka-sensei haría una buena pareja con Kakashi-sensei si al menos fuese chica.

– ¿Qué? – Shikamaru detuvo el caminar, pensando seriamente que a Naruto se le iba de paseo el cerebro con alcohol en las venas y si aquello pronosticaba que vomitaría, mejor apresurar el paso para no presenciar eso. – Estás loco.

– Puede, pero… piensa. – El rubio alzó su dedo pensador al cielo. – Iruka-sensei sabe cocinar, es minucioso con el aseo, invita siempre al Ichikaru… me dio hambre.

– No pienso ir allá, ya comiste mucho en la barbacoa.

– Mal amigo. –Refunfuñó Naruto, continuando con su charla de camino a su departamento y el gruñido del Nara. – Es atento, preocupado. Como una mamá y… Kakashi es un viejo pervertido y genio.

– ¿Cómo un padre? –Soltó sin pensar, solo por recordar al propio que en paz descanse, recordando que le pidió que cuidara la caja negra llena de revistas de chicas desnudas.

– ¡Sí! –Ríe, asintiendo con la cabeza y sonriendo zorrunamente… ebrio.

– Buen punto, pero ambos son hombres y… por lo que tengo entendido, ellos y apenas se hablan, al menos que sean de ti o lo qué has hecho.

– Eh sí, eso sí. –Le vino al menor las tardes de estudio con ambos maestros para enseñarle ser un buen futuro Séptimo Hokage a futuro y que ellos hablaban lo prudente, al menos que el Hatake llegara tarde al despacho o las reuniones para enfadar al Umino por su irresponsabilidad hacia sus obligaciones como mal ejemplo para con él.

– Además está el otro punto.

– ¿Qué… punto? –Aprontó a preguntar el rubio, muy interesado en el tema como si con ello lograría la paz entre naciones y hacerlo Hokage en un abrir y cerrar de ojos.

– Uchiha Obito. Recuerda que ni muerto a dejado a Hogage-san y menos ahora, que pasa cerca de él. – El Nara ya admitía estar ebrio también a tal extremo para seguir esa rara charla con Naruto para meter más información y de paso sentirse como Ino.

– ¡Cierto! ¡Es como la sombra de Kakashi-sensei! –exclama, casi dejando sordo a su amigo y rememorar la gran impresión que tuvieron todos cuando dieron con Uchiha Obito vivo, el cual este mismo también pensó que estaba muerto junto con alguien llamado Rin en el más allá.

Al tipo le tenía respeto a pesar de que fue uno de los tantos que inició la guerra y que algunos amigos murieron. Y quizás le tenía otro poco más, porque este se parecía un poco a él al conocer su verdadero rostro.

Naruto suspiro apestándole la boca a sake, según Shikamaru.

El moreno al ser instruido como secretario del Hokage y de todo lo que ocurría en su entorno, aunque no le dijeran nada de lo que pasaba, solo ataba cabos para tener la información más fidedigna sobre Uchiha Obito, que era la siguiente: Obito fue juzgado peor que Sasuke y condenado a la cárcel, hasta que lo vieron poco seguro por más sellos que tuviera. Al final quedó en vigilancia por el propio Hokage, que lo defendió en todo y a todo, más de lo que hizo con Sasuke. Y fue extraño que nadie sopera el discurso del Hatake, que dejó al Uchiha de un peligroso ninja rango S a un ninja discapacitado fácil de emplear–ya que no tenía pierna ni brazo derecho–, porque en la Cuarta Guerra fue influenciado y manipulado por Madara, cambiando después de bando y no dudó en apoyar a Naruto al saber que cometió un error y querer reivindicarse. Actualmente pasaba colado como uno de los AMBU del Hokage e incluso a tenido la dicha de hablar con él, reconociendo que le recordaba al idiota y buen amigo Naruto.

A su parecer, había tanto tema que tratar y temas que ponerse al día con la reconstrucción de Konoha o la alianza con las aldeas –papeleo de mil años –, que suponía que no tenían los ancianos tiempo para juicios y menos el Hokage, que solo trataba temas puntuales para dejarle a su sucesor el regalo del trabajo pesado.

– Maldito burócrata… –Gruño, trayendo otra vez el interés de Naruto que se había quedado dormido en su hombro.

– ¿Eh?

– Nada. –Niega con la cabeza, dando un empuje al rubio para espabilarlo y mirar de nuevo al frente. – No te duermas.

– No me… duermo, pensaba.

– ¿Sí? ¿De qué? Ebrio pensando d a miedo. –comenta, riendo al ser verdad.

– Obito-san vive con Kakashi-sensei. Un día Sakura y yo fuimos a verlos, llevábamos frutas y ramen…

– Me imagino.

– Fue extraño, Sakura comentó que verlos a ellos le recordaba a Sasuke y a mí, discutiendo por todo o insultándonos por nime… nimei…

– Nimiedades. –Le corrige el Nara, aliviado de ver la casa del rubio cerca y botarlo al menos en la puerta para poder irse ya. Se sentía muy mareado. – Le creo, son amigos muy íntimos para tener la confianza que se tienen.

– Sí… –Sonríe el rubio. – Extraño a Sasuke, todo es aburrido sin él. ¿Dónde… hip… crees que haya ido ese bastardo?

 Necesitaba cigarro pronto, vomitar lo que había bebido y apresurar especialmente el caminar, porque no quería soportar el otro estado del alcohólico, el sentimental devastado.

“Lo bueno es que no tiene novia o sería peor”.

Una vez llegaron a la puerta del hogar Uzumaki, con quejas de los vecinos y golpes por tropezar al subir las escaleras, se dio el lujo Shikamaru para botar su costal de papas, digo, Naruto. Sonriendo al verlo sostenerse de la puerta en busca de las llaves.

– Muchas gracias, Shika… no sé qué habría hecho sin ti.  

– No es nada. –Con manos en los bolsillos se apoyó en los barrotes del balcón del pasillo, esperando que entrara para poder irse. – Y de lo que hablamos… – Naruto le mira con atención, parpadeando al enfocar la mirada. – no te lo tomes tan a peso sobre qué persona va con quién. Para gustos y colores no hay nada escrito. ¿No?

– Yo… no… entendí nada. ¡Gracias! –Le sonrío al moreno bobamente y este bufó al ver como entraba el rubio al departamento, cerrándole la puerta en la cara. Lo último que escuchó fue un sonido de vómito que venía venir junto a un “es todo culpa de Sasuke”.

 

FIN.

Notas finales:

Este es un fanfic tipo desahogo, ya que me gusta el ObiKakaObi, creo que lo más escribo es de ellos además del Itadei o el SasuNaruSasu... doy con pocos fanfic de ellos. Pocas me leen porque no son su pareja favorita y algunas lectoras se quejan en los pocos fanfics que leo sobre ellos (sea si los personajes son buenos o malos) al no ser de su gusto. De esto, creo que es bueno ser sinceras, pero respetar las parejas que le gustan a las escritoras y adoran de escribir de ellos. 

Sé que a muchas no les gusta y encuentran mejor el KakaIru, el cual siempre he leído en fanfic como los padres adoptivos de Naruto o cercano a ello. No me molesta, es el gusto de vari@s, pero aquí doy mis motivos de por qué me gusta el ObiKakaObi y qué hubiera pasado (lo que alcanza a mi imaginación) si hubiese vivido Obito.

 

Para gustos y colores no hay nada escrito. ¿No?

 

 


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