Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LAS MEMORIAS DE UN CORAZÓN por Starfugaz

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Antes de todo debo aclarar que escribo en varios fandom, y puede que algunas historias tenga parecido a otras porque puede que solo las haya modificado cuando la inspiración me da para cierta pareja, por ejemplo escribo de mi Otp Stony, y a veces no termino la idea en esa pareja sino en otra como el MuraAka.


Amo esta pareja pero nunca les habia escrito algo de drama y en esta convocatoria tuve la oportunidad. Gracias por su apoyo desde ya, me toco el día 17 y aqui esta mi pequeño aporte .

LAS MEMORIAS DE UN CORAZÓN 

 

Su vida no había sido fácil, había perdido tanto pero no estaba arrepentido de sus acciones, no cuando esas mismas acciones le habían dado tanto, y si pudiera regresar él tiempo tomaría las mismas decisiones que tomó en su momento;  Si bien era cierto que algunas de esas decisiones lo hicieron arrepentirse, llorar por no poder más, esas mismas le habían enseñado tanto. Ahora tenía una buena vida, un buen amor y el fruto de este. 

 

Sus sentidos se activaron al escuchar unos pequeños pasitos de pequeño de cinco años que corría con los brazos abiertos con su papi, el hombre de cabellera pelirroja solo acomodó sus lentes,  viendo a su hijo con su pijama de osito, lo acomodó en su suave cama,  acariciaba los cabellos de su hijo, esas hebras de color morado, al igual que sus ojos, su piel blanca, se  quedó observándolo cada facción de su pequeño,  giro su vista quedando en el marco de una foto, y no pudo evitar sonreír al ver a su esposo sonreír en la cámara con un enorme oso de peluche en una de sus citas. Mientras su hijo se quedaba durmiendo por las caricias en su cabello,  dejó que su mente se llenará de dulces como agridulces recuerdos. 


////////////////////////////////////////////////

¿cuánto es para siempre?

¿Hasta dónde se puede llegar el amor?

¿Cuándo se puede olvidar al amor de tu vida?

¿Existe el amor a primera vista?

 

//////////////////////////////////////

 

La primera vez que  te conocí tenía 14 años y tú  en ese tiempo 16 años, estabas todo sucio arreglando la tubería de la oficina de mi padre y yo entraba para hablar con él o mejor dicho pedirle que pusiera atención a su único hijo fértil.


Recuerdo que cuando nuestras miradas se conectaron supe que eras mi otra mitad, entre charlas, coqueteos y meses de citas a escondidas nos convertimos en novios y los dos creamos castillos sobre nubes blancas en nuestra mente. Que importaba que Tu eres pobre y  que yo estuviera a acostumbrado a tener una vida de lujo, pero eso era de menos  cuando sólo éramos tú y yo a la hora de amarnos. Los dos estábamos en  nuestra burbuja yo no era Akashi Seijuro, no sólo era tú cerecita. Murasikabara sigo pensando cómo alguien tan alto, enorme podía ser delicado a hora de hacer el amor, son de esos misterios que no necesitan respuestas, solo importaba que me sentía protegido que solo nos bastaba los dos para que lucháramos con el mundo, no existía nada ni nadie que nos lastimara. 

Pero desgraciadamente todo lo bueno tiene que acabar, y nuestra historia de amor a escondidas fue descubierto, lo recuerdo, recuerdo ese día cuando mi padre nos descubrió y todo fue tan rápido que no pude actuar… mi mente solo recuerda al  guardaespaldas de mi padre golpeándote, yo protegiéndote como podía pero mi cuerpo era tan pequeño para protegerte, causando la rabia de mi padre, porque a mi padre no le importaba yo, sino que la reputación que tendría si su círculo supiera que su hijo fértil tuviera una mala reputación, era de seguro que ninguno de sus socios permitiría que uno de sus hijos se casara conmigo, o de lo contrario era de seguro que me pondría como premio de consolación para tener un negocio, pero al menos  me dio a escogerte a ti o mi vida de lujos. Tal vez pensó que yo correría a la segunda opción, pero no pude, no cuando sabia que te amaba, que jamás podría amar a nadie más que a ti, mi gigante y así fue como  a los 15 salí solo con lo que tenía puesto. Mi Padre juro que ese día su hijo había muerto, que ni me atreviera a buscarlo porque me negaría la ayuda, porque había elegido a un pobre muerto de hambre antes que a su padre, y es que no se daba cuenta que yo te amaba que no importaba el sacrificio que fuera si tú estabas a mi lado, todo valdría la pena, así que Sali para nunca volver, sabiendo que jamás me arrepentiría de esa decisión.

Los dos nos mudamos a  un cuartucho de motel, abrazados en la cama me prometiste nunca dejarme solo, cuidarme y amarme, que jamás me iba a, arrepentir de mi decisión, y yo solo pude llorar cual niño buscando tu calor, llore hasta que ya no tuve la fuerza para seguir, sentí la calidez de tus besos, las caricias que confortaban mi cuerpo, tus palabras cariñosas y yo solo me aferraba a tu amor.  Lo recuerdas, amor, eres y serás siempre mi mayor recompensa Atsushi.

No fue nada fácil, había día difíciles,  días que peleábamos, otros nos amábamos, días que nos asustábamos con nuestras decisiones, otros nos besábamos como si nada malo podría lastimarnos, en ese lugar adoraste mi cuerpo, venerabas mi fuerza, como yo lo hacia al besar tus grandes manos tan lastimadas por el trabajo, pero con una sonrisa en tu rostro me prometías que todo iba a estar bien…  los días se convirtieron en meses y los meses en años. Años que nos amábamos como la primera vez que nos conocimos, maduramos, reíamos por los buenos y malos momentos de nuestra vida, pero era nuestra, no había arrepentimientos en ella.

Con mucho trabajo compramos una casa, recuerdo ese día, me cargaste y giraste conmigo en tus brazos, para besarme como si fuera nuestro último día,  con nuestras manos los arreglos para que fuera tan acogedora y era feliz junto a tu lado Murasakibara. Nuestra rutina era salir a trabajar, pero antes de iniciar una buena sesión de sexo matutino en cualquier parte de nuestro hogar, tu trabajo de albañil y el mío de secretario. Al cumplir mis 24 años, en una de nuestras citas caíste desmayado, te ordene que te hicieras un chequeo…recuerdo los exámenes, y en el despacho del médico nos dio el diagnóstico: Cáncer. Nuestro mundo tuvo un gran giro, yo sentía como la tierra se abría en mis pies para tragarme, observe tu rostro desfigurado por la angustia, y yo trate de ser fuerte, tome tu mano, hable con el doctor para iniciar el tratamiento, tu solo me apretaste la  mano buscando la fortaleza para luchar con esta enfermedad, sabiendo que yo estaba a tu lado.

¿cuánto es para siempre?

 

Desde ese día todo cambio. Trataste de ser fuerte por los dos, de darme esas sonrisas que eran reconfortantes, de mirarme a los ojos y decir todo va a estar bien. De besarnos en la cama para quedarnos abrazados esperando que el otro día sea mejor, y yo solo me aferraba a ti, tratando de ser fuerte para ayudarte.

Iniciaste el tratamiento y yo estuve a tu lado, de ver como la primera quimioterapia te dejo débil, tan frustrado pero yo trate de bromear y mostrar mi encantadora personalidad, aunque fue difícil porque siempre he sido un hombre serio, carente de hacer bromas pero sé que tu sonreías por mis intentos de comediante.

Los días pasaron tan  rápido para mi gusto, y nuestras rutinas cambiaron, al correr tú ya no me ganabas y yo te vi el rostro agotado, baje la velocidad para darte ánimo, que me dejarás como lo hacías anteriormente, de verte esa sonrisita de coqueto, cuando los dos sabíamos que siempre te deje ganar, pero creo que me gustaba verte comportarte como un niño, como ese gran niño en el cuerpo de un adulto.

Fui testigo silencioso de ver como tu cabello morado se caía, de ver tu rostro demacrado, tus ojeras,  de ver tu cuerpo como adelgazaba y yo no podía evitarlo, de ver como las cuentas aumentaban y no era capaz de lograr nada para pagarlas, para evitar que te siguieras preocupando, recuerdo que solo lloraba hasta sentir tu cuerpo abrazarme y como si fueras mágico todos los problemas desaparecían.

Mi amor, vi como poco a pocos tu vida  deseaba abandonarte, de ver los cambios drásticos en tu salud. De tomar tu mano y sentirla tan fría, pero aun así tratadas de ser fuerte, de abrigarme cuando sentía miedo, de perderte, diciendo lo injusto que era la vida, tú entre los dos no merecías esto, que ambos teníamos tantos planes.


¿Hasta dónde se puede llegar el amor?

Antes de tu primera quimioterapia, te extrajeron tu semen para que, si en un futuro quisiéramos una familia, tu tuvieras esa opción y creí, luego de cuatro años de luchar con el cáncer darte ese regalo. Deseaba decirte que seriamos padres.

La primera vez que lo intenté, falle al parecer tuve un aborto natural, no te dije nada para no preocuparte, cargue con ese dolor solo yo, pero no deseaba que sufrieras. No lo merecías, me sentía tan inútil, incapaz de darte lo que más deseabas.

Recuerdo las noches frías que abrazados, charlamos de tener a un pequeño corretear en los pasillos,  de que tú le enseñarías a jugar a la pelota y yo solo te escuchaba con el corazón hecho añicos pero luego de unos meses lo intente por segunda vez, quizás esta vez sí podría darte ese regalo.

El segundo intento fue fallido nuevamente, mi cuerpo lo expulsó cuando por un susto de verte desmayado en la tina. No reaccione, te cargue como pude al auto para llevarte al hospital. Sentía una humedad en mis piernas, pero no le preste atención, mis sentidos estaban alerta solamente para ti, de llevarte al hospital lo más rápido que pudiera. Esa noche nos informaron que estabas rechazando la medicación y yo por el esfuerzo tuve un aborto, la humedad que sentía era sangre, mientras te llevaba estaba perdiendo a nuestro segundo hijo, sembré un par de arbolitos, uno por cada bebé que no pudo ver la luz del sol, sentir tus brazos fuertes cargándolo .

La tercera es la vencida o ese decía pero tenía miedo y no ayudaba la visita de mi padre a nuestro humilde hogar como lo menciono con desdén, como si fuera un pecado el lugar que era nuestro hogar,  pero con la frente en alto lo saque de nuestro hogar, un hogar en donde he sido amado, en donde todos estos años he vivido mil recuerdos llenos amor a tu lado, en donde me amaste como si fuera cristal, me dedicaste a curar cualquier herida que me dejo el desprecio de mi padre, en donde tú fuiste mi todo como yo lo fui para ti, no me arrepiento de nada mi amor .

Te observó en esa cama, tu cuerpo agotado y la bendita máquina conectado a tu cuerpo, y yo a tu lado aferrada a tu mano, temiendo perderte.

Atsushi  ¿Porque el amor es tan duro?

¿No me dejes?

¡¿Atsushi  NO ME DEJES, NO TÚ, NO ME DEJES AMOR?

¿Cuándo se puede olvidar al amor de tu vida?


//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

 

A la edad de 14 años te conocí y supe que existía el amor a primera vista. Un año después fui rechazado por mi familia, pero tú te hiciste mi hogar, mi familia, mi Todo.

Fue duro, pero juntos trabajamos para tener nuestras cosas y luego cuando éramos tan felices te diagnosticaron cáncer y todo cambio para nosotros, pero juntos hasta el final, estoy rodeado de nuestros amigos, Kise, Aomine, Midorima, Takao, entre otros que fueron testigos de nuestro amor, de nuestras luchas de nuestros miedos, solo puedo evitar desmoronarme, y siento que la vida fue injusta con nosotros .

Ahora a mis 29 años, te dejo un ramo de rosas rojas a tu tumba al lado de esos arbolitos que están rodeándote  y todo se desmorona a mi alrededor. Atsushi, juro que quiero tirarme en el primer puente que encontrara para acabar con mi miseria, para estar a tu lado, para amarte, porque nuestro amor es tan grande que mi alma tu buscaría sin importar el tiempo que le llevara para estar a tu lado.

Pero no puedo, no en este momento y no porque me falte valor, porque soy capaz de hacerlo,  pero hay un pequeño que me necesita. Murasakibara  la tercera es la vencida ¿verdad? Y al parecer la tercera fue la vencida para nosotros amor, en mi vientre un pequeño fruto de nuestro amor esta creciendo saludable, Midorima se está encargando de cuidar que nuestro hijo pueda cumplir con todos los meses de gestación.

Murasakibara Atsushi… Eres y serás siempre mi amor y nunca podre amar a nadie como lo he hecho contigo amor…

 

Vamos bebé es hora de ir a casa...

 

Los amigos de la pareja observaban al pelirrojo dejar las rosas para caminar para entrar a su hogar, Aomine apretó la mano de su esposo que había hecho lo posible para que en el patio de la casa de Seijuro se pudiera enterrar a su gigante amigo, todos sabían que no podrían estar separados, y Atsushi merecía estar al lado de sus otros hijos que no pudieron nacer, ahora solo les quedaba cuidar al pelirrojo y al bebé que vendría en camino.

 


 

—Murasakibara, nuestro pequeño bebé  está creciendo y sabe que tuvo al mejor padre —Susurra Seijuro viendo desde la ventana los arboles que estaban creciendo cada año y en medio de ellos la tumba de su esposo, y a veces solo cerraba los ojos para abrirlos y juraba que a veces miraba a su esposo al lado de dos pequeños niños que lo saludaban de lejos.

 

Fin

 

Notas finales:

Espero sus comentarios, tomatazos, amenazas de muerte


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).