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Sugar Daddy por Sady

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Notas del fanfic:

Naruto: pertenece a Masashi K.

Espero les guste; mientras trato de buscar más inpiración para el fic que tengo incompleto y para los que llevo escritos en Word con apenas su inicio. Ugh.

Advertencias: Incesto y Relación adulto-menor (en pasado, mención leve).

 

Editado: 4 de octubre de 2023.

 

En términos estrictos no podía considerar a Minato como su Sugar Daddy, porque en términos económicos él era tan rico como lo era el rubio mayor. Es más, en términos con una mayor complejidad era redundante referirse a Minato con un alias como ese; éste era, al fin y al cabo, su propio padre.

Eso no importaba para Naruto justo ahora, ahí arrodillado en la suave alfombra y frente a las piernas del hombre sentado que se permitía darle el suficiente espacio para que la sonrosada cabeza de Naruto llegara a él, para que pegara su tierna boca sobre el hinchado miembro, preso aún en costosa tela propia de un hombre acostumbrado a manejar largas horas de trabajo y un sinnúmero de reuniones. Minato soltó un impaciente gruñido y Naruto decidió por deshacerse del fino pantalón cuando el mayor levantó ligeramente el trasero, ayudándole a bajarlo por las piernas y dejándolo justo sobre los pies calzados en fino cuero. Naruto sonrío al recordar que el día anterior Minato le había traído de regalo unas carísimas zapatillas deportivas: puede que Minato respondiera tarde a sus mensajes de texto, sin embargo papá, sin duda alguna, trabajaba fuertemente para mantener el flujo de caja a favor de su Sugar Baby.

Ante tal pensamiento Naruto no pudo más y soltó una carcajada, ¿podía referirse así mismo con ese término? Ciertamente tenía una vida de lujos y su padre era el directamente responsable de ello... Ahora bien, ¿seguía siendo así por derecho propio o por lo que le hacía a su padre?

Mmm, probablemente debía considerar eso como terreno nebuloso, ¿cierto? Naruto había ido creciendo con la idea de darle placer al mayor al punto de permitirse enamorarse de ello, y su padre… bueno, su padre era un hombre maduro, económicamente estable y con un buen físico que se follaba a su propio hijo. Definitivamente había un interés de por medio en ellos.

Naruto —dijo el mayor en una voz gutural e impaciente, el frío de la noche filtrándose un poco y la luna alta y brillante en el cielo como la única testigo del acto. Minato entonces llevó una mano a acariciar la suave piel bronceada de la mejilla de su sonriente hijo y luego la deslizó hasta echar para atrás un poco de los mechones de cabello que había caído hacia adelante. Un acto necio, a la mañana siguiente Naruto despertaría con su corta melena de oro hecho un desastre; sin embargo, de esa forma, Minato había logrado retener nuevamente la dispersa atención del rubio menor.

Claro, estaba a punto de chuparsela, ¿eh?

—Perdona —dijo Naruto y volvió a acercar su boca por sobre el glande del mayor.

Sabía que para su padre verlo de rodillas lo excitaba. Tenerlo ahí, con su concentración al máximo en él mientras sacaba su suave, caliente y húmeda lengua valía todos los regalos que podría traerle. Así que Naruto deslizó su experimentado músculo alrededor del glande, primero de forma lenta y perezosa, logrando una corriente de placer recorrer el cuerpo del otro.

Joder, pensó Minato. A cada segundo aquellos labios se humedecían más y pronto observó ser rodeado por toda la punta dentro de la boca de su preciado hijo, ejerciendo algo de presión y succión.

—Cométela, Naru —ordenó entonces Minato mientras pasaba dedos por el rubio cabello, acariciando hasta llegar a la nuca del menor.

Naruto así lo hizo y varios minutos después de abusar de la garganta de su hijo Minato detuvo todo movimiento.

 

**

 

¡Dios! —blasfemó Naruto cuando Minato entró en él sin avisar. Estaba sobre sus manos y rodillas siendo tomado de tan abrupta manera por parte del mayor, y sí, era la tercera vez que se la metía esa noche. Definitivamente su padre y él eran insaciables. Naruto estaba más que seguro que esa era una de las razones del porqué no le interesaba chupársela a nadie más ni hacer cabalgar sobre él a una linda chica. 

Sus oídos por un momento parecieron dejar de funcionar y apenas pudo registrar un bajo jadeo del otro dejándole saber lo apretado que se sentía. Lo que sí sintió por completo fue a su padre retrocediendo y registrar la siguiente estocada, la misma que creó un eco de piel chocando y que llevaría a su padre a la ruina si alguien más era testigo de ello.

Sin embargo allí estaban y por ahora no iban a detenerse. Minato comenzó a entrar y salir de Naruto con presteza y exquisito control, y Naruto casi chilló ante una particular estocada que golpeó su próstata. Hubo otra y luego en la siguiente sus brazos cedieron y su cuerpo colapsó sobre las sábanas.

El movimiento no fue problema para su padre quien lo sostenía de los sobresalientes y trabajados musculos de sus caderas sin dejar de perder el ritmo, viendo a Naruto ladear su cabeza con el fin de no morir ahogado contra la almohada bajo él. Entonces observándole con una sonrisa en sus labios Minato tuvo el imperioso deseo de besarlo, y deteniéndose sólo por un momento llevó un firme brazo alrededor del bronceado pecho y ejerció fuerza hasta que tanto él como Naruto quedaron casi sentados sobre sus talones, rodillas dobladas y su musculoso pecho sosteniendo la sudorosa espalda del rubio menor. Todavía su miembro estaba dentro y no perdió tiempo en volver a joder a su hijo mientras con una mano obligaba a la cabeza del otro a girar en búsqueda de un beso, uno largo y sin orden ante las innumerables penetraciones de Minato.

Naruto fue el primero en apartar sus labios cuando tuvo que arquear su espalda y confirmar que no estaba lejos de su orgasmo. El mayor a pesar de eso no disminuyó su ritmo y aflojando la mano que aún sostenía la cabeza rubia la bajó con lentitud hasta ubicarla alrededor del cuello del menor.

Naruto regresó entonces a apoyarse sobre el pecho de su padre y sintiendo la otra mano de su padre deslizándose también para ubicarse a la altura de su abdomen, se concentró en lo que sabía iba a suceder, y bajó su mano dominante para agarrar casi que superficialmente la de su padre. Deliciosa anticipación hizo que apretara más su interior y aunque el otro se detuvo, una pulsación en su miembro le aseguró que el mayor también estaba cerca.

—Lo haré ahora —murmuró entonces Minato con seriedad y Naruto audiblemente respondió que estaba listo. El mayor, sacudiendo un poco su mano agarrada con la de su hijo y ubicándolas con más fimeza sobre el plano abdomen del menor, dio más énfasis a sus siguientes palabras—: Estruja mis dedos si no puedes soportarlo.

Y con ello empezó a volver a entrar y salir casi que con violencia, sintiendo como su erecta polla arremetía el caliente y apretado interior de su hijo hasta lo más profundo, sólo retrocediendo para volver a penetrarlo.

Besando el hombro del menor acarició su pulgar por sobre la piel del cuello expuesta de Naruto hasta que dicha caricia se convirtió, casi que con dolorosa lentitud, en un apretón más firme con sus otros dedos encerrándose también sobre aquella piel.

Las primeras veces Naruto se había tensionado tanto que debían parar para que el menor tomara nuevo aire, ahora sin embargo lograba un estado en que sus sentidos se incrementaban a medida que Minato lo semiestrangulaba, disminuyendo su respiración consensuadamente. Sentía su carne abrirse para Minato, al aire dejando sus pulmones, al sonido de advertencia de su cuerpo como un infinito silbido en su mente, a los latidos en las venas de su cuello que subían a sus oídos, al sudor de su padre mezclándose con el de él.

—Lo estás haciendo muy bien —murmuró Minato a su oído y entonces aflojó lentamente su agarre ante el primer minuto logrado de asfixia.

Naruto jadeó varias veces con fuerza y con su mano hasta ahora libre frotó de arriba a abajo su propia erección. La cabeza hinchada amenazaba con venirse en cualquier momento.

—Otra vez —rogó a su padre y Minato volvió a apretar alrededor de su cuello inicialmente suavemente, cerrando sus dedos luego con mayor decisión y comprimiendo la arteria carótida que se quejó del trato a la que era sometida.

Naruto sintió así el exacto momento en que su padre cambiaba de velocidad y casi que de ángulo, penetrándolo con rápidos y cortos movimientos directos a un punto exquisito de su interior. La asfixia en su garganta se detuvo pero sólo por un momento, y con unas últimas caricias a su miembro y una tercera y última presión en su cuello, Naruto no pudo más y se vino manchando su pecho, el chorro casi que llegando a la mano que comprimía sus arterias, y siguió convulsionando más a lo largo de su prolongado orgasmo.

Ahora sin riesgo y quedando sin fuerzas el cada vez más relajado cuerpo de Naruto, Minato con la mayor delicadeza que pudo lo dejó caer sobre las sábanas procurando que en la nueva posición la cabeza de su hijo pudiera retomar aire sin obstáculos, y con unos últimos vaivenes de cadera buscó su propia liberación, enfundando su polla en lo más profundo del otro hasta vaciarse allí.

Pronunciando el nombre de su hijo y procurando no colapsar encima de él, retuvo en su memoria el satisfecho rostro de Naruto devolviéndole la mirada, asegurándole que se encontraba bien, nada más muy cansado. Sí, tres veces había descargado su semen en el interior de Naruto y al menos por esa noche ya era suficiente.

 

**

 

Naruto despertó con el aroma del desayuno que la empleada encargada del apartamento en donde estaban debía estar preparándoles. Minato por su parte seguía durmiendo mientras mantenía a su hijo en un relajado abrazo.

Naruto suspiró quedándose aún con él y acariciando suavemente la mejilla de su padre.

Había sido por aquella mujer que había estado pensando en el curioso término, en Sugar Daddy. La razón, simple: cuando bajaban a la mesa ante el llamado de ella siguiendo el cronograma que el mismo Minato le había ordenado que cumpliera, era obvio para la mujer que habían mantenido relaciones sexuales antes de dormir o justo después de despertarse. A ella sin embargo le era pagada la cantidad de dinero suficiente como para no inmiscuirse en asunto ajenos.

Aún así Naruto a veces se imaginaba diciéndole cosas como “este reloj me lo regaló por mamarle la polla” o “lo hicimos una vez en la oficina de él porque fui a pedirle dinero” y así despejarle dudas de si él era realmente un familiar o sólo un descarado chico...

Bueno… hacer eso sería bastante fútil ¿no era cierto?

La mujer, le había asegurado Minato, bajo un estricto contrato de confidencialidad no representaba peligro alguno. Años anteriores había sido más fácil de ocultar lo que pasaba entre ellos, con Naruto aprendiendo a lamer, a recibir caricias en su joven miembro, a acostumbrarse a dedos en su interior, a besar mientras insertaba el miembro de su padre en él. Pero luego ya no había sido sólo abrirse de pierna sino intentar sexo no convencional y de admitir que era tedioso regular sus horarios como si de dos amantes ocultándose de una esposa celosa se tratara.

Además Naruto, ciertamente, había cumplido la mayoría de edad. Nadie estaba obligando al otro a hacer cosas no deseadas y su relación había sido hablada y acordada luego de sincerar la innegable atracción entre ambos.

Si bien Minato obviamente le doblaba la edad, y si bien se trataba de sexo entre un joven y un maduro hombre de buena posición social, ambos eran más que amantes o compañeros esporádicos. Él y Minato vivían juntos.

La criada entonces los llamó, y Naruto ahora libre del agarre del otro se dirigió al baño del primer piso encontrándose con la violeta evidencia de un hematoma que no recordaba haber recibido la noche anterior por parte de su padre. Naruto en un impulso tomó su costoso celular —cortesía de Minato— y tomándole una foto a la piel entre la curva de su cuello y hombro la subió a su perfil… Escribió “Noche salvaje” y en un impulso todavía mayor agregó como hashtag “sugardaddy”. Veinte minutos después ya tenía mil likes y en quince más el teléfono de su padre alertó de un mensaje.

Naruto había alcanzado a ver que era de su entrometido padrino.

—¿Qué es un Sugar Daddy? —preguntó entonces el rubio mayor luego de leído el mensaje y ante el colorido sonrojo de la criada.

Naruto sonrió. Le explicaría con todo detalle a su padre qué significaba el término.

Si tenía suerte esa noche sería castigado.

 

.

 

Notas finales:

Sean buenos y coman vegetales :3

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