Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Persecutie [MenChara ] por Ckonny Nickole

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! Ha pasado tiempo, espero que estén bien. Yo de verdad que quería volver con un fanfic o algo pronto, pero no encontraba la oportunidad.
Decidí volver con un MenChara porque la verdad me encanta esta pareja y me sirve para practicar nuevamente como escribir (ya que después de tanto tiempo uno se le olvida un poco) ¡Espero que sea de su agrado y le den mucho cariño a esta pareja que tiene siempre un gran potencial que dar!

Aclaro desde ya que como todos mis fics, será de pocos capítulos, ¿Qué tan pocos? No lo sé aún.

01.

“— ¿Seduces a todo el mundo?

—A las chicas principalmente, pero podría hacer una excepción si es lo que quieres”

 ....

Si tuviese que describirse así mismo diría que es una persona inteligente, pero no lo suficiente.

—Es un completo hijo de puta —Masculló en medio de su camino por el callejón oscuro que lo conduciría hacia su destino. Su mano acariciaba el arma que escondía en los bolsillos de su chaqueta mientras intentaba pasar desapercibido.

El callejón parecía cerrarse cada vez más a cada paso que daba. Escuchó el ruido de una rata mordiendo una bolsa negra de tamaño considerable sin inmutarse y se detuvo en lo que parecía ser el final de su camino, pero Menma sabía que toda esa basura acumulada era precisamente para esconder lo que yacía detrás. 

Buscó unos segundos el lugar indicado, precisamente entre la bolsa más grande y lo que parecía ser una lavadora en mal estado, movió esta última y sonrió al encontrar la entrada que tanto buscaba que no era más que un simple agujero en el concreto.

El aire frio golpeaba su rostro, pero por alguna extraña razón él sentía el cuerpo ardiendo por estar en territorio enemigo rodeada de gente igual de mierda que él.

— ¿Quieres entrar, guapo? —Preguntó una prostituta afuera de una de las muchas puertas que tenía ese callejón. A lo lejos Menma pudo apreciar como un tipo se tiraba a otra prostituta tan campante como si no estuviera en plena vía pública.

Sin duda, era el sitio al que pertenecía.

El tiempo que se quedó viéndola escena pareció hacerle entender a la chica de aspecto demacrado que él estaba buscando coger de igual manera por lo que se acercó tocándole la entrepierna con descaro. Menma de nuevo ni se inmutó por ello.

—Vaya, no se siente uno de estos todos los días —Dijo ella sonriéndole. Sus manos peligrosamente estaban dirigiéndose hacia su cremallera— ¿Cuánto traes, guapo? Te haré un descuento.

La voz animada y cargada de una falsa coquetería de la chica se apagó al momento en que apreció la pesada mirada puesta en ella. Inmediatamente se hizo hacia atrás reconociendo el peligro.

Menma ni siquiera se molestó en darle una advertencia porque sabía que esa gente podía reconocerla sin palabras, por lo que en medio de un grito de reclamo bastante cobarde por parte de la mujer que se escondió ni bien soltó un “¡Tú te lo pierdes, marica!” siguió su camino haciendo oídos sordos a todo lo que ese lugar tenia para ofrecerle, desde sexo a drogas ilegales y órganos de todo tipo. Un lugar completamente enfermo que ninguna fantasía virtual podía superar.

—Así que, estas aquí —Dijo la voz de la persona que buscaba cuando pateó la puerta correcta haciendo que las personas que acompañaban a Sai, todas mujeres, salieran huyendo despavoridas sin importarles su desnudes.

—Tapate los huevos a menos que te reviente la puta cabeza antes de lo que tenía planeado —Gruñó en respuesta apuntándole con el arma a lo que Sai alzó ambas manos apelando a la paz.

— ¡Hey! —Gritó el moreno, al parecer no se esperaba esa clase de amenaza de su parte. Después de todo, no era la primera vez que recibía una visita de Menma— No hay por qué ser tan violento, amigo.

—No soy tu jodido amigo —De una patada movió la mesa que se interponía entre ambos y completamente encolerizado afirmó la punta del arma en la frente del otro— Estoy harto de tus mierdas, solo tenías un trabajo y lo arruinaste.

— ¡Sólo dame más tiempo! ¡Lo conseguiré, no seas extremista! Menma…

Antes de que Sai pudiese articular otra palabra presa del miedo que le recorría por su cuerpo desnudo el sonido del arma lo acalló eternamente.

— ¿Tiempo? Ya es tarde, bastardo bueno para nada —Escupió sobre el cadáver del tipo tirándole el arma encima como si la sangre que caía a montones desde la cabeza de Sai ensuciando la piel blanca aun tibia no fuera suficiente— Tsk.

Se mordió los labios sintiéndose insatisfecho y de no ser por las voces que interrumpieron el perfecto silencio que había creado no se había apresurado a retirarse del lugar empujando a toda persona que se le cruzara buscando detenerlo.

Era inteligente, sabía que meterse en un lugar como ese y asesinar a uno de sus inquilinos le traería problemas, unos terribles que ni siquiera podía imaginar, pero como ya había dicho, no era lo suficientemente inteligente como para haber planeado como librarse de estos por lo que de pronto se volvió parte de una cacería en el que él era la presa seguido de un montón de cazadores completamente armados y dispuestos a vengarse en nombre de su barrio.

.

.

.

 Si tuviese que describirse así mismo diría que es una persona perfecta, sin error alguno.

—Hey, ¿Seguro que no eres famoso?

—Es difícil de creer, pero es verdad, no lo soy —Respondió a la chica que se mantenía aferrada a su brazo. El sonrojo producido por el alcohol en las mejillas de esta le causaban más regocijo que el cumplido que le habían dado.

—Eres gracioso —Dijo otra chica justo a su lado mientras las demás reían sin dejar de beber.

— ¿Tú crees? —Cuestionó entonces, guiñándoles un ojo haciéndolas chillar emocionadas— Pero, no estoy mintiendo. Sin embargo, creo que tú lo haces —Le dijo coquetamente a la misma chica que se negaba a soltarlo jugando con su cabello lacio provocando risas nerviosas en ella.

—Mh, ¿Por qué? —Preguntó ella dejándose tocar, sin importarle que un completo desconocido que acababa de conocer la acariciara. Es más, lo deseaba. Un chico tan atractivo como él no se veía todos los días.

Sasuke sonrió atreviéndose a tocar sus pechos sobre la ropa comprobando lo que había intuido — ¿Por qué no me dejas ver lo que escondes en tu sostén? Se siente incómodo —Sugirió seductoramente sintiendo como a su otro lado las demás chicas celosas buscaban llamar su atención.

— ¡Yo guardo mi dinero! —Dijo una enseñándolo para luego lanzarlo sin cuidado sobre la mesa llena de botellas vacías de alcohol. Sasuke solo soltó una exclamación de sorpresa fingida que sabía que no notarían por lo borrachas que estaban.

Ellas estaban bien, pero él ya había decidido cuál sería su presa. Los aretes de diamantes, el colar de oro y la ropa de diseñador de la chica a la que no dejaba de tocar por sobre la ropa le dejaba en claro que había elegido bien. La mencionada al sentir que sus amigas buscaban robarle la atención del atractivo moreno sacó una pequeña billetera, lo suficientemente grande para guardar tarjetas de crédito y esconderlo entre sus pechos para entregársela inocentemente.

—Es esto, ¿Te gusta?

—Me fascina —Respondió abrazándola para repartir besos en su cuello mientras con una mano hurgaba en la cartera olvidada de ella encontrando unas llaves que escondió en su puño cerrado. Los gemidos de ella le satisficieron— Si fueras a una habitación privada —Empezó a decir, haciéndose el interesante sabiendo que su apariencia de lujo le ayudarían a sonar más creíble— ¿Qué clave le pondrías a la puerta?

La chica chilló emocionada al sentir la mano de aquel hombre acariciando su muslo peligrosamente cerca de su parte íntima, imaginando que la llevarían a un hotel costoso a pasar la noche así que sin pensársela respondió— noventa, noventa y cinco.

—Mh, lindos números ¿Puedo saber porque esos?

—Ah~ Son mis preferidos. 

Su sonrisa amplia demostró lo satisfecho que estaba de escuchar aquello así que lentamente se levantó intentando no parecer sospechoso— Espérenme unos momentos, gatitas, ya vengo —Se disculpó caminando en dirección al baño que convenientemente estaba cerca de la puerta trasera.

Echando un último vistazo salió revisando la billetera de la chica.

—Nada mal. Hija de un diplomático —Silbó encantado viendo un par de fotos que esta guardaba y lanzó el accesorio quedándose con las tarjetas importantes.

Bajó lentamente los escalones mientras jugaba con las llaves del auto que se había robado felizmente.

Ah, otra noche perfecta igual que él.

O eso pensó hasta que escuchó unos pasos apresurados detrás de él y antes de que pudiese darse cuenta estaba siendo acorralado a un lado de la escalera del bar con una mano apretando tan fuerte su boca que le hizo fruncir el ceño. Pestañeó confundido e iba responder violentamente a ello pero la forma en que aquel sujeto desconocido, de apariencia tosca pero no menos atractiva, se le acercó para susurrarle un claro y peligroso “Shh” lo tomó completamente desprevenido.

 No entendió qué estaba pasando hasta que escuchó la bocina de la patrulla policial junto a un montón de insultos de lo que parecía ser un gran número de sujetos corriendo a lo lejos. Fue en ese momento que notó el corte doloroso en uno de los brazos de aquel tipo que parecía haber sido hecho con un sable o algo muy yakuza a su parecer. No fue hasta que en el lugar solo se pudo escuchar la música proveniente detrás de la puerta del bar que lo soltó.

Entonces sus miradas se encontraron por fin. Menma alzó una ceja al ver al otro y Sasuke no fue indiferente de la inspección que hacia este de su cuerpo por lo que hizo lo mismo para no sentirse el único intimidado.

Pero intimidación era lejos lo que sentía el uno del otro en ese momento.

— ¡LE DIGO QUE ME ROBARON! ¡EL CHICO QUE ESTABA CONMIGO! ¡¿DÓNDE ESTÁ?!

El nuevo bullicio interrumpió el ambiente entre ambos, la voz ebria e histérica de la chica hacía eco en todo ese callejón vacío y oscuro.

Menma alzó una ceja intrigado volteándose al moreno al escucharlo reír divertido notando que este comenzaba a jugar con unas llaves que parecían ser de un auto.

—Un placer, pero parece que yo igual estoy en una persecución  —Dijo entonces Sasuke despidiéndose antes de comenzar a correr lejos de ahí en dirección al edificio de estacionamientos a un lado del bar.

Menma se le quedó viendo hasta que desapareció de su vista.

—Tsk, con una mierda —Alegó Menma apretándose el brazo que comenzaba a tiritarle por la pérdida de sangre y el dolor. Tenía que conseguir atención de inmediato y ya estaba comenzando a caminar cuando a sus oídos llega el sonido de la patrulla policial nuevamente — Puto Sai —Maldijo creyendo que el motivo de su mala suerte era culpa del difunto.

No ocurriéndosele otra cosa corrió en la misma dirección que el sujeto de antes encontrándolo en el tercer piso silbando como si nada mientras parecía buscar algo. Frunció el ceño e inevitablemente se preguntó quién diablos sería aquel sujeto de apariencia lujosa y costumbres cuestionables.

Se detuvo a unos cuantos metros de él cuando el moreno pareció notar que lo seguían — Hey, volviste, ¿Quieres volver a arrinconarme en lo oscuro? —Lo molestó con gracia.

Menma soltó una maldición por lo bajo— Podría matarte en este instante, bastardo.

— ¿Herido y a punto de sufrir una hemorragia? —Cuestionó fijándose en su herida— No lo creo —Le mostró la lengua al mismo tiempo que le guiñaba un ojo antes de ponerse a tararear una canción poco conocida inclinándose de vez en cuando como si buscara algo debajo de los autos que estaban allí.

Menma lo siguió de cerca sintiendo una extraña fascinación hacia aquel sujeto. Sasuke por su parte, al sentirse observado por aquel desconocido no podía evitar sonreír de gusto, porque a él siempre le gustaba llamar la atención de las personas a su alrededor.u

— ¡Bingo! —Exclamó de pronto al escuchar el ruido característico de un auto al desbloquear el seguro con el control de las llaves. Silbó admirando el deportivo que había conseguido— Hermoso.

— ¿Acabas de robar esto? —Preguntó intrigado Menma al notar que claramente no era de ese sujeto por el asombro que demostraban esos oscuros ojos al subirse.

Sasuke cruzó ambos brazos sobre el volante y recargó una mejilla en estos observándolo con fascinación— ¿Tú qué crees? ¿Hice un buen trabajo? —Preguntó.

—Tsk.

Sin querer Menma se sintió algo intimidado por la mirada insistente del otro, no porque le tuviese miedo, sino porque creía notar cierto deseo por parte del otro. O quizás solo estaba imaginando cosas por culpa del dolor.

Sasuke encendió el auto y cerró la puerta del piloto, pero no se echó a andar como Menma creyó que haría y en su lugar dijo, con esa coquetería que parecía ser característica de él — ¿Quieres que te lleve a algún lado, chico peligroso?

Para cualquiera aquello sonaría como una invitación cualquiera, pero dado a su situación, la sintió peligrosa y al mismo tiempo irremediablemente fascinante.

 —Ten en cuenta que en cualquier momento podría dejar tu culo abandonado en cualquier lugar —Advirtió maldiciendo su herida que le impedía andar por su cuenta.

Le sorprendió que ese sujeto lejos de asustarse solo soltara una risita adorable como si aquella advertencia se la esperara— Muero por ver como lo haces —Le retó.

Y fue suficiente como para que Menma se atreviera a subirse. Sasuke estiró una mano hacia la guantera revisándola soltando una carcajada al encontrar una tanga.

—Vaya chica —Se rió el moreno recordando a la tipa ebria a la que le había robado y le ofreció la prenda a su nuevo acompañante en broma— Ten, para que te limpies.

—Chúpame la polla

Sasuke se la pensó mientras se seguía riendo divertido.

Esto iba a ser sin dudas interesante, para ambos.

 

 

 

Notas finales:


¡Nuevamente muchas gracias por leer! Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).