Su respiración por segundos se desvaneció, sus pulmones parecieron olvidar lo que era respirar a causa del profundo dolor que recorría su caja torácica. Jaebum tuvo el instinto de elevar sus puños hacia quien se había atrevido a atacarlo, pero su cabeza aun giraba ligeramente aturdida.
—Usted necesita detenerse de una maldita vez, Jaebum Hyung. —La voz era gélida le indicaba lo fastidiado que estaba Jackson Wang con él. No era la primera vez que habían discutido, siempre eran estupideces que ambos preferían ignorar. Pero Jaebum dudaba que esta fuera la ocasión.
—¿Qué mierda pasa contigo, Jackson? —gruño intentando quitarse al chico más bajo, sin resultado, su cabeza aún sentía el golpe que había recibido contra la muralla.
Jaebum enfoco correctamente esta vez su vista a su atacante, sus ojos se abrieron con sorpresa, el rostro de Jackson estaba tan cerca que pudo sentir su respiración golpeando su cuello, su mirada cortante como cuchillas, pero pudo notar lo que escondían. Dolor, decepción, suplica, todas esas emociones que estaba causando la persona que más admiraba. Jackson había acorralado su cuerpo contra aquel muro, haciendo presión para evitar ser empujado. Sus cuerpos se tocaban tanto que su propia piel se estaba consumiendo por el calor que irradiaban ambos.
—¿Qué mierda pasa conmigo? Hyung ¿Estás bromeando? —Jackson rugió exasperado ¿Dónde había quedado el niño que siempre soportaba todo? Las uñas se clavaban en la piel de Jaebum haciéndole gemir suavemente por el picor—. Usted cree que puede simplemente estar siendo un idiota conmigo, y luego... sólo fingir que no está pasando nada ¡No me jodas, Jaebum! —esta vez, el honorifico se perdió en la memoria del chino—. Estoy tan cansado de que actúes siempre como un imbécil conmigo... Usted sólo puede irse a la mierda.
—He estado actuando normal con usted, ahora, puede quitarse de encima... Realmente odio tener a las personas tan cerca de mí —Rápidamente fue cortado por un pequeño empujón hacia atrás, pero no fue soltado.
—¿Le molesta tener gente cerca, hyung o sólo le molesta que este muy cerca de usted? —Jaebum había escuchado a Jackson enojado consigo mismo, pero en las palabras que el niño dejaba salir ahora, había cinismo. Lo estaba acusando, pues sabía que estaba mintiendo.
Mirada impaciente, ansiosa por obtener una respuesta. Jaebum sabía la razón por la que su compañero estaba tan fastidiado con él, porque estaba siendo acorralado por respuestas tan abruptamente, porque estaba siendo tratado sin respecto por su dongsaeng, pero no quería que sus sentimientos fueran expuestos hacia nadie, mucho menos al castaño frente a él. Quería irse a la tumba con sus razones si fuera posible. No le importaba ser sometido por la mirada desaprobatoria de Jinyoung, o las preguntas de confusión de los maknaes que temían que Got7 pudiera disolverse, no le importaba el enfado de Mark o como Youngjae intentaba buscar explicaciones a su comportamiento con Jackson. Nada de eso era lo suficientemente fuerte como para que él dijera nada, mucho menos, que la misma persona que lo había estado frustrado por meses estuviera exigiendo una explicación por actuar con un idiota.
Un mes y medio habían pasado desde que el Tour había terminado, y Jaebum no había hecho más que evitar a Jackson como una peste. Y las pocas interacciones que habían tenido, lo había tratado como un mueble o lo había insultado en más de una ocasión por su poca concentración. Se maldijo en muchas ocasiones por su actuar; mas no podía detenerse. Necesitaba alejarse, necesitaba distanciarse tanto como fuera posible de su compañero y el deseo de sus propios pensamientos nublándole el juicio.
—Jaebum-hyung ¿Qué fue lo que hice mal? —Aquella voz lo hizo sentirse el más despreciable de todos, sintió como el cuerpo de Jackson ya no oprimía con fuerza—. Después de volver de Chile... Es por lo que sucedió, ¿no? ¿Es por eso que me ha tratado como si fuera una mosca en su camino? Porque ya me disculpé con usted...
—Jackson...
—Maldición... esto es tan frustrante. —gruño.
—Jackson...
—No hyung, ya no tiene que decir nada. —Suspiró con una mueca, aún se acentuaba la sensación de que Jaebum lo había estado traicionando—. Dejaré de meterme en tu camino Im Jaebum, no tiene porque gastar su tiempo conmigo... —gruño resentido antes de soltarlo completamente de modo que Jaebum supo que podría alejarse, ignorar todo ese suceso y seguir fingiendo que nada importaba. Su papel de líder no necesariamente distaba que debía estar cerca de todos los miembros, pero su propia conciencia le estaba matando tan pronto como la espalda caída se estaba alejando dispuesto a irse con ideas erróneas y hombros caídos.
—¿Por qué tiene que pasarme esto a mí? —masculló casi tan bajo como si sólo hubiera pensado en esas palabras. Su cuerpo se movió con rapidez tomando la muñeca del niño más joven, no tuvo la intención de usar la fuerza, pero, a pesar de sus intenciones, Jackson había gemido cuando esta vez su espalda había chocado contra la puerta que nunca alcanzó a abrir. La respiración de Jaebum se agito ¿Qué tenía que decir? Las voces que canturreaban que estaba cometiendo un error seguían sin callarse. Sus manos apretaron con fuerza los hombros de Jackson incluso si el chico simplemente lo miró con confusión sin resistirse.
—Jackson... Yo...
—Hyung... Estoy cansado de escuchar mi maldito nombre. Puede simplemente olvidar todo esto, no necesita explicar que me odia y no quiere mi maldito trasero molestándolo... —La nariz del chino se arrugo ligeramente, pero sus palabras eran puro pesar.
—No es como si yo quisiera tenerte aquí, maldita sea...
—¡Ya lo sé! ¿Quiere seguir lastimándome, hyung? —grito esta vez, los ojos repentinamente se humedecieron, pero la ira volvía a crecer en Jackson—. ¡Puede dejar de joderme con sus malditos intentos de hacerme notar que no soy suficiente!
—¡Lo estoy intentando, Joder! ¡Estoy intentando decirte la mierda que me pasa desde que me besaste! ¡Crees que es fácil para mí asumir que el maldito chico que pensé por años que era mi compañero, un hermano, repentinamente me ataca con un beso, y luego simplemente va a joder con otras personas! —grito con furia
Jackson lo observo con los ojos abiertos, pareció sorprenderse por la acusación.
—¿De qué está hablando? Yo no he jodido con nadie más...
—Lo haces, siempre estás siendo tan provocador... siempre siendo tan amable, brillante, un maldito sol que se regodea por avergonzar a las personas... Jackson no puedes simplemente ir besando a la gente por tus malditos juegos, eso no es... —Sus palabras fueron totalmente apagadas. Sus labios fueron tomados una vez más, con ferocidad, con necesidad, Jaebum se sentía embriagado por esos labios que había deseado por semanas probar una vez más. Era como haber encontrado el elixir de la vida, el sabor de Jackson era delirante, y Jaebum podría caer tan rápido por esa suavidad. Al igual que la primera vez... Sus pensamientos lo llevaron a ese día en que comenzó a escapar de Jackson. El día después del regreso a corea.
—Hyung ¿Puedo pasar? —Jackson parecía nervioso, pero su sonrisa brillaba para Jaebum. Siempre había gustado de aquella sonrisa, pese a su cansado cuerpo le devolvió la sonrisa. Habían estado compartiendo bastante desde que el tour había iniciado, tres semanas en que pudo aprovechar la compañía del chino sin que su agenda estropeara nada.
—¿Desde cuando pides permiso, Jackson? —preguntó con una ceja enarcada hacia el chico.
—Eso duele hyung, realmente esta hiriendo mi corazón. Siempre pido permiso. —se quejó dramáticamente mientras su mano se posaba en el pecho para mostrar su falsa actuación—. Además... usted merece todo mi respecto. —bromeo.
—Dilo cuando aprendas a decir hyung sin necesidad de pedirme algo.
—Jaebummie esta siendo tan rudo. —Volvió a decir antes de mirarlo con picardía, Jaebum solo se encogió de hombros—. Sé que usted disfruta que lo desafíe
—No me llames así, Jackson
—Pero es lindo, es mucho más bonito que Hyung. Todos lo llaman así... —esta vez un lindo puchero se estiro hacia él, Jackson comenzó a acercarse para sentarse en la cama de Jaebum. Su maleta estaba por ser terminada.
—¿Quieres ser especial para mí?
—Ah, sabe que sí Jaebum hyung... Puppy Wang siempre quiere ser especial para su líder. —Instó coquetamente.
—Tendrías que ser bastante lindo para eso
—¿Qué? ¿No soy lindo? —Jugueteó fingiendo ofensa una vez más
Jaebum se rió ante la ofensa del chico, su mano se poso en el cabello castaño revolviéndolo con cariño.
—Sabe que para mí es lo suficientemente guapo, Jackson. Ahora deje terminar mi maleta... mañana tengo un bus que tomar para ir a casa.
—¡Es por eso que vine! Necesito... necesito aprovechar mi día con usted.
El ceño del coreano se frunció ligeramente, sabía que Jackson pronto partiría a China junto a su familia. No era la primera vez que ambos o en general, Got7 se distanciaba por las vacaciones, pero aquel día sintió un sentimiento diferente. Jackson lo miraba nervioso, como si hubiera algo que deseaba decir, pero la reacción de Jaebum le preocupara.
—¿Quiere pasar conmigo el último día en corea? ¿Sabe que Mark podría ponerse celoso? —se atrevió a molestarlo.
—Eso no importa, Mark está ocupado además... ha dicho que saldría con Jinyoungie.
—¿Entonces soy su última opción? —Jackson abrió sus ojos ampliamente antes de negar con la cabeza.
—¡No! ¡Fue mi primera opción, hyung!
—Estoy bromeando, Jack... Sabe que si quiere decir algo podría hacerlo. Además, son las diez de la noche, no hay mucho que podamos hacer de todos modos, no necesita buscar excusas para hablar con su líder.
—Lo sé... no son excusas. —murmuró, Jaebum pudo jurar que escucho una maldición de parte del niño.
—¿Entonces... hay algo que quiera decirme?
—No es fácil para mí. Es decir... tengo miedo de hacer algo estúpido. Y no soy una persona que piense mucho las cosas cuando se trata de sus propios sentimientos. Pero si no lo hago, creo que podría joder mis vacaciones... —rió divertido—. Aquí hyung... —Jaebum miro con preocupación, pero se sentó junto al lado donde Jackson le indicaba que se sentara.
—Jackson, si rompiste algo no quiero saberlo. De verdad, lo podríamos resolver cuando regresemos...
—Jaebum-hyung...
—En serio, Jackson, estoy cansado y no quiero lidiar con... —Jaebum no termino de decir nada, sus ojos estaban tan grandes que temió que pudieran salirse o explotar. La cálida sensación lo asusto, labios acariciando los suyos mientras esperaba una respuesta. Tal vez fue la cercanía, pero el temblor ajeno mientras se había atrevido a hacer su movimiento se sintió, solo fue un breve segundo en que Jaebum noto como las facciones de Jackson se volvían temerosa, sus ojos cerrados temiendo ver el horror que su líder podría estar experimentando; mas no fue así, Jaebum tomo impulso, sus manos rodearon las mejillas que ya comenzaban a mostrar rastro de la barba creciendo en la piel. Sus propios ojos se cerraron mientras sus labios se pegaron con fervor, necesitados por tenerlos por más tiempo. Su propia respiración carecía de control. Jaebum había deseado muchas cosas, pero nunca se había imaginado deseando más del tacto de Jackson. Siempre existió esa atracción, esa química que le asustaba. Desde antes de Got7, cuando el chino se acerco a él ansioso por que Jaebum mostrase sus movimientos de B-boying. Pero estaba mal, incluso si anhelo, Jaebum se distanció sin entender porque había continuado con aquello.
—Hyung...
—Jackson, debes irte... Esto no está bien.
—¿Qué? Pero creí...
—Jackson, olvida esto. No sé porque me besaste... ni porque razón yo correspondí a esta locura. Vamos a olvidarnos de todo esto ¿Está bien?
Pudo notar las protestas en aquella mirada, Jaebum se obligó a ignorarlo mientras guardaba las últimas prendas. Su corazón explotó de ansiedad, porque estaba tentado a volver a probar la sensación que lo había extasiado ¿Por qué le afecto tanto un beso? ¿Por qué no podía dejar de sentir culpabilidad por aquella mirada de grandes ojos expectantes?
—Lo siento... No quería molestarlo, Jaebum- hyung. Pero yo... necesito decirle algo.
—Estoy cansado, deberías ir a tu habitación.
Jaebum miro de reojos al chino, labios fruncidos, ojos culpables y cuestionándose a si mismo. Conocía esa mirada que se criticaba una y otra vez por las cosas que había hecho. Y él deseo consolarlo, decirle que las cosas no fueron tan malas, pero el miedo a jugar con fuego lo atravesó. Jackson no debería de sentirse atraído por él, y definitivamente, Jaebum no debía volver a sentir que aquellos gestos, la admiración, el afecto del chino eran especiales pues todo por lo que ambos habían trabajado estaba a punto de ser destruido por aquella atracción. Jackson se retiro sin decir nada más.
La mañana siguiente fue mucho más difícil, todos se despidieron antes de tomar sus respectivos rumbos. Jaebum evito a Jackson, fue la primera vez en que ni si quiera le dedico una palabra, él siempre había sido maduro para comportarse en situaciones estresantes; sin embargo, aquella mañana no lo hizo.
Su bus llego a las nueve de la mañana, sólo estaba Jackson, bambam y youngjae que lo habían acompañado al terminar. Estuvo a punto de subir cuando una mano lo retuvo. Su cuerpo se tensó, deseo no reconocer aquel tacto temeroso y obviar los ojos de los menores que observaban con incomodidad.
—No hagas algo estúpido aquí, Jackson.
—Ellos no escucharan, es sólo... Jaebum-hyung, en serio lamento lo que hice en la noche. Nunca quise incomodarlo. No quiero que las cosas terminen así para nosotros...
—¿Puedes dejar de hablar sobre nosotros? No es que tuviéramos algo, Wang. Maldición, ¿Quieres joder todo lo que hemos hecho por simple capricho? —gruño con enojo, pero él sabía que no estaba molesto con el chico, odiaba su propia cobardía porque él sabía que cada fibra de su cuerpo estaba alborotada por la cercanía de su compañero. Necesitaba parar, necesitaba olvidar esos sentimientos confusos, y estar dos semanas lejos de Jackson Wang era lo mejor que podría pasarle—. No soy parte de tus juegos. Simplemente mantenle alejado ¿entiendes? —sus palabras salieron con furia, realmente estaba siendo un gilipollas.
—Yo... sí, lo lamento. —Suspiró resignado—. Tenga unas buenas vacaciones hyung. —Dio media vuelta, pero las últimas palabras que pudo oír quedaron con él por el resto de sus vacaciones—. Al menos no tendrá que soportarme por más tiempo...
Dos semanas después Jaebum volvió al hogar de Got7, sus compañeros ya estaban instalados Mark había regresado dos días antes. Jinyoung al parecer había regresado el mismo día de Mark, Yugyeom había vuelto una semana antes pues tenía planes con Bambam quien no regreso a Tailandia. Sus ojos como gatos buscaron por todo el hogar, viendo que era lo que había cambiado, quien faltaba.
—¡Hyung, has regresado! —Su sonrisa fue rápidamente a encontrar a Youngjae que se acercaba para saludar.
—Hey, ¿cómo estás?
—Bien, estábamos esperando a Jackson. No nos dijo que volvería ¿Qué sucedió? No ha querido comunicarse mucho con nosotros.
—Lo siento, he tenido que pensar algunas cosas.
—Ya veo... Estamos preparando la comida. Esta noche me quedo en los dormitorios, estaremos todos juntos una vez más. —rió el chico.
—Todos juntos. Mucho tiempo en que no pasamos una noche en el dormitorio. Dejaré mis cosas en la habitación.
—Sí, apresúrate. Los chicos estarán felices de verlo.
Sus cosas fueron dejadas en su habitación, pero se sentía nervioso. Jackson volvería aquel mismo día, su corazón estaba revoloteando nervioso y ansioso por ver al chino. No es que hubiera aceptado su propio afán por el chino, sin embargo, quería verlo. Quería disculparse con él por haberlo tratado mal, por no dejarlo hablar, por ser un completo idiota con uno de sus preciados amigos. Se cambio de ropa, algo más cómodo y holgado antes de bajar. Apenas la puerta abrió, vio una maleta arrastrándose un poco más lejos de su periferia.
—Jackson
—Oh hyung... —Los ojos del chico se posaron en él nerviosos; más le regalo una de aquellas sonrisas tan brillantes como el sol. Jaebum podría haberse quemado, su cuerpo sabía lo mucho que adoraba aquella sonrisa—. No me dijeron que había regresado. ¿Cómo le va?
—Bien... —Se encogió de hombros mientras su mano viajaba hasta su nuca masajeando con incomodidad—. Al parecer los chicos habían planeado algo para su regreso.
Jackson chillo con diversión.
—¿No es genial? No estaba seguro de volver hoy, pero cuando le confirme Markie me ha dicho que tenían una sorpresa. —Aquellos ojos le miraron curiosos. —Debería haberme dicho que volvería, lo hubiera ido a buscar. —bromeó
—No es necesario puedo cuidarme solo, Wang.
El chino rápidamente revolvió sus ojos antes de hablar juguetonamente.
—Ah, Jaebum-hyung siempre tan tímido. Sabe que con gusto lo cuidaría. Tengo un licenciado en enfermería...
—Eso no es verdad.
—Shhh... puede que no universitario hyung. Pero fui a los boyscout. —Le guiño el ojo, fue agradable, no era incomodo estar con Jackson. Jaebum por un momento sonrió antes de que su propia vista se desviara a aquellos rosados labios.
—Jackson, yo quería...
—¿Sí? —esta vez su ceño se frunció con preocupación—. ¿Le duele algo?
—No soy un niño
—No, pero me gusta cuando hyung se avergüenza tan lindamente porque me preocupo por él.
—Eres un mocoso...
—Entonces, ¿qué puedo hacer por ti, Bummie?
—Podemos...
—Jackson-hyung, Jaebum-hyung la comida ya esta casi lista, será mejor que bajen.
—Ah, claro...
Jackson corrió a dejar sus cosas a su habitación. Pero entonces, esa noche fue en la que todo cambio en Jaebum. La forma en que Jackson fue y volvió con abrazos para los demás, su coquetería, sus juegos inocentes para burlarse de los demás. A nadie le afecto, todos sabían cómo era Jackson; mas Jaebum sintió como su sangre hirvió. Estaba celoso de que otros tocaran a Jackson, ver como el chico jugaba con él y con los demás. Era tan amable, atento, tan brillante y Jaebum deseo con todo su corazón que las cosas volvieran a ser igual que antes. Los días siguientes para él fueron evitar a Jackson, ignorarlo, gruñirle, gritarle cada vez que se equivocaba en la nueva coreografía. Cuando el chico bromeaba con él, Jaebum simplemente le dejaba en claro que lo dejara en paz. Sus compañeros intentaron averiguar que sucedió, porque de pronto, el aire dentro de un hogar que casi siempre fue agradable parecía sumirse en el caos. La furia de Jaebum fue mucho más aguda, al punto en que su mal humor se sentía apenas se acercaba alguien a él, cuando Jackson regreso a casa de aquel amigo con el cual había vivido una temporada el año pasado.
Los labios de Jackson se separaron de él. Sus ojos lo desafiaron a hablar antes de él, pero no lo hizo. Su mente aun seguía atrapada en todo lo sucedido, y lo realmente bueno que era sentir a Jackson.
—No he jugado nunca con usted Jaebum-hyung. —Afirmo dolido—. Siempre he intentado que usted me tome en cuenta. Desde que nos conocemos, hyung... Fui el más feliz cuando supe que estaríamos en el mismo grupo. Me esforcé lo más que pude para ser un buen elemento para Got7 porque deseaba estar con usted.
—Detente...
—No, estoy cansado de que no me deje hablar. Me disculpo por incomodarte esa noche, me disculpo porque no tuve el valor de retarlo y gritarle lo malditamente mal que hace que mi corazón se descontrole. Me disculpo por no tener el valor de dejarle en claro lo mucho que me gusta, hyung. —Respiró onda, sus labios aún cerca de los de Jaebum—. Pero definitivamente, no me disculpo por besarlo ni esa vez, ni ahora... Desde que lo vi después de vacaciones he querido saltar encima de usted y hacerle entender que está volviéndome loco...
Jaebum escucho cada palabra, era así como se sentía el chico por él ¿Qué debía decir?
—Hyung, yo estoy siendo serio. Estoy enamorado de usted... Lamento no ser lindo como Youngjae o simplemente ser tan fastidioso e impulsivo. Intentaré ser mejor, y no voy a obligarlo a que simplemente se enamore de mí, pero por favor... tiene que parar, está siendo un gilipolla con todos... —Suspiró al final. Jaebum aún no soltaba su agarre de los brazos de Jackson.
Soltó una risilla que hizo que el menor abriera los ojos con dolor.
—¿Qué es tan gracioso?
—Usted realmente se ve tan extraño siendo serio... Me hace sentir como un niño ahora mismo.
—Lo eres hyung...
—No, no lo soy. —Suspiró soltando ligeramente al chico—. Todo lo que dijiste ahora, tienes razón... No soy bueno calmando mi mal humor.
—Ha... ha mejorado... sin embargo... —Dijo al fin como si intentara consolar a Jaebum. Ese era Jackson, tan condescendiente, siempre piadoso para todos. Jaebum lo observo con las mejillas ligeramente rojas, todo de este chico lo encendía, su mente, cuerpo y alma siempre estaban siendo consumidos por el niño que estaba frente a él, perdido, confesando como Jaebum lo hacía sentir incluso si lo estaba lastimando. Lentamente las manos de Jaebum fueron a las mejillas de Jacksom, las acuno en ellas con cuidado, eran suaves, no quedaba rastro de la barba que había hace dos días atrás.
—Estoy enamorado de ti.
Jackson no respondió, parecía crédulo, su ceño estaba arrugado como si Jaebum estuviera jugando con él. Su pecho estaba levantándose ligeramente por la respiración dificultosa.
—Jb- hyung... le he dicho que se detenga de lastimarme, y lo primero que hace es coquetearme.
—No estoy mintiendo...
—Pues haga un mejor intento, porque eso, nunca podría ser verdad.
—Es la verdad, maldición... le dije que estoy intentando.
—¿Intentando qué?
—Intentando explicar porque diablos he estado actuando como un gilipollas. —gruño un poco frustrado.
—Pero...
Jaebum no dejo que el chino continuara negando. Sus labios tomaron los ajenos con precisión, intentando que aquello explicara como se estaba sintiendo. La pasión y lo necesitado que se sentía de Jackson Wang. Quería desvelar todo su sentir, sus miedos, su dolor, su amor por aquel castaño de ojos grandes que siempre lo hacía sentir tan fuera de control. Acarició aquella tersa piel, maldiciendo cada vez que debió separarse de Jackson en busca de aire. Después del sexto beso que compartieron, sus ojos buscaron la mirada del menor. Estaba vidriosa, no por llantos, sino, por el placer increíble que sufrían sus cuerpos cada vez que se encontraban como si hubieran sido hechos el uno para el otro. Los labios de Jackson cuadraban perfectamente con los suyos.
—Estoy enamorado de ti... Cada vez que te veía coquetear con Jinyoung o Mark, cuando dejabas que los maknaes te tocaran... o cuando te fuiste con aquel amigo dejándome sólo... estaba hirviendo de celos. Quería tirarte a mi maldita habitación, y gritarte que eras mío...
Jackson gimió ante sus palabras.
—¿Por qué no lo hizo entonces?
—Porque soy el líder de Got7 ¿Cómo cree que sería esto si está prohibido salir con alguien por contrato? Si la empresa se entera, podría trae consecuencias... también... —Suspiró acariciando la mejilla ajena—. Tuviste muchos problemas dentro del tour, te vi llorando, te vi dolido por la opinión pública, si alguien descubriera que estamos haciendo esto y te lastimara...
—No va lastimarme algo que te involucre, Jaebum.
—¿Ahora usted está coqueteando conmigo?
—Siempre estoy coqueteando contigo. —expreso con un puchero. El enojo había manado totalmente del cuerpo del chico, y Jaebum se sintió un poco más ligero.
—Tu coqueteas con todos... —Rodo los ojos.
—No a todos les digo Principe Im. —rodo los ojos
—Bueno, no a todos les tengo Princess Wang en mi teléfono.
El chillido que saco el chico hizo que Jaebum le callara con la mano.
—Creí que lo habías eliminado.
—Claro que no... es tu apodo. —Bufó
—¿Entonces... aún puedo tenerte como amor jaebum?
Jaebum sintió que sus mejillas se calentaban rápidamente.
—haz lo que quieras.
—Tan lindo... Jaebum-hyung, entonces ¿No me odia?
—No, simplemente estaba teniendo una crisis de closet.
—¿Ya no tiene la crisis?
—¿Por qué? —preguntó Jaebum con el ceño fruncido, sobre todo por la desconfianza que le causo aquella mirada picara.
—Porque quiero besarlo.
—Oh...
—¿Puedo?
—Desde cuando pides permiso para hacer las cosas...
—Esto me trae recuerdos... —canturreo divertido.
—Cierra la boca. —Gruño antes de que fuera el mismo quien dejara que sus labios se unieran en un dulce beso.
Jaebum siempre había tenido dudas de que podría traer el futuro si aceptaba estar al lado de Jackson, tal vez algunos altibajos; más la verdad, es que no se imaginaba otro día más separado del niño. Sin su sonrisa que siempre ilumino a quien estaba cerca, sus juegos, su personalidad tan salvaje como un cachorro. Jaebum no soportaría seguir viendo como este cada vez corría más y más lejos de su lado a causa de su torpeza. Ahora no había duda, él mismo acogería sus sentimientos y con ello, todo lo que el chino sería capaz de brindarle. Un futuro con Jackson Wang.