Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nervous por nero

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un fic bastante corto, solo tendrá unos 3 capitulos, ya lo tengo listo, solo quiero ver si les gusta cómo se va desarrollando la historia.

Debo disculparme sinceramente con todas esas personas que han dejado reviews en mi fic I Hated, no lo terminé muy bien, y realmente no sé si continuarlo. Tengo tantos fics en proceso que deseo terminar, saben que soy una de esas personas que no comienzan un proyecto hasta que finalizan otro, solo que en estos últimos dos años me han pasado muchas cosas, y en serio estoy en un punto de rebeldía en donde voy a hacer simplemente lo que quiero hacer, así que, lo siento mucho.

Por otro lado, el fic a continuación es bastante personal jajaja, digamos que está basado en algunos hechos reales, no todo claro, vamos que es FICción, pero está inspirado en una experiencia que quise representar con esos dos personajes.

Espero que les guste la historia.

Debía ser como la una o dos de la mañana cuando lo vi caminar por la pista de baile aún vacía. Era temprano para la gente que está acostumbrada a beber un sábado en la madrugada, por lo que el alcohol aún no había entrado en el sistema de ningún graduando, o de sus invitados, para celebrar su última clase como universitarios. Así que aún nadie se había levantado a bailar.

 

Éramos un montón de extraños en un pequeño club de la ciudad, en una madrugada de abril con el frío del casi verano entrando por cada abertura de lo que traíamos puesto. Temía que iba a ser una noche aburrida rodeado de humo de cigarro, rodeado de estudiantes de derecho, amigos de mi hermano, y rodeado de una sensación a desgracia que tenía desde que salí de la casa.

 

-Sasuke. -Me llamó mi hermano colocando una mano sobre mi hombro y señalando la barra llena de botellas de etílicos, pedazos de hielo picado esparcido y brillos del maquillaje de la chica que atendía las ordenes-. ¿Quieres algo?

 

-No, ahora no quiero nada, tal vez más tarde, ¿vale? -Indiqué sabiendo que insistiría en comprarme un trago, solo para acelerar la desinhibición.

 

-Va -dijo sacando unos cuántos billetes de su cartera-. Yo si compraré algo.

 

-Muy bien. -le dije suspirando.

 

Caminó hasta la barra con esa alta figura arrastrando cada ápice de lo que era el mejor estudiante de la promoción y besando en la mejilla a toda chica que se acercaba a saludarlo. Su sonrisa, además de estar llena de soberbia, también reflejaba una amabilidad que pocos tenían el privilegio de conocer. Volví a suspirar, tardaría al menos media hora en pedir su trago o tal vez más, mientras que atendia a cada solicitud de sus seguidoras.

 

Tampoco es que tuviera el ánimo para enojarme y reclamar el haberme dejado solo sentado frente a la pista, bajo la vista de todos esos extraños. A pesar de que se había vuelto algo común acompañar a Itachi a las fiestas de su facultad, y luego de realmente haber disfrutado esas ocasiones, hoy se siente como ya lo mencioné. Raro, expectante.

 

De repente levanté la mirada y vi a unos cinco metros lejos de mi a ese chico. Debía ser cerca de la una o dos de la madrugada, y cuando lo vi caminar sentí como si no existiera tiempo, no se si sentí eso por su paso poco acelerado y la sensualidad con la que llevaba el trago que sostenía en su mano directo hacia sus labios. El aire de humo envenenado de cigarro se hizo menos pesado y casi podía oler la escencia característica de la cerveza que acaba de tragar.

 

Dios mio. Bajé la mirada sintiendo que en cualquier momento voltearía y me atraparía viendo mientras que saboreaba la exquisites de su existencia.

 

Sabía quién era. Lo sabía exactamente, y casi me sentía un adolescente de nuevo al recordarlo. Habíamos estudiado juntos en la secundaria y a pesar de que yo era un niño distante y algo triste, él había hecho algo que nadie nunca había logrado: captar mi atención.

 

Y si, sucedieron cosas que me hicieron temblar y desear a escondidas tenerlo solo para mi. Pero aún era demasiado tímido para decirlo en voz alta. Por lo que nunca coseché lo que quise sembrar. Pero al verlo, fue así, volver a unos cinco años atrás. Desde entonces, jamás habia sentido nada igual a lo que sentí en esa época, nadie pudo igualarlo. Por qué será que cuando vemos a las personas que se adueñaron de nuestros corazones en el pasado se siente como si faltara el aire, de esta manera de dónde puedo sacar el aliento para decir que me devuelva mi corazón.

 

A pesar de los lindos recuerdos casi era insoportable saber que no podía hacer nada para remediarlo.

 

Y esto era lo que presentía antes de llegar. Total y tremenda desgracia.

 

Apoyé el codo sobre mis piernas cruzadas para sostener mi mentón. De esta manera podía ocultar parte de mi rostro. Intenté que mis dedos alcanzaran mi cien para tratar de calmar el dolor de cabeza que comenzaba a aparecer. Deseando que Itachi volviera de una vez y tratar de persuadirlo para que me llevara a casa.

 

Unos quince minutos estuve tratando de disimular que me escondía y dirigiendo mi cara a otro lado que no fuera donde se encontrara ese personaje. Hasta que me cansé de esperar y decidí ir afuera, estaba seguro de que Itachi me vigilaba y me vería salir por la puerta principal.

 

Me levanté acomodando el cuello de mi camisa y caminé hacia la salida.

 

-¡Ah! -exclamé al tropezar de forma violenta con la persona que estaba evitando -Naruto...

 

Me sostubo por los hombros tratando de equilibrarme por el golpe, no dejó de sonreír ni un momento.

 

-Pensé que nunca vendrías a saludarme. -dijo metiendo las manos en sus bolsillos. Estando así de cerca pude acertar que olía a cerveza.

 

-...Pudiste hacerlo tu mismo si era lo que querías. -respondí sin pensar. Me miró como si hubiera adivinado mi respuesta, sus ojos azules brillantes se iluminaron, justo como la primera vez que descubrí que me gustaba. Abrió la boca para hablar pero lo interrumpí antes.

 

-Ya me voy, lo siento. -dije tratando de pasar por su lado.

 

-Es una despedida entonces. -dijo sin voltearse. Maldito, es todo lo que vas a decir luego de haber alterado todos mis sentidos luego de cinco años tratando de olvidarte.

 

Seguí caminando sin mirar atrás. De pronto sentí como me sujetaban bruscamente de la mano y me halaban hacia atrás.

 

-¿A dónde vas? -dijo Itachi, trague en seco la respuesta grosera que había preparado pensando que era Naruto. Me volteé haciendo que me soltara con brusquedad, entonces miré sobre su hombro observando con horror como Naruto nos veía sorprendido, pero no solo él, también las chicas que estaban con mi hermano en la barra.

 

-¿Qué haces? -le reclamé por tratarme como un niño frente a todos.

 

-Te pregunté a dónde vas -dijo enojado. Sabía que no le importaba demasiado lo que los demás dijeran.

 

-Afuera. -sentencié cruzando los brazos y listo para dar media vuelta y salir.

 

-No vas a salir Sasuke, es muy tarde y no puedo observarte hasta aquí. -dijo.

 

-Pues entonces me voy a casa. -dije girando y caminando deprisa. Sentía la mirada de todos sobre ambos.

 

-¡Sasuke! -llamó Itachi siguiendome a la salida. Una vez afuera lo confronté.

 

-¿Podemos irnos ya? -dije impaciente.

 

-Espera... -dijo tratando de recobrar su porte de perfección -Aún no has bebido ni una copa y acabamos de llegar...

 

-No quiero nada, vamonos, tienes fiestas como estas todos los días, ya tendrás otra noche de diversión. -dije enojado.

 

-Oye, sabes que el papel de niño malcriado no te queda, así que dame una razón lógica por la que es urgente irnos. -dijo con un tono duro.

 

Lo miré con ganas de golpearlo. Pero tenía razón, normalmente no actuaba de esta manera y menos cuando intentaba ser el hermano ejemplo. Respondí reacio.

 

-Hay alguien adentro, de la secundaria, que realmente no quiero ver ahora.

 

-¿Eso es todo? -me preguntó levantando las cejas incrédulo.

 

-Si... -dije haciendo una mueca. Entonces comenzó a reír.

 

-No nos iremos solo por eso hermanito, dime, de quién se trata... ¿algún bully, una ex novia insoportable? -dijo sin dejar de burlarse.

 

-Digamos que tiene un poco de ambos. -respondí.

 

-Increíble... El gran Sasuke Uchiha, intimidado por un compañero de secundaria. -dijo mirandome como si fuera poca cosa. -Mira, la verdad estoy pasándola muy bien, además es una de las últimas veces que podré festejar con mis amigos de la facultad así que por que no pasas, me esperas por unas dos horas y vale, nos vamos, ¿qué te parece?

 

Lo miré sin pestañar. Yo estaba realmente acostumbrado a decirle que si a todo lo que me pedía. Así que cerré mis ojos un instante y asentí.

 

-Solo una hora y media, ¿está bien? -dije señalandolo con mucha seriedad.

 

-Una hora y media será, cariño. -dijo sosteniendo mi mentón.

 

-No me llames así. -le pedí apartando su mano y entrando de nuevo al salón del club. No sin antes aguantar un poco la respiración y soltando todo el aire en un suspiro.

 

-Vamos, te vas a tomar algo ya, verás como esa hora y media pasa volando. -comentó empujándome hacia la barra. Quería decirle que no, pero lo único que me haría sobrevivir a esa hora sería con un par de tragos encima. -Pide lo que quieras, yo invito.

 

-Okey, dame lo más fuerte que tengas. -La chica de la barra me sonrió con picardía mientras que Itachi soltaba una carcajada.

 

-Si así piensas hacerle frente a ese bully, te deseo la mejor de las suertes. -dijo palpándome la espalda. La chica de la barra coloco 4 pedazos de hielo en un vaso de cristal, luego me sirvió una bebida de color miel claro.

 

Tome el vaso y le di un trago largo. Sentí como mi lengua se entumecía y mi garganta comenzaba a arder, el líquido bajó por mi pecho como lava haciéndose paso. Tosí un poco.

 

-Ten cuidado -dijo Itachi dandole un trago a su bebida. -No bebeas nada diferente en toda la noche, por que al momento que se mezclen las bebidas en tu sistema, estarás más borrado que todos estos universitarios juntos.

 

-Está bien. -dije sin prestarle mucha atención. Ambos permanecimos en la barra, Itachi hablando con sus amigos y yo viendo hacia la pista. Ya había un par de parejas bailando, y le subieron volumen a la música.

 

Mi vaso comenzaba a vibrar y ya no podía escuchar la voz de mi hermano. Di un trago tras otro hasta que la pista estuvo repleta de gente. El juego de luces violeta y azul revoloteaba sobre el salón oscuro, era como estar en un lugar aparte del mundo, tratando de hacer que la mente y el cuerpo recuerden que el pecado es lo único que nos mantiene en pie. Mi cabeza comenzó a vibrar, pero sabía que no era culpa de la música. Me sentí mareado y sabía que si caminaba tal vez tropezaría.

 

-Ah, no puede ser. -dije dejando la bebida sobre la barra, no sabía que me iba a afectar tan rápido. De pronto apareció Naruto de nuevo, me vio y apartó la mirada ignorándome. Entonces me di cuenta de que estaba con una chica, sujetaba su mano y la llevaba a la pista de baile.

 

Comenzó a bailar con esa chica lentamente o por lo menos así se reproducía en mis ojos afectados por el efecto de la bebida. La chica se meneaba contra él haciendo que su cabello flotara con cada vaivén, sus brazos parecían peces koi nadando entre la música, era algo sensual, lo más parecido a la danza de una diosa. Por eso no me sorprendió cuando Naruto se mordió los labios y rodeó sus caderas con las manos.

 

Vi la escena en trance. Si tan solo todos los que miraban supieran la verdad. Que esa fachada ocultaba muy bien sus verdaderas intenciones. Bufé y tomé el vaso de nuevo, di un trago largo y ajusté mi garganta a la sensación.

 

-Vamos a bailar Itachi, la última vez me prometiste hacerlo y te fuiste antes de cumplirlo. -dijo una de las chicas sosteniendo el brazo de mi hermano.

 

-Lo siento, lo esperaba ansioso... -le respondió tomando su mentón, a punto de hacer una de esas movidas que nadie podía resistir -Bailar contigo aquella vez, hermosa, pero debo llegar temprano a casa siempre, quién cuidaría de mi pequeño hermanito.

 

Puse los ojos en blanco. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que dijo esa frase.

 

-¿Pequeño? -cuestionó una de las chicas más atrevidas. -Pero si parece que es todo lo contrario...

 

-No, no, no. -exclamó Itachi riendo. -Ya hace mucho que él se alejó de esos vicios, ahora los chicos le caen mejor.

 

-¡Itachi!- le dije golpeándolo en una costilla. Como si tuviera el permiso de estar ventilando mis asuntos a voz populi.

 

-Ups- dijo haciendo un gesto de disculpa. -lo siento.

 

-Eso no te quita lo guapo. -respondió la chica -Anda, vamos a bailar.

 

Itachi soltó otra carcajada y la chica se guindó de mi brazo, halándome hacia la pista. Recordé que la bebida me hacía dudar de mi equilibrio para caminar, así que lo hice despacio, dejando que la chica me guiara, no queria tropezarme y que todos supieran que luego de un vaso de licor no podía manejar mis pies.

 

Una vez en la pista sentí como el sonido de la música invadía mi cabeza. El volumen estaba tan alto que sentía cada hueso de mi cuerpo vibrar, temía que fuera a marearme por los desibeles de la música, así que me sujeté a la cadera de esta chica.

 

La verdad es que ella no era desagradable a la vista, su personalidad me irritaba un poco, pero su cabello rosa y sus ojos verdes le daban un atractivo de esos que las mujeres suelen usar para enredar a cualquier hombre en sus manos. Especialmente cuando usan sus movimientos más secretos y un contoneo de caderas después de un trago de licor puro, se puede sentir que tu cuerpo reacciona.

 

Itachi tenía los ojos puestos en la chica que había llamado "hermosa" y se pusieron a bailar no muy lejos de la barra. Mi hermano si que tenía unos buenos movimientos, en realidad todo él hacía caso a los que las mujeres llaman "Casanova". No dejó de mirarla a los ojos mientras que la atraía a su cintura, y ella con todo el encanto del mundo se dejo hacer.

 

Por mi parte, me concentré en no hacer el ridículo, pensaba en dónde colocar mis pies, mis manos y hasta tener cuidado de no dejarme acorralar por una perfecta extraña. Pero la chica reflejaba todo su atrevimiento en el vocabulario como en su baile y no pude evitar sonrojarme enserio.

 

No por que la chica estuviera logrando su cometido de seducirme si no que realmente me gustaría que, en este limbo entre estar ebrio y consiente, pudiera bailar así con un chico. Es decir, así si dejaría ver esa vena Uchiha que mi hermano pone a trabajar cuando ve chicas lindas, sería la mejor excusa para poder ponerme en modo "Casanova" y tratar de hacer que los sentidos de Naruto se enfoquen en todos mis movimientos.

Notas finales:

Publicaré el próximo cap el viernes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).