Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Meaningless without you por KazumaKun

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es un fanfic original basado en Free! Iwatobi Swim Club. Free! Eternal Summer y Free! Dive to the future.

Los personajes no son de mi autoría y pertenecen a las series mencionadas, propiedad de KyoAni.

Notas del capitulo:

Este es un fanfic original basado en Free! Iwatobi Swim Club. Free! Eternal Summer y Free! Dive to the future.

Los personajes no son de mi autoría y pertenecen a las series mencionadas, propiedad de KyoAni.

Pd. Se hace mención de un personaje inexistente cuyo nombre fue escogido al azar y no tiene relevancia en la historia.

No era un secreto que el pelirrojo era un amante del romance y las cursilerías. Desde que era pequeño se sentía encantado con la idea del amor, de verlo en las demás personas, de sentirlo. Era un romántico sin remedio y cualquiera que lo conociera lo sabía, incluso si él no lo decía.

 

A pesar de su carácter y personalidad un poco reacia a lo que fuera, siempre había soñado con conocer a su alma gemela, a la persona con la que pasaría el resto de sus días. Compartir su vida con alguien más era una idea que hacía que su corazón diera un vuelco.

 

"¿Te casarías conmigo?"

 

Aquellas palabras eran lo más maravilloso que podría escuchar alguna vez, y las que hacían que el joven desbordara de felicidad. Sin embargo, no era su momento de escucharlas.

 

Nanase Haruka y Tachibana Makoto, sus amigos de toda la vida, habían decidido unir sus caminos y caminar juntos por el resto de sus días. A Rin le parecía un poco apresurado debido a su edad, pero se sentía feliz por sus amigos, aunque una sensación un poco amarga invadía su pecho. No sabía con exactitud que era así que lo ignoró y se dedicó a aplaudir al unísono con las demás personas que se encontraban en el lugar.

 

Miró a los comprometidos compartir un beso, tan lleno de cariño, de pasión, de sueños y aventuras por venir. No pudo evitar sonrojarse un poco. Aún recordaba el día en que Makoto había recurrido a él por consejos y Rin, casi como una madre, dictó al más alto qué hacer paso por paso. Ahora se preguntaba qué habría ocurrido si en aquel entonces hubiese sido sincero con sus sentimientos.

 

Conocía a Haru desde que eran pequeños, se habían visto por primera vez cuando Rin se transfirió de escuela. Haru y Makoto iban a la misma clase que él y, más adelante, compartirían experiencias en el mismo club de natación. El pelirrojo siempre mostró una fijación por el moreno. Pero no era algo que a los demás les pareciera extraño, después de todo eran rivales, siempre estaban compitiendo por ver quien era más rápido, aunque a Haru no le importaba el tiempo ni ganar, y a pesar de que a Rin si le interesaba ganarle a su amigo, le apasionaba más nadar junto a él. Para su desgracia, nunca había recibido la misma atención que recibía Makoto por parte del más bajo, no importaba lo mucho que se esforzara, siempre era el castaño quien se llevaba las pocas sonrisas de Haru, quien provocaba ese especial brillo en sus ojos y quien podía tomar su mano sin preocupación alguna. Rin también quería eso. Fue ahí cuando se dio cuenta de que se había enamorado.

 

Eso le molestaba.

 

No había mucho que pudiese hacer, pero no iba a rendirse tan fácilmente, trataría de enamorar a Haru. Lamentablemente, su personalidad y rivalidad no parecían cooperar, no lograba provocar en Haru eso que Makoto lograba con tan solo... existir. Y es que no exageraba, apenas Haru sabía que Makoto estaba cerca, cambiaba totalmente. Si bien no era de las personas que sonríen habitualmente cuando sienten felicidad, sabía que se emocionaba por estar con el más alto. No lo culpaba, esos dos habían sido amigos desde siempre, antes de que Rin llegara a conocerlos. Simplemente eran inseparables.

 

Fue sino hasta que cumplió dieciséis años que decidió rendirse. Sus reiterados intentos fallidos por conquistar a su rival comenzaban a cansarlo. Año tras año había hecho lo imposible por llegar al corazón del moreno y, sin embargo, nada funcionaba. Quizás Haru no era para él. Y sabía que ese "quizás" estaba demás, porque Haru no era para él, tal vez para Makoto, quien había recurrido a Rin para admitir que estaba enamorado de Haru.

 

Rin no tuvo el valor para confesarle que también amaba al moreno así que, con todo el dolor que implicaba, suspiró e invitó a Makoto a por un helado para conversar su situación. No pudo evitar sonreír al escuchar como el chico de ojos color esmeralda hablaba de su amigo y de las cosas que este le hacía sentir. No sabía cómo no había notado antes que tenía competencia, era demasiado obvio que Makoto veía con otros ojos a Haru, era una batalla que había perdido al instante, pues el castaño le llevaba una ventaja importante. No valía la pena pelear contra él, así que decidió apartarse del camino y dejar la vía libre para quien lo merecía. Si alguien más iba a estar con Haru, le alegraba que fuese Makoto, sabía que tenía buenas intenciones, siempre lo había sabido y lo corroboraba al escucharlo hablar y ver como sus ojos se iluminaban con tan solo pensar en su amado.

 

Tachibana era algo torpe, lo que se le hacía un poco gracioso ya que era un tipo alto y fuerte, pero era decidido, y sabía que protegería a Haru a toda costa. Estaba en buenas manos. Makoto podría lograr todo eso que Rin alguna vez soñó hacer junto al más bajo.

 

Cosas que ya nunca podría hacer.

 

- ¡Felicidades, Haru-chan, Mako-chan!

- Gracias, Nagisa – respondió Makoto tomando la mano de su prometido. Estaba feliz, muchísimo más que feliz. Sus ojos brillaban de tanta emoción y no podía dejar de sonreír. Miró a Haruka y este le sonrió devuelta, no era una sonrisa como la de Makoto, pero era sincera.

- Mucho éxito en su nueva aventura juntos, Haruka-senpai, Makoto-senpai.

- Rei-chan ¿Cuándo conseguirás una novia?

- N-Nagisa-kun – se quejó el más alto – Eso es un asunto personal, agradecería disfrutáramos de la felicidad de nuestros amigos en vez de hablar de mi vida amorosa -Rei se acomodó las gafas en un intento de ocultar su vergüenza. Los demás rieron.

- Muchas gracias por su apoyo, chicos, significa mucho para nosotros - dijo el más alto. Haru asintió.

 

Rin observaba a lo lejos la situación, sentado a una mesa con un bocadillo. No se había esperado que una reunión con sus viejos amigos terminara en una propuesta de matrimonio. Tomó un bocado de aquel pastel que había llevado su hermana y suspiró. De repente una silueta se posó frente a él, Rin levantó la mirada.

 

- Matsuoka-senpai.

- Ai, ya no estamos en la escuela, no es necesario que me llames así.

- Oh -tartamudeó el menor – claro. Este… ¿Se encuentra bien? Luce un poco desanimado.

- Estoy bien, debe ser este pastel, parecía más bueno de lo que es -intentó mentir. Nitori parecía genuinamente preocupado ¿Qué tan mala cara tendría?

- ¿No se alegra por Tachibana-san y Nanase-san?

- Por supuesto que sí, sólo estaba esperando a que toda esa gente se apartara del camino.

 

“Toda esa gente”. Sólo eran Nagisa Rei, Momotarou, y su hermana, Gou. Rin se levantó sin dejar que el más bajo articulara otra oración y se dirigió donde se encontraban sus amigos una vez los demás hubiesen dejado el camino libre. Nitori lo siguió con la mirada y luego caminó a otra parte. Si bien había superado su enamoramiento con Rin, seguía siendo su amigo, era normal que se preocupara.

 

Por otro lado, Rin pensaba en como salir del lugar. A pesar de estar en una reunión con amigos que no veía hace mucho tiempo, se sentía agobiado, además de que en un par de días debería volver a Australia. Su visita en Iwatobi no estaba yendo para nada como él había planeado y se sentía frustrado, sus planes de reconectar con Haru se habían visto saboteados por su amigo grandulón. No era como que hubiese planeado interferir en su relación, pero ya pasados siete años desde que Makoto pidiera a Haru salir con él, pensó que tal vez se habrían aburrido el uno del otro.

 

Eso le habría gustado.

 

- ¡Ah, Rin!

- Debo admitir que, aunque ustedes dos son muy cursis, no esperaba que pidieras su mano, Makoto.

- Ah, bueno… -sonrió avergonzado, Makoto no cambiaba.

- Me alegro por ustedes, chicos -sonrió.

- No llores, Rin.

- No estoy llorando, Haru.

 

Pero la verdad era que una pequeña lágrima se había escapado por la mejilla de Rin. Se secó rápidamente el rostro y volvió a mirar a la pareja.

 

- ¿Cuándo es la boda?

- Aún no tenemos una fecha exacta, tal vez el próximo verano.

- Ya veo.

- Rin – llamó la atención el más bajo - ¿Volverás a Australia?

- Ah, sí – calló por un instante. Sabía que sólo era una pregunta normal, pero en su cabeza y en su corazón, era un grito desesperado de Haru pidiendo a Rin que no se marchara y se quedara a su lado – Sólo vine de visita, a ver a mi madre, a Gou, a los chicos… Lo de siempre.

- Está bien.

- Ah, Rin ¿Cómo se encuentra tu novia? Es una pena que no pudiese acompañarte – Señaló Makoto.

- ¿Mi novia? – Rin no tenía ninguna novia.

- Akari-chan.

 

Nazuka Akari era una chica que Rin había conocido en la universidad. A pesar de no estar enamorado de ella, fueron novios un par de años. Su relación acabó debido a que Akari veía a otro chico a espaldas de Rin, a este último le dio igual y terminó la relación, no era sana ni real, deshacerse de la chica era lo óptimo. Sin embargo, jamás les había contado a sus amigos que la había dejado hacía ya un año, ni mucho menos el porqué.

 

- Está bien -posó su mano en su cuello en un intento de gesto despreocupado – Iré a ver a los demás -Rin se volteó y se dirigió al jardín del lugar. Seguía preguntándose por qué habían rentado un recinto para la reunión, no eran tantas personas, de seguro había sido Nagisa.

-  Rin está actuando un poco extraño ¿No te parece? -preguntó Makoto al más bajo.

- Hm.

- Ha-…

- Makoto -la súbita interrupción de su ahora prometido lo había sorprendido un poco. Lo miró atentamente – Te amo.

 

Hubo un breve silencio mientras los ojos del más alto se iluminaban intensamente y una gran sonrisa se formaba en su rostro. Oír esas palabras era como un canto de coro de ángeles para Makoto. O cualquier cosa que Haru dijera.

 

- Yo también te amo, Haru-chan.

- Deja el “chan” -chistó. Luego, colocándose en las puntas de sus pies, se inclinó hacia adelante para posar sus labios sobre los contrarios. Makoto lo envolvió en un cálido abrazo. Estaba demasiado preocupado de su felicidad como para prestar la debida atención al comportamiento del chico de cabellos granate, pero aún así sentía que algo no andaba bien. Trataría de averiguar más tarde.

 

- Ah, esos dos -suspiró. Llevó ambas manos a los bolsillos de su pantalón. Se sentía patético, siete años habían pasado, había tenido novia y aún así no podía dejar de pensar en el idiota de cabellos azabache que, desde siempre, había sido dueño de su corazón. Se alegraba por Makoto, por Haru también, pero con este último sentía una especie de rencor. Siempre había pensado que el moreno sentía algo por él también. Resultó ser que solo fueron señales equivocadas y eso le frustraba. Tampoco había imaginado que recordaran a su vieja novia, no podía decirles la verdad, debía mantener una imagen.

 

Miró su reloj, era temprano, pero quería irse. Aunque hubiese más personas se sentía como el mal tercio. ¿Dónde estaba Sousuke cuando lo necesitaba? Él era el único que conocía la situación de Rin sobre sus sentimientos hacia Haruka, él lo entendería. Sacó su móvil y le marcó a su amigo.

 

- ¿Hola?

- Demonios, Sousuke ¿Dónde estás?

-  Estaba comprando unos refrescos que Tachibana me pidió, pero…

- Te perdiste.

- Cállate.

- Dime que ves a tu alrededor e iré para allá.

Notas finales:

Ahhh, mi primer fanfic -pánico-

Espero les guste. Fui una idea que nació de la nada, la verdad y pensé ¿Por qué no? -Nadie la pela- Haha.

Agradecería si dejan un comentario con su opinión para saber en qué mejorar. Tambén espero poder seguir desarrollando la historia ya que tengo muchas ideas de cómo continuarla.

¡Gracias por leer! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).