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Te quiero conocer por Alei sama

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Notas del fanfic:

Hola! este primer capitulo es un One shot que fue una penitencia en el grupo de faceook AoKaga 5x10 (Aomine x Kagami)

Dedicado especialmente a Ale Peña

 

Notas del capitulo:

Los personajes son pertenecientes del grandioso Fujimaki-sensei, yo solo los ocupo para crear historias.

- "Todo está listo Kagami-kun, confía en mí, nadie descubrirá que eres tú"

 

Kagami recordó las palabras de su amigo mientras se encontraba sentado en su cama con las piernas cruzadas y recordó la escena entera.  Su amigo lo miraba sin expresión alguna en el rostro y le extendía el brazo derecho con el puño cerrado y el pulgar arriba. Él simplemente se limitó a alzar una ceja y a negar ligeramente con la cabeza mientras soltaba un profundo suspiro.

 

Entonces abrió sus ojos y vio frente a él su celular bloqueado. Mordió ligeramente su labio inferior y tomó su celular entre sus manos. Se armó de valor y lo desbloqueo, abrió la aplicación de WhatsApp y buscando entre todos sus contactos de detuvo en uno que decía "Senpai".

 

- Aquí voy...

 

Se mencionó a si mismo mientras comenzaba a redactar el primer saludo. Sin pensarlo más vio que al mandar el mensaje las dos palomitas de entregado habían aparecido.

- "Hola"

 

Esperó un par de segundos y antes de bloquear su celular se percató de que ambas palomitas ya estaban en azul.

Su corazón se aceleró y por los nervios bloqueó su celular. Se recostó boca arriba, colocó el pequeño aparato electrónico en su pecho y esperó pacientemente la respuesta del otro.

Después de varios minutos finalmente sintió su celular vibrar. Celebró mentalmente su aparente victoria y desbloqueo su celular para ver que le había contestado el contrario.

 

Senpai: ?

Senpai: quién eres?

 

Kagami abrió sus ojos con sorpresa y una enorme sonrisa apareció en su rostro se levantó de golpe en la cama y tomó su celular entre sus manos y lo abrazó.

 

- Jamás pensé que esto fuera a funcionar, debo agradecérselo a Kuroko mañana.

 

Mencionó el pelirrojo totalmente feliz. Entonces comenzó a textear una respuesta.

 

- "No pensé que esto fuera a funcionar me alegra que me respondas el mensaje Aomine-senpai~"

 

Por su parte Aomine estaba recostado en el sillón de su casa. Se encontraba viendo un partido de basketball de la NBA hasta que unos extraños mensajes comenzaron a llegarle.

Cuando leyó el primer mensaje sólo alzó una ceja y trono la lengua. No reconocía el número sin mencionar que cuando se metió a la información del contacto sólo tenía una foto de una tabla de surf y el nombre del contacto era "Red". Dudó un momento y después de meditarlo unos minutos decidió contestar. Agregó en número cómo " x" en lo que el contrario le revelaba su identidad.

 

- Quizá es alguien que conozco y olvidé agregar.

 

Se mencionó el moreno a sí mismo. Bajó el celular y fijo su mirada en la la pantalla entonces recibió una respuesta un tanto inquietante.

 

X: No pensé que esto fuera a funcionar me alegra que me respondas el mensaje Aomine-senpai~"

 

- ¡¿No pensé que esto fuera a funcionar?! ¿¡Pero que mierda con esto?!

 

Aomine gritó al aire y se sentó en el sofá.

 

- ¿De qué demonios se trata esto?

 

Entonces Aomine sonrió de manera sádica y pensó en una respuesta perfecta.

 

- "¿Me vas a decir quién eres pequeño bastardo? O yo mismo te encontraré y no tendrás un final feliz".

 

Aomine bufo molesto y bloqueo su celular.

Kagami quien se encontraba encendiendo su computadora cuando leyó aquél me mensaje tan amenazante tragó en seco.

 

- Bueno... Esto es típico de Aomine-senpai. Aunque no sería la primera vez que me golpea o algo así.

 

Suspiró Kagami derrotado. Sin perder los ánimos le respondió el mensaje.

 

- " Que miedo~ Vamos. No es necesaria la violencia, sólo quiero conversar contigo."

 

Kagami soltó una pequeña risilla y comenzó a conectar unos cables al PC de la computadora y rápidamente recibió contestación del otro lado.

 

Senpai: ¿Te crees muy listo estupido?

Senpai: ¿Me vas a decir quién demonios eres? o te voy a partir la cara cuando te encuentre"

 

Kagami negó con la cabeza.

 

- "¿No sabes otra cosa que insultar e intimidar a la gente?"

- "No te enojes que yo vengo en son de paz, además de que me costó horrores conseguir tu número"

 

Kagami se colocó unos headset y comenzó a preparar sus programas para comenzar la transmisión a tiempo.

 

Aomine quien estaba molesto y curioso trató por todos los medios de adivinar de quien era ese número. Pero le fue imposible encontrar algún rastro.

 

X:  No te enojes que yo vengo en son de paz, además de que me costó horrores conseguir tu número

 

- ¿Le costó horrores conseguir mi número?

 

Soltó una carcajada.

 

- "¿Eso quiere decir que tú querías conseguir mi número? ¿Eres un pequeño acosador o algo así?"

- "Además tú me dices Aomine-senpai eso quiere decir que eres menor que yo ¿cierto?"

 

Entonces Aomine olvidó que estaba molesto y cambio el nombre de contacto. Paso de ser "X" a "Pequeño acosador".

 

Kagami miró el reloj y faltaban 7 minutos para las 11:00 pronto debía despedirse.

Cuando leyó la respuesta tan engreída de su superior no pudo evitar reírse.

 

- " Acosador suena algo... Obsesivo. Digamos que soy tu más grande fan".

- "Escuché que también eres mi fan, esperó que el programa de hoy sea de tu agrado, en fin, nos vemos mañana Aomine-senpai~".

 

Kagami desconectó el internet de su celular y suspiró.

 

- Lo logré... ¡Logré hablar con Aomine sin decir estupideces! - celebró el pelirrojo. - El día de hoy será un gran programa...

 

Por otro lado el último mensaje que recibió Aomine fue lo suficientemente confuso para que el moreno se quedara pasmado. Leyó más de 20 veces el mensaje y no entendió nada.

Hasta que después de 10 minutos cayó en cuenta de varias cosas.

1.- La persona detrás de los mensajes lo conocía demasiado bien como para decir todo eso.

2.- Era menor que él

3.- Iban en la misma escuela y siempre se encontraban.

4.- Esta persona tenía un programa.

 

- ¿Quién demonios es?...

 

Después de pensarlo por bastante rato sin encontrar una respuesta clara miró el reloj que tenía en una pared de su sala y se percató de lo tarde que era.

 

- 11:23... Mierda, ya comenzó la transmisión.

 

Aomine sacó unos audífonos de uno de sus bolsillos de su pantalón y se metió a una página en internet.

 

- Si no mal recuerdo el día de hoy había dicho que sería K-pop...

 

Aomine cerró sus ojos y disfrutó de un rato de buena música. "Urban back alley" era su programa favorito de música.

 

El programa se había vitalizado gracias a su único conductor "Iron Oxide" quién era el creador de este blog dónde diariamente ponía una hora de música y durante 15 minutos daba reseñas u opiniones acerca de libros, mangas, películas, comics o cualquier tema de interés y su opinión la subía por escrito a su blog por si alguien se perdía del programa.

 

Según Aomine el tipo tenía muy buen gusto por eso siempre que recomendaba algo y él lo veía jamás se decepcionaba.

 

- Bienvenidos a Urban Back Alley. Estoy feliz que el día de hoy haya tanta audiencia cómo es de costumbre. Soy Iron Oxide y esta noche especialmente vengo a responder algunas preguntas que me han hecho en el chat.

 

Aomine sonrió cuando escuchó la voz de Iron Oxide. Había algo en la voz de ese chico que le relajaba, además se notaba que esa noche sería algo entretenida.

 

- Bueno, leí muchas veces en el chat que siempre me preguntan mi edad, tengo 16 años. Lo sé, muchos pensarán que es una mentira pero en verdad tengo 16. - el joven soltó una ligera risilla y continuó hablando - También leo constantemente que algunos de ustedes escuchan un ligero acento cuando habló ¿Tanto se me nota? - el chico volvió a reírse y después soltó un ligero suspiro - Me descubrieron, más de la mitad de mi vida la viví en estados unidos así que de ahí mi acento. Otra pregunta que me hacen seguido es sobre mi vida amorosa ¿Es tan interesante eso? Bueno, para darles el gusto les diré que estoy totalmente soltero, pero estoy interesado en alguien. Volviendo a las preguntas normales mucha gente pregunta sobre mi color favorito, mi comida favorita, mi deporte favorito, etc. Después haré un tag de 30 cosas sobre mí pero sólo por hoy diré que mi color favorito es el rojo, mi comida d la hamburguesa con queso, y mi deporte favorito es el basquet. Esperó que el programa de hoy haya sido de su agrado, el día de mañana tenemos un especial de una de mis bandas favoritas de J-rock. Les habló Iron Oxide, pasen una buena noche, hasta mañana.

 

Aomine escuchó la última canción que puso y suspiró satisfecho.

 

- Tal y cómo había esperado, fue un buen programa. - se dijo a sí mismo, miró su celular recordó el último mensaje que le había mandado el acosador de hace rato. - Así que, a eso se refería mañana tengo que interrogar a este sujeto.

 

Por su parte Kagami suspiró cansado y se estiró en su silla. Disfrutaba mucho hacer esto y que la gente le oyera, ya que su realidad era otra. Él era algo así como el nerd de su escuela, desde que había llegado a Japón su vida escolar había sido un problema. Era molestado constantemente por otros chicos y la preparatoria no era la excepción. Llamaba mucho la atención por su cabello y sus ojos, muchos en su programa creerían que él era un tipo popular y respetado pero se decepcionarían cuando vieran la realidad. Él era alto, eso no lo iba a negar pero era torpe, no tenía muy buena condición física, era un ratón de biblioteca, libro que tocaba era libro que devoraba en 1 o 2 días, además de sus extrañas habilidades con las computadoras y los videojuegos y encima de eso, tenía un sentido pésimo de la moda y no veía muy bien que digamos. Era un friki hecho y derecho.

 

Volvió a suspirar.

 

- Si todo sale mal me iré a vivir a América y jamás volveré.

 

Se dijo a sí mismo y apagó todo su equipo, se cambió de ropa y sin más, se fue a dormir.

A la mañana siguiente se levantó justo antes de que su alarma sonará, con suma pereza se dirigió al baño, se despojó de su ropa y se dio una ducha rápida y se colocó su uniforme.

 

Kagami estudiaba en uno de los institutos más prestigiosos del país, genios tanto en el ámbito académico cómo deportivo se encontraban en el instituto de Teiko.

 

Se colocó la corbata hasta arriba, peino hacia abajo sus pelirrojos mechones de su cabello y se colocó unos lentes de pasta gruesa color marrón.

 

Se miró en el espejo y suspiró derrotado. No le gustaba para nada su imagen. Sintiendo el estómago revuelto tomó su maleta y sin desayunar salió de su departamento para comenzar a caminar al instituto.

 

Había algo que lo estaba molestando y era el hecho de que Aomine lo descubriera. Si eso llegaba a pasar el mayor le metería una tremenda paliza. De por sí el moreno solía molestar constantemente al pelirrojo sólo "por diversión".

El pelirrojo negó con la cabeza.

 

- Definitivamente no quiero que pase... - murmuró el chico y continuó caminando mirando hacia el suelo.

 

- Kagami-kun, vas a chocar con alguien si continúas mirando hacía el suelo.

 

Una segunda voz se escuchó detrás de Kagami y éste dio un enorme salto de sorpresa, lentamente sr giró para ver detrás de él y miró a su pequeño amigo peliceleste detrás de él.

 

- ¡Kuroko! ¡No hagas eso! - le reclamó Kagami.

 

Kuroko lo miró sin expresión alguna y ladeó ligeramente la cabeza.

 

- ¿De qué estás hablando? Llevo más de 3 cuadras tratando de llamar tu atención y tú ni en cuenta. - le respondió tranquilamente el más bajo. - Olvidando un poco esto. ¿Cómo te fue anoche? ¿Lo hiciste?

 

Kagami abrió con sorpresa los ojos y desvío la mirada y tímidamente asintió con la cabeza.

 

- Le hablé... - respondió con un murmullo.

 

Kuroko esbozó una sonrisa y ambos comenzaron a caminar hacia la escuela.

 

- Sabes, no te entiendo Kagami-kun. Tú personalidad no encaja para nada a cómo eres en persona a cuando estás detrás de un monitor. Además  quién iba a pensar que eras un completo masoquista, estás enamorado del chico que te maltrata.

 

Kagami se sonrojó cuando su amigo mencionó aquello.

 

- ¡No lo menciones a la ligera! - se quejó Kagami.

 

- Está bien, sabes que te apoyo. Además yo conocí a Aomine-kun hace años, no es un mal tipo pero es algo especial. Ten cuidado.

 

Kagami sonrió ante la respuesta de su amigo y asintió con la cabeza. El resto del camino estuvo lleno de pláticas triviales y sobre el tema que Kagami hablaría esa noche.

 

Al llegar a la escuela ambos chicos se cambiaron de zapatos y caminaron por los pasillos tranquilamente.

 

- Kagami-kun, ¿me dejas copiar tu tarea de álgebra? - Pidió amablemente Kuroko. Kagami asintió con la cabeza y se sentó en su pupitre, sumergió su mano en su maleta y le entregó su libreta a Kuroko.

 

La sombra lo reverenció ligeramente y se sentó detrás de él, Kagami miró por la ventana y miró cómo todos los estudiantes iban llegando a la escuela.

 

Cuando se percató de una persona en específico su corazón se aceleró. Aomine era uno de los chicos más populares de la escuela.

Tenía fama por ser un gran atleta, era bien conocido que Aomine había estado en varias peleas callejeras pero su increíble talento lo salvaba de la expulsión del equipo de baloncesto.

También había otros rumores que indicaban que Aomine no era el tipo de persona con una relación estable, él más bien era del tipo de una noche y ya.

Y aún con todos esos defectos presentes a Kagami le gustaba Aomine.

 

Fijó su mirada en aquel chico moreno y sintió una pequeña opresión en el pecho. El hecho de que Aomine admirará o le gustará su programa no significaba que tuviera oportunidad alguna de gustarle de alguna manera.

 

Por otra parte, Aomine caminaba perezosamente por la entrada de la escuela, la noche anterior no había conseguido dormir nada tratando de procesar el hecho de que alguien lo estuviera prácticamente acosando. Más que molestarle de alguna forma le intrigaba.

Llegó hasta los casilleros dónde se encontró con uno de sus amigos de la infancia Kise Ryouta. Sonrió y caminó hasta a él, pasó su brazo por encima de su hombro.

 

- Yo Kise. - le saludó Aomine con su típica sonrisa ladina.-

 

- ¡Aominecchi! Buenos días. - le devolvió el saludo de forma enérgica el rubio - ¿Qué te trae a la escuela tan temprano? - se burló.

 

Aomine sacó de su bolsillo un pequeño trozo de papel doblado, se lo entregó a Kise y le guiñó el ojo.

 

- Necesito que averigües de quien este número. Es de alguien que va en esta escuela. Te lo encargo.

 

Aomine se separó de Kise y se dirigió a su casillero, se cambió de zapatos y se despidió con su mano.

Kise desdobló el papelito y alzó una ceja.

 

Mientras caminaba hacía su salón curiosamente se topó con cierto pelirrojo que caminaba cabizbajo hacia el baño de hombres. Sonrió de forma divertida y lo interceptó en la puerta justo antes de que el pelirrojo entrará.

 

- Buenos días nerd. ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

 

Kagami lo ignoró, estaba a punto de pasarlo de largo cuando Aomine de lo impidió.

 

- ¿¡Ah?! ¿Tratas de ignorarme?

 

Kagami alzó la cara y lo miró con una mirada opaca y vacía, un hilo de sangre corría por su frente y la comisura de sus labios. Aomine abrió enormemente los ojos y lo tomó por el hombro.

 

- Oye ¿Quién te hizo eso? - le preguntó secamente.

 

Kagami bajó de nuevo la cabeza y se quedó callado. Aomine apretó los dientes y tomó con fuerza a Kagami por el cuello de la camisa.

 

- ¡Mira maldito nerd! ¡Estoy preguntando qué demonios pasó contigo! ¡No debes ignorarme así!

 

Aomine le reclamó furioso a Kagami pero este no le respondió, lo sacudió fuertemente y justo antes de poder reclamar de nuevo un profesor los encontró.

 

- ¡Aomine! ¿Qué le hiciste a tu compañero?

 

El profesor se acercó corriendo y Kagami se desvaneció, Aomine trató de que el golpe fuera menos fuerte pero aun así Kagami se estampó contra el suelo.

Primero que nada Kagami fue llevado a la enfermería y fue tratado por sus golpes. Y en cuanto eso estuvo resuelto Aomine fue llevado a la sala de profesores e interrogado hasta el descanso.

Aunque repitiera mil veces que él no le había hecho nada, ningún profesor creía esa historia.

 

- Aomine-kun - habló el profesor - te seré honesto, tu expediente demasiado malo cómo para creer esa versión. Además tus compañeros de clase han visto cómo repetidas veces molestas a Kagami en la escuela. No te sancionaré de ninguna manera pero si admites justo ahora que lo hiciste sólo deberás escribir una carta disculpándote y todo estará en orden.

 

- ¿Está sordo? - respondió furioso Aomine - ¿Qué parte no entiende? ¡Yo lo encontré así! ¡Es verdad que lo molesto a veces pero jamás llegaría al punto de golpearlo hasta dejarlo inconsistente! ¡Yo no fui!

 

El profesor suspiró.

 

- Cómo no quieres confesar no me dejas alternativa. Quedas suspendido de cualquier actividad del club de baloncesto hasta que tengas ganas de confesar, es todo.

 

Aomine apretó ambos puños y se retiró de la sala de profesores no sin antes azotar la puerta. En cuanto comenzó a circular por los pasillos los murmullos no faltaron, rápidamente se difundió el rumor de que Aomine había golpeado al número 1 de la escuela.

Su día no podía ir peor.

Harto del barbullo Aomine decidió que no entraría a ninguna clase más y se dispuso a subir a la azotea para tomar una siesta, entonces mientras atravesaba un pasillo escuchó a un par de chicos hablando sobre el tema.

 

- ¿Te enteraste de lo que le pasó a Kagami?

- Sí, pero escuché que inculparon a Aomine.

- ¿Ah? ¿A Aomine? ¿Qué no había sido Haizaki?

- Sí. Yo estaba ahí cuando Haizaki le pidió sus notas a Kagami y este se negó.

- ¿Y luego? ¿Qué pasó?

- Haizaki le metió un par de golpes a Kagami, y este después salió del salón todo desorientado cuando Haizaki se salió.

- Pobre tipo.

 

Aomine se detuvo en secó y llamó la atención de ambos chicos.

 

- ¡Oigan! ¿Lo que dijeron es cierto? ¿Fue Haizaki? - preguntó amenazantemente Aomine. Ambos chicos se quedaron mudos y Aomine se giró para verlos. - Lo preguntaré de nuevo - el moreno comenzó a caminar lentamente hacía ellos y de inclinó un poco para estar a la altura, entonces con una voz áspera preguntó - ¿Fue Haizaki?

 

Ambos chicos estaban temblando, su respiración era totalmente irregular y ellos estaban sudando frío. Sin decir ni una palabra simplemente asintieron con la cabeza. Aomine fingió una sonrisa amable y caminó en dirección opuesta a la que iba.

 

El día estaba a punto de terminar, la luz naranja de la tarde se colaba por las ventanas de la enfermería, Kagami abrió los ojos lentamente y se topó con un techo blanco. Se sentó lentamente en la camilla mirando todo a su al rededor y se colocó sus lentes, un dolor espantoso le molestaba en la boca del estómago y estaba mareado.

 

- Bueno, al menos de alguna forma llegué a la enfermería pero... - Kagami se quedó pensando un rato negó con la cabeza. - No hay manera de que Aomine me haya traído.

 

Entonces la puerta de la enfermería se abrió de par en par, unas fuertes pisadas hicieron que Kagami se erizará. La cortina que mantenía aislada la camilla se abrió de forma brusca y en ese momento miró a Aomine cubierto de tierra y con restos de sangre en el uniforme junto con un par de arañazos en la cara.

 

- Ah, estás despierto. Eso me facilita las cosas. - Aomine habló tranquilamente.

 

Kagami se quedó helado.

 

- Bien, discúlpate.

 

Cuándo Aomine dijo aquellas palabras fue justo en ese momento cuando Kagami se percató de que Aomine estuvo arrastrando algo todo el tiempo.

 

- L-lo siento...

 

Cuando Kagami le puso atención se dio cuenta de que lo que estaba arrastrando era Haizaki. Aomine le había dado una paliza para que este se disculpase. El corazón de Kagami se desbocó, sus ojos se llenaron de lágrimas y bajó la cabeza.

 

- Escucha, esto no lo hice por ti, lo hice porque me suspendieron del club de baloncesto - le habló Aomine mientras comenzaba a darle la espalda.

 

Kagami sonrió de lado.

 

- Lo sé. No hay forma de que Aomine-san haga esto por mí. - le respondió Kagami.

 

Aomine soltó una carcajada.

 

- Que bueno que lo tienes presente nerd, yo no soy tan amable - le respondió Aomine  mientras comenzaba a caminar hasta la puerta - Tú... ¿Te encuentras bien? ¿Puedes andar solo?

 

Kagami alzó la cabeza y sujetó las sábanas con fuerza, tratando de que su voz no se quebrará le respondió.

 

- Sí.

 

Aomine abrió la puerta.

 

- Bien.

 

Fueron las últimas palabras que Kagami escuchó de Aomine.

El pelirrojo tomó sus cosas y se fue lo más rápido que pudo  su casa, lo primero que hizo fue encender su celular que tenía guardado en un cajón de su buró y abrió la aplicación de WhatsApp y encontró 5 mensajes de Aomine.

 

Senpai: ¿Quién eres?

Senpai: ¿De dónde nos conocemos?

Senpai: ¿Nos hemos visto antes?

Senpai: ¿Tú eres Iron Oxide?

Senpai: ¿Qué quieres de mí?

 

Kagami sonrió y se sentó al pie de su cama para comenzar a responder los mensajes.

 

- "Desgraciadamente no te puedo decir mi verdadero nombre, ni de dónde te conozco, pero veo que ye diste cuenta, efectivamente soy Iron Oxide"

- "Hay algo qué quiero decirte"

 

Kagami tragó en secó y bajó su celular, comenzó a quitarse la ropa para ponerse algo más cómodo y escuchó el sonido de una notificación. Revisó el celular y Aomine había contestado.

 

Senpai: ¿Qué tienes que decirme?

 

Kagami sin siquiera pensarlo escribió rápidamente.

 

- "Me gustas"

 

Se fijó que las palomitas se tornaron en azul y el silencio reinó en aquella conversación.

Kagami sonrió y con aires de tristeza y dejó en celular en la cama.

 

- Era obvio. - se dijo a sí mismo y cuando menos se lo esperó el mayor le respondió.

 

Senpai: ¿En serio? ¿Por qué?

 

Kagami se sorprendió. Por el temperamento del moreno se esperó que lo bloqueara al menos pero que le contestará así... Era extraño.

 

- "¿Por qué? Es difícil poder concretar una respuesta para describir cómo... Me siento, simplemente me gustas"

 

Senpai: Bien, aceptaré tu confesión sólo cuando me lo digas en mi cara. Vamos en la misma escuela ¿Cierto? Te veo mañana después de clases detrás del gimnasio.

 

Kagami se sobresaltó cuando leyó aquel mensaje. Con las manos temblorosas escribió su respuesta.

 

- "¡Es imposible! No puedo encontrarme contigo mañana. Lo siento."

 

Senpai: ¿Por qué?

 

- "Porque te decepcionarías inmensamente por lo que soy..."

 

Senpai: ¿Entonces jamás planeas darme la cara?

 

- "No es eso, sólo quisiera que nos conociéramos antes... Por favor"

 

Aomine suspiró derrotado, se encontraba acostado en el suelo de su cuarto y tenía un par de bolsas de hielo en los costados. Haizaki le había dado batalla después de todo.

 

- Es ciertamente interesante e impredecible este tipo...

 

Justamente en ese momento el celular de Aomine comenzó a sonar, pesadamente contestó el celular y escuchó una chillona voz al otro lado de la línea.

 

- ¡Aominecchi! ¡Me enteré que le diste una paliza a Haizaki! ¡¿Estás bien?!

 

Los gritos de Kise fueron tan fuertes que Aomine terminó alejándose el celular del oído.

 

- Kise, no grites. No, no estoy bien, el bastardo de Haizaki me dio pelea. Estoy hecho polvo. ¿Conseguiste información en cuanto al número que te di?

 

El otro lado de la línea se escuchó un profundo suspiro.

 

- Verás Aominecchi, investigué en toda la escuela y pregunté por todos los grados y nadie en la escuela tiene ese número.

 

Aomine tronó la lengua.

 

- ¿Investigaste bien? ¿Estás seguro? - preguntó insistentemente Aomine.

 

- Muy seguro y no hay información de ningún tipo, incluso tuve que usar métodos sucios para que algunas personas hablarán.

 

- Bien, gracias de todas formas Kise, te debo una.

 

Respondió Aomine totalmente desorientado. Volvió a mirar su celular y meditando seriamente respondió.

 

- "Bien, eso haremos, pero eso no quita el hecho de que seas un pequeño acosador."

 

Kagami por su parte se rio y asintió con la cabeza.

 

- "Así es. Lo sé casi todo de ti"

 

Aomine abrió los ojos con sorpresa y se sentó de golpe en el suelo, cosa que causó un enorme y punzante dolor en sus costillas. Se quejó por lo y rápidamente respondió.

 

- "¿¡EHHH?! ¿Tú, pequeña rata que tanto sabes?"

 

Pequeño acosador: Aomine Daiki, 1.92 metros de estatura, 85 kgrs, estudias en Teiko desde 1er grado de secundaria, 17 años a punto de cumplir los 18 años, juegas cómo Ala pívot y tu especialidad son los tiros sin forma, también sé que le tienes miedo a las abejas, te gustan las chicas de pechos grandes, nunca te presentas a los entrenamientos y aun así eres el jugador estrella, Momoi Satsuki es tu amiga de la infancia entre... Otras cosas.

 

Aomine al leer la biblia que el chico le había mandado sintió un enorme escalofrío.

 

- Este chico... Me conoce mejor de lo que yo me conozco.

 

Por alguna extraña razón esto le causaba gracia a Aomine. Tanto que comenzó a carcajearse.

 

- "¿Mi color favorito?"

 

Pequeño acosador: Azul rey.

 

- "¿Comida favorita?"

 

Pequeño acosador: Hamburguesa Teriyaki.

 

- "¿Número de calzado?"

 

Pequeño acosador: 29.5

 

- "Muy bien, es oficial, estoy aterrado"

 

Kagami en cuanto leyó ese mensaje se golpeó mentalmente, era obvio que una persona se asustaría si de la nada alguien llega y te dice toda esa información.

 

- "¡Lo siento! ¡No fue mi intensión asustarte! Soy un tonto... Por favor perdóname"

 

Senpai: jajajaja estoy bromeando tonto, es la primera vez que alguien me investiga a fondo.

Senpai: ¿Estás seguro que no eres un secuestrador o algo así?

 

Kagami se alivió cuando el moreno le había dicho que era una broma y encima de eso seguía bromeando sobre el asunto.

 

- "Lo soy, te voy a secuestrar y te voy a meter bajo mi cama para que nadie más pueda tenerte."

 

Senpai: jajaja calma tigre, podría jurar que hasta sabes dónde vivo. ¿Cierto?

 

- "Sip, de hecho me metí a tu casa y coloqué cámaras en puntos estratégicos para mirarte siempre que quiera."

 

Senpai: jajaja basta, lo peor es que si podría creerte.

 

Aomine estuvo riéndose todo el tiempo, era gracioso que alguien le hablará de esa forma pero sobre todo que alguien se haya enamorado de él aún sin conocerse directamente le causaba un extraño cosquilleo, pero lo que más le llamaba la atención era que este chico conocía sus peores defectos y aun así él decía que estaba enamorado de él.

 

- "Dime pequeño, ¿me puedes hablar de ti?"

 

Pequeño acosador: nada de descripciones físicas.

 

Aomine bufo.

 

- "Está bien."

 

Pequeño acosador: muy bien. Soy un excelente cocinero, el único deporte dónde no soy un asco es en el surf, sé hablar 3 idiomas, hm... No sé qué más quieras saber.

 

- "¿Tus miedos?"

 

Pequeño acosador: los perros y las historias de fantasmas.

 

- "Algún día te voy a invitar a mi casa a ver películas de terror para que te aferres fuertemente a mi"

 

Pequeño acosador: ¿es una cita?

 

- "Lo será cuando te conozca"

 

Pequeño acosador: Aomine-senpai pronto debo irme, haré las tareas y preparare las canciones para el programa de hoy.

 

- "¿Podrías hacerme un pequeño spoiler y decirme sobre que banda harás el especial?

 

Pequeño acosador: ... Flow.

 

- " Te estaré escuchando, hasta mañana, debo seguir interrogándote"

 

Pequeño acosador: jajaja con gusto, hasta mañana.

 

Las semanas pasaron y Kagami y Aomine hablaban a diario bromeando y tonteando todo el tiempo. Aomine disfrutaba hablando con Iron Oxide pero moría de ganas por saber quién era.

Pero antes de eso la semana de exámenes se atravesaba y para eso Aomine tenía un plan maestro para poder llegar a un trato y así poder conocerse.

 

Una tarde del jueves Aomine le mandó un mensaje a Iron Oxide proponiéndole algo.

 

- "Oye, ¿estás ahí?"

 

Pequeño acosador: Senpai, hace días que no hablamos. ¿Qué pasa?

 

- "Te propongo algo"

 

Pequeño acosador: no quieres mi pack ¿verdad? Dime que no es nada de eso.

 

- "Eso después. Quiero conocerte, no me importa, quiero verte a la cara"

 

Kagami se encontraba estudiando tranquilamente cuando Aomine le declaró que quería conocerlo. Bajó su lápiz y suspiró. Era obvio ya habían pasado 2 meses desde que ellos habían estado charlando así, estaba claro que el mayor sentía curiosidad.

 

- "¿Cuál es esa propuesta?"

 

Senpai: se acerca la semana de exámenes, si yo logró estar en los primeros 50 tú saldrás en una cita conmigo.

 

- Wow, esta es una gran apuesta. - se dijo Kagami a sí mismo.

 

- "¿Primeros 50? ¿Estás seguro?"

 

Senpai: si fuera más fácil tú no aceptarías ¿cierto?

 

- "Jajaja hecho, hagámoslo, suerte"

 

Eso era lo que Kagami había dicho la tarde anterior. Sin embargo lo que vio el viernes por la mañana fue totalmente inesperado. Aomine estaba parado frente a su casillero dónde guardaba sus zapatos para entrar a la escuela. Su corazón se detuvo.

Con la cabeza abajo y las piernas temblorosas se acercó lentamente y cuando estuvo a una distancia razonable el mayor le hablo.

 

- Yo, Kagami. - le saludó amistosamente Aomine.

 

- Bu-buenos días Aomine-san... - respondió Kagami con la voz entrecortada.

 

- Hoy hace un buen día, ¿no es así? - Aomine trató de sacarle la charla al pelirrojo mientras se acercaba lentamente hacia él.

 

- S-si... Hoy hace un muy buen clima... - Kagami se rio nerviosamente y fue retro retrocediendo lentamente.

 

- Verás mi querido nerd, a decir verdad es que necesito un favor. - Aomine fingió una amable sonrisa y se paró frente al menor.

 

- ¿U-un favor?.. - murmuró Kagami.

 

- Sí, sí, un favor, necesitó que me ayudes a estudiar para la semana de exámenes, algo muy importante está en juego. - Aomine lo miró fijamente y Kagami se sonrojó ligeramente por su fija mirada en él.

 

- ¿Sólo eso?..

 

- Jamás había estudiado para un examen, y soy un desastre para estudiar solo, necesitó quedar en los primeros 50 y a quien mejor que pedirle ayuda al número 1 de la escuela ¿no?

 

- Ajá... Está bien...

 

Después de esa intensa plática de persuasión Kagami y Aomine habían quedado para hacer un pequeño campamento de estudio en la casa de Kagami. Cosa que no era buena para el pelirrojo.

Después de clases ambos chicos caminaron silenciosamente hasta el departamento de Kagami. Los nervios de tener cerca al moreno lo estaban matando.

 

- Así que... Kagami. ¿Vives tú solo? - preguntó Aomine tratando de quitar la tensión en el ambiente.

 

- Si... Mi padre está en América y me manda dinero al final de cada semana... - respondió en voz baja.

 

- Ehh... ¿Y tu madre?

 

Kagami tragó saliva y esbozó una sonrisa.

 

- Murió cuando tenía 6 años.

 

- Lo siento.

 

- No hay problema.

 

Al llegar al edificio Aomine pudo admirar que el chico vivía en una buena zona y el edificio era bastante grande.

Ambos subieron las escaleras y Kagami le dio acceso a su departamento. Lo primero que Aomine pudo admirar fue unos enormes libreros, a pesar de que el departamento no tenía muchos muebles estaba repletos de estantes y libreros llenos.

 

- Así que... Te gustan los libros - mencionó Aomine mientras se quitaba los zapatos y se sentaba en la sillón.

 

- Si... Me encantan. - respondió Kagami mientras se sentaba con él a una distancia razonable. - ¿comenzamos con física?

 

- Ah... Si.

 

Y así comenzó su dura e intensa sesión de estudio. Sólo habían repasado una materia y seguían atorados en el mismo tema ya que Aomine no podía comprenderlo.

 

- Bien, esto es inútil. No puedo recordar ninguna fórmula. - mencionó Aomine mientras se recostaba en la mesa que Kagami había puesto frente al sillón.

 

- ¿Hay una forma en la que puedas memorizar las cosas? - preguntó Kagami mientras suspiraba profundamente, no habían podido avanzar nada.

 

- No lo sé. Jamás necesité memorizar nada de la escuela. - Aomine respondió mientras jugaba con su lápiz que estaba sobre la mesa.

 

- Tomemos un descanso. Haré la cena... ¿Hay algo en especial qué quieras comer?... - preguntó Kagami  mientras se dirigía a la cocina.

 

- No. Has lo que quieras mientras sea comestible. - bufó Aomine y se estiró en su lugar. - ¿Te molesta si pongo algo de música?

 

- No. Adelante

 

Aomine comenzó a reproducir una canción que había escuchado en el programa hace meses.

Kagami reconoció de inmediato y sonrió.

 

- ¿Kibou no uta? Es buena la canción. - respondió Kagami inconscientemente mientras comenzaba a picar algunos vegetales.

 

Aomine lo miró sorprendido y sonrió.

 

- ¿La conoces?

 

Kagami asintió con la cabeza y se encogió en su lugar.

 

- Me empezó a gustar está canción desde que la escuche en un programa de radio. - mencionó Aomine con una pequeña sonrisa en el rostro.

 

- Es buena la banda, aunque en mi opinión Kaze no uta es mejor en cuanto a instrumental. - respondió el pelirrojo cautelosamente.

 

- ¿Estás loco? Steppin' out tiene muchísima mejor instrumentalización.

 

Kagami sonrió y negó con la cabeza.

 

- Novato.

 

Aomine frunció el ceño y así fue cómo comenzó un largo debate sobre cuál canción tenía la mejor instrumental. El tiempo paso rápidamente y la cena ya Estaña lista. Kagami sirvió dos platos y después ambos comenzaron a comer.

 

- Aomine-san... ¿Por qué es tan importante pasar estos exámenes?

 

Aomine lo miró y tragó el bocado antes de responderle.

 

- Es para conocer a alguien. Es realmente importante esto para mí.

 

Cuando Kagami vio su mirada notó una enorme determinación. Sonrió satisfecho y lo miró.

 

- Yo me encargare de llevarte hasta los primeros 50, confía en mí.

 

Aomine sonrió divertido, era la primera frase que el pelirrojo decía sin tartamudear. Asintió con la cabeza y suspiró aliviado.

 

- Eso haré.

 

 

Después de cenar y repasar un rato Kagami se encerró 15 minutos en su cuarto cuando salió le dio una muda de ropa a Aomine.

 

- Estamos casi del mismo tamaño... Sé que te quedará. También puse un futon en aquella esquina... Cualquier cosa sólo toca mi puerta... Buenas noches - Kagami lo reverenció y Aomine sólo se rio.

 

- Es más divertido de lo que pensé. - mencionó Aomine al mismo tiempo que se conectaba a internet y se metía al blog de Urban Back Alley y se encontró con un mensaje de "Estoy en épocas de exámenes, lo siento pero por razones de estudios no va a haber programa hasta el lunes"

Entonces, lo que comenzó a escuchar fue un programa que estaba grabado.

Se decepcionó.

Abrió su aplicación de WhatsApp y le mandó un mensaje al encargado del programa.

 

- "¿Ocupado con los estudios?"

 

Kagami quien se encontraba recostado en su cama sonrió de lado al leer el mensaje de Aomine.

 

- "Si, es horrible ¿Cómo vas tú? Me enteré de que le pediste ayuda Kagami.

 

Senpai: Oh, incluso sabes eso, si, él es mi carta del triunfo.

 

- "Jajaja buena suerte entonces"

 

Senpai: ¿Puede ser que estás celoso de Kagami?

 

- "Nop. Ni un poco. Kagami es un buen amigo mío y él sabe que me perteneces así que no me preocupo"

 

Senpai: tsk...

 

- "Deberías ir a dormir, Kagami tiende a madrugar mucho."

 

Senpai: Está bien. Hablamos pronto.

 

- "Descansa, suerte"

 

A la mañana siguiente mientras Aomine descansaba plácidamente en la sala Kagami se despertó lo más temprano que pudo y sacó una olla de un gabinete, tomó una cuchara de madera y rellenando sus pulmones de aire comenzó a golpear la olla al mismo tiempo que le gritaba a Aomine.

 

- ¡ES HORA DE DESPERTAR! ¡TENEMOS QUE ESTUDIAR!

 

Aomine gruñó molesto.

 

- Baja esa mierda o te juro que te golpearé con esa maldita olla. - le amenazó Aomine de mal humor a Kagami.

 

- Si quieres estar en los primeros 50 puestos sin saber nada habrá que tomar medidas drásticas.

 

Aomine se quejó por última vez y se levantó del futon, bostezo perezosamente y le lanzó una mirada asesina a Kagami.

 

- Hagamos esta mierda.

 

El día se fue en un abrir y cerrar de ojos, Kagami había descubierto que Aomine era auditivo, entonces lo único que tenía que hacer era leer en voz alta lo más importante para que Aomine lo memorizará.

 

- Sé que es un momento raro para preguntar esto pero... ¿Qué mierda se supone que estás usando? Lo siento pero no puedo resistir más. - preguntó Aomine interrumpiendo la lección por completo.

 

- Es mi ropa usual... - respondió Kagami mientras miraba su camisa.

 

- ¿Quién demonios usa camisas de cuadros hoy en día? Y ¿Por qué tus pantalones son 3 tallas más grandes? - Aomine alzó una ceja y Kagami se encogió de hombros. - Dios... No soporto verte así.

 

Aomine se levantó de su lugar y caminó hasta Kagami, le desabotonó los primeros 2 botones de la camisa y le revolvió un poco el cabello. Ladeó la cabeza un poco y suspiró derrotado.

 

- Bueno... Te ves mejor que antes. Ye voy a dar un par de camisas y pantalones que ya no uso. Están prácticamente nuevos y seguramente se te verán mejor que la basura que estás usando.

 

Kagami asintió con la cabeza y tiempo después terminaron con todas las materias. Entonces Kagami le hice un par de exámenes para saber un poco su nivel.

 

- Vaya. Eres bastante bueno en historia. - comentó Kagami mientras calificaba su examen.

 

- ¿Y? ¿Crees que pueda pasar? - preguntó Aomine mirando fijamente a Kagami este lo miró alzando los exámenes y asintió con la cabeza. - ¡Si! ¡Eres el mejor Kagami! ¡Gracias!

 

Kagami sonrió ligeramente y negó con la cabeza.

 

- No es nada.

 

Entonces después de cenar Aomine tomó sus cosas, reverenció a Kagami para darle las gracias y salió del departamento rumbo a su casa.

La semana de exámenes comenzó de una forma intensa y pesada para todo el mundo.

Aomine jamás había sentido tanta presión en su vida y al final de la semana los resultados salieron. El moreno corrió cómo nunca por los pasillos y cuando llegó se topó con una bola de estudiantes queriendo ver los resultados también, con todas sus fuerzas empujó a los estudiantes y de coló para poder ver su realmente lo había logrado y entonces en el puesto 48 estaba su nombre. Lo primero que hizo fue salir de ahí para correr al salón de Kagami, en cuanto estuvo ahí azotó la puerta y entró corriendo importándole poco que los demás lo vieran.

 

- Kagami... - mencionó Aomine jadeando.

 

- ¡Aomine-san! ¿Se encuentra bien? ¿¡Qué pasa?! - Kagami se levantó de su lugar y comenzó a abanicar un cuaderno para darle aire al moreno.

 

- Quedé en el puesto 48. - le gritó prácticamente en la cara al pelirrojo. Al ver su cara de felicidad su corazón se detuvo. Se veía hermoso con aquella sonrisa que mostraba una felicidad genuina.

 

- Aomine-kun que sorpresa. - habló Kuroko detrás de él.

 

- Oh, Tetsu. Hace tiempo que no te veía. Deberías darte una vuelta por el club, todos te extrañan ¿Tú lesión ya sano?

 

- Así es, pronto retomaré mis actitudes del club. Esperó verte en los entrenamientos. - Aomine soltó una carcajada.

 

- Algún día Tetsu, bueno, nos vemos. Y Kagami gracias por todo.

 

- Si... - Kagami respondió impactado. Kuroko le miró y le preguntó.

 

- ¿Qué pasa?

 

- ¿¡Estabas en el club de baloncesto?! - preguntó Kagami alterado.

 

- Si ¿nunca lo mencioné? Lo siento. - respondió de una manera simple Kuroko.

 

- Eso quiere decir que tú... - Kagami se encogió de hombros y se cubrió la cara con ambas manos. - Todo este tiempo me estuviste investigando.

 

- Lo siento. Tenía que conocerte un poco mejor antes de darte el número de Aomine-kun pero al final salió todo bien ¿No? - Kuroko le mostró una sonrisa diminuta y Kagami suspiró derrotado.

 

Al final del día Kagami se fue solo a su casa y en cuanto llegó a su departamento lo primero que hizo fue tomar su celular y mirar los mensajes que tenía. Entonces lo que hizo fue armarse de valor y llamarlo.

 

- ¿Hola? - se escuchó una ronca voz del otro lado de la línea. Kagami tenía una suerte increíble ya que su voz sonaba un poco más ronca que su voz habitual durante una llamada telefónica.

 

- Hola ¿Cuáles fueron los resultados? - preguntó Kagami.

 

- Oh. Eres tú, quedé en el lugar 48. - vociferó Aomine orgulloso de sí mismo.

 

- Eh~ Felicidades. Entonces me toca pagar ¿Cierto? - la voz de Kagami lentamente se fue quebrando.

 

- Si, así es. - Aomine se rio divertido y escuchó cómo al otro lado de la línea el chico comenzaba a llorar. - Oye, tranquilo. No pasará nada.

 

- Sólo... Cuando descubras quien soy, no vayas a burlarte de mí. - fue la única petición que hizo Kagami.

 

- No lo haré. - Respondió Aomine seguro de su respuesta.

 

- Mañana, te veo a las 3:00 en unas canchas de baloncesto que están a un lado del Maji Burguer que está cerca de la escuela.

 

- Ahí te veo. - respondió Aomine y antes de colgar mencionó. - Yo también tengo una respuesta a tu confesión. Nos vemos.

 

Dicho esto Kagami programó su computadora para que reprodujera un programa que él había grabado. Y se recostó en su cama. Pensando en todos los posibles finales de aquello se quedó dormido y cuando despertó desganado. Cuando se sentó en su cama escuchó el sonido del timbre, caminó lentamente hasta la puerta y la abrió. Vio a Kuroko parado frente a su puerta.

 

- Buenos días Kagami-kun. ¿Puedo pasar?

 

- Adelante. - le respondió Kagami bostezando.

 

- ¿No dormiste a noche? - Kuroko lo miró de reojo y negó con la cabeza.

 

- No, es complicado... - Kagami suspiró y se sentó en el sillón. - ¿y bien?  ¿Qué te trae por aquí?

 

El pequeño peliceleste sacó su celular y se lo mostró a Kagami.

 

- Aomine-kun me mandó un mensaje ayer y me contó que tendría una cita con Iron Oxide, así que estoy aquí por ti.

 

Kagami abrió los ojos con sorpresa.

 

- ¡¿Por mí?! - exclamó Kagami sobresaltado.

 

- Tranquilízate, le pregunté a Kise-kun la talla de jeans de Aomine-kun y tú y él deben medir prácticamente lo mismo. Por eso - la pequeño sombra sacó una bolsa de su maleta que llevaba colgando y se la entregó a Kagami. - considéralo tu regalo de cumpleaños.

 

Kagami abrió la bolsa y miró un par de jeans negros y una playera rojo oscuro.

 

- Gracias... - mencionó Kagami sonriendo ligeramente.

 

- Nada de gracias, quiero desayunar, no he comido nada por venir a dejarte esto.

 

Kagami se rio y asintió con la cabeza. Después de desayunar Kuroko se retiró deseándole suerte.

El pelirrojo se dio una ducha rápida y prosiguió a vestirse. Era la primera vez que usaba algo ajustado. En cuanto se vio en el espejo no pudo creer que realmente era él, se peinó cómo Aomine le había dicho y se quitó los lentes. Caminó hasta su buró y sacó sus lentes de contacto.

 

Se colocó un poco de perfume antes de salir de su celular y con celular en mano y caminó con la cara en alto hasta el punto de encuentro. Tenía 15 minutos de ventaja, sintiéndose totalmente nervioso su corazón se detuvo cuando escuchó el sonido de un balón rebotar. ¿Había alguien más jugando? No, era imposible. Esas canchas siempre estaban desoladas. El joven asomó ligeramente y miró a Aomine practicando sus tiros. Negó ligeramente y se quedó parado en su lugar, desbloqueo su celular e inició una llamada.

 

- Eres más puntual de lo que esperé. - mencionó en cuanto el contrario respondió.

 

- Al contrario de ti que ni tus luces. - bromeó Aomine.

 

- ¿Disculpa? Tú Llegaste antes dr lo acordado - respondió Kagami riéndose - Ahh...Aomine-senpai

 

- Dime ¿Qué pasa? - respondió Aomine recargándose en la base del poste del aro.

 

- Todo este tiempo estuve más cerca de lo que crees e interactuamos mucho. Me golpeaste y molestaste bastante pero aun así tú me parecías muy genial - Kagami comenzó a caminar silenciosamente hasta que se paró detrás de Aomine - A pesar de todo eso, tú me gustabas mucho y pensaba de qué manera me podía acercar a ti, pensaba si tú y yo alguna vez podríamos llevarnos bien. Y sólo se me ocurrió esto. Y es por eso que yo me sentí muy feliz cuando llevaste a Haizaki hasta mí para que se disculpara conmigo. Yo jamás creí que esto fuera a funcionar... - Kagami tocó el hombro de Aomine y este de giró para verlo.

 

- Kagami... - murmuró Aomine sorprendido.

 

- Aomine, me gustas. - Kagami esbozó una sonrisa y sus ojos comenzaron a lagrimar.

 

Aomine dejó caer su celular y en un movimiento rápido abrazó a Kagami.

 

- Tú también me gustas, honestamente no sabía quién eras, pero eras la primera persona que hablaba conmigo honestamente. Y tú, sólo apareciste y de la nada... Me hiciste sentir ansioso y... Simplemente hiciste que me olvidará del concepto físico me comenzaste a gustar por ser tú.

 

Kagami se aferró fuertemente a Aomine y suspiró aliviado.

El moreno lo separó lentamente para mirarlo a la cara y le limpio sus ojos con el dedo pulgar.

 

- Oye, te queda muy bien eso. - mencionó Aomine mientras caminaba alrededor de él. - Si... Definitivamente me gusta lo que veo. Creí que no podía ver sin lentes.

 

- Traigo lentes de contacto - respondió Kagami sintiéndose nervioso ante la mirada de Aomine.

 

- Oh. ¿En serio? - Aomine se acercó a Kagami acorralándolo contra el poste. - Hm... Se ve muy natural. - Aomine abrazó por la cintura a Kagami. - Jajaja ¿Por qué tan tenso?

 

La respiración de Kagami se aceleró rápidamente, su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho y el aroma del moreno lo estaba mareando. Aomine acercó su rostro al de Kagami y apenas a unos centímetros de distancia preguntó mirándolo a los ojos.

 

- ¿Puedo besarte?

 

Kagami miró la usual y arrogante sonrisa de Aomine en su rostro entonces pasando sus brazo por encima de los hombros del moreno asintió con la cabeza.

El beso fue lento y profundo, transmitía todos los sentimientos que ambos habían estado guardando por tanto tiempo.

Ambos se separaron lentamente y Aomine se rio ligeramente.

 

- Oficialmente ahora eres novio de la estrella del equipo de baloncesto.

 

- Y tú oficialmente eres novio de la sensación de internet Iron Oxide.

 

Aomine asintió con la cabeza y le dedicó una sonrisa.

 

- Así que... Cámaras en mi casa

 

Kagami soltó una carcajada y asintió con la cabeza.

Desde ese día Aomine comenzó a asistir a sus entrenamientos y a entrar más seguido a clases. Con tal de conseguir puntos con Kagami.

¿Quién dijo que el amor no cambia a las personas para bien?

Notas finales:

Muchas gracias por leer :D

Espero que lo hayan disfrutado!


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