La Lluvia
Original
One Shot
By: Alejandrina Chan
La vista del de cabellos oscuros se fijaba en la ventana denotando en su rostro una gran tristeza envuelta de soledad, la lluvia que se veía a través del cristal le acompañaba en su melancolía agregando más depresión al ambiente del lugar, el silencio era abrumador y el tic tac del reloj se marcaba haciendo énfasis en el tiempo transcurrido, Damián el dueño de esas emociones sentía como su rostro se quería inundar de lágrimas al recordar que ese día, era la fecha tan especial por la que esperaba año con año
--Así que ahora lo pasare solo, aunque cuando estaba con él me sentía de la misma manera, claro está, que a su lado al menos tenía un cálido cuerpo…--mencionó con profunda nostalgia en su voz mientras observaba como las gotas de lluvia resbalaban una por una en el marco de la ventana—Ahora que lo pienso los días lluviosos eran nuestros favoritos… ¿no es así Dante?—dijo al aire como si alguien le escuchase, él sabía que no había nadie en esa enorme casa suya, pero aun así no podía evitar pronunciar ese nombre, el nombre de la persona a la que más había amado en su vida, mucho más que a cualquiera e incluso más que a la misma madre que le había traído al mundo pero quien nunca acepto su forma de ser, aunque al parecer Dante al final también le había rechazado por ser diferente.
--¿Cuándo aprenderé que todos los seres humanos mienten por naturaleza? A veces me pregunto porque no somos como los animales que no mezclan los sentimientos con las acciones—menciono irritado al darse cuenta de en qué estado lamentable se hallaba.
“Te amo más que a nadie en el mundo Damián” ese recuerdo ligado del susurro de una voz le atormentaba la lógica de su cabeza ¿Por qué no podía olvidarle? En verdad que el destino a veces parecía burlarse de los miserables para tener un poco de diversión.
--Todas eran sus sucias mentiras, yo de idiota que caí, en verdad como me pude dejar envolver en su juego en donde era más que obvio que al final me botaría—decía mientras veía con enojo el teléfono celular sobre la mesita a un lado suyo—la última llamada solo era para decirme esas palabras, que manera tan sutil de mandar a alguien a la mierda—comento mientras sentía como en su garganta el nudo se acrecentaba.
“Dentro de una semana será el mejor día, el más valioso, recuerda Damián… ese día nos la pasaremos juntos” su mirada fue a dar contra el piso al tener ese flash en la cabeza—En verdad que no hay idiota más grande que yo—soltó una risa lamentable dando vueltas en círculos como queriendo perforar el suelo de madera de la casa
--Cada palabra tuya me llevaba al cielo y creí en cada una de tus dulces y encantadoras mentiras, en verdad que me deje envolver por el manto de la irrealidad que me tejiste, amor, amor y más amor… me llenabas de ese sentimiento que creía era verdadero pero solamente eran una sarta de engaños en la que yo mismo me metí por idiota, si no me hubiera dejado guiar por ti dentro de ese sentimiento absurdo… tal vez no hubiera entrado tan fácilmente en el terreno de los que se lamentan por un amor unilateral—comentaba mientras dejaba de rondar en círculos en un mismo espacio y caminaba hacia la ventana pegándose como si quisiera atravesarla, la lluvia iba en aumento… al parecer ese día sería arruinado por el aguacero, aunque eso ya no interesaba, lloviese o no ese día no dejaría de ser el peor en la vida de Damián
“¡Eh Damián! Amo pasar los días lluviosos contigo son los mejores, vamos a salir a mojarnos en la llovizna, anda sal, si te enfermas yo te cuido” le seguían bombardeando los recuerdos de ese chico de cabello grisáceo y ojos plata que le sonreía de manera cálida al punto de hacer que aun cuando hubiera una tempestad fuera, en su interior sintiese la sensación térmica de los rayos del sol. Qué manera más cursi de pensar por parte suya.
--Yo había decidido jamás enamorarme pero tenía que conocerte Dante, tú mi más dulce mal—sonrió mientras caminaba lejos de la ventana a la que le clavaba la mirada, saliendo de la enorme pero solitaria casa adentrándose en el placer de estar bajo el agua—El cielo me acompaña en mi desgracia… ¿estaría bien que mezclara mi llanto con el de él?—pronuncio con voz quebrada mientras elevaba el rostro dejando que la llovizna le empapase completamente la cara. Se sentía tan bien estar al aire libre mezclándose de alguna u otra manera con la naturaleza perdiéndose completamente
“¿Te gusta la lluvia no es así Damián? Espero que el domingo este con este clima, así disfrutaremos de nuestra compañía y de lo que más nos gusta” el recordar esa sonrisa hacia que las facciones del pelinegro se pusiesen rígidas ante el hecho de no saber cómo expresar toda la cólera que traía encima.
--¿Lo que más nos gusta?—el sonido de su voz sarcástica se ahogó en el aire—Nunca lo entendiste Dante, en verdad siempre odie la lluvia con todo mi ser, nunca me gusto… ¿Por qué? Siempre que llovía esperaba con ansias tenerte a mi lado para disfrutar de este fenómeno, la lluvia me hizo esperanzarme con que vinieras haciendo que el lazo que me unía a ti se fortaleciera… aunque ahora la amo, porque es lo único que me dejaste…--se tiro al césped del patio mientras se llenaba de lodo bajo esa tempestad, cerró los ojos como si fuese a dormir.
“Ya cumpliremos 7 años de estar juntos ¿no es así? Estos años a tu lado han sido lo que más he disfrutado de mi vida Damián, te amo, te amo tanto…” se mordía el labio con cada te amo que resonaba en su cabeza como gritos de ecos dentro de una cueva
--¡Cállate! ¡Cállate!—comenzó a gritar sintiendo como las lágrimas se salían de sus ojos mezclándose con el agua en su cara proveniente del aguacero y se tapó con ambas manos ante ese hecho de su debilidad--¡¿Por qué me mentiste bastardo?! ¿Por qué creí en ti?... ¿Por qué aun te amo? Dímelo…--sollozo lo último como si esperase que el aire le llevase una respuesta, se controló quitándose las manos del rostro viendo como poco a poco el agua bajaba de potencia—Eh… Dante—sonrió de manera sínica mientras enfocaba su vista a un punto en el horizonte--¿te divirtió hacerme creer que me amabas? De seguro fue una gran diversión hacerme sentir como una colegiala enamorada de ti…
“Damián, debemos de terminar…” se ahogó a si mismo ante ese pensamiento.
—No tuviste piedad contra mí, decidiste acabar todo de la manera más sutil…
“Lo siento me he dado cuenta de que en verdad nunca te amé, me voy a casar el mes que viene y… tu no entras en mis planes, terminemos…”
--Me pregunto ¿Desde cuándo me engañabas con esa chica? ¿Desde qué momento te arrancaron de mis brazos? ¿Desde cuándo te hiciste necesario en mi vida como para que piense de esta manera? Al final el único que perdió en esta partida fui yo… ha de ser divertido para ti recordar todas las veces que me llevaste a la cama con tus falsas palabras… aun pienso que fui presa de tus garras, una presa más en tu banquete, una basura extra en el suelo… un idiota más que se enamoró como loco de tu existencia.
“Espero que asistas a mi boda…” la furia se apodero del pelinegro al venírsele el flash a la cabeza, alterándole de sobremanera mientras se levantaba como resorte del suelo—aún no se si lo decías en serio o era una más de tus bromas estúpidas…. ¿ella te entenderá mejor que yo? ¿Qué es lo que me hizo falta para que no te enamoraras de mí? ¿Es porque tú también rechazas el hecho de que me enamoro de hombres?… no te preocupes Dante no es como si me enamorara de todos… tuve la mala fortuna de enamorarme de ti…--la lluvia ceso mientras Damián regresaba completamente empapado a la casa tirándose en el suelo boca arriba fijando su vista en el techo con una mirada perdida
--Así que al final el domingo que tanto había planeado por ser los 7 años en los que habíamos estado juntos los pasare de la misma manera en como cuando me abandonaron, solo... hiciste que me adaptara a tenerte conmigo… al final fuiste más cruel que mi madre—rio ante la ironía de su vida mientras cerraba los ojos—este será el aniversario que nunca olvidare porque es el aniversario en el que me dejaste—una sonrisa llena de melancolía le invadió mientras una lagrima recorría su mejilla cayendo al suelo
--Ahora lo más seguro es que este día será importante para ti porque es el día en el que cumplirás aniversarios con tu ahora esposa… al final hiciste algo importante en este día, uniste lazos con la persona que amabas y dejaste botada a la basura que te estorbaba ¿No es así?—mencionó levantándose del suelo caminando de nuevo hacia la ventana viendo los rastros de la lluvia que habían quedado--¿Por qué te gustaba tanto la lluvia? Me pregunto… cuando llueva, ¿Te acordaras de mí? ¡Oh! Es cierto hace mucho me dijiste porque amabas tanto la lluvia—un rápido flashback se volvió a su mente.
En esa misma ventana una sonrisa se dibujaba en el rostro de Damián mientras era abrazado por detrás por Dante ambos miraban el agua bajar desde el cielo hasta la tierra “Damián sabes porque amo este clima… Es porque es cuando podemos estar más tiempo juntos…” un abrazo sofocante “la lluvia es lo mejor, tranquila pero a la vez descontrolada, calmada pero a su vez rebelde… amo pasar estos días contigo… feliz aniversario Damián” el pensamiento finalizo con el recuerdo de la unión de sus labios en un beso.
--Tan hermosa a la vez como tempestuosa…. Es por eso que odio la lluvia… porque se parece tanto a ti y es por eso que desde ahora odiare este día… porque es el día en que la lluvia se llevó mi corazón junto a la fuente de mis lágrimas dejándome seco por dentro—termino su monologo miserable mientras se despegaba de la ventana que tanto le lastimaba, algún día sería capaz de cambiarse de esa casa llena de mentiras, engaños y falsedades… algún día. Se dirigió hacia la habitación tirándose boca arriba sobre la cama mientras oía como el reloj marcaba las 10:00 p.m. exactas de ese domingo
--Feliz Aniversario—murmuro para después dejar que la melancolía le envolviese en ese día que en lugar de ser el mejor término siendo tan destructivo como una tormenta en primavera.
Fin.