Alcohol
Era una noche calurosa y todos los de Seidou habían decidido ir a comer a uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, el entrenador Kataoka y Rei creían que esto sería alguna clase de motivador para que se esforzaran en las prácticas.
La mayoría de los estudiantes había accedido a la amable invitación de su entrador y la asistente, por lo que cuando llegaron al local les brindaron la mesa más grande.
— ¡Wah este lugar huele delicioso! —Dijo emocionado Sawamura emanando brillos de sus enormes ojos dorados— ¡Gracias jefe! —le grito al entrenador y este ni se inmuto, ya estaba acostumbrado a la forma en que Sawamura se dirigía a él.
Cada uno pidió su platillo favorito y espero pacientemente por ellos, decidieron charlar sobre la práctica de ese día durante la espera. De repente entre tanta risa y tanta broma Eijun se puso alerta debido a que a su lado una mano sujetaba fuertemente su muslo por debajo de la mesa, su piel se erizo y giró agresivamente mirando el perfil de su cátcher e incordio número 1:
— ¡Miyuki Kazuya!
— ¡Wah, sí que gritas demasiado fuerte Sawamura, cállate! —dijo Kuramochi alterado mientras le lanzaba una taza al ruidoso pitcher quien la esquivo al último instante.
Eijun en realidad no comprendía en qué situación se hallaba con Kazuya, desde unas cuantas semanas atrás se besaban incontables veces después de las prácticas e incluso a veces se llegaban a tocar más íntimamente… aunque en realidad lo de los roces lo provocaba el cátcher.
“¿Pero qué somos?”
Esa pregunta torturaba el cerebro del pitcher cuando intentaba dormir por las noches después de que su boca palpitara por un buen rato debido a las mordidas y succiones que Kazuya terminaba dejando.
En ese momento varios platillos fueron puestos a lo largo de la mesa y la mente de Sawamura quedo en blanco debido a la sabrosa comida.
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Mientras tanto en las calles de la ciudad caminaban cuatro integrantes de Yakushi y su entrenador, Todoroki Raizou.
—Yo de verdad agradezco este gesto de tu parte Sanada, serás recompensado con una linda novia y mucho dinero, ya lo verás—le dio una fuerte palmada en la espalda el hombre mayor a su as, el joven solamente sonrió al ver la emoción en la cara de su entrenador mientras miraba por sobre su hombro a los otros tres chicos de primero, sobre todo al de menor estatura, Todoroki Raichi.
“¿Por qué me gusta tanto ese pequeño idiota?”
Pensaba con resignación, a pesar de que ese chico fuera torpe y estúpido para algunas cosas… Shunpei no podía quitarse de la cabeza la imagen de él siendo alguien lindo y más ahora que veía como el otro portaba el regalo que le había dado por su cumpleaños… un suéter con capucha de un lindo mono. Raichi no comprendía lo kawaii que se miraba con aquello ante los ojos del pitcher de segundo año.
—Sanada… si sigues mirando a mi hijo de esa manera… hasta él podrá darse cuenta de tus intenciones—le susurro el mayor al oído por lo que Shunpei se sonrojo de inmediato.
Aunque ambos eran entrenador y estudiante tenían una relación que se parecía a la de dos amigos, pero bueno… agradecía que el padre de Raichi fuera tan fácil de convencer. Tenía su aprobación, ahora solo faltaba engatusar a su hijo.
— ¡Sanada-Senpai ¿en serio puedo pedir lo que yo quiera?! —cuestiono el Todoroki menor aferrándose del brazo del pitcher—No puedo creer que nos invites a comer… en serio Sanada-Senpai es genial…
— ¡Claro que lo es, Raichi! Es el mejor… la persona que se quede con él será muy afortunada ¿no lo crees? —le pregunto el entrenador mientras su hijo asentía repetidas veces logrando que la capucha le tapara los ojos ya que le quedaba algo grande.
Sanada tuvo que hacer su mejor esfuerzo para no caer presa del encanto de su pequeño idiota.
Después de un largo recorrido llegaron al restaurante y los 4 invitados (aunque más bien Mishima Yuuta y Akiba Kazuma se habían colado al oír lo de comida gratis) se quedaron impactados al ver el costoso lugar. Sus miradas se dirigieron a Shunpei y por un segundo pudieron ver resplandecientes brillos con forma de signos de dinero alrededor del pitcher.
“¿Cuánto dinero tiene Sanada?”
Fue el pensamiento colectivo al que llegaron todos.
Al entrar al establecimiento notaron como estaba abarrotado de clientes, el pitcher se quedó estático… se le había olvidado hacer una reservación así que ahora estaba en serios problemas… buscaba con la mirada algún lugar vacío o un espacio donde pudieran compartir la mesa con alguien más y entonces…
— ¡Kahahaha mira Sanada-Senpai! ¡Seidou está por allá!—señalo el de más baja estatura con su peculiar risa y entonces en ese instante otra mano los señalo de regreso, el pitcher más ruidoso de Seidou, Sawamura Eijun.
— ¡Pero si es Yakushi! ¡¿Qué hacen aquí?!
Todos los clientes se quedaron mirando la escena con asombro, aquellos chicos eran como dos bolas de energía a punto de explotar.
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Al final Kataoka accedió a compartir la mesa con los integrantes de Yakushi, Raichi se sentó a un lado de Sawamura y Sanada a su lado, los otros tres se dispersaron en los demás lugares vacíos.
— ¿Por qué están aquí? —pregunto amablemente Eijun después de todo el escándalo que había hecho junto a Raichi, parecían los mejores amigos ahora mismo.
— Sanada-Senpai nos invitó a comer
— ¡Wow Sanada-san es una persona realmente confiable! ¡Ya quisiera que ciertas personas como Miyuki Kazuya fueran así de bondadosas!
— ¿Quién querría pagarte comida gratis? —comento enfurruñado el cátcher provocando un mohín en el pitcher de primer año
— ¡¿Quién te necesita?!
— Oh vamos chicos… ¿acaso van a divorciarse por esto? —molesto Ryousuke desde la esquina opuesta recibiendo una risa cómplice por parte de la mayoría.
La mayoría comenzó a bromear al respecto y Eijun no dejo de gritar insultos contra Miyuki, incluso se había levantado de su asiento para ser más directo a la hora de decirle sus “verdades”.
— ¡Kahahaha los chicos de Seidou son divertidos! ¡Oh…!—de repente Raichi se levantó de la mesa y todos se quedaron mirando al moreno quien parecía haber descubierto una grandiosa idea—Tengo que ir al baño… ¿Dónde es?
Todos se quedaron mirando la escena totalmente perplejos y luego se echaron a reír, incluso la risa que más resaltaba era la de su propio padre.
— ¡Ya cállate viejo!
— ¡Hey Todoroki no deberías de hablarle así al jefe de Yakushi! ¡Debes de ser más respetuoso! —agrego Sawamura con gritos
— ¡Mira quien habla! —señalo acusadoramente Kuramochi desde una esquina
— Todos terminan golpeándote porque eres demasiado estúpido para hablar—comento tranquilamente el mayor de los Kominato
— Eijun-kun, debes de corregirte primero antes de corregir a los demás—decidió hablar Haruichi mientras Furuya asentía calmadamente a su lado, parecía más dormido que despierto.
— ¡Harucchi no me digas eso enfrente de los demás!
— ¡Basta! ¡En serio necesito ir al baño, por favor! —comento Raichi casi en un aullido doloroso mientras jalaba con fuerza del brazo del pitcher de relevo
— ¡Ah! ¡Espera! ¡Resiste Todoroki!
Y con esas palabras toda la comedia de esa cena se desvaneció con aquellos dos idiotas huyendo al baño. Sanada y Miyuki se miraron de reojo y se saludaron con un leve asentamiento de cabeza y regresaron su vista a los platillos en la mesa.
Shunpei vio el enorme platillo de chuleta de cerdo (la comida favorita de Raichi) y suspiro cansadamente ¿cuándo sería correcto decirle sus verdaderas intenciones? No estaba dispuesto a gastar todo su dinero de esta forma durante otro año más, además de que sus sentimientos por el pequeño crío iban aumentando con el pasar de los días.
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Mientras tanto… en el baño del local se hallaban el cuarto bateador de Yakushi y el pitcher de relevo de Seidou hablando calmadamente sobre cosas relacionadas a comida y béisbol.
— Es genial tener a alguien en tu equipo como Sanada-san… ¿cierto?
— ¡Sí! ¡Es alguien muy capaz! ¡Mi viejo lo estima mucho! ¡Yo lo respeto bastante!—dijo orgulloso Todoroki mientras se lavaba las manos—Pero de igual forma el cátcher de ustedes es alguien en quien pueden confiar ¿no?
— ¿Eh? ¿Miyuki Kazuya? ¡NI LOCO! ¡No confiaría en él ni aunque fuera el último hombre en la Tierra y yo me estuviera ahogando con una bola de arroz!
— ¡Kahahaha! ¡Bueno, creí que eran cercanos porque te tenía sujetado de tu muslo hace rato!
— ¡¿Pero qué…?!—la vergüenza comenzó a invadir la cara de Eijun al escuchar las palabras llenas de inocencia del pelinegro.
— Los pude mirar… estoy sentado a tu lado… pero bueno, no tienes que preocuparte por ello, mi viejo dice que a veces esa clase de cosas las hacen los amigos, él es mejor amigo de una profesora de la preparatoria y a veces Sanada-Senpai me expresa su aprecio de esa forma, no es nada del otro mundo
La cara de Sawamura era digna de fotografiar en ese instante… Todoroki era incluso más ingenuo que él ¿acaso se debía a que era más joven? Ahora tenía sentimientos mezclados.
— La verdad no sé si somos cercanos o no…—dijo con cansancio mirando su cara deprimida en el espejo
— ¿Eh? ¿Por qué?
Y allí estaba… hablando con alguien que ni era su mejor amigo de las dudas que lo atormentaban…
— Bueno… es solo que… nosotros dos…
De repente la puerta del baño se abrió de golpe y varios clientes ebrios entraron con bebidas en sus manos.
— ¡Oh! ¡Pero que lindos chicos! ¿Quieren beber con nosotros?
— Aun somos menores de edad…—dijo confundido Raichi mientras Sawamura tomaba la bebida del hombre y la tragaba como si fuera agua dejando expectantes a todos en el baño.
Necesitaba sentirse valiente al confesar sus verdaderos pensamientos y había escuchado que el alcohol era una buena arma para tener agallas.
— Sawamura no deberías…
— Tiene sabor a banana…—mintió el de ojos dorados y no pasaron ni dos segundos cuando ya Todoroki tenía una de las botellas de otro de los ancianos inclinada sobre su boca.
Aquello era una fórmula para llegar al desastre.
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— Oigan… esos estúpidos ya se tardaron un buen rato—dijo de repente frustrado el cátcher de Seidou, en realidad estaba preocupado pero no sabía cómo expresarlo de manera no tan “borde”.
— Tal vez fueron tan estúpidos y se los trago un excusado—se burló Ryousuke.
— No son tan idiotas… o al menos eso creo— “defendió” Youichi.
— Alguien debería de buscarlos—agrego Yuuki calmadamente.
— Que vayan sus esposas…—volvió a hablar el Kominato mayor mientras enfocaba su mirada burlona a Shunpei y Kazuya.
— Mi hijo es tan idiota… de seguro si se lo trago el excusado, no te preocupes Sanada yo me comeré su chuleta de cerdo—exclamo el entrenador de Yakushi dispuesto a hincarle el diente al platillo, pero le fue alejado de sus palillos justo a tiempo.
— Entrenador, usted ya comió dos veces… esto fue ordenado para Raichi… no sea abusivo—lo miro irritado y el hombre mayor solo rechisto.
Entonces entre tanto jaleo se pudo escuchar la característica risa de Raichi y todos voltearon a ver la escena que se ponía frente a ellos. Los dos chicos estaban apoyados el uno del otro mientras caminaban tambaleantes, las mejillas de ambos estaban rojas y parecían demasiado felices.
— ¡Estos idiotas! —gritaron al unísono Sanada y Miyuki, todos los consumidores del restaurante se quedaron viendo a los ebrios menores de edad que ni se percataban de la situación en la que se encontraban, Kataoka y Rei estaban teniendo un shock emocional.
¿Cómo habían conseguido esos idiotas alcohol en el baño?
— Vaya… espero que la policía no se entere de esto o recibiremos un regaño horrible…—comento despreocupadamente Raizou aprovechando la confusión para robar un pedazo de chuleta de cerdo del plato de su hijo.
Todos miraban anonadados la escena en lo que Sawamura entrelazaba sus manos en la nuca de Raichi y servía de mejor soporte para los dos, el más bajo hizo la misma acción y se sonrieron a la vez.
— En serio lamento lo que te pasa con tu cátcher… debe de ser horrible—murmuro el bateador borracho.
— Es horrible… lo odio—se quejó el castaño intentando hacer una mueca de malhumor.
— Deberías de preguntarle qué demonios son… y si solo juega contigo entonces mándalo a la mierda—maldijo el de Yakushi y provoco que Eijun estallará en risas dejando aún más impactados a los que miraban la escena como si fuera un episodio de algún drama famoso.
— Eres demasiado lindo Todoroki
— ¿Eh? ¿Lindo yo? Soy un hombre… no tiene sentido—comento mostrando una cara adormilada, el alcohol le estaba dando sueño.
— Tal vez es lo que me hace falta… ser más lindo como tú para que me tome en cuenta… estúpido idiota, como lo odio—se volvió a quejar mirando cuan adorable se miraba el pelinegro con esa capucha de mono.
— Tú eres lo suficientemente bueno Sawamura—le sonrió el menor.
— ¡Wah Todoroki tú si vales más que ese imbécil! ¡Debería de…!—no termino su exclamación ya que vio como el otro alzaba la cara y se quedaron mirándose por varios segundos de modo atolondrado.
Incluso la chuleta robada que Raizou había tomado se le cayó de la boca al ver lo siguiente que hicieron aquellos imbéciles.
Eijun tomo la cara de Raichi entre sus manos y le planto un beso demandante, los ojos del moreno se abrieron completamente ante la acción del pitcher de Seidou pero torpemente comenzó a corresponderle. La nueva sensación le pareció curiosa y quiso descubrir más de ella.
El alcohol estaba presente en su saliva y sus caras estaban ardiendo en calor debido a lo ebrios que estaban, algunos clientes soltaron un chillido apenado al ver la imagen que se mostraba frente a ellos.
— ¡Wow alguien tíreles agua bendita a esos! —dijo divertido Ryousuke mientras disfrutaba aquel espectáculo gratis.
— Vaya, esto parece a una versión barata de Romeo & Julieta—dio su opinión Kuramochi poniendo una mueca
— Los jóvenes no le temen a la sociedad—comento Yuuki mientras tomaba una foto con su celular sin quitar su mirada seria
— ¡Alguien deténgalos, no saben lo que hacen! —exclamo alarmado Haruichi notando como todos se tomaban la cosa demasiado tranquila, incluso Furuya se había quedado dormido con un camarón a medio comer en la boca.
— Tantos años de amistad y es la primera vez que vemos a este idiota besando a alguien… quien hubiera dicho que sería con otro hombre—Mishima de Yakushi dijo eso despreocupadamente mientras Akiba asentía y los ignoraba decidiendo comer.
— Ya te ganaron y ni entraste en la jugada… que triste Sanada, que triste ser tú—le susurro su entrenador mientras se terminaba de comer lo que había en el plato de su hijo, después de todo, con ese grado de ebriedad dudaba que Raichi comería algo.
— Estos imbéciles—dijeron de nuevo al unísono Shunpei y Kazuya, estaban ardiendo en celos al no ser ellos los que tocaban a su amado. De repente notaron como Sawamura comenzó a colar sus manos por debajo del suéter de Raichi y la cosa se tornó más erótica.
— ¡SAWAMURA! —Kataoka dijo finalmente reaccionando ante toda la situación
— Vaya… es la primera cita y ya llegaron a segunda base… que envidia dan chicos…—volvió a repetir Ryousuke empezando a silbar incitando las burlas de sus demás compañeros.
Todo termino con el pitcher de Yakushi y el cátcher de Seidou separando a los dos tarados de primero quienes parecían tener las bocas cosidas. Después de una “corta” discusión se decidió que Sanada se llevaría a los dormitorios a Raichi y Miyuki haría lo mismo con Sawamura. Ambos chicos de segundo año cargaron en sus espaldas a los dos borrachos y se separaron a mitad de camino.
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— Raichi… ¿Por qué te emborrachaste? —cuestiono el mayor con un tono de preocupación.
— Sawamura dijo que tenía sabor a banana… yo tenía hambre… no te enojes Sanada-Senpai…
— No estoy enojado…
— Yo la verdad… me sentí triste por Sawamura…
— ¿Triste? ¿Por qué?
— Le gusta demasiado el cátcher ese de gafas… pero tiene miedo de decirle sus verdaderos sentimientos… es triste… solo debería decirlos y ya
— Pero… ¿no crees que es duro? No es tan fácil decir los sentimientos que tienes por alguien y más si son cercanos—Sanada se detuvo ya que su corazón se sentía oprimido de repente.
— Es más doloroso guardárselos…—comento el menor mientras apretaba más su agarre en el cuello de Shunpei y descansaba su cabeza en el hombro de este—A mí me gusta mucho Sanada-Senpai… así que, es mejor decirlo… antes de que me duela más…
Después de aquella torpe confesión Sanada sintió como miles de burbujas golpearon su estómago y sonrió sin poder evitarlo. Ese pequeño imbécil… ah, con eso le bastaba… era suficiente esa declaración tan inocente, aun si era admiración y cariño… el aprovecharía esos sentimientos positivos que Todoroki hijo tenía por él.
El alcohol había sido alguna clase de cupido esa noche.
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Por otro lado, Kazuya y Eijun parecían llevarse incluso peor que antes.
— ¡Puedes dejar de moverte, estás demasiado pesado estúpido! —el huraño cátcher maldecía tambaleándose con Sawamura en su espalda.
— ¡No me digas que hacer Miyuki Kazuya, bastardo!
— ¡No deberías de insultar a la persona que te está cargando!
— ¡Yo no te pedí que lo hicieras! ¡No quiero pasar tiempo contigo! ¡Estoy harto!
— ¡Deja de gritarme…!
— ¡Ya no lo soporto! ¡Ya no lo aguanto! ¡¿Por qué tienes que ser tú?! —y con esas palabras Kazuya se detuvo y miro por sobre su hombro como la cara de Eijun se ponía llorosa repentinamente.
— ¿Por qué estás llorando?
— ¡Ya no quiero esto! ¡¿Qué somos?!
Y soltó al fin las palabras que tenía atoradas en su garganta y las cuáles lograron salir como una flecha a causa del licor.
— ¡Nos besamos, nos tocamos y casi tenemos sexo! ¡Pero no sé que soy para ti! ¡Eres un bastardo! ¡Te odio! ¡Pero aun así…! ¡Aun así me gustas! ¡Ni siquiera eres tan guapo como Sanada-Senpai y aun así me gustas! ¡Ni eres lindo como Todoroki! ¡No tienes ni una pizca de bondad como Chris-Senpai! ¡Solo te burlas de mí y me metes en líos! ¡Entonces porque yo me fije en un idiota como tú…!
Y aquella torpe confesión había dejado mudo al sarcástico jugador que portaba el número 2.
— Me gustas también ¿estás contento? Si no me gustaras no te besaría ni tocaría, no seas estúpido Sawamura… ¿acaso son necesarias esta clase de palabras vergonzosas? Aprende a leer entre líneas, idiota.
— ¿Eh?
— Me gustas mucho. Así que seamos novios y esa mierda, sin con eso eres feliz…
— ¿Hablas en serio?
— Sí. Espero que con esto no vuelvas a besar a nadie más que no sea yo… además ¿cómo que el bastardo de Sanada es más guapo que yo? ¿Acaso el alcohol te jodio la vista?
— ¡Él es más guapo!
— ¡Deja las bromas!
— ¡Solo estoy diciendo la verdad!
— ¡Vete a la mierda, ya no quiero salir contigo!
— Pero no importa lo guapo y confiable que él sea… a mí me gusta más Miyuki Kazuya… el bastardo e inútil de Miyuki Kazuya… no te preocupes por eso—y tras su confesión le dio un beso en la mejilla al cátcher, este solo pudo sonreír de regreso mientras continuaba caminando hacia los dormitorios.
— Tú eres el único inútil aquí
Miyuki no había dicho sus sentimientos por miedo a ser rechazado ya que creía que Eijun solo se dejaba llevar, pero ahora podía estar tranquilo.
El alcohol había sido el causante de su alegría. Agradecía a los viejos que les habían invitado aquel licor de manera gratuita.
Fin.