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Raro por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencias: AU. Posible Ooc.


Anime/Manga: Naruto.


Pareja: SasuNaru


Palabras: 1,673 –OS-

Notas del capitulo:

Notas: Este fanfic está dedicado a Isa Nee por su cumpleaños, ella escogió la temática la cual fue la siguiente: Un fanfic SasuNaru con temática libre. Espero que sea un buen regalo para ti, te quiero. Este fanfic se desarrollará en un universo donde Sasuke & Naruto son compañeros de clase.

Raro

[Sasuke no comprendía el sentimiento que había empezado a desarrollar por ese idiota, pero algo era seguro… se sentía raro cuando estaba a su lado.]

Eran polos opuestos en toda la extensión de la palabra. Sasuke era como una noche fría y oscura mientras que Naruto era un día de cálido atardecer. Durante cada uno de sus 17 años habían vivido en un eterno “tira y afloja”, peleaban y se disculpaban cuando los obligaban.

Ambos eran chicos orgullosos que detestaban bajar la cabeza frente aquel que consideraban su interminable enemigo.

Pero últimamente el humor de Sasuke estaba más volátil que nunca. Con la más pequeña interacción que él y el Uzumaki tenían, el mundo ardía.

—¡Qué demonios te sucede, bastardo! —gruñía con furia el rubio mientras era sostenido por sus compañeros de clase. El Uchiha le había soltado un puñetazo en la cara y al parecer, no había una razón aparente.

—Tsk, eres demasiado ruidoso. Cállate de una puta vez —se quejó el azabache cruzándose de brazos.

—¡¿Por qué me golpeaste?! En estos días estás insoportable ¡de verás! —se quejó, pero Sasuke ya lo había ignorado desde hace varios minutos, ahora que se dirigía a la salida —¡Te estoy hablando! ¡Regresa aquí! ¡Cobarde!

Sasuke se colocó sus audífonos y silenció aquella estruendosa voz que le ponía los vellos de punta. Una suave melodía de piano comenzó a tranquilizarlo. Ni él entendía que le estaba sucediendo de repente, simplemente un día comenzó a sentirse muy ansioso cuando estaba a solas con Naruto.

Cuando se hizo más consciente del rostro del Uzumaki fue cuando se puso temeroso. Aquellos ojos azules le provocaban mareos y le arrastraban como una ola, eran tan profundos que le ahogaban cuando le miraban con ese brillo lleno de vida.

Después vino la voz del idiota, era tan chillante que le aturdía los sentidos, pero en aquellos días le arrullaba como una canción de cuna; entonces cuando se daba cuenta de que el tiempo parecía ir más lento cuando Naruto hablaba… comenzó a llevar un reproductor de música para ignorarlo.

Y hoy había descubierto el arma más poderosa del fastidioso rubio: su sonrisa. Cuando se percató de lo brillante que se veía el rostro del Uzumaki cuando las comisuras de sus labios se elevaban en su máximo esplendor… se petrificó.

El aliento le había sido robado al ver aquella luz y su corazón se aceleró. Su única solución fue golpear esa cara que tanta ansiedad le provocaba.

Sasuke solo podía clasificar este sentimiento con una sola palabra: raro.

Él actuaba de forma extraña cuando se trataba de Naruto, nadie podía provocar ni una pequeña reacción cuando le hablaba, alababa u ofendía. Las demás personas le eran indiferentes, eran como una mota de polvo a la que no le prestaría atención nunca, pero el Uzumaki era la excepción a la regla… si tuviera que describirlo como algo eso sería:

—Una fastidiosa mosca —escupió el insulto, acababa de perder el buen humor que recuperó con la tranquila canción. Observó su dispositivo y notó que la batería ya iba a morir pronto, así que lo guardó en su mochila.

El Uchiha pronto encontró una banca y se sentó. Tenía una clase hasta la siguiente hora así que aprovecharía ese tiempo para despejar sus molestias. Se miró los nudillos de su mano, estaban enrojecidos, ¿qué tan duro le había pegado a Naruto? Chasqueó su lengua y suspiró fastidiado.

—Todo es tu culpa… —susurró cansinamente.

—¿Por qué lo es? —cuando escuchó aquella voz se giró y se topó con aquellos zafiros asfixiantes. Era la peor ocasión para que se vieran.

—Siempre es tu culpa, ¿qué pregunta estúpida me estás haciendo? —se quejó el Uchiha evadiendo la mirada inquisitiva del rubio.

—Sasuke… eres imposible ¡de verás! —bramó el Uzumaki mientras se sentaba al lado del pelinegro, este se incomodó y justo cuando iba a levantarse del lugar su brazo fue sujetado por una cálida mano —No te vayas, ya olvidé lo del puñetazo. No tienes que huir de mí como si fuera la peste, ¿qué demonios te sucede? ¿Acaso te hice algo?

El Uchiha se quedó quieto dejando que aquel calor se esparciera por su piel, era tranquilizante. Naruto le estaba dando calma con aquel toque íntimo. Sasuke sentía su corazón palpitar con fuerza dentro de su pecho, intentaba controlar su respiración agitada y todo le daba vueltas, como si estuviera siendo intoxicado.

—Sasuke… ¡te estoy hablando! —entonces el calor se esparció ahora desde su rostro, las palmas de Naruto eran más suaves de lo que creía ahora que estaban sobre sus mejillas. Le había girado el rostro para encararlo y el Uchiha solo podía perderse en aquellos ojos sofocantes.

—Suéltame… no me gusta que me toques —habló secamente, intentaba protegerse de sí mismo. Había una fuerza que lo empujaba a inclinarse y profundizar ese calor que le carbonizaba las entrañas.

—¡Sasuke no seas cruel, te estoy pidiendo explicaciones! ¡No sé qué fue lo que te hice! ¡Dímelo de una vez!

El brillo de sus ojos se había intensificado y Sasuke se agobiaba con cada respiración. El idiota no comprendía que mientras más se pegara, más le dificultaba las cosas.

—¡No te lo repetiré otra vez! ¡Quítate de encima, imbécil! —le gritoneó y le dio un manotazo a aquellas manos que le estrujaban la cara. Justo cuando Sasuke se levantó de la banca unos fuertes brazos lo rodearon abrazándolo por detrás.

Sentía como los escalofríos recorrían su espina dorsal, Naruto estaba tentándolo a romper el frasco interno de su auto control. Giró su rostro y el rostro del rubio descansaba en su hombro, aquellos fieros ojos lo desafiaban con recelo.

—Siempre quieres tener la última palabra… no es justo —se quejó con un berrinche infantil —No te soltaré hasta que me des una explicación, o tendrás que quitarme a la fuerza.

El refrescante aliento a menta inundaba su olfato y la tibia respiración del rubio arremetía contra su cara. Aquella expresión seria había desaparecido y Sasuke se preguntaba el tipo de semblante que estaba reflejando en su cara.

—Si no me sueltas te quitaré a la fuerza… —le advirtió con un tono mordaz, aquellos ojos negros miraban profundamente a Naruto, eran tan oscuros como un abismo. El Uzumaki se estremeció, pero fue renuente a renunciar.

—Inténtalo si puedes…—le retó con el valor del que alardeaba siempre.

Y entonces todo pasó más rápido que una ráfaga de viento, así de veloz, pero igual de potente. El Uchiha se soltó del agarre, empujó a Naruto contra el árbol más cercano y lo miró con furia.

Las respiraciones de los dos estaban alteradas, pero sus miradas no se despegaban del otro. Era una conversación sin palabras.

—¿Por qué siempre me haces las cosas más difíciles, imbécil? —bramó con fastidio estrujando la camiseta del rubio con más fuerza.

—Es insoportable no saber por qué detestas que este cerca de ti, ¿de acuerdo? No sé qué hice mal… siempre nos hemos llevado fatal, pero en estos días no te entiendo, ¡de verás!

La fuerza de su agarre disminuyó. Esta era la parte en donde Naruto siempre terminaba ganando, cuando se trataba de usar las palabras.

—Eres raro… —murmuró Sasuke evadiendo el contacto visual.

—Se siente raro que estemos en esta situación… —agregó mientras intentaba quitarse la mano del Uchiha de encima. Entonces Sasuke lo soltó y suspiró rendido.

Era mejor no excavar más en el tema, ya no podía controlarse por más tiempo.

—No voy a decirte nada. Solo vete a casa… ya me pusiste de peor humor —comentó el azabache con pesadez.

—Siempre eres igual, de verás, por eso me haces sentir raro cuando estoy a tu lado… —protestó el de orbes zafiros haciendo un mohín. Aquellas palabras sacudieron el cerebro del Uchiha y de nuevo le prestó atención al chico frente suyo.

—¿Por qué te sientes raro?

—¿Eh? Estoy acostumbrado a que siempre discutas conmigo, pero en estos días me evades y de la nada te pones furioso cuando te toco o pasamos tiempo juntos… tienes un humor aún más inestable… ¡y no me gusta! Además, me duele un montón la mejilla por tu culpa —dijo lo último con resentimiento.

Sasuke sabía que las palabras eran poderosas. Aquello dicho por Naruto le había azotado como un maremoto, hizo una catástrofe en sus revueltos sentimientos. Se volvió a acercar y jaló del cuello de la camisa a Naruto, le besó la mejilla herida y luego lo volvió a empujar como si esa acción fuera de lo más normal.

El rubio se quedó estático, como si hubiera visto un fantasma. Subió su mano y tocó su cachete, sentía el rastro de saliva por lo que no había sido una alucinación.

—¡¿Q-q-qué fue eso?!

—Ya besé el moretón que te hice, se curará dentro de poco… estamos a mano, así que deja de decir cosas vergonzosas, si tanto quieres que te preste atención deja de parecer tan lamentable —se quejó con falsa molestia. Aquella acción le había mejorado el humor, pero tenía que pretender.

—E-e-e-entonces hiciste eso para disculparte por lo del puñetazo… ahora lo entiendo —dijo apenado rascándose la nuca. El ambiente había mejorado. Justo cuando Sasuke le dio la espalda para marcharse a la siguiente clase sintió como una mano lo jalaba de la muñeca y entonces unos suaves labios se posaron en sus nudillos, sus ojos se agrandaron debido a la sorpresa.

—¡¿Qué demonios?!

—Lamento haber herido tus nudillos con mi cara… sí, eso… nos vemos en clase —dijo con timidez mientras corría hasta el aula. Sasuke logró captar como el rostro del Uzumaki se había teñido rápidamente de carmín, era como si hubiera pasado a ser un jugoso tomate.

Observó su mano por largos segundos y entonces una sonrisa estúpida se formó en sus labios, no pudo contener la risa y entonces una suave carcajada salió de su garganta.

—Vaya que es torpe…—mencionó con un tono encantador. En ese instante pensó que para la próxima ocasión dejaría que Naruto lo golpeará accidentalmente en la boca, ese sería un mejor lugar para que aquellos suaves labios le curarán.

El Uchiha no entendía esta nueva necesidad que se había formado en su corazón, pero por el momento seguiría siendo un sentimiento extraño y agradable.

Fin.

Notas finales:

Espero sus comentarios en mi historia♥


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