SWEET CHALLENGE
[Era un día normal, Jian Yi visitó a Zhan Zheng Xi en su casa y debido al aburrimiento se le ocurrió retarle. El que gane tendría el poder de pedir cualquier deseo, ¿quién ganará? O más bien, ¿qué métodos usarán para ganar?]
Jian Yi miraba con aburrimiento a Zhan Zheng Xi, el castaño no le estaba prestando atención porque estaba concentrado en el siguiente volumen de One Piece. Jian Yi, comenzaba a perder la paciencia, amaba ver a Zheng Xi por largos periodos de tiempo, pero si no comenzaba a prestarle atención se volvería un demente, ahora hasta comenzaba a tenerle celos a un estúpido manga.
—Hagamos algo divertido Zhan Xixi, has estado concentrado en esa cosa, más que en mí —se quejó con voz infantil mientras recargaba su mentón en el hombro de su amigo. Este parecía imperturbable.
—No me fastidies, estoy en la mejor parte —fueron las únicas palabras que le dirigió. Jian Yi comenzó a hacer pucheros, parecía un pequeño niño de 12 años. Zhan estaba tan inmerso en el manga que decidió ignorar las caras infantiles de Jian Yi.
—Hagamos un juego, si ganas harás lo que yo quiera —comentó casualmente. Sus palabras llevaban un peso grande, un deseo podría ser cualquier cosa.
—No quiero —fue lo único que dijo Zhan.
—¿Acaso temes perder como la última vez? —Jian Yi sabía cuáles eran los puntos débiles de su mejor amigo, Zhan Zheng Xi tenía un orgullo frágil. Las tupidas cejas de Zheng Xi se fruncieron y su cara se deformó en un rostro amargo.
—¡Cuida tus palabras Jian Yi!
—Yo solo estoy demostrando posibles hechos —frunció los labios en un gesto infantil y desvió los ojos, como una persona que intenta fingir que no está siendo hostil con sus palabras, aquello enfureció más al impaciente de Zhan.
—¡De acuerdo! ¡Si gano vas a tener que soportar que te patee el trasero 50 veces y te quedarás callado el resto de la tarde! —alzó la voz enfurruñado. Zheng Xi parecía un perro rabioso cuando Jian Yi tironeaba de sus límites de impaciencia.
—¡ACEPTO! —contestó con euforia el otro.
Se quedaron en silencio por más de 3 minutos hasta que Zhan terminó lanzando una almohada a la cara de Jian Yi, este idiota se había atrevido a mencionar lo de la apuesta y ni siquiera tenía algo en mente.
—¿Y bien? Me haces perder el tiempo, si no tienes nada en mente será mejor que… —antes de que terminara la frase fue interrumpido.
—Un desafío de silencio.
Zhan Zheng Xi procesó la información que dijo Jian Yi y se quedó serio, ¡¿este idiota hablaba en serio?!
—¿Acaso eres imbécil? Te das cuenta que vas a perder, ¿cierto? —lo cuestionó Zhan.
—Entonces, no tienes nada de que temer, ¿o sí? —lo miró desafiante, irritando más al castaño.
—¡Bien! ¡No me detendré cuando te esté pateando! ¡Aunque llores! —amenazó.
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El silencio inundó la habitación, los dos se miraban seriamente. La cara de Zhan Zheng Xi se veía impasible, Jian Yi sonreía como si fuera un modelo de revista, parecía confiado y aquello comenzaba a fastidiar a su amigo. No le dejaría ganar.
Jian Yi comenzó a hacer caras extrañas o estúpidas para hacer reír a su amigo, pero nada funcionaba, parecía en otro mundo o como si hubiera conseguido el don de permanecer ciego por algunos minutos, provocando que Jian Yi torciera la boca en una mueca, Zhan Xixi era un rival duro.
“Solo me queda ser tramposo, lo siento Zhan Xixi, quiero que cumplas mi deseo” pensó con malicia mientras estiraba su pierna, los dos estaban mirándose frente a frente, por lo que esta simple acción provocó que intencionalmente rozara sus dedos con la pierna de Zhan, sintió el leve temblor de sorpresa en su amigo y sonrió sínico. La mirada de Zheng Xi había cambiado y ahora estaba iracundo.
Gesticuló la palabra “tramposo” y Jian Yi decidió ignorarlo, ellos no habían establecido limites sobre qué era lo que podrían hacer y lo que no. Así que, en la guerra y en el amor todo se valía.
Jian Yi no estaba conforme con ese toque superficial, quería aprovecharse de la situación, Zhan Zheng Xi era difícil de tocar, los golpes en su cuerpo eran un ejemplo de ello, así que en este momento abusaría de su poder, deslizó su pierna y la paseó a lo largo de las piernas de su mejor amigo, las expresiones de sorpresa en el rostro de Xixi iban cambiando gradualmente, una amenaza estaba escrita en sus ojos claros, Jian Yi decidió prescindir de ella.
De inmediato, sintió un fuerte agarre en su tobillo y observó la mueca fiera en la cara de del otro, Zhan Zheng Xi no soportaría más mierdas, se levantó y se acercó amenazante a Jian Yi, su cuerpo comenzó a temblar, pero se mantuvo en silencio, y entonces pasó lo que jamás imaginó: consiguió un suave y cálido beso en su frente.
¡UN BESO DE ZHAN XIXI!
Su cuerpo reaccionó instintivamente, toda la sangre fluyó hasta su cara, coloreándose de carmín y luego…
—¡ZHAN XIXI! —alzó la voz emocionado, podían verse pequeños destellos de luz y flores a su alrededor, pero tuvo que despertar de su sueño al ver la sonrisa triunfante del contrario.
—Estúpido, perdiste.
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El día terminó como siempre. Jian Yi recibió tantas patadas en el trasero que ya no era capaz de levantarse así que descansaba boca abajo en el suelo, gimoteando como un pequeño crío. Zhan Xixi lo ignoraba con tanta habilidad que tal vez, ahora, se había vuelto sordo.
Pero algo era seguro, a pesar de haber perdido, Jian Yi se sentía como el ganador. Había conseguido que aquel estúpido desafío fuera realmente dulce, y a pesar de que Zhan Zheng Xi pareciera detestar sus acercamientos cada vez más obvios, podía notar que ahora los aceptaba con más facilidad.
Tal vez, en un futuro, no habría golpes de por medio.
—Ah, me dejaría de doler el trasero si me dieras otro besito~ —se quejó y como resultado recibió un golpe en la cara.
Sí, Zhan había sido interrumpido en la mejor parte de su manga, aunque la verdadera razón yacía en aquel sonrojo que iba creciendo desde su cuello hasta las orejas, esa pequeña vergüenza de haber actuado por impulsividad a causa de las acciones de su mejor amigo.
Tal vez en un futuro, las cosas cambiarían, pero bueno, eso sería en un futuro, por el momento disfrutarían de estos pequeños avances que lograban con sus tonterías.
Fin.