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Grande Amore | Stony AA por Mylo Shinobu

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Notas del fanfic:

M-preg porque me gusta más que el omegaverse

Esta es una historia peculiar. No suelo escribir así pero esto surgió.

Ya era hora de los AA.

*Hombres M son hombres que pueden embarazarse (es un término mío muy original #sarcasmo)

 

Canción: https://www.youtube.com/watch?v=3DQATvwX4aI

 

Cada vez que pienso en ti

En el perfume dulce de tu piel tan pura

Es una fuerza inmensa que pinta

Mi cielo de dos mil colores

 

-Hmmm... Bueno, si hablamos de eso puedo decirte que bailan mejor ellos que los de en medio-señalo el rubio a una pareja de la cual todos se estaban riendo.

-¿Qué? ¿Hablas en serio? El tipo técnicamente se está convulsionando y la chica se aleja con pena-Steve soltó una risa jocosa.

-El esfuerzo es lo que cuenta. Además... Se ve que quiere impresionarla.

-Pero la chica esta aterrada. Dudo mucho que la impresione con eso. Necesita pulir sus pasos.

-Bueno... Si hablamos de eso... Yo tampoco sabía bailar cuando nos conocimos-el castaño rió recordando el hecho.

-Pero eras tierno.

-¿Tierno? ¿Quién puede ser tierno haciendo el ridículo?

-Para lo mal que lo hacías muchas chicas querían enseñarte a bailar.

-Hmmm... Por pena seguramente-suspiro sintiendo vergüenza de sí mismo.

-¡Claro! Seguro era eso... Un chico guapo, alto, y con sonrisa coqueta teniendo problemas para bailar... La oportunidad perfecta.

-Espera... ¿Dijiste coqueta?-el castaño lo miró con una sonrisa traviesa en los labios.

-Sí, coqueta.

Se miraron por unos segundos, tal vez minutos. Parecían tener una conversación con las miradas y respiraban muy cerca. Sus labios estaban muy cerca. Un carraspeó les llamó la atención, voltearon para mirar a quién los interrumpió. El chico de lentes y de cabello rubio oscuro los miraba de forma cansada.

-¿Nos vamos o seguirán coqueteando ahí?-ambos miraron a su grupo de amigos que los esperaba. Estaban en una plaza donde había un evento de baile o algo así, simplemente se habían perdido en su conversación mientras esperaban a los demás.

-¿Quién coquetea?- pregunto el castaño encaminándose a donde estaba el resto del grupo, el rubio sonrió para sí.

-¿En serio, Steve? ¿Pueden ser menos obvios?

-¿Estás celoso, Clint?-este rodó los ojos con fastidio y se encaminaron con los demás.

 

***

 

Jadeaban buscando recuperar el aliento. El castaño llegó segundo mirando como el sudor de Steve recorría su frente hasta su cuello, desabrochó un poco su sudadera para que entrara aire fresco. Habían recorrido un largo tramo y Tony siempre llegaba al final. Sentía que sus piernas temblaban de tanto correr.

-Has mejorado-dijo Steve limpiando el sudor con una toalla que llevaba en su cangurera.

-¿Te burlas de mi?-preguntó Tony poniéndose de cuclillas. Steve rió.

-Claro que no... En serio has mejorado. Me siento orgulloso de ser tu instructor. Pronto podrás ganarme.

-¡Oh, cállate!

Antes de continuar con su conversación, dos chicas se acercaron al rubio. Los habían visto correr desde temprano pero hasta ahora se animaron a hablarles. Steve se sorprendió al ser el objeto de deseo de las chicas, comúnmente es Tony quien llama la atención. Le pidieron su teléfono, iba a mentir que no tenía pero lo llevaba en la mano para contar el tiempo que corrían.

-Lo siento-dijo Tony interponiéndose entre ellas y Steve, tomó el teléfono que el rubio llevaba en la mano-. No tiene teléfono.

-¿Entonces nos das el tuyo?-dijo una de las chicas, Tony les sonrió y salió corriendo.

-¡Tony!

Medio disculpándose se fue corriendo tras él. Lo alcanzó en un árbol gigante donde estaba recargado recibiendo la brisa de la mañana. Steve notó la figura bien trabajada de Tony, se acercó para recargarse a su lado. Tony se volteo a verlo recargando uno de sus hombros en el árbol, Steve lo imitó para quedarse viendo de frente.

-Me gusta tu camisa-Tony dibujo la línea del pecho al ombligo de Steve, este sonrió complacido.

-Me lo has dicho varias veces.

Se miraron, Tony se acercó para colocar el celular de Steve en su bolsillo. Steve solo lo miró, ambos estaban muy cerca. Tony sonrió, sin alejarse se desabrochó lo que faltaba de su chamarra pero antes de bajar todo el cierre, Steve le terminó de ayudar. Se siguieron mirando, con el deseo en los labios del otro.

-¿Quieres ir a desayunar?-preguntó Tony, Steve sonrió afirmando.

***

No me salen las palabras pero aquí

he venido para confesarte

ya sin más temores yo quiero gritarte

este grande amoreamore,

solo amore es esto que siento


-¿Recuerdas cómo nos conocimos?-preguntó Steve y dirigió el jugo de naranja a su boca.

-Claro que recuerdo. ¿Tú no?

-Sí pero no tengo tan buena memoria como tú. ¿Cómo fue?-Tony sonrió, bebió un poco de su café y lo miró.

-Fue en esa pista de baile... Era el cumpleaños de Sam, creo.

-¡Ah, sí! Yo llegué con Clint... Tú estabas bailando con Natasha-Tony rió y comió algo de su fruta.

-No recuerdo pero terminamos chocando en la pista, volteamos y nos vimos por primera vez. Recuerdo tu aliento ese día... parecía que te habías comido una caja o dos de pastillas de menta. Olías refrescante-Steve rió.

-También recuerdo tu loción...sueles usarla cuando vistes formal. O cuando sales conmigo-Tony sonrió con el bocado en la boca. Steve empezó a jugar con el servilletero.

-Me gustó tu camisa azul-dijo Tony acercando su mano a la de Steve.

-Y a mi tu traje.

Ambos sonrieron, chocaron sus manos y empezaron a juguetear con los dedos del otro. Acariciaban su palma y entrelazaban los dedos. Se miraron con una sonrisa en los labios sin dejar de acariciar la mano del otro.

 

***

Dime por qué cuando pienso,

Pienso solo en ti

Dime por qué cuando hablo,

Solo hablo de ti

Dime por qué cuando creo,

Creo solo en ti

 


Cayeron en seco con las respiraciones agitadas. Habían entrenado toda la mañana mientras estaba vacío el lugar. Se rieron al caer, Steve estaba encima de Tony, este estaba sentado mirándolo muy de cerca. Sus rostros estaban muy cerca.

-¿Crees que he mejorado?-preguntó Tony.

-Bastante... para alguien que no suele hacer deporte-dijo Steve sin alejarse, Tony rió.

-Eres todo un orador motivacional.

-Tengo que ser realista.

-¿Crees que algún día pueda ser profesional en eso de combate cuerpo a cuerpo? Me siento listo.

-Has mejorado pero te ganarás una paliza si eso pasa.

-Insisto, el mejor orador motivacional-Steve rió y se acercó un poco más a Tony quien veía con ansias los labios del rubio-. ¿Tienes trabajo?

-Sí.

-Todos allá afuera te necesitan. ¡Eres un héroe!

-Solo apago incendios...No es la gran cosa.

-Has salvado vidas... Yo solo me encierro en un laboratorio y a veces doy clases a adultos con actitud de niños.

-Eres increíble en eso... ¿No has ganado dos premios por tus investigaciones?

-Cuatro pero tampoco es la gran cosa.

-Eres sorprendente...

-Tú aún más.

Sonrieron mientras se veían. Sus cuerpos estaban tensos y los alientos tan cerca incitaban cierto deseo. Aún no habían pasado esa línea pero deseaban hacerlo. Cualquiera acción del otro sería la sentencia de lo que podría pasar entre ellos.

-¿Me guardarías un secreto?-preguntó Steve, Tony alzó la ceja curioso.

-Claro.

Steve chocó sus labios con los de Tony, lentamente fue intensificando el beso. Tony le correspondía. Sus labios compaginaban perfecto, el sabor era tan dulce como lo imaginaban y la lengua del otro sabía dónde ir, como explorar cada parte de la cavidad ajena. Se alejaron por falta de aire.

-Jamás he probado la comida francesa-dijo Steve con el poco aliento que le quedaba.

-¿En serio? ¡Qué pena!

Ahora fue Tony quien volvió a acercar sus labios. De nuevo se besaron, ahora más necesitados. El beso era delicioso, los labios chocando con los dientes y las lenguas acariciándose les provocaban sensaciones en todo el cuerpo. De nuevo faltó el aire pero solo se separaron hasta que sonó el teléfono de Steve con una alarma.

-Tengo que irme-susurró en los labios de Tony, este afirmó recuperado el aliento.

Steve, sin ganas, se levantó. Apagó el teléfono y ayudó a levantar a Tony. Fue por sus cosas para dirigirse al baño y apurarse para ir a trabajar. Tony trató de enfriar su cabeza.

-¡¿Estás libre el viernes?!-preguntó Tony, Steve volteo.

-Sabes que sí.

-Podemos... podemos ir a comer a un restaurante francés. Conozco uno-Steve sonrió.

-Suena bien.

***

 

-¿Qué se supone que era eso?-preguntó Steve agradeciendo que el mesero hubiera traído los postres. Era lo único que entendía que era.

-Escargots... a mí tampoco me gustaron al inicio pero te acostumbras al sabor.

-Solo me gusto el plato fuerte...lo demás....

-¿Eres de paladar exigente?

-Más bien de paladar simple... comida china o unas pizzas me bastan-Tony sonrió bebiendo un poco de vino.

-¿A dónde iremos después?

-No sé... creo que hubiéramos venido a cenar en vez de comer...

-No me gusta cenar aquí... se llena de gente. En la tarde es más tranquilo... ¿Quieres ir al cine?-no dejaban de verse toda la comida.

-Sí.... Pero no vayas a hablar en la película.

-¿Por qué?

-Sueles arruinar la trama.

-Yo no tengo la culpa que hagan películas con ideas tan tontas y predecibles.

-Aún así...

-Bien... No hablaré... aunque si no encuentro lógica en la trama...-Steve rió notando que era una pelea inútil.

-Te compraré dulces.

***

Eran los únicos en la fila de hasta atrás, no había mucha gente. Pensaron que con la buena reseña, la película sería interesante pero a los 10 minutos ya estaban bostezando de sueño. Tony se aburrió tanto que quitó el respaldo del brazo que se interponía entre él y Steve para molestarlo de cerca. Le susurraba sus teorías que terminaban siendo ciertas.

A los 20 minutos las teorías dejaron de importar y solo se miraban a los ojos, la película de fondo. De pronto sus labios se pegaron y empezaron a besarse con insistencia. Steve lo sostenía de cintura mientras Tony se aferraba a los pectorales de Steve. El beso se intensificaba y la película... bueno, quién sabe qué fue de la película.

Se dieron cuenta que la película terminó cuando las luces se encendieron y la gente hablaba o maldecía algo. Se vieron a los ojos, todo el tiempo solo se estaban besando, los labios hinchados los delataban. Sonrieron cómplices pero sin dejar de estar cerca.

-Ya terminó-sentencio Tony mientras la gente salía.

-Deberíamos esperar la otra función.

-O ver otra película.

-¿Cuál quieres ver?

-Cualquiera que tengas en tu casa.

-Te gusta demasiado mi casa.

-Es cómoda... y me gusta tu equipo de sonido.

-¿Quieres ir a mi casa?

-Lo ansió demasiado.

***

 

El sonido de la película es lo único que se escucha en la habitación. Las luces estaban apagadas y el sonido era alto. Tony estaba recostado sobre el cuerpo de Steve mientras se besan intensamente en ese sillón. Steve lo tenía sujeto de la cintura deseando mover sus manos más abajo. Tony se acomoda sobre el cuerpo de Steve para intensificar el beso y hacer fricción sobre sus cuerpos. Gemidos suaves comienzan a inundar la habitación.

El sonido de un teléfono los interrumpió.

Se separaron buscando meter aire a sus pulmones, Tony se levanta para dejar a Steve contestar. Este, con prisa, buscó el teléfono insistente y entró a su habitación para evitar el ruido. Tony puso en pausa la película y encendió la lámpara a un lado mientras busca meter aire frío a su cuerpo.

-Tengo que irme-dijo Steve saliendo de la habitación. Tony solo afirmó.

Steve fue al baño para echarse un poco de agua fría en el rostro y bajar el calor de su cuerpo. Cuando salió, notó que Tony le tenía lista su mochila, sonrío y agradeció con un gesto. Caminaron hacia la puerta pero Steve se volteo antes de irse para ver a Tony que se desconcertó un poco.

-Quédate a dormir-pidió Steve.

-Tengo que trabajar mañana.

-Cuando vuelva podemos ir a desayunar juntos.

-No tengo ropa aquí.

-Tienes tu traje que llevo diciéndote que te lleves pero jamás me haces caso-Tony sonrió y lo siguió mirando.

-¿Desayunaremos donde me gusta?

-Claro...

-Hasta mañana, entonces.

-Si...

-Cuídate.

Tony le dio un beso de despedida, Steve sonrió y se fue animado. Tony no podía quitarse la sonrisa tonta de los labios.

 

***

Dime que no, que no te vas a marchar 

yo te diré tu eres mi único 

Grande Amore

 

 


-Te ves agotado-dijo Tony tras sorber algo de café-. ¿No dormiste?-Steve negó.

-Nos tomó toda la noche... por eso llegué tarde.

-¿Tienes que volver?-Steve negó.

-Te ves bien con ese traje...hace mucho que no lo usas.

-Ahora ya no tengo pretexto de ir a tu casa.

-Pero yo si a la tuya-sonrieron y siguieron desayunado-. ¿Hoy tienes trabajo?

-Según mi asistente no... Me vestí en vano.

-Entonces puedes quedarte a dormir conmigo... y olvidar de nuevo ese traje.

-Me gustaría... la cama estaba muy sola anoche.

-Lo compensaré.

-Eso espero.

***

 

-Tienes una linda cintura-dijo Steve desabrochando el cinturón de Tony, este dejo caer su saco.

-Solo vamos a dormir... ¿eh?

-Sí, sí... solo quería decírtelo.

Tony lo dirigió a la cama, se recostó primero y luego Steve decidió usarlo de almohada. No tardo ni unos minutos cuando el rubio ya se había quedado dormido. Tony le acaricio los mechones rubios mientras suspiraba feliz.

***

Ahora todo es primavera ya no hay 

noches frías sin pensar en nada 

en que tengo tanto tanto para darte 

por favor no demores, tu amor es mi guía

y por siempre serás


-Tu casa es demasiado chica-dijo Tony sentándose a un lado de Steve quien veía la tele, este último lo miró.

-Sí, eso ya lo sé.

-Y la mía es innecesariamente grande.

-Sí, eso también lo sé.

-¿Has pensado mudarte?

-No. Estoy bien aquí.

-Yo quiero mudarme... he visto casas bonitas y amplias. Para familias, supongo.

-¿Quieres que le diga a alguien para que te ayude con el costo?-Tony no dijo nada y miró la televisión con Steve.

-También deberías mudarte.

-No sé...

-¿Cuánto tiempo llevamos de conocernos?

-3 años... más o menos.

-¿Y de que tu y yo...?

-Un año.

-¿Y no te quieres mudar conmigo?

-Jamás me lo preguntaste.

-No creí que fuera necesario.

Rieron mientras Steve le robaba un beso.

***

 

Sintió el peso de alguien sobre él. Sin abrir los ojos se imaginaba a su invitado nocturno. Pese a que tenían habitaciones separadas, Tony siempre se metía entre sus cobijas. Eso no hubiera sido un problema si no fuese por la ajustada ropa interior que siempre lleva. Steve le dio un beso para despertarlo pero en cuanto lo hizo, Tony se levanto y lo monto. Estaba recargándose en su pelvis.

-Hoy no tienes trabajo, ¿no?-preguntó el castaño acariciándole el torso desnudo.

-No.

-Yo tampoco.

Tony lo empezó a besar con desesperación. No llevaba ni 2 minutos despierto cuando el castaño ya le estaba exigiendo que lo acariciara. Steve obedeció dejándose guiar por su impulso. Sintió los muslos de Tony, mordió la clavícula y acarició esos glúteos redondos. Tony gemía mientras movía la cintura para despertar la otra parte de Steve y vaya que se despertó. Steve empezó a tantear el cajón buscando un preservativo pero Tony lo detuvo.

-Hoy no es necesario.

Steve buscó controlarse antes de morder el cuerpo deseado de Tony, lo lamía y deseaba con ganas. Cuando lo penetro escuchó los sonidos más dulces, sintió la contracción más exquisita y se llenó de las ansias más desesperadas que jamás había sentido por hacer gemir al castaño. Beso a Tony hasta sentir que se quedaba sin labios.

-Podríamos comprar una cama-dijo Tony mientras Steve lo penetraba, este lo miró extrañado.

-Ya tenemos dos...

-Pero yo solo quiero una...tú y yo solo necesitamos una.

Steve rio mientras volvía a besarlo, Tony lo abrazó del cuello.

 

***

Dime porque cuando pienso, 
pienso solo en ti 
Dime porque cuando amo, 
te amo solo a ti


Fue mera coincidencia, él iba con un propósito y resultó que algo salió mal en los laboratorios. Pero nada de qué preocuparse, solo era humo de un leve incendio que ya había sido controlado. Eso no quito que Tony se lastimara el pie y Steve lo estuviera cargando mientras salían del edificio.

-Te dije que puedo caminar-se quejó el castaño que no deseaba bajarse.

-Me lo dijiste hace rato y te caíste. Déjamelo a mí.

-¿Cómo llegaste tan rápido? Con un extintor hubiera bastado.

-Tenía algo que hacer.

-¿Qué?

Llegaron a la salida, Steve le señalo con el rostro que mirara hacia fuera. Tony volteo quedándose sorprendido. Varios de sus amigos, y colegas de Steve, estaban parados con una manta que decía: ¿Quieres casarte conmigo?

Tony miró a Steve que sonreía, Tony sentía su rostro enrojecerse y su corazón bailar de felicidad.

-¿Sin sortija y con tu traje de bombero?-preguntó Tony tratando de mantener su seriedad, Steve rió.

-En mi bolsillo...pero tendría que dejarte caer si eso hago. Y el traje de bombero... sé lo mucho que te gusta por eso lo usé.

-Jamás me preguntaste si quería salir contigo. Técnicamente no somos novios.

-Nunca lo vi necesario... pero para esto si necesito respuesta.

Tony lo besó abrazándolo del cuello.

-¡Claro que sí!

***

Dime porque cuando vivo,

vivo solo en ti

Grande Amore


Steve preparaba el desayuno, Tony entró dándole un beso en la mejilla. Se sentó en la mesa a probar su café. Medito unos minutos como si buscara las palabras adecuadas.

-¿Has visto el History Channel?

-No... ¿hay algo bueno?

-Jamás hay nada bueno ahí. Solo me acordé de algo.

-¿De qué?

-¿Recuerdas que vimos ese estudio en la tele donde te hacían pruebas si eras de los hombres M o algo así?

-Recuerdo bien como te quejaste de eso-Steve apagó la estufa, entregó el desayuno a Tony y se sentó a su lado.

-Si... Es absurdo el precio. Muy caro para saber si eres parte de la estadística.

-Supongo.

-Pero tampoco era tan ilógico.

-¿Ah, no?

-¿Alguna vez has pensado que las pruebas de sangre son horribles? Te sacan demasiada sangre... podría desmayarme.

-No creo que sea como cuando donas sangre.

-No, no... Los estudios son un caos. Pero los hice.

-¿Qué? ¿Estudios de sangre?

-Esos y otros tantos...

-Ajá... ¿y? ¿Estabas enfermo?

-No enfermo pero sentía cierta fatiga.

-Aja...

-¿Vas ir a trabajar?

-Si...

-Deberías buscar algo diferente.... Ser bombero hace preocuparme.

-Podría buscar algo pero...

-Son dos meses.

-¿Qué?

-Dos meses. A mí también me sorprendió.

-¿De qué demonios estás hablando?

-Además no llevamos mucho de casados... medio año... Es pronto, supongo... pero...

-Tony-regaño Steve sin entender, Tony lo tomó de la mano y lo dirigió a su vientre.

-Dos meses...Lo llevo conmigo desde hace dos meses-Steve abrió los ojos y la boca sorprendido. 

-¿Qué?

-Me hice la dichosa prueba... Al parecer entro en esa absurda estadística.

Las palabras se le fueron de la boca, de la emoción se arrodillo ante Tony mientras lo abrazaba de la cintura. Tony reía sintiendo las lágrimas de Steve en sus piernas. Le acariciaba los mechones rubios mientras escuchaba, repetidas veces: gracias.

***

Dime qué estás 

que mía por siempre serás 

dime esta vez que no te voy a perder, amore

 

El turno nocturno lo mataba pero estaba bien mientras buscaba algo más estable. Se rascó los ojos que mostraban fatiga, se estiró y empezó a caminar hacia donde había estacionado su moto. Encendió su celular y un montón de llamadas perdidas y mensajes aparecieron. Se preocupó, antes de poder revisarlas, una llamada entrante de Natasha apareció. Contestó.

-¿Qué pasa, Nat?

-Es Tony...Está en el hospital.

-¿Qué? ¿Qué le ocurrió?-silencio- ¡¡NATASHA!!

-Creo que perdió al bebé.

Sintió que su corazón se congelaba. No tuvo tiempo para llorar. Salió corriendo al hospital. Llego tan rápido como su moto y su cuerpo le permitieron. Llegó con Natasha que estaba preocupada, Clint arreglaba un asunto con un tipo que estaba nervioso.

-¡¿Qué ocurrió?!-preguntó Steve al llegar, estaba asustado.

-Tony... había salido por algo a la tienda... Un conductor distraído-señaló Natasha al hombre que discutía con Clint-. Cuando llegamos ya era tarde.

La rabia de Steve le inundó el cuerpo. Fue hacia el sujeto en cuestión a punto de matarlo a golpes pero Clint lo detuvo. Le dijo que no era el momento, que Tony lo necesitaba y no podía armar un escándalo. Steve lloró, no podría mostrarse débil con Tony y cuando sintió que todo el sufrimiento había pasado, decidió entrar.

Tony estaba sentado, hace unas horas había despertado y la noticia lo tenía sin emociones. Cuando vio entrar a Steve, su cuerpo se rindió y solo pudo llorar. Steve corrió a él para abrazarlo, decirle que todo estará bien. Cuando sintió que se calmó un poco, se hizo espacio en la camilla y se recostó con él. Lo abrazaba mientras Tony sollozaba.

-El doctor hablo conmigo...-dijo Tony después de un largo rato llorado y aferrarse a Steve- ¿Recuerdas el estudio? Decía que solo podía ocurrir una vez...

-¿Una vez?

-Depende de cada organismo pero tampoco esperaba mucho.

-Tony...

-Mi cuerpo solo podía tener uno. Ya no habrá otra oportunidad.

-...

-Ya no está...

Tony volvió a llorar y se aferró más a Steve que le partía el alma sentirlo así. Le acarició la espalda y el cabello. Lo abrazó con toda la fuerza del mundo. Lo besaba y lo mecía.

-¿Te acuerdas cuando nos conocimos?- preguntó Steve, Tony suspiró y rió un poco.

-Si...

-¿Te acuerdas como fue? Mi memoria es muy mala...-tardó unos minutos en responder.

-Te habías perdido y me pediste indicaciones.

-Es verdad... luego me di cuenta que había llegado media hora tarde y no me dejarían entrar. ¿Qué más era?

-Regresaste y me invitaste un café. Nos quedamos platicando toda la tarde...

Tony lo abrazó más soltándose a llorar mientras Steve lo abrazaba de regreso conteniendo su propio llanto.

-Seis meses...solo tenía seis meses-apenas susurró Tony mientras temblaba al llorar.

 

***

Yo te diré tu eres mi único 

Grande Amore

 

El calor era insoportable pero ver a Steve sudando y en shorts le era suficiente. Bruce le hacía compañía, veían jugar a sus amigos basquetbol como todos los meses que hacían sus retos. El equipo de Steve ganó, Tony sonrió complacido. Bruce se alejó para ir con Clint y exigir su dinero de la apuesta. Steve se acercó a él plantándole un beso de lo emocionado que estaba. Tony le ofreció una botella de agua, Steve la tomó y la empinó en su boca con urgencia.

-¿No jugaras?-preguntó el rubio tras terminarse el agua de la botella. Tony negó.

-Me siento mareado...tal vez sea el sol.

-¿Quieres que nos vayamos?

-¿Y nos bañamos juntos?-Steve rió.

-¿Quieres que nos bañemos juntos?

-Quiero quitarte esa camisa...aunque el sudor me deja ver lo que quiero.

-Idiota.

-¿Me harás el amor en la bañera?

-¿Quieres que lo haga?

-Si...-Steve lo beso mientras acariciaba la mejilla.

-¿Y podemos tener sexo en la regadera?

-Si...

***

Steve preparaba el desayuno, un olor extraño llegó a la nariz a Tony pero se acercó a saludarlo como siempre.

-Huele raro-dijo Tony sentándose en la barra del desayunador.

-Es lo de siempre.

-Huele raro.

-Últimamente estás muy extraño.

-Apaga eso.

-¿Por qué? ¿Por qué te huele raro?

-Quiero tener sexo en la cocina. Justo ahora.

-No hemos desayunado.

-Por eso.

Steve suspiró soltando una risita, apagó la estufa y se acercó a Tony. Este solo llevaba un bóxer ajustado y una camisa de un grupo de música. No tardo mucho cuando Steve estaba cumpliendo los caprichos de Tony. Lo hicieron en la barra de desayuno, en el comedor y en una silla. Tony gemía aferrándose al cabello de Steve y este no podía dejar de besar el cuello de Tony.

***

Estaban recostados en el parque mirando las nubes.

-Esa nube es horrible... parece un escupitajo-Steve rió ante los comentarios de Tony.

-Es como la nube número 500 que te parece eso.

-Ninguna tiene una forma decente. No sé para qué me pongo a buscar una forma cuando no tengo imaginación.

Steve rió y luego guardaron silencio. Se tomaban de las manos y escuchaban a los niños jugar a lo lejos. El aire era tranquilo.

-¿Cuántos hijos te hubiera gustado tener?-preguntó Tony, Steve se tenso ante un tema que hace mucho no tocaban.

-Tony...

-Hablo en serio.

-No sé...

-Seguro que tres.

-Tal vez...

-¿Te gustan los niños, no?

-Si...pero está bien.

-Sabes... A veces me pregunto por qué la ropa de los niños es tan cara.

-¿Viste ropa de niño?

-Estaba comprando unos tenis y algo de ropa para ti. Solo pase por ahí... ¿Cuánto gastarías en un niño al año? Comida, ropa, colegio... ¡uff! Una inversión enorme.

-Supongo que si... Por eso es bueno tener un trabajo fijo.

-¿Y cómo lo llamarías?

-Mmm... no sé... si fuera niña como mi madre o la tuya... si fuera niño...

-Peter...-interrumpió Tony sonriendo-siempre me ha gustado ese nombre.

Permanecieron en silencio.

-¿Te gustan los perros?

-Hmmm...si... son lindos.

-¿Te imaginas un cachorro y un bebé en una casa? Debe ser un caos.

-¿Quieres adoptar un perro?

-Sería bueno que creciera con el bebé-Steve se extraño, se levantó para recargarse en su codo y poder mirarlo. Tony le sonreía. Lo tomó de la mano y lo dirigió a su vientre, Steve sintió perder el aire-. Tres meses...

-Pero...

-Al parecer siempre he sido una excepción en la regla.

La sonrisa de Steve se hizo evidente, parecía que la felicidad no podía caber en su cuerpo. Steve lo abrazó mientras lo besaba empezando a soltar unas lágrimas de felicidad. Habían pasado dos años del incidente y el mundo les estaba dando una segunda oportunidad.

Permanecieron abrazados unos minutos y cuando sintió que su llanto había terminado, miró a Tony. Lo beso con ternura mientras acariciaba su mejilla.

-Tony... ¿Recuerdas como nos conocimos?-este rió mientras el rubio se recostaba en su pecho.

-Déjame adivinar... ¿Tienes mala memoria?

-Muy mala... ¿Te acuerdas?

-Creo que fue en un elevador....

 

Tú eres mi único Grande Amore

Notas finales:

Este one-shot forma parte de mi serie en Wattpad llamado Stony Tales por si quieren seguirlo <3

 

Nos leemos <3


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